La muerte del fundador y líder de Wagner Group, Yevgueny Prigozhin, de su mano derecha, Dmitry Utkin y ocho miembros más de la organización tras el más que posible derribo sobre territorio ruso del avión en el que viajaban da un giro a la situación interna en Rusia, pero también, hasta cierto punto, a la guerra de Ucrania. Un hecho sorprendente, aunque solo hasta cierto punto, que arroja interesantes lecturas. No ha sido en cualquier caso la única noticia de un día en el que ha comenzado la Cumbre de la Plataforma de Crimea y en la que continúa en marcha la de los BRICS, en la que se espera plantear una ampliación en el número de integrantes.
Hay ocasiones en las que los análisis mejor fundamentados fallan estrepitosamente. En algunas, incluso, los autores llegan a alegrarse de que así sea, como es el caso, pues resulta difícil no sentir alivio cuando el muerto es un personaje como Prigozhin, un tipo despiadado que entre muchas otras lindezas llegó a enviar al Parlamento Europeo un mazo ensangrentado tras ser declarado promotor del terrorismo. Así las cosas, si ayer tratábamos de explicar las razones tras la (sorprendente) supervivencia del líder de Wagner Group, Yevgeny Prigozhin, apenas unas horas después, en un movimiento digno del particular «Juego de Tronos» ruso, el carismático jefe de mercenarios y trolls era eliminado de la ecuación tras una visita a Rusia desde África, en donde se encontraba.
Además, su muerte –que ha generado curiosas reacciones internacionales– no llegaba sola, sino que al caer el avión en el que viajaba lo hacían con él otros miembros ilustres de su organización, incluido Dmitry Utkin, un tipo siniestro que ejercía de mano derecha y cuyas simpatías neonazis eran bien conocidas. Una decisión del Kremlin -nadie duda sobre esto, aunque oficialmente se están investigando las causas de la caída del aparato– que en realidad viene a completar lo ocurrido ayer con Surovikin. Un suceso no exento de consecuencias al que bien merece la pena dedicar el grueso de este informe.
Nuestros lectores sin duda recordarán que, cuando se produjo el levantamiento de Wagner Group -muchos de cuyos miembros y afines han reaccionado mal a la muerte de su fundador y de su mano derecha, acusando a Shoigú-, planteamos una serie de posibilidades y que, en varios de los informes, nos mostrábamos sorprendidos por la decisión de Putin –tragándose sus propias palabras-, de permitir la supervivencia de Yevgueny Prigozhin, poniendo en cuestión la vertical del poder en Rusia y mostrándose como un líder débil, incapaz no ya de ordenar la muerte de su antiguo colaborador, sino siquiera de encarcelarlo como se esperaba. De hecho, según ha ido pasando el tiempo, y a pesar de la campaña de descrédito, Prigozhin, por más que un asesino despiadado también un líder carismático, ha ido recuperando protagonismo, hasta volver incluso horas atrás a aparecer en un vídeo en el que afirmaba, como recordarán los lectores, que estaba en el Sahel luchando para hacer a Rusia más fuerte en África.
Es todavía difícil saber si este renovado protagonismo de Prigozhin es la causa de que finalmente se haya dado la orden de derribar el avión en el que viajaba o si el plan había sido orquestado mucho antes. En vista del medio aparentemente empleado -misiles antiaéreos pesados- parece plausible pensar que haya sido algo de última hora, pues de lo contrario seguramente habrían optado por el envenenamiento, una bomba o cualquier otro medio para su eliminación. Una ejecución se ha llevado a cabo con la colaboración imprescindible del Ministerio de Defensa, esto es, del máximo enemigo de Prigozhin, el ministro Serguéi Shoigú, pues no habría podido realizarse a la altura a la que el aparato volaba, por otros medios, lo que implica respetar cierta cadena de mando hasta el operador del SAM.
En relación con las decisiones de «última hora» recordemos -y esto no cambia- que Putin se ha comportado en los últimos años como un «procastinador» que en demasiadas ocasiones ha evitado tomar decisiones drásticas hasta que no había otro remedio. Este podría ser uno de esos casos, suponiendo que la orden haya salido realmente del Kremlin y no del propio ministerio. Muchos medios, por supuesto, así como canales afines a Putin, incidirán en su «magistral» estrategia, su paciencia y su elección del mejor momento, pero hay muchas razones para dudar de realmente haya sido una acción medida al milímetro y planeada con meses de antelación, por más que a medio o largo plazo la muerte de Prigozhin fuese un desenlace muy probable.
Es decir, que si en lugar de liquidar a Prigozhin tras su detención, eliminando el problema de raíz, han optado por esperar no ha sido seguramente únicamente por la necesidad de que su popularidad decayese -de ahí la campaña de desprestigio y el exilio- o para evitar que su muerte pudiese convertirlo en un mártir, sino por la necesidad de Putin de buscar equilibrios entre las élites y apoyos. También, pese a la espectacularidad de la acción, con el hecho de mantener un perfil tan bajo, algo que se nota en el tratamiento que se le ha otorgado en los medios rusos, con apenas una referencia al accidente aéreo en el caso de los escritos y apareciendo en el puesto 14 de 20 noticias en la TV pública, dedicándole apenas 40 segundos de emisión.
Haya o no sido así, a muy corto plazo importa poco, pues la figura de Putin -aunque le acarreará odios- debería fortalecerse, al desaparecer uno de los pocos elementos que podían hacerle sombra. Sin duda, la maquinaria propagandística del Kremlin hará por capitalizar la muerte de Prigozhin, aunque es posible que en ningún caso presentando a Putin como el autor de la misma, sino atribuyéndole otras causas. Más bien dejarán que la población -y los «enemigos del Kremlin»- saquen conclusiones por sí mismos sobre la fortaleza del liderazgo ruso y lo que ocurre a quienes lo cuestionan en un intento de reforzar la vertical del poder y sin que esto suponga que la «feudalización» de Rusia se haya frenado o pueda revertirse a corto plazo, pues la muerte de Prigozin cambia algunos equilibrios, pero no sirve para atacar la raíz del problema.
En relación con esto, no debe olvidarse que Putin también pierde una de las piezas que le permitían equilibrar la política interna del país, contrapesando otras figuras como la del propio Shoigú, también un político -siempre fue más político que militar- respetado y poderoso. Es decir, que toca esperar para conocer cuáles son los nuevos equilibrios dentro de la élite rusa y quién sale reforzado y quién no, siendo uno de los candidatos más obvios a ganar peso Víktor Zolotov, al mando de la Guardia Nacional que, además, habría sido puesta en alerta en las últimas horas tras las amenazas de miembros supervivientes de Wagner Group de marchar sobre Rusia desde Bielorrusia. Mientras tanto, y después de lo de ayer con Surovikin, es de esperar que la «limpia» interna no culmine aquí, aunque posiblemente en algunos casos ni siquiera lleguemos a enterarnos de lo que sucede o deje de suceder con determinados personajes, pues no son pocos los «enemigos del Kremlin» muchos ellos de corte radical.
Así las cosas, y a falta de una versión oficial sobre lo ocurrido, la muerte de Prigozhin y su segundo, así como de otros elementos importantes de Wagner Group, tendría dos derivadas más, ambas relevantes tanto para la guerra de Ucrania, como para la presencia internacional de Rusia. En el primer caso, con Prigozhin desaparece una de las voces más radicales dentro de la política rusa –otras como la de Ígor Girkin ya habían sido acalladas semanas atrás, aunque por el momento continúa vivo, lo que ha llegado a ser fuente de «memes» en las últimas horas e incluso ha sido acusado de estar detrás de la muerte de Prigozhin, lo que tendría poco sentido-. Una muerte que, llegado el caso, podría allanar el camino a una posible negociación con Ucrania, en tanto no habría ningún tipo de voz discordante que pudiese criticar cualquier hipotética concesión (sin que esto signifique que Rusia esté a priori interesada en una paz definitiva, como hemos explicado en varias ocasiones).
En el segundo caso, respecto a la propia existencia de Wagner Group -pero no solo, pues también están las «granjas de trolls»- que ayer citábamos como la razón básica que explicaba la supervivencia de Prigozhin, si este ha sido ejecutado de esta manera, todo apunta a que el Estado ha logrado integrar la parte que más le interesaba de la organización. Es decir, que si bien buena parte de sus mercenarios se han negado a firmar contratos con el Ministerio de Defensa y continúan basados en Bielorrusia o bien se han trasladado a África en donde está el grueso de su negocio, desde Moscú consideran suficientes las medidas tomadas para garantizar que las actividades de Wagner Group sigan adelante en este último continente –incluso desapareciendo la marca-, bien porque se haya completado la transición en el mando de una parte sustancial de esta PMC, bien porque otras como la que controla Shoigú puedan hacerse cargo de forma efectiva de las misiones que Wagner desempeñaba.
Al fin y al cabo, aunque su papel ha sido fundamental para la política exterior rusa, es posible que muchas de las actividades de Wagner fuesen interrumpidas tras la filtración de los papeles de Discord, lo que habría dado tiempo desde entonces al Gobierno ruso a ir buscando alternativas. Lo que no es razonable es pensar que Rusia vaya a renunciar a su influencia -y negocio- en África, sabiendo que es una de las zonas en las que mejor puede flanquear a Occidente.
Sobre el terreno, la jornada de ayer volvió a ver bombardeos rusos sobre localidades ucranianas como Romny, al este del país, que se saldaron con al menos cuatro civiles fallecidos y otros tantos heridos. Ucrania, por su parte, lograba cobrarse parte de un sistema antiaéreo S-400 en el interior de la península de Crimea, avanzando así un paso más en la destrucción de la defensa antiaérea rusa en la zona. Además, volvía a lanzar drones en dirección a Moscú, logrando un impacto sobre un edificio del sector financiero de la capital rusa.
En cuanto a los combates, y comenzando como es habitual por el norte del frente, se han producido nuevos intentos rusos contra Syn’kivka y en dirección a Kupiansk, sin que por el momento haya avances tangibles después de los movimientos de las últimas semanas, lo que apunta a un estancamiento en la zona, según han ido topando con defensas ucranianas más densas.
En el caso de Bakhmut, a diferencia de jornadas anteriores en las últimas horas sí se han producido avances, en este caso ucranianos en el área de Klischiívka en donde han logrado ganar una franja mínima de terreno –pese a los frustrados contraataques rusos– en los accesos al sur de la localidad, así como desde esta hacia el noroeste de la vecina aldea de Andriívka.
De donde hace días que no trascienden apenas noticias es de la zona al oeste de la ciudad de Donetsk, aunque se sabe que se continúa combatiendo tanto en las áreas de Avdiívka como en los alrededores de Mariínka, entre otros.
Por último, al sur, en el eje de Orijiv hemos podido ver cómo en Robotyne -y a pesar de las noticias sobre contraataques rusos horas atrás– las Fuerzas Armadas ucranianas izaban su bandera en uno de los edificios señeros de la localidad, dando así forma al anuncio de ayer por parte de su Estado Mayor relativo a la liberación de esta urbe. Además, siguen avanzando a levante de Robotyne, en paralelo a las líneas defensivas rusas, en dirección a noreste de Novoprokovka. En cuanto al eje de Velyka-Novosilka, la situación permanece sin cambios respecto a ayer en cuanto a posiciones, mientras se producen constantes enfrentamientos en la zona.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel internacional, pues han ocurrido muchas cosas más allá de la muerte de Prigozhin, es obligado informar hoy sobre el comienzo de la tercera Cumbre de la Plataforma de Crimea en Kiev con la participación de decenas de socios de Ucrania, coincidiendo con el Día de la Bandera de Ucrania y en vísperas del Día de la Independencia del país.
Durante su intervención en la Cumbre, el presidente Zelenski ha sido tajante al asegurar que “Ucrania no comercia con sus territorios, porque no comercia con su pueblo”. En este sentido, ha subrayado que Crimea “recuperará su libertad, al igual que otras partes de Ucrania que aún están bajo el control de los invasores”. Asimismo, ha señalado que el objetivo de la Plataforma no es otro que el de “allanar el camino para la desocupación de Crimea”.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, ha hecho hincapié en que “La estrategia de Putin fue esconder la cuestión de Crimea bajo la alfombra” y hacer que el mundo aceptase el statu quo de facto. De este modo, defiende que “Un delito es un delito, por mucho tiempo que pase”, defendiendo que es “Es necesario castigar el crimen y restablecer el orden. Crimea debe ser devuelta a Ucrania”.
El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, ha subrayado que hasta que no Crimea no sea liberada no se podrá hablar de paz y seguridad a largo plazo para las generaciones futuras, pero ha puesto el acento en las cuestiones económicas. Destaca así que las pérdidas causadas por la ocupación de Crimea ascienden al menos a 120.000 millones de grvinas, fondos que defiende que deberían ser empleados para la reconstrucción de Ucrania y pagados por Rusia mediante la confiscación de sus activos congelados en Occidente.
Además, ha presentado un modelo económico de 5 puntos para el desarrollo de la Península tras su desocupación:
- Transformar la Península en un centro turístico.
- Desarrollar la infraestructura para conectar Crimea con Ucrania, Europa y el mundo, pasando a formar parte del espacio de transporte europeo, incluida la red de carreteras europeas TEN-T, por ejemplo.
- Impulsar el sector energético y la independencia energética mediante el desarrollo de fuentes de energía renovables, y empleando las nuevas tecnologías para la exploración y producción de gas.
- Desarrollo del sector agrícola y, en especial de las pequeñas explotaciones y la industria vitivinícola.
Además de las autoridades ucranianas, es interesante destacar aquellos que han sido invitados a intervenir durante la Cumbre, pues ofrece una panorámica de aquellos países que están respaldando las iniciativas ucranianas. Entre estos, se cuentan: los presidentes de Portugal, Lituania, Hungría, Turquía, Polonia, Estonia, Letonia, Finlandia, Bosnia y Herzegovina, Chipre, Francia, Islandia, Georgia, Guatemala, Macedonia del Norte, Eslovaquia, Montenegro, Costa Rica, Surinam, así como los primeros ministros de Moldavia, Canadá, Japón, Croacia, Italia, Serbia, Bélgica, Grecia, Dinamarca, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Suecia, Irlanda. De otro lado, también han intervenido los ministros de Exteriores o de otro ramo de varios socios de Ucrania Liberia, Andorra, Austria, Alemania, Reino Unido, Bulgaria, Rumanía, Eslovenia, Australia, Malta, Noruega, España, Suiza, Estados Unidos, Países Bajos, Emiratos Árabes Unidos, y Albania.
Por otro lado, han intervenido el presidente del Consejo Europeo, el líder del pueblo tártaro de Crimea, el secretario general de la Organización GUAM para la Democracia y el Desarrollo Económico, presidenta de la Cámara de Diputados de Chequia, el príncipe heredero de Liechtenstein, el director general del secretariado de la Secretaría de la Comisión del Danubio, secretaria general del Consejo de Europa, representante permanente del presidente de Ucrania en Crimea, presidente de la OSCE, secretario general de las Naciones Unidas, vicesecretario general de la OTAN, secretario general de la Organización de Estados Americanos, secretario general de la Organización Mundial del Turismo, presidente de la Mejlis del pueblo tártaro de Crimea, y la coordinadora de la red de expertos nacionales de la Plataforma de Crimea.
Además, en los casos de Finlandia, Lituania, Bosnia y Herzegovina, Moldavia, Hungría, así como de la delegación bipartidista del Senado de Estados Unidos, sus representantes se han desplazado hasta Kiev y han sido recibidos individualmente por el presidente Zelenski y el ministro de Exteriores Dmytro Kuleba junto al resto de su equipo al margen de la Cumbre.
Precisamente, con ocasión de su visita a Kiev, el primer ministro finlandés Petteri Orpo ha anunciado el 18º paquete de ayuda militar, aunque los detalles se conocerán a lo largo de la semana. La ayuda total de Finlandia se cifra en 1.700 millones de euros, ascendiendo la asistencia militar a 1.200 millones de euros. Asimismo, Helsinki está preparando un plan de reconstrucción para Ucrania como colaboración entre los sectores público y privado para aportar su experiencia en transición verde, educación, digitalización y el sector energético.
Durante su paso por Ucrania, Orpo ha visitado la localidad de Irpin, donde conoció el proyecto de viviendas finlandés. Más concretamente, Finlandia donó apartamentos familiares temporales que sirven de hogar a ciudadanos ucranianos.
A nivel energético, el primer ministro Shmyhal se ha reunido también con su homólogo finlandés para discutir la situación energética actual y el fortalecimiento de la cooperación en este ámbito. Asimismo, Shmyhal ha subrayado que deben imponerse sanciones contra el sector nuclear ruso.
Por otro lado, fruto de la reunión entre el ministro de Energía ucraniano, German Galushchenko, y su homólogo británico, Grant Shapps, en Kiev, el Reino Unido ayudará a asegurar el suministro de combustible nuclear. Más concretamente, Londres tiene la intención de ampliar una garantía de préstamo por valor de 192 millones de libras con el fin de proporcionar a Ucrania servicios de enriquecimiento de uranio.
Además de la Cumbre de Crimea, se han dado otras citas entre Ucrania y sus socios además de la relacionada con la energía. Por ejemplo, la ministra de Defensa de Países Bajos, Kajsa Ollongren, está en Kiev tras el anuncio de transferir aviones de combate F-16 a Ucrania y se ha reunido con la viceministra para la Integración Europea y Euroatlántica de Ucrania, Olga Stefanishyna. Durante su reunión, han discutido un amplio abanico de cuestiones, incluyendo la implementación de las decisiones adoptadas en la Cumbre de la OTAN en Vilna y, en particular, del Consejo OTAN-Ucrania. Stefanishyna, además, ha destacado que Ucrania está trabajando en una hoja de ruta para la interoperabilidad con los Aliados.
Otro de los resultados del día para Ucrania ha sido la firma de un acuerdo con el primer ministro de Moldavia, Dorin Recean, para desarrollar un control conjunto en la frontera. Al respecto, el primer ministro Shmyhal ha destacado que ante el bloqueo de Rusia del corredor de cereales en el Mar Negro para Ucrania es muy importante y crucial la decisión rápida sobre la construcción de un puente sobre el Dniéster, el desarrollo de pasos fronterizos y conexiones ferroviarias.
Continuando con las exportaciones, el ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, confirma la destrucción de 270.000 toneladas de cereales durante el último mes que las fuerzas rusas han venido atacando los puertos ucranianos. Con el último ataque, la capacidad de exportación del puerto ucraniano de Izmail se ha reducido en un 15 por ciento. Un hecho que no solo ha sido destacado por las autoridades ucranianas. Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Antony Blinken acusa al Kremlin de haber destruido otras 13.000 toneladas de cereal destinadas a alimentar a la población de Egipto y Rumanía, tras los últimos ataques en el puerto ucraniano de Izmail. Así, destaca que “Los ataques de Rusia a los almacenes, barcos y puertos de cereales de Ucrania están matando de hambre al mundo”, defendiendo que “La guerra sin sentido de Putin va mucho más allá de Ucrania”.
Moviéndonos hasta Johannesburgo (Sudáfrica), allí continúa la Cumbre de los BRICS con la participación del presidente Putin en formato online. Aunque hasta dentro de unas horas no se haga pública la lista de países que podrían entrar a participar en la “expansión” del bloque, -punto central de la Cumbre-, los “cinco” sí han adoptado ya un documento en el que se consagran las directrices y principios de la ampliación de la asociación.
Hasta la fecha 22 países habrían presentado solicitudes formales de membresía, a saber: Argelia, Argentina, Bangladesh, Bahréin, Bielorrusia, Bolivia, Venezuela, Vietnam, Honduras, Egipto, Indonesia, Irán, Kazajstán, Cuba, Kuwait, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos. Palestina, Arabia Saudita, Senegal, Tailandia y Etiopía. Asimismo, podría llegar a esperarse la adhesión de entre 3 y 5 países al bloque en 2023, incluyendo a Arabia Saudí, Argentina y Emiratos Árabes Unidos, entre otros.
Por último, durante su intervención en este segundo día de Cumbre, el presidente Putin tampoco ha dejado la ocasión de explicar que considera que la guerra en Ucrania se inició hace 8 años por “Occidente y sus satélites contra los habitantes del Donbás” y que Rusia intentó “detener” con su intervención.
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