En las últimas horas las tropas ucranianas han progresado en el interior de Robotyne, mientras desde el lado ruso aparecían una serie de vídeos falsos tanto sobre la voladura por parte ucraniana de un puente en Kupiansk, como de la entrada del Ejército ruso en Syn’kivka. Lejos del frente, en el que los cambios siguen siendo mínimos, las cuestiones que se debaten tienen que ver con las posibles salidas a la guerra, que algunos prevén pueda producirse tras una convocatoria de elecciones en la propia Ucrania. En el apartado internacional, las informaciones más relevantes tienen que ver con el respaldo de una veintena de países a la Declaración Conjunta sobre garantías de seguridad para Ucrania.
En el informe de ayer hablamos con cierta profusión sobre el anuncio por parte de Países Bajos y Dinamarca del futuro envío de aviones de combate F-16 a Ucrania, en un número que podría llegar hasta las 61 unidades, aunque el plazo de entrega haga muy difícil que parte o todos ellos puedan tomar parte en el conflicto. Hasta el punto de que hay quien apunta a que aunque una fracción pueda llegar a Ucrania a tiempo para una ofensiva de primavera, el resto estarían destinados a conformar la espina dorsal de la Fuerza Aérea ucraniana del futuro.
Un futuro en el que, una vez cesen las hostilidades, los mismos Estados Unidos que se han negado a facilitar algunas de las unidades que mantienen en reserva, podrían dotar a Ucrania con un número mucho más adecuado de aparatos, teniendo en cuenta la necesidad de generar disuasión que plantea cualquier escenario posterior a la fase militar del conflicto que vivimos ahora y lo que esto implica no solo en cuanto a la cifra de aviones, como a la formación de los pilotos y mecánicos y demás aspectos ya comentados.
Obviamente, esta posibilidad escandaliza a muchos, que no aceptan ningún tipo de salida negociada que no implique una victoria militar. Dada la lentitud de los avances y la (comprensible) negativa ucraniana a ceder a la presión de algunos socios, que le estarían invitando a asumir muchos más riesgos -y bajas-, esto nos dejaría en ante un escenario de guerra al menos durante toda la mitad de 2024, posibilidad que no está claro que favorezca a Ucrania, dada su dependencia de terceros.
Por otra parte, respecto a los propios F-16 y como también explicáramos ayer, hay que tener en cuenta que difícilmente serán, per se, un game changer. Además, llegarán con limitaciones de uso, como ha declarado el ministro danés de Exteriores, quien ha asegurado que Ucrania únicamente los utilizará en su propio territorio, dejando de paso una interesante duda en el aire, relativa a si Crimea se considera o no como tal. No olvidemos lo ocurrido con los misiles de crucero Storm Shadow que, por más que no exista confirmación oficial, no han sido empleados en ningún caso en el interior de la península.
Una decisión que puede interpretarse como una señal a Rusia respecto a que las discusiones sobre Crimea no son un tema tabú para Ucrania (o para sus aliados), pero también como una medida más de control de la escalada. Al fin y al cabo, Rusia ha venido anunciando en boca de su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, que consideraría el envío de F-16 al mismo nivel que una amenaza nuclear, marcando al menos verbalmente una línea roja bastante clara. Sin llegar a tal extremo, hoy su embajador en Dinamarca se ha pronunciado también en ese sentido, al afirmar que la donación de estos cazabombarderos a Ucrania supone una escalada.
Las líneas rojas rusas, claro está, han venido siendo volubles desde el inicio de la guerra. Crimea ha sido atacada, el interior de Rusia incluyendo Moscú ha sido atacado, los HIMARS o los Storm Shadow han sido entregados, las municiones de racimo -que tan buen resultado están dando a Ucrania– han entrado en servicio y los F-16, sin duda, lo harán. Quizá porque mientras todo se mueva dentro de ciertos límites, Rusia seguirá teniendo demasiado difícil justificar una verdadera escalada y porque, en cualquier caso, esta solo llegará no porque tal o cual arma entren en juego, sino porque la situación en el campo de batalla sea demasiado desfavorable, estando en juego la pérdida de Crimea. Una línea fina, pero suficientemente amplia como para que los Estados Unidos y el resto de aliados de Ucrania tengan cierto margen de maniobra, como en el caso de los cazas.
En donde parece haber cada vez menos margen, es en la política interna de la propia Ucrania. Como decíamos unos días atrás, Zelenski, en algún momento, deberá convocar elecciones, pues no solo se supone que Ucrania es una democracia, sino que debe demostrarlo incluso en mitad de la terrible situación que vive el país. Quizá por ello, esta posibilidad está comenzando a aparecer en distintos medios, pues el equipo del presidente ucraniano consideraría que ahora que su figura todavía está en la cima, con una aureola de héroe ganada a pulso -y muy bien trabajada en los medios y redes sociales-.
Así las cosas, si se llegan a convocar dichas elecciones a corto plazo, ahora que no hay ninguna figura que parezca capaz de eclipsar la de Zelensky, este contaría con un plus de autoridad -una vez ganados los comicios- para negociar una paz. La opción contraria, esperar unos meses hasta ver cómo evoluciona la ofensiva -o incluso lanzar una renovada en 2024- se consideraría peligrosa, al igual que establecer cualquier tipo de negociación con Rusia, lo que podría minar la figura presidencial.
Mientras todo esto ocurre, y antes de pasar a lo sucedido sobre el terreno, es obligado hacer una referencia a Prigozhin, quien ha reaparecido desde el Sahel, en donde asegura que está luchando para que «Rusia vuelva a ser grande en África» a pesar de los 50º. El simple hecho de que el vídeo aparezca, así como de que Prigozhin vuelva a liderar sobre el terreno a lo que queda de su organización, demuestra no solo que el grado de control de Putin sobre sus «señores feudales» es limitado, sino también que el Estado ruso no tiene los medios necesarios para reemplazar a Wagner Group, al menos por el momento, en algunas de sus funciones. Volveremos no obstante sobre el tema en próximos informes, pues es más profundo de lo que a priori pueda parecer.
Sobre el terreno, hoy Ucrania ha logrado golpear la logística rusa al sur de su territorio, tanto en Berdyansk como en Chaplinka. Además, habría vuelto a atacar el interior del territorio ruso con drones. Aparatos que según las autoridades rusas habrían sido derribados en todos los casos. Al parecer, uno de ellos intentaría atacar la base de Shaikova, en donde también mantiene Rusia desplegados bombarderos Tu-22 como el destruido recientemente en Soltsy.
Al norte del frente, han aparecido supuestas pruebas –que se han demostrado falsas– de la toma rusa de Syn’kivka, una táctica habitual empleada por los medios prorrusos en las redes sociales. Lo mismo ha sucedido con uno de los puentes de Kupianks, que se decía destruido por los ucranianos para evitar el avance ruso, algo que también se ha demostrado mentira.
Lo que no es falso es el resultado de un intento de ataque sobre Spirne en las últimas horas, que ha culminado con importantes bajas rusas y del que han trascendido nuevas imágenes. Sin salir del entorno de Bakhmut, aunque pasando al sur de la urbe, allí han continuado los enfrentamientos a lo largo y ancho del área que va de Klischiívka a Kurdyumivka.
Aunque escasas, hoy sí hay novedades en Mariínka, en donde las Fuerzas Armadas ucranianas habrían recuperado una pequeña porción de territorio que Rusia había tomado a su vez hace unas semanas. Desde el Estado Mayor ruso, por su parte, aseguran haber repelido con éxito los ataques ucranianos en esta zona, entre la propia Mariínka y Krasnohorivka.
Pasando al sector más meridional del frente, y comenzando por el eje de Velyka-Novosilka, así en las últimas horas Ucrania ha continuado con su esfuerzo por abrir el frente desde Staromaiorske y Urozhaine hacia el oeste, pues necesita no solo consolidar el control sobre ambas poblaciones, sino crear nuevas posibilidades de avance que no se reduzcan únicamente a seguir la línea del río Mokri Yali.
Más interesante es, si cabe, la situación en Robotyne. Allí, las tropas ucranianas podrían haber logrado llegar a la parte más al sur de la urbe, mientras el Ejército ruso intenta aguantar por todos los medios. Además se ha confirmado por primera vez que la artillería ucraniana ha alcanzado la «línea Surovikin», algo más al sur, lo que no obsta para que la ofensiva continúe cobrándose bajas en sus filas.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel institucional y diplomático continuamos justo donde lo dejamos ayer, con la visita del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y la primera dama Olena Zelenska a Dinamarca.
Tras pasar la noche allí, el presidente ucraniano se ha dirigido al Parlamento danés (Folketing), por lo que ha tenido la oportunidad de agradecer personalmente la decisión del país de transferir aviones de combate F-16 a Ucrania. Asimismo, Zelenski ha agradecido igualmente el paquete de ayuda por valor de 3.200 millones de dólares para apoyar a Ucrania a nivel militar hasta 2028. Sobre la ayuda, también ha destacado el compromiso de Dinamarca para con la reconstrucción de Mykolaiev, la ciudad que decidieron apadrinar.
Durante su discurso, además, el líder ucraniano ha subrayado que “Hoy, estamos convencidos [Ucrania] de que Rusia va a perder la guerra”. Sobre esto ha añadido que “Juntos estamos demostrando que la vida tiene valor, que las personas importan. La libertad es importante, Europa es importante”.
Tras el discurso, el presidente y la primera dama acompañados de la primera ministra Mette Frederiksen, han sido recibido para una audiencia por la reina Margarita II, así como por los príncipes herederos Federico y Mary de Dinamarca. Una ocasión que Zelenski y la primera dama han aprovechado para agradecerles personalmente “la comprensión y la posición activa de Dinamarca para ayudar a Ucrania a luchar por las personas y la vida”.
Por otro lado, Olena Zelenska ha compartido su agenda de ayer con la princesa heredera Mary de Dinamarca, con quien acudió, junto a la comunidad ucraniana en la capital, a una misa especial en memoria de “los cientos de niños ucranianos asesinados por misiles rusos” en la catedral de Haderslev.
Una vez finalizadas las actividades previstas en Dinamarca, el presidente Zelenski ha puesto rumbo a Atenas, donde hoy se daban cita los líderes de los Balcanes para una cena informal organizada inicialmente con ocasión el 20º aniversario de la cumbre de Tesalónica y a la que también se espera que acudan la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Por tanto, Zelenski participará en lo que es ya una cumbre informal Ucrania-Balcanes donde tendrá la ocasión de reunirse con los presidentes y jefes de gobierno de Bulgaria, Croacia, Rumanía, Moldavia, Serbia, Montenegro, Macedonia del Norte, Kosovo y Bosnia, coordinar la integración europea y euroatlántica de Ucrania, y la cooperación en defensa y seguridad. De igual modo, se reunirá de manera bilateral con todos los participantes.
No obstante, el primero de los encuentros será con la presidenta de Grecia, Katerina Sakellaropoulu y mantendrán negociaciones con el primer ministro Kyriakos Mitsotakis y la delegación griega. Tras la reunión con Mitsotakis, el presidente Zelenski ha enumerado 5 resultados fruto de su conversación:
- Grecia se adhiere a la coalición de aviones de combate F-16 proporcionando entrenamiento a los pilotos ucranianos y está preparando un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania.
- Zelenski ha propuesto nuevas formas para que Grecia ayude a Ucrania a asegurar el nuevo corredor del Mar Negro y, garantizando, por ende, la libertad de navegación y las exportaciones de granos sin obstáculos.
- Han discutido la participación de Grecia en la reconstrucción de Ucrania, incluida la posibilidad de que Atenas patrocine la recuperación de Odesa.
- Han acordado iniciar las conversaciones bilaterales sobre las garantías de seguridad para Ucrania, toda vez que Grecia se ha adherido ya a la Declaración Conjunta adoptada por el G7.
- Grecia ha mostrado su apoyo en el camino de Ucrania a la adhesión a la UE y así ha quedado reflejado en una declaración de apoyo a la integración euroatlántica de Ucrania firmada por el primer ministro Mitsotakis.
La presidenta Von der Leyen, también se ha reunido hoy con el primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, para discutir el apoyo a Ucrania y, más concretamente, “el papel vital” del país en las exportaciones de cereal ucraniano y los mercados mundiales. Una reunión que tiene lugar apenas 3 días después de que el primer ministro de Ucrania, Denys Shhmyhal, se reuniese con su homólogo rumano en Bucarest para discutir sobre estos asuntos y acordasen fortalecer su cooperación. En paralelo, Von der Leyen y Ciolacu han discutido sobre el plan de recuperación de Rumanía en el marco de los fondos Next Generation EU, pero también la presidenta ha reiterado su apoyo a la adhesión del país al espacio Schengen.
Además, esta no ha sido la única reunión bilateral de la presidenta, pues se ha reunido por separado con los líderes de Serbia y Kosovo, Aleksandar Vučić y Albin Kurti, respectivamente. El objetivo de la reunión el mismo en ambos casos, discutir sobre la necesidad lograr un compromiso para reducir las tensiones en el norte de Kosovo. En el caso de Serbia también han hablado sobre el progreso del país en su camino hacia la UE, mientras que en el de Kosovo sobre el diálogo facilitado por la UE e implementar los acuerdos de normalización de las relaciones entre ambas partes. Von der Leyen ha defendido ante ambos dirigentes que “Una integración más estrecha entre la UE y los Balcanes Occidentales es vital, particularmente frente a la guerra rusa contra Ucrania”.
Tras Bulgaria, Macedonia del Norte, Grecia y los países Bálticos Kosovo ha mostrado su respaldo a la Declaración Conjunta sobre garantías de seguridad para Ucrania adoptada por el G7 en la Cumbre de la OTAN en Vilna. Con esta adhesión, ya son 20 países los que respaldan esta Declaración, aunque ahora, como hemos insistido en más de una ocasión, cada signatario debe negociar a nivel bilateral con Kiev para determinar en qué puntos y de qué modo podría contribuir.
En el caso de Kosovo, el primer ministro Albin Kurti ha señalado que “Ahora más que nunca, el mundo democrático debe hablar con una sola voz” y que el objetivo común debe ser otro que el de garantizar la victoria para la población ucraniana y la rendición de cuentas por los crímenes cometidos por los líderes rusos, pues esto “es esencial para preservar la paz y la democracia, en Europa y más allá”. Por otro lado, en el comunicado emitido al respecto señala que desde que comenzó la invasión, Kosovo se ha alineado con las sanciones de la UE y Estados Unidos, acogido a 5.000 refugiados, pero también a “18 periodistas ucranianos ofreciéndoles un espacio seguro para continuar su misión de decir la verdad al poder».
Cambiando de tercio, del lado de Rusia el ministro Lavrov ha señalado que los “Cinco Grandes” -en referencia a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica)- ofrecen al mundo iniciativas creativas y con visión de futuro destinadas a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En particular, se refiere a “garantizar la seguridad alimentaria y energética, el crecimiento saludable de la economía mundial, la resolución de conflictos y la lucha contra el cambio climático”. Asimismo, Lavrov defiende que los BRICS son vistos “como una fuerza positiva que puede fortalecer la solidaridad del Sur Global y el Este Global y convertirse en uno de los pilares de un nuevo orden mundial policéntrico más justo”. De este modo, expresa que los cinco países están listos para “responder a esta solicitud” y por eso han decidido lanzar “el proceso de expansión”.
Para concluir, la embajada de Estados Unidos en Minsk ha emitido una alerta para sus ciudadanos en la que informa que Bielorrusia ya ha cerrado los cruces fronterizos en Tverecius/Vidzy y Sumskas/Losha, aunque indica que los demás siguen abiertos. De este modo, indica a los ciudadanos estadounidenses que “deben partir de inmediato de Bielorrusia” y emite una recomendación de no viajar al país.
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