Sin cambios sustanciales sobre el terreno, la noticia del día es sin duda el visto bueno estadounidense a que tanto Dinamarca como los Países Bajos entreguen parte de su flota de cazabombarderos F-16 a Ucrania, decisión acogida con alegría tanto en Kiev como en Ámsterdam y Copenhague. A pesar de la buena nueva para los intereses ucranianos, ha sido un día de polémica, debido a la publicación de nuevos artículos en tono pesimista respecto a las posibilidades ucranianas. Además de todo lo anterior, en las últimas horas se ha alcanzado un acuerdo entre Ucrania y Rumanía para facilitar el tránsito de grano, mientras que el portacontenedores «Joseph-Schulte» navega ya lejos de la zona de peligro.
Después de muchas idas y venidas, los Estados Unidos han dado su visto bueno no ya al entrenamiento a los pilotos ucranianos -algo que se confirmase días atrás- sino a la donación de al menos parte de su la flota de cazabombarderos F-16 en poder de Dinamarca y los Países Bajos. Así lo ha confirmado en las redes sociales Kajsa Ollongren, ministra de Defensa neerlandesa, uno de los Estados junto a la propia Dinamarca y a Polonia que han llevado la voz cantante a la hora de formar una coalición destinada precisamente a suplir de estos aparatos a Ucrania.
La noticia, que ha sido acogida con júbilo en Ucrania, podría suponer la llegada durante el próximo año de varias docenas de unidades a la Fuerza Aérea ucraniana, aunque el número está por determinar, ya que en ningún caso se han pronunciado sobre ello los implicados, lo que a buen seguro será en el futuro objeto de duras negociaciones. No hay que olvidar que el pasado mes de enero, desde Kiev llegaron a afirmar que necesitarían hasta 200 F-16 para defender su espacio aéreo, cifra a todas luces inalcanzable y seguramente inmanejable debido a las carencias ucranianas sin ir más lejos, en cuanto a infraestructuras de apoyo, tras año y medio de ataques rusos.
En este sentido, si bien entre Dinamarca y los Países Bajos suman una flota considerable, es difícil que estén en situación de entregar una cifra que vaya más allá de los 36-48 aparatos y que podría ser incluso sensiblemente menor, dependiendo de la voluntad, el estado de los aparatos y cómo progrese el programa de entrenamiento de pilotos y de formación de personal en tierra, aspecto al fin y al cabo tan determinante o más que la disponibilidad de unidades.
Por acotar los números, Dinamarca mantiene en activo una treintena de F-16 como aparatos de caza y ataque –de los 77 adquiridos en su día– a los que habría que sumar casi una docena más destinada a labores de entrenamiento. En el caso de los Países Bajos, aunque es de largo el que más unidades llegó a adquirir de ambos, sumando durante la última década de la Guerra Fría hasta 213 F-16 divididos en distintos «blocks», ya no mantiene ninguno en activo. Además se ha desecho de buena parte de ellos, que han tenido como destino las Fuerzas Aéreas de países como Jordania.
Así las cosas, incluso con toda la buena disposición del mundo –y ambos Estados la han demostrado sobradamente-, hay límites en cuanto al número que puedan donar o vender a Ucrania y seguramente deban descartar muchos de los aparatos que restan en su poder bien por estar totalmente desfasados, porque alguno de ellos haya sido canibalizado o necesite demasiado tiempo para ser devuelto al servicio, o bien por otras razones.
El asunto de los F-16 lleva una vez más al asunto de la gestión de las expectativas. Nuestros lectores recordarán sin duda que en el informe de ayer hacíamos referencia a cómo las fuentes prorrusas estaban alimentando la idea de que su ejército podría llevar a cabo una gran ofensiva durante la próxima primavera, basándose en un artículo del medio estadounidense Newsweek, el cual a su vez se basaba en supuestas fuentes ucranianas, mostrando la división interna tanto en el Gobierno como en el Estado Mayor de este país -noticias que por otra parte se han repetido hasta la saciedad, tanto en su día a propósito de Severodonetsk y Lysychansk, como posteriormente a causa de la decisión de permanecer en Bakhmut, etcétera-.
En relación con lo anterior, como hemos planteado en alguna ocasión, los F-16 podrían llegar demasiado tarde incluso para tomar parte en la guerra, si finalmente la presión de algunos de los aliados de Ucrania más dubitativos se impone. Las propias reticencias estadounidenses, que ha retrasado el visto bueno tanto al entrenamiento como a la reexportación de estos cazabombarderos podría apuntar en este sentido -y no ser consecuencia únicamente de la necesidad de controlar la escalada-.
En caso contrario, si la guerra se extiende en el tiempo lo suficiente, podrían llegar a ser empleados en una nueva ofensiva ucraniana ya en 2024, un escenario que desde Kiev han venido alimentando, después de que la actual ofensiva, comenzada con retraso, no haya dado los resultados esperados en un primer momento, pese a permitir avances y, sin duda, someter a Rusia a un intenso desgaste.
Precisamente en las últimas horas ha causado una importante polémica un artículo del medio The Washington Post en el que se afirma que según una evaluación de la inteligencia estadounidense, Ucrania fallará en su objetivo clave de llegar a Melitópol a lo largo de este año debido a la fuerte defensa rusa, que ha tenido tiempo para preparar con detalle. No niegan la posibilidad de que las Fuerzas Armadas ucranianas logren nuevos avances, incluso planteando la posibilidad de que llegasen a retomar Tokmak –fuertemente defendida-. Sin embargo, en última instancia consideran que Ucrania se quedará a unas millas de Melitópol, el punto principal a alcanzar si se pretende cercenar la logística rusa al sur del país.
El problema, en ambos casos, es que no se atisba una salida clara a la fase militar del conflicto. Si las cosas en el frente van demasiado mal para Rusia, podría optar por escalar. Si Ucrania se agota, pero Rusia no tiene fuerza suficiente -como así parece- para lograr avances significativos, la tentación de congelar el conflicto a la espera de reforzarse, crecerá. La salida negociada, incluso con el apoyo de las decenas de Estados que participaron en la Cumbre de Yedá, aunque es una opción, necesita de algún tipo de garantía de seguridad a Ucrania claro, que permita disuadir a Rusia en el futuro. Respecto a esto, una posibilidad pasa por continuar con -e incluso redoblar- el apoyo militar a Ucrania hasta la Cumbre de la OTAN de julio de 2024, ya pasadas las elecciones rusas, antes de las estadounidenses y tras un último intento por parte ucraniana de asegurarse una buena posición negociadora.
En otro orden de cosas, ayer se produjo un incendio en la terminal del puerto de Novorossyisk, en Rusia. Recordemos que esta ciudad ha sido objeto ya de varios ataques ucranianos y que incluso buques de la Armada Rusa allí fondeados han sido alcanzados recientemente. Además, ya en Ucrania, se han registrado explosiones en la ciudad de Zaporiyia, en Berislav o en Jersón, en donde ha fallecido un civil.
Sobre el frente, comenzando como cada día por el extremo más septentrional del mismo, se han producido nuevos intentos rusos en dirección a Sin’kivka, localidad cercana a Kupiansk y clave para su defensa. No ha sido el único punto en el que el Ejército ruso ha atacado en dirección a la línea Kupiansk-Svatove, sino que también lo ha hecho en dirección a localidades como Masozharivka y Andriívka. Del mismo modo, Rusia ha continuado presionando tanto al noroeste como al sur de Kreminna y sobre Bilohorivka.
En el sector de Bakhmut prosiguen los combates, incluyendo el uso de drones FPV y los intercambios artilleros, pero también las acciones continuas por parte de la infantería, con numerosas bajas. Pese a ello, no hay cambios de posición en las últimas horas, periodo en el que Ucrania ha renovado los ataques contra las líneas rusas en Klischiívka, Andriívka y hacia Kurdyumivka, mientras los rusos hacían lo propio al norte, entre Berkhivka y Yahidne y hacia Minkiívka.
Al oeste de Donetsk se da una situación parecida, con combates e intercambios artilleros continuos, pero sin movimiento de líneas, pese a lo cual las acciones son diarias en torno a Avdiívka o Mariínka.
Al sur de Ucrania, por último, los ucranianos continúan tratando de explotar en su favor la situación tanto en el eje de Velyka-Novosilka, como en el de Orijiv. En el primero, tras la retoma de Urozhaine Rusia intenta buscar una nueva línea desde la que plantear la defensa. Línea que parece situarse en el río Mokri Yali, que separa precisamente Urozhaine de Zavitne. En el segundo, hay fuentes que hablan de hasta un 65% de Robotyne ya bajo control ucraniano, mientras siguen buscando la forma de expandir su control al sureste y este de dicha localidad. Mientras tanto, y además, los ucranianos continúan tratando de causar bajas sensibles a los rusos, como por ejemplo destruyendo radares de contrabatería.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada 541ª además de dejar noticias importantes acerca de los aviones de combate F-16 ha estado marcada por el alto número de discusiones institucionales y diplomáticas, estando estas centradas sobre todo en la implementación de la Fórmula de Paz.
El jefe del gabinete del presidente Zelenski, Andriy Yermak, ha encabezado la sexta reunión con representantes de instituciones diplomáticas extranjeras acreditadas en Ucrania sobre la construcción de un sistema para la implementación de la Fórmula de Paz. La reunión, que ha tenido lugar en el jardín botánico de la Universidad Nacional de Ciencias de la Vida y del Medio Ambiente de Ucrania, ha estado centrada en el punto de la Fórmula referido a la “Seguridad ecológica”.
Durante la reunión, Yermak ha informado a los asistentes de que ya se han registrado casi 2.500 casos de daño ambiental y la Fiscalía General investiga casi 200 casos de crímenes de guerra ambientales. Esto sin contar que alrededor de 250.000 kilómetros cuadrados del territorio ucraniano están contaminados por minas y proyectiles, proporción que las propias autoridades ucranianas comparan con el territorio de Gran Bretaña.
En esta ocasión, se han dado cita un total de 63 representantes tanto en formato presencial como en remoto, aunque Yermak ha agradecido especialmente la participación por primera vez en las discusiones de la Fórmula de Albania, Chipre, Malasia, Moldavia, Malta, Eslovenia, Tailandia y Vietnam. Además, durante la jornada de hoy el presidente Zelenski ha recibido las credenciales de los nuevos embajadores que han llegado a Ucrania procedentes de Alemania, Indonesia, Suecia, Chile, Colombia y Perú, y se ha reunido individualmente con ellos.
Tras varios días con noticias por parte de Rumanía y las exportaciones de cereal ucraniano, hoy durante la visita del primer ministro Denys Shmyhal a Bucharest se han firmado una declaración conjunta reforzando la cooperación entre ambos países para facilitar el tránsito de mercancías. Así, el primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, espera que el 60 por ciento del grano ucraniano transite por su país. En paralelo, no obstante, según el periódico alemán Bild, los gobiernos de Rusia, Turquía y Catar estarían preparando un nuevo acuerdo sobre exportaciones de cereal.
En esta Declaración también se refleja la apertura de un nuevo punto de control fronterizo entre Rumanía y Ucrania, como ya se anunciase días atrás. En este sentido, Ucrania ha ofrecido a Rumanía lanzar un proyecto piloto sobre control fronterizo y aduanero conjunto en uno de los puntos de cruce para reducir el tiempo necesario para cruzar la frontera.
En otro plano, este encuentro ha servido también para discutir la creación del programa del Mecanismo de la UE para Ucrania que proporcionaría a Ucrania hasta 50.000 millones de euros durante cuatro años, así como la participación de las empresas rumanas y de Rumanía en la fase de restauración. El primer ministro de Rumanía ha reiterado que su país “apoyará a Ucrania todo el tiempo que sea necesario, hasta la victoria total”.
Por su parte, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, ha mantenido una llamada con su homólogo de Bahréin, Abdullatif bin Rashid Al Zayani, para agradecerle su participación en la última reunión de la Fórmula de Paz a nivel de asesores políticos y de seguridad en Yeda, así como para discutir los próximos pasos para la implementación precisamente de la Fórmula. Asimismo, ha conversado con su contraparte senegalesa, Aïssata Tall Sall, sobre el fortalecimiento de la cooperación bilateral entre ambos países. A esto se suma otra conversación “histórica”, pues por primera vez los ministros de Exteriores de Ucrania y Guinea han mantenido una llamada. En particular, han discutido sobre las formas para fortalecer la cooperación entre ambos países a nivel comercial, educativo y en las organizaciones internacionales.
De otro lado, la primera viceministra de Exteriores, Emine Dzhaparova, se ha reunido con el embajador de Australia en Ucrania, Bruce Edwards, para intercambiar puntos de vista sobre la promoción del diálogo político bilateral y la cooperación en el marco de las Naciones Unidas, así como el apoyo de Canberra a las iniciativas ucranianas, especialmente la Fórmula de Paz y la Plataforma Internacional de Crimea. Asimismo, Dzhaparova ha enfatizado durante el encuentro la necesidad de la rendición de cuentas por los responsables de la comisión de los crímenes contra Ucrania y expresado su esperanza de contar para ello con el apoyo de Australia.
El presidente Zelenski ha promulgado dos proyectos de ley que tienen por objetivo eximir a los dispositivos de visión nocturna, equipos de imágenes térmicas y telémetros de los derechos de aduana y el impuesto del valor añadido (IVA). No obstante, no es la primera vez que el presidente ucraniano toma una decisión de este tipo, pues en el mes de junio eximió a los componentes de drones.
El otro de los proyectos de ley que ha firmado el presidente ucraniano está diseñado para garantizar la previsibilidad de la política presupuestaria y fortalecer la sostenibilidad de la deuda. Esta firma implica la implementación del décimo “faro estructural” del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que sirve como base para la implementación del “faro” doceavo sobre la previsibilidad presupuestaria, una mejor gestión de la deuda y la gestión de riesgos de las garantías estatales.
Moviéndonos del lado de Rusia, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha destacado hoy que mientras Estados Unidos y los países de la OTAN se preparan para la confrontación, “corren el riesgo de verse envueltos en un choque armado directo entre potencias nucleares”. De este modo, ha indicado que desde Moscú piensan que “este curso de los acontecimientos puede y debe ser prevenido”.
Durante el viernes, Lavrov se ha reunido, además, con los embajadores de Azerbaiyán, Irán, Kazajstán y Turkmenistán con el fin de intercambiar puntos de vista sobre una amplia gama de “temas de cooperación multifacética” en la región del Caspio. Sin embargo, como viene siendo habitual, no se han ofrecido más detalles al respecto.
Como cabía esperar un año más, será además Lavrov quien vuelva a encabezar la delegación de Rusia este año durante la 78º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que comenzará en Nueva York el próximo 5 de septiembre, aunque los debates de alto nivel comenzarán el día 19. Nuevos debates en los que no participará, al menos presencialmente, el presidente Putin una vez más, máxime cuando desde el mes de marzo pende sobre él una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional.
Por otro lado, la Embajada de Rusia en Canadá ha comunicado que las últimas sanciones de este país “no tienen sentido, como toda la política del gabinete de Trudeau hacia Rusia”. De este modo, desde Rusia consideran que “no tendrán ningún efecto práctico”, pero que responderán. En particular, este nuevo paquete de sanciones de Ottawa está dirigido contra 15 personas y 3 entidades rusas en respuesta a los crecientes niveles de violaciones de derechos humanos y violencia patrocinada por el estado que enfrentan los opositores políticos y voces críticas. Las medidas van dirigidas, por tanto, contra altos funcionarios del gobierno ruso, poder judicial y comité de investigación, así como tribunales financiados con fondos federales, incluidos aquellos involucrados en los casos de Vladímir Kara-Murza, Alexei Navalny y otros ciudadanos rusos.
Continuando con este tema, Moscú ha decidido prohibir la entrada a 54 ciudadanos británicos en su territorio en respuesta a las sanciones impuestas por Londres. Entre los nuevos sancionados se encuentran el secretario de Estado de Cultura, Medios y Deportes, así periodistas de medios como la BBC, Guardian Media Group y Daily Telegraph por considerar que están involucrados en “el apoyo informativo y propagandístico de las actividades del régimen de Zelenski”, y “se esfuerzan por prevenir y reprimir los intentos de cubrir objetivamente los acontecimientos en Ucrania, para eliminar signos de disidencia utilizando los métodos descrito por George Orwell en “1984” y “Animal en la granja”.
Asimismo, en la lista negra actualizada se encuentra también el fiscal general de la Corte Penal Internacional (CPI) Karim Khan, quien promovió la emisión de la orden de arresto contra el presidente Vladímir Putin, así como contra la Comisionada para los Derechos del Niño en Rusia, Maria Lvova-Belova, por su implicación en las deportaciones ilegales de menores ucranianos.
A colación, Ucrania y las Naciones Unidas han firmado un plan preventivo conjunto para prevenir y detener graves violaciones de los derechos del niño en la agresión armada de Rusia contra Ucrania. Un documento que será verificado la semana que viene por Virginia Gamba, Representante Especial del secretario general de la ONU para la Infancia y Conflictos Armados. Durante la celebración de la firma del plan, la Comisionada Presidencial para los Derechos del Niño y Rehabilitación Infantil de Ucrania, Daria Herasymchuk, ha recordado que Rusia es el primer miembro del Consejo de Seguridad de la ONU que el Secretario General menciona en el apéndice de su informe anual “Los niños y los conflictos armados para 2022” entre otros países que cometieron tales violaciones. Asimismo, este plan sería un paso importante para la implementación del proyecto “Bring Kids Back UA”, mediante el cual se espera lograr el regreso de los menores ucranianos deportados por Rusia.
Para concluir, el Tribunal Municipal de Moscú ha decretado la disolución de derechos humanos del Centro Sajarov por haber organizado ilegalmente conferencias y exposiciones en Rusia fuera de su “zona de actividad” regional prevista en sus estatutos. Esta asociación que lleva por nombre el del físico y premio Nobel de la Paz Andrei Sajarov, era uno de los últimos pilares de la defensa de los derechos humanos en Rusia y ya fue designado “agente extranjero” en 2014. Según el Ministerio de Exteriores de Francia, que condena esta decisión, esta disolución mostraría “una vez más la campaña de represión que están llevando a cabo las autoridades rusas contra quienes todavía se expresan libremente en Rusia, en particular las principales ONG rusas comprometidas con la defensa de los derechos humanos, como Memorial y el Grupo de Helsinki”.
De otro lado, en las últimas horas ha sido detenido otro miembro de la ONG “Golos”, especialista en seguimiento electoral, cuyo copresidente, Grigory Melkonyants, fue arrestado el jueves por la mañana. La acusación de las autoridades Rusia se basa en que estarían involucrados en las actividades de una “organización indeseable” y sus casas habrían sido inspeccionadas y su dinero, tarjetas bancarias, pasaportes y otros documentos confiscados. No obstante, no hay que pasar por alto que estas detenciones se producen tres semanas antes de las elecciones regionales
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