En las últimas horas el Ejército ruso ha reclamado la toma de Novoselivske, al oeste de Svatove, en el sector más septentrional del frente. Además de esto, apenas unas horas después de alcanzar ayer el buque de desembarco ruso «Olenegorsky Gornyak» con un buque de superficie no tripulado, Ucrania ha hecho lo propio con un petrolero ruso «Sig», que ha sufrido daños leves. Más allá del frente, arrecia el temor a que con la llegada del invierno, y a pesar de la mejora sustancial de las defensas antiaéreas ucranianas, esto no sea suficiente para hacer frente a una nueva campaña de lanzamiento de misiles ruso contra la infraestructura energética y eléctrica. Todo en una jornada en la que ha dado comienzo la esperada reunión de Jeda, en Arabia Saudita.
Durante el pasado invierno, la Federación Rusa lanzó, a instancias del general Surovikin, una campaña de ataques estratégicos contra la infraestructura energética y eléctrica ucraniana, que a punto estuvo de cambiar el curso de la guerra e, incluso, de provocar la evacuación de la capital del país, Kiev. Si fue posible seguir adelante, además de por la voluntad ucraniana de resistir a toda cosa, fue también por la llegada masiva de ayuda en forma de generadores, recambios de todo tipo para las instalaciones y equipos atacados, el establecimiento de puntos de resistencia en las principales ciudades y, por encima de todo, equipos antiaéreos.
Estos últimos permitieron, además de neutralizar en total cientos de misiles y drones rusos en los últimos meses, si no equilibrar sí al menos alterar la relación coste/eficacia del ataque frente a la defensa. Es decir, que si frente a una Ucrania incapaz de defenderse cada dron Shahed-131/136 o cada misil de crucero empleado tenía -obviando los errores en cuanto a precisión-, una relación coste/eficacia altísima, al enfrentarse a sistemas antiaéreos donados por los aliados de Kiev, cada nuevo ataque era un poco menos rentable que el anterior.
La forma en que ha crecido en cuanto a densidad y calidad la defensa antiaérea ucraniana es ya un caso de estudio, en tanto cuenta con la que es seguramente la más capaz del continente, sino del mundo, tanto por número y tipo de sistemas en uso, como por la enorme experiencia operativa acumulada, sin parangón en los tiempos modernos. No en vano están utilizando a un tiempo sistemas como los Patriot o NASAMS, pero también otros como los Hawk, Iris-T, Aspide o Gepard, que han aprendido a distribuir de la mejor forma posible para cubrir las avenidas de las amenazas entrantes. Además, esto ha contribuido, en cada iteración (casi diaria) a ir ampliando una base de datos que será una auténtica mina de oro para fabricantes y ejércitos aliados, relacionada con las trazas de misiles y drones atacantes.
El problema es que, a pesar de este monumental esfuerzo, y de que la intensidad de los ataques rusos haya disminuido, en tanto llevamos un tiempo sin que se produzcan lanzamientos masivos en una sola jornada, no está nada claro que esto vaya a ser así en los próximos meses. Juzgar ahora mismo la capacidad rusa de producción de misiles es especular, pues no hay datos fiables al efecto. Ahora bien, precisamente por eso es tan factible que una vez comience a llegar el frío puedan volver a iniciar una campaña como la del pasado invierno, como que no tengan medios para sostenerla.
Lo que está claro es que la capacidad de producción de misiles antiaéreos occidental, aunque crecerá de forma importante en los próximos meses y años, todavía está lejos de vivir un verdadero impulso. Se trata de sistemas complejos que necesitan de grandes inversiones y especialmente de tiempo para que estas eclosionen en aumentos en la capacidad fabril. Así, aunque medidas se han tomado, es muy discutible que sean suficientes a corto plazo, mientras los stocks están cada vez más, bajo mínimos.
Así las cosas, incluso a riesgo de terminar de vaciar los inventarios, e independientemente de que pudiesen incluso realizarse negociaciones o congelarse el conflicto, será fundamental para los intereses ucranianos que se continúe suministrando ayuda en este ámbito, de forma que pueda superar un nuevo invierno. De hecho, el simple envío de los mismos desincentivará en parte a Rusia de lanzar ataques como los de la campaña anterior, lo que es en sí razón suficiente para justificar el envío de cuanto material sea posible.
Más allá de lo anterior, en las últimas horas ha sido noticia la continuación de la campaña de ataques ucranianos con drones navales sobre buques rusos. De esta forma, si el alcanzado ayer fue un buque de la clase Ropucha, como resultado de una acción en la que podrían haber participado más drones de los que se creía, apenas unas horas después lo ha sido un petrolero, el «Sig». Un buque que no era desconocido, dado su papel en el sostenimiento del esfuerzo militar ruso en Siria. Hay que decir que pese a haber sufrido diversos daños, como se ha podido ver gracias a las fotografías publicadas por el medio Baza, no parece correr peligro.
Lo interesante del caso es que podría suponer un cambio en la estrategia ucraniana, si apuestan por dirigirse de forma decidida contra objetivos de este tipo. No olvidemos que -más allá de la importancia militar, al degradar la capacidad de suministro al frente- una parte sustancial del petróleo ruso continúa exportándose a través de las aguas del Mar Negro. Atacar los buques de transporte de hidrocarburos ofrecería a Kiev la posibilidad de contestar a los ataques contra la infraestructura relacionada con la exportación de grano, que se han venido sucediendo desde que el Acuerdo de Granos expirase. Además, aumentaría la presión sobre el Kremlin de cara a volver al mismo.
Es más, ataques como el sufrido por el «Sig» tienen un efecto adicional, ya que complican las posibilidades rusas de cara a abastecer la base de Tartus, en las costas de Siria y los buques allí estacionados, así como los desplegados como parte de la escuadra del Mediterráneo. No olvidemos que a pesar de que la guerra casi nos obliga a centrar toda la atención en un único punto del globo, Rusia sigue realizando operaciones en otras regiones y necesita para mantener en marcha su maquinaria militar que sus SLOC estén a salvo.
Como es habitual, un cambio de estrategia ucraniano como el que planteamos implica un riesgo de escalada por parte rusa. Dadas las limitaciones actuales de la Flota del Mar Negro, resulta difícil pensar que esta pudiese reducirse al dominio marítimo, lo que obliga a pensar que sería, en relación con la primera parte del informe, a través de ataques con misiles y drones sobre infraestructuras importantes.
Sobre el terreno, en un día en el que se ha confirmado que el Ejército ruso ha perdido ya más de 2.200 carros de combate, cabe comenzar con el ataque que Rusia ha llevado a cabo en las últimas horas contra Ucrania utilizando misiles –se habla de Kinzhal– y drones. Hasta donde se sabe, se han registrado explosiones en la región de Kiev, así como en las de Zaporiyia, Zhytomir y Khmelnitsky. Además de esto, Rusia asegura haber destruido un USV ucraniano en la entrada de Sebastopol. También, mientras se redactaba este informe, han aparecido informaciones relativas a una fuerte explosión en Donetsk, como resultado de un ataque ucraniano.
Respecto a los combates, desde fuentes rusas aseguran haber expulsado por completo a los ucranianos de la localidad de Novoselivske, pegada a Kuzemivka y situadas ambas al oeste de Svatove. Mientras esto ocurría –no hay confirmación visual, pero sí fuertes indicios-, los ucranianos habrían lanzado ataques ligeramente más al sur, contra Karmazyanivka, sin que esté del todo claro el resultado. También se habría seguido luchando en Bilohorivka.
Del área de Bakhmut no han trascendido noticias hoy, más allá de las recogidas en los partes diarios ucranianos, en las que se afirma que sus tropas se han defendido de los ataques rusos en Kurdyumivka. En cualquier caso, no hay novedades, como tampoco las hay en el área al oeste de Donetsk.
En cuanto al sur, comenzando por el eje de Velyka-Novosilka, las tropas rusas han seguido contraatacando tanto en Urozhaine como al oeste de Staromaiorske, siguiendo las líneas en lo básico inmóviles. Por su parte, en el eje de Orijiv, después de que el Ejército ruso haya enviado refuerzos a la zona en los últimos días, lo que las AFU han hecho ha sido continuar con la labor de consolidación de posiciones mientras castigan la línea defensiva rusa cercana a Verbove.
Por último, aunque no suele ser demasiada la información sobre esta zona, es necesario al menos señalar que se ha visto presencia ucraniana al sur del río Konka, en la zona de marismas e islas al sur del río Dniéper.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Hoy ha dado comienzo la reunión de los principales asesores políticos y de seguridad de 42 países en Yeda (Arabia Saudí) y que se extenderá hasta mañana domingo para discutir sobre la Fórmula de Paz presentada por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Hay que tener en cuenta que los participantes no representan únicamente países occidentales socios de Kiev, sino también a algunos del G20 que no han condenado abiertamente la invasión de Rusia a Ucrania como India, Brasil, Sudáfrica y China. De hecho, la novedad del día de ayer fue precisamente la confirmación de que el Representante Especial de China para Asuntos Europeos, Li Hui, asistiría. Una participación que, por supuesto, Moscú no verá con buenos ojos pues para el Kremlin las negociaciones de paz solo son posibles si Kiev “acepta las nuevas realidades”. En otras palabras, si Ucrania acepta ceder los territorios temporalmente ocupados por Rusia y aquellos que se ha anexionado ilegalmente (las regiones de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia, así como Crimea).
El hecho de que las conversaciones, que siguen a las mantenidas en junio en Dinamarca, tengan lugar en Arabia Saudí confirma una vez más el deseo de Riad de convertirse en mediadora entre Rusia y Ucrania mediante “sus buenos oficios”. Un rol que hasta el momento únicamente lo ha logrado desempeñar Turquía, incluso de la mano de Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas para acordar el lanzamiento de la Iniciativa de Granos. Es igualmente cierto que, a nivel europeo, por ejemplo, Francia también lo ha intentado, pero únicamente se pudo ver escasamente su rol en relación con la situación en la central nuclear de Zaporiyia. Precisamente sobre este tema quien más ha tratado de ejercer de mediador ha sido Rafael Mariano Grossi, director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) negociando con ambas partes para lograr la creación de una zona de protección y seguridad alrededor de la planta. Sin embargo, esto aún no ha sucedido. En el caso de Arabia Saudí -al igual que el país vecino, Emiratos Árabes Unidos- su rol de mediador por el momento ha podido verse traducido en el acuerdo logrado junto con Turquía para que se lograse el intercambio de casi 300 prisioneros de guerra entre Ucrania y Rusia en septiembre de 2022.
Sin embargo, pese al ruido que ha habido en los últimos días respecto de esta reunión pues Ucrania no ha invitado a Rusia -por razones obvias-, los resultados del encuentro se espera que sean limitados. El propio anfitrión ucraniano de la reunión, Andriy Yermak, jefe del gabinete del presidente Zelenski afirmaba que “Las conversaciones no serán fáciles, pero la verdad está de nuestro lado [del de Ucrania]”. Durante las semanas previas a esta reunión desde el gabinete han tratado de involucrar al mayor número de países y escuchar su opinión sobre la Fórmula de Paz en general, y sobre sus intereses a la hora de participar en la implementación en particular. En opinión de Yermak: “Tenemos muchos desacuerdos y hemos escuchado muchas posiciones, pero es importante que compartamos nuestros principios. Nuestra tarea es unir a todo el mundo en torno a Ucrania”.
Si bien de un lado hay que tener esto en cuenta, de otro, como señala el asesor de política exterior de Brasil, Celso Amorim: “Aunque Ucrania es la mayor víctima, si realmente queremos la paz, tenemos que involucrar a Moscú en este proceso de alguna forma”. No obstante, esta decisión dependerá únicamente de la voluntad de Ucrania y Rusia para negociar. De este modo, cabe entender que el objetivo de Ucrania al mantener reuniones periódicas a nivel de embajador y de asesores políticos y de seguridad es la de lograr el mayor entendimiento común y respaldo a la Fórmula de Paz, pues es esta la iniciativa de paz que a toda costa quieren que Rusia acepte para poner fin al conflicto.
En definitiva, habrá que esperar a que la reunión concluya para, entre otras cosas, ver si se acuerda la firma de una declaración conjunta o qué tipo de avances se han logrado. Todo ello, teniendo en mente que estas reuniones junto con las de embajadores son preparatorias y culminarán en una de “tercer nivel” en la que participarán los líderes de Estados cuando se celebre la Cumbre de Paz Global.
Volviendo sobre la Iniciativa de Granos del Mar Negro, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha conversado con su homólogo turco, Hakan Fidan, destacando “el impacto nocivo” de la retirada de Rusia del Acuerdo de Estambul para los países africanos y la seguridad alimentaria mundial. Turquía, como se ha venido reiterando desde Ankara, continuará con sus esfuerzos para lograr el restablecimiento de la Iniciativa. Durant su llamada, Kuleba y Fidan han discutido también sobre el cronograma de contactos bilaterales entre ambos países.
Desde Rusia, la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zakharova, ha insistido en que la embajada de Estados Unidos en Moscú puede recurrir al Ministerio si Washington no comprende lo que se requiere para que la reanudación del acuerdo sea posible. En particular, ha aclarado:
“Queremos el cumplimiento de la segunda parte del paquete de la Iniciativa del Mar Negro. Todo lo que está en papel está certificado por el Secretario General de la ONU. Si la información en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia no es suficiente, los representantes de la Embajada de los Estados Unidos pueden contactar al Ministerio de Relaciones Exteriores para aclaraciones adicionales”.
Unas declaraciones que tienen su origen en la intervención del secretario de Estado Antony Blinken en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas esta semana en la que incidía en que debe detenerse “la militarización del hambre, comenzando con la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y su asalto al sistema alimentario mundial”. Defendió en el Consejo que “no actuar ahora tendrá consecuencias nefastas”.
Desde el Kremlin, fue su portavoz, Dmitry Peskov, quien respondía a Blinken sosteniendo que “Los estadounidenses, si quieren, pueden ayudar a asegurar que la parte del acuerdo de granos que concierne a Rusia se cumpla”, pero no mediante la promesa de pensar en ello, sino cumpliéndolo. De ser así, Peskov insitió una vez más en que el acuerdo se reactivaría de inmediato.
A la intervención de Blinken siguieron los comentarios del coordinador de política de sanciones del Departamento de Estado de EE. UU. James O’Brien en la que afirmaba que Moscú “debe tener claro lo que está pidiendo”. Hacía hincapié en que “no estaba claro lo que Rusia considera un éxito” para reanudar la participación.
Cambiando de tercio, el Ministerio de Reintegración de Ucrania ha anunciado que evacuará por la fuerza a 130 niños de nueve asentamientos en el óblast de Donetsk ante los constantes bombardeos rusos. En particular, serán evacuados de Yampil, Zarichne, Torske, Orikhuvatka, Nikonorivka, Malynivka, Tikhonivka, Vasyutynske y Rai-Olexandrivka. En total, 1.768 personas, incluidos 228 niños, ya han sido evacuados de las zonas de peligro de cinco kilómetros en el óblast de Sumy. Asimismo, aseveran que no quedan personas en 21 asientos de la región.
Mientras tanto en Polonia, según las últimas declaraciones del viceministro de Exteriores, Pawel Jabłoński, a la CNN, están llegando a considerar el cierre de su frontera con Bielorrusia a considerar que “la amenaza es muy real”, argumentando que los miembros del Grupo Wagner han intentado infiltrarse en su territorio. De este modo, apunta a que esperan que haya más intentos de “ataques” en su frontera y tal vez más intentos de violar su espacio aéreo, pero no retrocederán y están desplegando más tropas en la zona. Por tanto, según Jabłoński les gustaría evitar el cierre de fronteras, “pero, si hay ataques continuos, intentos continuos de desestabilizar nuestro país, es posible que no tengamos otra opción”.
Para concluir, la última noticia relacionada con crowdfunding de la plataforma gubernamental United24 es la realización de un partido de fútbol con futbolistas ucranianos, algunos de ellos ya retirados, bajo el lema “Game4Ukraine”. Un partido que está teniendo lugar en estos momentos y que, además, como curiosidad, se disputará empleando un balón diseñado por Mr. Doodle. Posteriormente, este será subastado para lograr fondos para la reconstrucción de una escuela. Los ucranianos se muestran esperanzados sobre el valor definitivo de la subasta pues algunas de las obras del Sr. Doodle se compró en Tokio por casi un millón de dólares.
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