Guerra de Ucrania – Día 527

Durante la noche un buque de superficie no tripulado ucraniano -posiblemente un MAGURA V5 cargado con 320 kilogramos de explosivos- ha alcanzado un buque de desembarco de la clase Ropucha fondeado en la bahía de Novorossiysk, un golpe importante dado el papel que este tipo de buques habían asumido para la logística rusa. Más allá de las acciones militares, hoy Polonia ha pedido a la UE 1.000 millones de euros para acelerar el tránsito de grano ucraniano, se ha anunciado una nueva condena de 19 años de prisión por «extremismo» al opositor ruso Alexey Navalny y se la OIEA ha asegurado que no hay explosivos en los techos de la central nuclear de Zaporiyia.

A lo largo de la noche, un ataque ucraniano con drones contra buques de guerra rusos fondeados en la bahía de Novorossiysk, en la costa rusa del Mar Negro y la principal base naval en la región después de que Rusia optase por retirar el grueso de la flota de Sebastopol (Crimea), ha permitido alcanzar el buque de desembarco «Olenegorsky Gornyak» de la clase Ropucha (Proyecto 775).

Las imágenes del buque siendo arrastrado hacia puerto por varios remolcadores -mientras navegaba con una fuerte escora hacia babor- han sido seguidas por un vídeo, publicado por los ucranianos, en el que desde el USV empleado para la acción se veía a través de la cámara de a bordo el último tramo del recorrido, hasta prácticamente el momento en el que impacta en el costado de babor, a la altura del puente.

Después del ataque, dada la disponibilidad de medios en las inmediaciones, el «Olenegorsky Gornyak» ha sido llevado hasta uno de los muelles de Novorossiysk, en donde ha sido atracado abarloado a un buque de rescate y un remolcador, mientras desde el satélite era perfectamente visible una gran mancha de aceite o combustible saliendo de la aleta de babor.

Respecto al ataque, no es en absoluto novedoso, en tanto ya se han llevado a cabo con anterioridad. Por ejemplo, el 29 de octubre de 2022 la Armada Ucraniana llevó a cabo un ataque coordinado con una agrupación de drones navales contra las unidades de la Flota del Mar Negro que en ese momento se encontraban en la Base Naval de Sebastopol; una acción filmada y distribuida por la Red, y que causó un hondo impacto en la comunidad internacional por sus repercusiones. Posteriormente, el el 18 de noviembre se produciría otro ataque ucraniano también con USV, en este caso contra las instalaciones petrolíferas ubicadas en el puerto de Novorosissiysk, demostrando el alcance de estos ingenios.

Vista por satélite de la base naval de Novorosissiysk. Como puede apreciarse, en un día cualquiera son varios los buques atracados en la misma, lejos de la protección que ofrecen las instalaciones portuarias. Fuente - Google Earth.
Vista por satélite de la base naval de Novorosissiysk. Como puede apreciarse, en un día cualquiera son varios los buques atracados en la misma, lejos de la protección que ofrecen las instalaciones portuarias. Fuente – Google Earth.

Lo que resulta destacable es que conociendo los antecedentes, y a pesar de que sí se han adoptado algunas precauciones, la Armada rusa siga siendo vulnerable a este tipo de ataques. Especialmente cuando se producen contra una base que ya ha sido atacada con anterioridad de distintas formas, lo que demuestra que la distancia no es garantía de protección en las aguas restringidas del Mar Negro.

Hay que pensar que, incluso aunque la autonomía de los drones fuese mucho más limitada (y en este caso se calcula en unos 833 kilómetros o 450 millas náuticas), siempre cabría la posibilidad de utilizar algún tipo de buque nodriza para acercarse a distancia de uso. En este sentido, no debemos perder de vista que la Flota del Mar Negro en buena parte abandonó las aguas en la zona más occidental del mismo tras el hundimiento del crucero «Moskva», suceso que les dejó sin su mejor activo en cuanto a cobertura antiaérea, como ya explicáramos en un artículo ad hoc, y que permitiría cierta libertas de acción a los ucranianos.

Así pues, sorprende que Rusia permita que activos valiosos fondeen en una bahía que ofrece mucha menos protección natural por ejemplo que Sebastopol o que las que podemos encontrar en el norte del país, con bocanas mucho más someras. Especialmente dado que Novorossiysk, desde la profunda remodelación que se llevara a cabo hace unos años, cuenta con una gran base de submarinos que ofrece gran protección y cuyo acceso puede ser fácilmente cerrado con redes, disponiendo de varios kilómetros de muelles de atraque.

En cualquier caso, en esta ocasión ni siquiera sería necesario, en tanto la costa que Ucrania controla del Mar Negro se encuentra a alrededor de 700 kilómetros de Novorossiysk como puede verse en la imagen inferior. Así las cosas, contando con inteligencia respecto a los objetivos -algo que desde Ucrania pueden obtener gracias por ejemplo al acceso a imágenes procedentes de satélites de observación pertenecientes a compañías privadas-, «únicamente» han tenido que guiar los USV -conectados vía satélite a través de la red Starlink- hasta la zona, dependiendo una vez allí de las cámaras a bordo para realizar la aproximación final, logrando el resultado ya de todos conocido.

Distancia entre el puerto de Odesa y Novorossiysk. Fuente - Google Earth.
Distancia entre el puerto de Odesa y Novorossiysk. Fuente – Google Earth.

Llegados a este punto, y aunque cabría esperar cierta oposición, por ejemplo utilizando el fuego procedente de los sistemas de defensa de punto de los buques, en esta ocasión se diría que no han enfrentado grandes problemas a la hora de llegar hasta su blanco -suele tratarse de objetivos de oportunidad una vez se llega a la zona-, pues en el vídeo (bajo estas líneas) no se aprecian las salpicaduras típicas de los proyectiles impactando contra la superficie del mar frente o a los costados del drone, como sí se ha visto en otras ocasiones.

Por fortuna para Rusia, dada la cercanía a puerto, la disponibilidad de remolcadores y la rápida actuación de los mismos, todo apunta a que el buque podrá ser salvado sin problemas, más allá del tiempo que las reparaciones consuman entre que se estudia el grado de daño, se diseña un plan y se acometen las obras. Todo si no hay daños mayores por ejemplo en la propulsión.

Para llevar a cabo los trabajos, podrán aprovecharse de que en esta misma base base hay varios diques flotantes, al menos dos de ellos con capacidad suficiente para dar servicio a un buque de este porte. Ahora bien, a tenor del daño que se intuye y sabiendo que el drone -si se trataba de un MAGURA V5 como se especula- podría ir cargado con 320 kilogramos de explosivo, es más que posible que dichos trabajos se demoren al menos varios meses, lo que dejará a Rusia sin un activo valioso en la zona. Además, hay que tener en cuenta los notables problemas que atraviesa la industria naval rusa, especialmente en esta región, en la que carece de muchos de los medios necesarios para acometer trabajos de esta índole a pesar de disponer de astilleros.

Diques flotantes en la bahía de Novorossiysk. Fuente - Google Earth.
Diques flotantes en la bahía de Novorossiysk. Fuente – Google Earth.

No es cuestión baladí, pues los Ropucha venían siendo utilizados desde tiempo atrás como un remedo de las líneas ferroviarias. Y es que el tránsito ferroviario, bien a través de la península de Crimea por el puente de Kerch y por Chongar ha sido interrumpido por los ataques ucranianos, dependiéndose en muchos casos de camiones para mantener activas las GLOC rusas. Lo mismo desde Rostov hacia Mariúpol, pues la línea férrea que atraviesa el vital pasillo terrestre ha sufrido numerosos sabotajes.

De ahí que Rusia se haya visto obligada a recurrir a buques como los Ropucha para transportar camiones de carga hasta los puertos de Mariúpol y Berdiansk y de ahí también que el golpe tenga mayor importancia de la que a priori cabría esperar. Así, si en los primeros compases de la guerra Ucrania atacó los buques de desembarco rusos en esta última ciudad dado el riesgo de que fuesen utilizados para llevar a cabo una acción anfibia sobre Odesa, ahora han hecho lo mismo como parte de la campaña destinada a erosionar la logística rusa.

Al fin y al cabo, por mucho impacto mediático que el ataque contra Novorossiysk pueda tener, no ha sido si quiera el único del día. Los rusos aseguran haber derribado hasta 13 drones aéreos sobre Crimea hoy (10 por medios cinéticos y 3 gracias a la guerra electrónica). Sea o no cierto, lo que sí parece confirmarse es que los ucranianos han alcanzado un depósito de municiones junto a la localidad de Dnipriany, en la parte de la región de Jersón controlada por Rusia, al sur del río Dniéper.

En otro orden de cosas y como no podía ser de otra forma, hoy se ha continuado luchando en diversas partes del frente. Comenzando por el sector más septentrional del mismo, se han registrado combates al oeste de Svatove, concretamente en el centro de Novoselivkse, cada vez más en poder ruso. También al oeste de Kreminna y al sur de Dibrova, sin que hayan implicado cambios de posiciones salvo en Bilohorivka, cada vez más cercada, aunque las tropas ucranianas continúan aguantando en el punto fundamental, que es la mina.

En el área de Bakhmut ha seguido la misma tónica de días anteriores, con los ucranianos atacando desde Klischiívka y hacia Kurdyumivka y las tropas rusas haciendo lo posible por frenar los avances de las AFU.

Lo mismo en el caso de Avdiívka, más al sur. Allí Rusia ha continuado con sus ataques, desde el norte intentando avanzar desde Vesele y Kamyans’ke, en donde han logrado ligeras ganancias, mientras desde el sur lo hacían desde Opytne y desde Pisky. Los ucranianos, por su parte, han seguido tratando de ampliar su control al este de Nevels’ke.

En cuanto a los ejes de Velyka-Novosilka y Orijiv, en donde Ucrania concentra el grueso de sus esfuerzos, también se ha seguido luchando. En el primer caso, los combates se centran en Staromaiorske y Urozhaine un día más, con intensos intercambios artilleros y uso de drones y Ucrania buscando montar una kill zone sobre las tropas rusas que llegan hacia estas dos localidades. En cuanto al segundo, las AFU habrían ampliado ligeramente su control sobre la zona al oeste de Robotyne, en dirección a Verbove, mientras las imágenes de FIRMS dan muestra de la intensidad con la que actúa la artillería.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

El día 527 de la Guerra de Ucrania ha estado marcado por dos noticias a nivel internacional. De un lado, se confirma que China participará en la reunión de los asesores políticos y de seguridad que comenzará mañana en Arabia Saudí para discutir sobre la implementación de la Fórmula de Paz. De otro, se ha conocido la sentencia del opositor ruso, Alexei Navalny.

Comenzando por la primera de las noticias, el Ministerio de Exteriores de China ha confirmado que Li Hui, Representante Especial de China para Asuntos Euroasiáticos, participará en la reunión en Yeda que tendrá una duración de dos días y en la que se espera reunir a los principales asesores políticos y de seguridad de aproximadamente 50 países. El Ministerio chino ha destacado en el comunicado oficial que “China está lista para trabajar con la comunidad internacional para continuar desempeñando un papel constructivo en la búsqueda de una solución política a la crisis de Ucrania”. 

Nuevamente, y como advertencia al lector, no hay que dejarse llevar por los titulares rimbombantes pues se trata de una reunión a nivel técnico en la que discutirán distintas vías para implementar la Fórmula, intercambiar opiniones con los participantes y, también conocer en qué puntos de su implementación tienen los diferentes Estados interés en involucrarse.

Por otro lado, esta reunión es de “segundo nivel”, por encima de las que se mantienen con los embajadores de las misiones diplomáticas en Ucrania, y por debajo del nivel de líderes de Estados. Este tercer nivel se espera que se vea reflejado en la Cumbre de Paz Global que está preparando Ucrania y cuya fecha está aún pendiente de determinar, aunque sí planean celebrarla antes de que finalice el año. Además, como destacamos en reuniones atrás, Rusia por el momento no está invitada por razones obvias.

En paralelo, además, Kiev ya está negociando los acuerdos bilaterales con los países que han respaldado la Declaración de apoyo sobre los compromisos de seguridad para Ucrania firmada por los miembros del G7 en la Cumbre de la OTAN en Vilna. De hecho, el primer país con el que han comenzado a negociar ha sido Estados Unidos, lo cual es simbólico para las autoridades ucranianas al ser su mayor socio estratégico.

Por el momento, la reacción de Moscú a la reunión no ha incluido ninguna referencia a la participación china o, incluso brasileña, pero sí ha criticado la Fórmula. El ministro de Exteriores Serguéi Lavrov, ha subrayado que los que respaldan y promueven la Fórmula de Paz deben comprender que el futuro de millones de rusos está en juego. En sus propias palabras: “Todos los países a los que Occidente corteja para impulsar la ‘fórmula de Zelenski’ definitivamente deben comprender que el futuro de estas personas está en juego, ya que el régimen de Kiev ha amenazado abiertamente con destruirlos”.

Sobre esto, además, ha añadido que “La necesidad de poner fin a estas amenazas neonazis es clara”, pero que “las iniciativas ‘sobre Ucrania’, cuyo número van en aumento, guardan silencio sobre este tema, mientras que las acciones que violan los derechos de los rusohablantes continúan en aumento”.

No obstante, ha indicado que Rusia aprecia todos los esfuerzos para lograr una paz justa y sostenible, pero al mismo tiempo afirmaba que “es imposible encontrar justicia en cualquier conflicto sin asegurarse de que todos respeten plenamente los derechos de las minorías étnicas”.

Pasando a la segunda noticia importante del día, el principal opositor ruso, Alexei Navalny, ha sido condenado a 19 años más de prisión tras culminar el juicio al que se enfrentaba por “extremismo”. Además, enfrentará su condena en “régimen especial” o, en otras palabras, en uno de los establecimientos más duros del sistema penitenciario ruso, reservado habitualmente para los criminales más peligrosos y los condenados a cadena perpetua. Asimismo, Navalny cumple ya dos condenas que ascienden a 11 años y medio.

Una decisión judicial que no ha tardado en recibir respuesta por parte de la comunidad internacional. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Volker Türk, ha enfatizado que esta condena “plantea nuevas y serias preocupaciones sobre el acoso judicial y la instrumentalización del sistema judicial con fines políticos en Rusia”. Sobre esto ha añadido que la condena contra Navalny llega en un momento en el que la represión contra la libertad de expresión y la oposición política en Rusia es cada vez más dura, subrayando que desde febrero de 2022 han sido arrestadas unas 20.000 personas por diversas acciones contra la guerra de Rusia contra Ucrania, incluidas protestas y publicaciones en las redes sociales.

A nivel de la UE, Josep Borrell, Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea, ha puesto el acento al igual que el representante de Naciones Unidas en que este veredicto “tiene motivaciones políticas y demuestra la continua instrumentalización del sistema legal ruso”. En nombre de la UE ha pedido a Rusia “su liberación inmediata e incondicional”. De igual modo, en la Declaración se expresa la preocupación de la UE por los informes de malos tratos repetidos, medidas disciplinarias injustificadas e ilegales, y acoso que equivale a tortura física y psicológica por parte de las autoridades penitencias rusas contra Navalny.

Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, por su parte, también ha pedido la liberación de Navalny y ha subrayado que “Esta condena arbitraria es la respuesta a su valentía por hablar críticamente contra el régimen del Kremlin”.

En el caso de Estados Unidos, ha sido el secretario de Estado, Antony Blinken, quien ha expresado que la condena está basada en cargos de motivación política y que “El Kremlin no puede silenciar la verdad”, pidiendo la liberación del opositor.

Navalny también se ha pronunciado hoy públicamente a través de su equipo realizando un llamamiento a los rusos para que continúen “resistiendo” al Kremlin: “Os estáis obligando a abandonar vuestra Rusia sin luchar contra la banda de traidores, ladrones y sinvergüenzas que han tomado el poder. Putin no debe lograr su objetivo. No pierdan la voluntad de resistir”.

Dejando estas dos cuestiones a un lado, aunque sobre la reunión en Yeda volveremos mañana, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) ha publicado una nueva actualización sobre la situación en la central nuclear de Zaporiyia. Lo más destacable es que los expertos de la misión de la Agencia han tenido acceso a los tejados de los reactores tres y cuatro y no han encontrado ninguna mina o explosivo, si bien como en ocasiones anteriores no se les ha permitido subir a los techos de los cuatro restantes.

Rafael Mariano Grossi, director de la IAEA, ha subrayado nuevamente la importancia de que los expertos tengan acceso oportuno a todas las áreas de la central nuclear “para supervisar el pleno cumplimiento de los cinco principios básicos para proteger la central nuclear más grande de Europa durante el conflicto militar actual”.

Pasando al plano humanitario, la Oficina del Fiscal General de Ucrania ha hecho públicos la cifra de nuevos delitos registrados en la última semana que asciende a 1.235. En total, la Fiscalía ha registrado desde el inicio de la invasión la comisión de un total de 101.768 crímenes de agresión y crímenes de guerra, y 16.720 crímenes contra la seguridad nacional. Asimismo, ha verificado el fallecimiento de 499 menores, mientras que 1090 han resultado heridos.

Por otro lado, Ucrania ha recuperado los cuerpos de 44 soldados caídos en los territorios temporalmente ocupados gracias a la labor de la Oficina del Comisionado para Personas Desaparecidas.

Cambiando de tercio, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, le ha mostrado el apoyo de EE. UU. a la respuesta de Polonia a la incursión del 1 de agosto en el espacio aéreo polaco por parte de aviones bielorrusos directamente a su homólogo, Mariusz Błaszczak. Asimismo, durante su llamada telefónica han discutido sobre la presencia del Grupo Wagner en Bielorrusia y se han comprometido a continuar monitoreando la situación de cerca. Por último, ambos han reafirmado la importancia de una “asistencia firme y continua” en materia de seguridad a Ucrania.

Continuando con Polonia, ha detenido a un ciudadano bielorruso ante las sospechas de que esté involucrado en una red de espionaje rusa. Más concretamente, fue detenido por recopilar información sobre instalaciones y puertos militares polacos, aunque también se le acusa de difundir propaganda prorrusa. Se trata de la decimosexta persona que las autoridades de Polonia detienen por esta razón.

Igualmente destacable es el hecho de que según medios polacos, Varsovia ha pedido a la UE una inversión de 1.000 millones de euros para poder aumentar su capacidad de tránsito del cereal ucraniano. De hecho, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció en mayo que se proporcionarían fondos a Polonia, Hungría, Eslovaquia, Bulgaria y Lituania para este fin, pero sin ofrecer detalles. En el caso de Polonia los fondos se destinarían a aumentar tanto la capacidad de transporte de camiones en tres cruces fronterizos, como para ampliar y modernizar su infraestructura ferroviaria.

Para concluir, del lado de Lituania también hay novedades pues planea cerrar dos puestos de control fronterizos con Bielorrusia, de los seis existentes.


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