Guerra de Ucrania – Día 522

En las últimas horas, además de los combates en el este y sur de Ucrania, han sido relevantes los ataques ucranianos sobre el distrito financiero de Moscú, por una parte, llevado a cabo con un drone, así como nuevamente sobre el puente de Chonhar, que une Crimea con el resto del país. Del lado contrario, los misiles rusos alcanzaron localidades como Sumy, en un intercambio sobre el que Zelenski se ha pronunciado afirmando que «la guerra está regresando gradualmente al territorio de Rusia, a sus centros simbólicos y bases militares, y este es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo». Todo mientras el Papa Francisco rogaba una solución a la exportación de granos, recordando los millones de personas que pasan hambre.

Las autoridades rusas aseguran haber derribado tres drones que tenían como objetivo Moscú durante la madrugada de este domingo. No pudieron evitar, sin embargo, que uno de los edificios del distrito financiero resultase alcanzado en un ataque que, según los medios estatales rusos, hirió a una persona y obligó al cierre temporal de uno de los principales aeropuertos de la capital del país, el de Vnukovo. Sería el cuarto ataque con drones ucranianos sobre la capital rusa en lo que va de julio, lo que indica que el número de estas acciones, a pesar de sus efectos mínimos -en términos materiales, que no propagandísticos o morales- ha aumentado de forma notable.

Zelenski, el presidente ucraniano, se ha pronunciado sobre este particular asegurando, como hemos explicado en la entradilla, que la guerra está «regresando» a Rusia, como parte de un proceso que considera inevitable, natural y justo. Lo que viene a decir, en realidad, es que está aumentando la apuesta, mientras la ofensiva en el sur progresa muy lentamente, al llevar la guerra a los ciudadanos rusos, de forma que aumenten los costes para el Kremlin. No olvidemos que desde el Gobierno ruso han hecho todo lo posible por mantener a su ciudadanía dentro de una suerte de burbuja, de forma que quedasen al margen de la guerra, especialmente en las dos ciudades más importantes, la propia Moscú y San Petersburgo. Está por ver en cualquier caso, y a pesar de las evidentes carencias de la defensa antiaérea rusa, si la campaña de ataques en profundidad ucranianos -recordemos que los llevan a cabo exclusivamente por sus propios medios, dadas las limitaciones que impone el control de la escalada- puede dar sus frutos, generando alarma y descontento suficientes entre la ciudadanía rusa.

Más allá de los ataques sobre Moscú -o los recientes sobre Taganrog o Crimea, aunque estos dos últimos tendrían objetivos militares, el más reseñable de las últimas horas habría tenido como objetivo el puente de Chonhar, que une la península de Crimea con la ucrania continental y que ya fuera atacado semanas atrás utilizando para ello misiles Storm Shadow entregados a Ucrania por el Reino Unido.

Lo curioso del caso no es tanto que Ucrania haya vuelto a intentar dejar fuera de servicio una infraestructura crítica para la logística rusa -de hecho, sorprende que no lo intentasen nada más hacer evaluación de daños tras el primer ataque-, sino la nueva postura de los blogueros y cuentas prorrusos, que parecen haber optado por silenciar lo ocurrido, a diferencia de en ocasiones anteriores. No olvidemos que la mayor parte de los más conocidos -si no todos-, actúan siempre siguiendo directrices estrictas por parte del Kremlin, ni tampoco que en las últimas semanas se ha intensificado la represión de las pocas voces discordantes, como la de Igor Gírkin, detenido recientemente. Habrá pues que permanecer atentos a la forma en que evoluciona la actitud de dichos blogueros y de los principales canales de Telegram o cuentas de Twitter, entre otras redes sociales, en tanto el modo en que abordan lo que ocurre en la guerra es también indicativo de los miedos del Gobierno ruso a que determinadas informaciones trasciendan y a que la burbuja de la que hablábamos unos párrafos más atrás, estalle.

En otro orden de cosas, Putin, aprovechando el desfile naval por el Día de la Armada Rusa, anunció la entrega a esta de una treintena de buques antes de que finalice el presente año, asegurando que el país estaba «construyendo el poder» de su marina de guerra. La cifra, sin duda, es espectacular, pero no sirve para esconder los enormes problemas que atraviesa la industria naval rusa y que, para disgusto de Putin, comprometen las capacidades futuras de la misma.

Si algo ha demostrado la guerra de Ucrania es la falta de credibilidad de un servicio que ha visto cómo incluso el buque insignia de la Flota del Mar Negro era echado a pique por un país que carecía de marina de guerra. La incapacidad posterior para defender la Isla de las Serpientes, dada la falta de cobertura antiaérea indica que, al menos en lo que a lucha de superficie se refiere, ahora mismo la Armada Rusa es poco menos que un bluff, incapaz de hacer frente ni a los misiles antibuque, ni a los aviones, muchos de ellos furtivos, en servicio con la OTAN.

Todo lo anterior, unido a la grave situación de los astilleros rusos y a los efectos que las sanciones tras la anexión ilegal de Crimea en 2014 tuvieron sobre la industria naval rusa, que han sido catastróficos en aspectos como la motorización, condenando al país a dotarse poco más que de una «flota mosquito», permite hacerse a la idea de cuál puede ser el verdadero futuro de su marina al menos durante la próxima década y media. En este sentido la construcción de fragatas ha sido un proceso lento y caótico y la reparación de un portaaviones ha implicado retrasos de años, lo mismo que está ocurriendo con las unidades dañadas en combate o las que necesitan de una gran carena.

Tendrán pues que concentrarse en aquello en lo que destacan, como la construcción submarina, mientras redoblan la apuesta por la producción -en lo posible, pues cada buque incluso en las series largas es todavía hasta cierto punto artesanal y con diferencias entre unidades- de corbetas lanzamisiles, que sirvan para proyectar el poder naval tierra a dentro, como han venido haciendo con los Kalibr en la guerra de Ucrania.

Buques útiles como apoyo a las fuerzas terrestres, pero sin capacidad alguna de supervivencia en caso de conflicto con un rival par y que alejan a la Armada Rusa de su aspiración de ser una marina de «aguas azules» que tendrá, en vista de su rendimiento y los pocos argumentos del Almirantazgo para reclamar más fondos, un papel de segundón permanente frente al Ejército. Será pues muy difícil para Rusia tanto cumplir con lo establecido en su nueva Doctrina Marítima, aprobada hace un año, como incluso -aunque conserva aquí una importante ventaja- asegurar el control futuro del Ártico, uno de sus objetivos primordiales para cuya consecución deberá competir cada vez más con los Estados Unidos, pero también con una China con la que las relaciones son estrechas y estables, pero cada vez más desiguales.

Sobre el terreno, en las últimas horas también Rusia ha lanzado misiles y drones sobre territorio ucraniano. Las defensas antiaéreas de este país aseguran haber derribado cuatro drones Sahed, así como otros tantos drones de observación. No obstante, no han podido evitar que se hayan producido explosiones en localidades como Járkov.

Pasando a los combates, y comenzando como siempre por la zona más septentrional del frente, se han vuelto a producir enfrentamientos al oeste de Svatove, con las Fuerzas Armadas ucranianas recuperando terreno después de que durante la pasada semana Rusia lograse avances en la zona. Pese a ello, los intentos rusos nuevamente sobre Nadyia, así como en dirección a Novoiehorivka y Budenny continúan.

En el área de Bakhmut las novedades más importantes han vuelto a producirse al sur. Los avances siguen siendo mínimos en términos territoriales, sumando apenas unas decenas de kilómetros cuadrados en favor de Ucrania. Ahora bien, en algunos casos como ocurre con Klischívka, en donde las tropas rusas se habrían retirado en su mayoría al este de las vías de ferrocarril, son significativos. Además de esto, también hacia Andriívka habrían logrado progresar ligeramente, lo que da como efecto un frente que avanza de forma bastante lineal, sin que por el momento se hayan creado salientes de ningún tipo, hacia la T0513.

Al oeste de Donetsk, ciudad en la que ayer se intensificaron los bombardeos ucranianos, las fuerzas armadas de este país lanzaron un ataque limitado en el área de Nevels’ke, al sur de Pisky, logrando ganar algo de terreno. Es un área, no obstante, en la que no se producen cambios de consideración desde hace meses y no parece que puedan darse en el futuro próximo.

Al sur del frente, después de los contraataques rusos hacia Staromaiorske, en el eje de Velyka Novosilka, parece que la localidad ha continuado bajo poder ucraniano, como reconocen las fuentes rusas. Continúa en el aire la situación de la vecina Urozhaine, mientras Ucrania amplía su control sobre el terreno entre esta localidad y la vecina Novodonets’ke, situada al este.

Mapa de situación de la guerra de Ucrania actualizado a 30 de julio de 2023. Fuente - @War_Mapper.
Mapa de situación de la guerra de Ucrania actualizado a 30 de julio de 2023. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

A nivel institucional y diplomático lo cierto es que las jornadas continúan siendo poco ajetreadas, en parte, por el periodo estival, en parte porque están comenzando los preparativos para futuras citas clave. Asimismo, en estos momentos las miradas están centradas en el campo de batalla.

Durante la jornada dominical el presidente Zelenski ha continuado viajando por el país, siendo hoy el turno de Ivano-Frankivsk, donde ha celebrado una reunión del Congreso de Autoridades Locales y Regionales, donde también ha visitado un centro de rehabilitación y condecorado a combatientes ucranianos.

Sobre la mesa, tres temas principales: 1) el sector energético y protección de la infraestructura energética ucraniana de los ataques rusos; 2) cuestiones de política internacional, la implementación de la Fórmula de Paz y los preparativos de la Cumbre de Paz Global, las garantías de seguridad para Ucrania y el inicio de las negociaciones de adhesión del país a la UE y; 3) gastos presupuestarios a nivel estatal y local. 

Precisamente durante el Congreso en Ivano-Frankivsk, el jefe del gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, ha confirmado que la próxima reunión de los asesores de seguridad nacional y asesores políticos de distintos estados se realizará en Arabia Saudí “en breve”. El objetivo principal de la reunión en este formato es el de discutir la implementación de las iniciativas de paz de Ucrania, incluyendo, por supuesto, la Fórmula de Paz. Según Yermak, la implementación de la Fórmula “no solo garantizará la paz para Ucrania, sino que también creará mecanismos para contrarrestar futuros conflictos en el mundo”. Tanto es así que en estos momentos están discutiendo de forma individual y en grupo con representantes de más de 50 países casi de manera semanal.

De igual forma, ha confirmado que esta semana próxima Ucrania iniciará las negociaciones con Estados Unidos sobre el acuerdo bilateral sobre las garantías de seguridad para el país en el marco de la Declaración conjunta adoptada por el G7 en la Cumbre de la OTAN en Vilna. Ha precisado que estas serán las garantías que estarán vigentes hasta que Ucrania se convierta en miembro de la Alianza. De igual modo, ha hecho hincapié en que la membresía de Ucrania en la OTAN es la garantía de seguridad más fiable, pero mientras dure la guerra el país no puede unirse a la organización, por lo que “el estado ucraniano debe asegurar garantías fiables para el periodo de transición”.

Continuando con Estados Unidos, tras una reunión con representantes de Australia, emitieron una Declaración conjunta en la que condenan el uso de alimentos como arma por parte de Rusia, destacando las implicaciones de la retirada de Rusia de la Iniciativa de Granos del Mar Negro incluso en países como China. Así, han aprovechado la ocasión para pedir directamente a China, así como otros países con influencia en Rusia, a que la ejerzan ahora para poner fin a la guerra.

Por otro lado, durante el turno de preguntas, el secretario de Estado Antony Blinken, ha subrayado que China les ha asegurado repetidamente a Estados Unidos y a otros países, que no está proporcionando “asistencia material letal” a Rusia para su uso en Ucrania, y que se toman esas garantías muy en serio.

Al mismo tiempo ha mostrado sus dudas acerca de que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, se encontrase de vacaciones en Corea del Norte, apuntando a que “estamos viendo a Rusia buscando desesperadamente apoyo para las armas, donde sea que pueda encontrarlas para continuar con su agresión contra Ucrania”. De este modo, ha señalado que no solo se ve en Corea del Norte, sino también con el caso de Irán que ha proporcionado drones a Rusia que posteriormente se están usando para destruir la infraestructura civil y matar civiles en Ucrania. Asimismo, ha expresado que a Estados Unidos, pero también a China, le preocupa que las entidades individuales proporcionen tecnología, tecnología de doble uso que puede usarse, entre otras cosas, para drones y otros tipos de armas.

Sobre los ataques con drones se ha pronunciado el portavoz adjunto del secretario general de Naciones Unidas, Farhan Haq, indicando que están “en contra de todos los ataques que golpean instalaciones civiles” cuando se le preguntó sobre el ataque con drones en Moscú.

Por último, el gobierno de República Checa ha congelado las cuentas bancarias y activos del oligarca ruso Vladímir Yevtushenkov, el empresario ruso de más alto perfil al que apuntan por el momento las sanciones checas. En particular, Yevtushenkov, quien cuenta con vínculos con el presidente Putin, ostenta propiedades en la ciudad de Karlovy Vary por valor de más de 500 millones de coronas checas (23 millones de dólares).


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