Mientras Zelenski reconocía el ataque al puente de Kerch y aseguraba que es un objetivo que «debe ser neutralizado», desde Rusia hoy han puesto el grito en el cielo por la muerte del corresponsal de guerra Rostislav Zhuravlev, quien trabajaba para los medios Ria Novosti y Sputnik y ha perdido la vida en un bombardeo ucraniano al parecer con municiones de racimo. Más allá de esto, en una jornada sin apenas movimientos en el campo de batalla, lo más relevante ha tenido que ver con las conversaciones entre Zelenski, Stoltenberg y Erdogan a propósito de la exportación de grano ucraniano y con los rumores sobre un nuevo paquete de ayuda militar estadounidense.
Hoy ha fallecido un periodista más en la guerra de Ucrania, concretamente Rostislav Zhuralev, quien se encontraba cerca de primera línea en la aldea de Pytikhatki y quien venía trabajando para medios como RIA Novosti o Sputnik, a la sazón prohibidos en la Unión Europea desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania por ser vectores de la desinformación rusa. Además, el fotocorresponsal de Sputnik Konstantín Mijalchevski también resultó herido en el ataque ucraniano, siendo trasladado a Crimea para su hospitalización.
Más allá de la muerte de Zhuralev, lamentable como todas, lo interesante del caso es que el Gobierno ruso ha sido mucho más contundente de lo habitual, al acusar a Occidente de estar detrás de la misma. De hecho, según ha declarado María Zakharova, portavoz rusa: «toda responsabilidad también será compartida por todos aquellos que enviaron municiones de racimo a sus protegidos de Kiev». De hecho, el comunicado oficial no tiene desperdicio y comienza asegurando que «El régimen de Kiev continúa la práctica del terrorismo criminal» para seguir con «Como resultado de un ataque de artillería con municiones en racimo por parte de Ukronazis contra un grupo de periodistas del Centro de Información Izvestia y la agencia de noticias RIA Novosti, la vida del periodista Rostislav Zhuravlev se vio interrumpida hoy». Además de esto, según figura en el comunicado oficial:
«Todo apunta a que el ataque al grupo periodístico no se llevó a cabo por casualidad: los corresponsales estaban recogiendo material para un reportaje sobre el bombardeo por parte de militantes del régimen de Kiev de asentamientos en la región de Zaporozhye con municiones en racimo prohibidas en muchos países del mundo».
Rusia parece olvidar que tristemente, desde que decidiera lanzar la invasión, hasta 17 periodistas han perdido su vida, más de una decena de ellos por acción de las armas rusas, incluyendo francotiradores, lo que es bastante significativo, como en el caso del productor ucraniano Bohdan Bitik, quien trabajaba para el diario italiano La Repubblica. Es más, parece olvidar que hoy mismo el cámara alemán Eugene Shilko, quien trabajaba para el medio germano DW ha sido herido, al parecer también por municiones de racimo, aunque en este caso rusas, en la localidad de Druzhkovka, en Kramatorsk.
Lo interesante aquí es que se dan todos los elementos para implementar una acción de guerra informativa de libro por parte rusa, veamos: 1) Rusia puede hacerse la víctima, independientemente de que en muchas más ocasiones haya cometido acciones similares; 2) puede utilizar un elemento polémico (las municiones de racimo) en su favor, sacando a la palestra la doble moral de Occidente (y obviando que Rusia también las ha venido empleando) y; 3) puede «devolver el golpe» a sus enemigos, al exigir responsabilidades no solo a Kiev, sino a sus aliados por esta muerte.
Por supuesto, en absoluto esperan que nadie pague por lo ocurrido, pues su intención no es más que la de dirigirse a su público, tanto interno como en la arena internacional, de ahí que medios como Sputnik, Izveztia o RIA Novosti, para los que además había trabajado el fallecido, estén venga a publicar noticias relacionadas con el fallecimiento de Zhuralev, desde todos los ángulos posibles, pero incidiendo siempre en los mismos puntos.
En otro orden de cosas, hoy se ha vuelto a producir un ataque ucraniano contra un objetivo en Crimea. En concreto, lo atacado ha sido un depósito de municiones en el distrito de Krasnogvardeysky, lo que ha obligado a las autoridades rusas que controlan la península a evacuar a los residentes en un radio de cinco kilómetros, cortando el tráfico ferroviario, aunque horas después este ha sido restablecido. Según distintos medios y fuentes, la explosión ha sido provocada por un drone.
No ha sido el único ataque ucraniano contra la península en las últimas horas y días. Después del que hace unas jornadas afectara al propio puente de Kerch, el pasado miércoles era una base militar rusa en Crimea el blanco de los ataques, resultando casi totalmente arrasada. Sigue sin estar claro en cualquier caso si esta acción se llevó a cabo mediante misiles Storm Shadow o similares o si fue obra exclusivamente de drones, con lo que las discusiones en torno al veto aliado a Ucrania siguen en el aire.
Sigue pues Ucrania castigando poco a poco la logística rusa, en su intento por evitar que los suministros, especialmente las municiones, continúen afluyendo a las tropas en Jersón, Zaporiyia y Donetsk. Más interesante si cabe, y lejos de lo que ocurría tiempo atrás, cada vez son más asertivos hasta el punto de hablar abiertamente de sus objetivos y asumir la responsabilidad de los ataques.
Y lo reconocen hasta el punto de que hoy Zelenski, invitado a participar por videoconferencia en el Foro de Seguridad de Aspen (Colorado, EEUU), ha asegurado a los asistentes que el objetivo de Ucrania es «recuperar toda Crimea» y que el puente «Es una instalación enemiga construida […] al margen del derecho internacional. Así que ese es nuestro objetivo. Y cualquier objetivo que traiga guerra, no paz, debe ser neutralizado».
Lo que no parece que vaya a cambiar a corto plazo es la voluntad del Gobierno estadounidense, por ahora firme en su negativa a enviar a Ucrania armamento de largo alcance a pesar de las presiones tanto de este país, como del poder legislativo. Simple y llanamente, desde el Pentágono aseguran que Ucrania no necesita ATACMS.
Pasando a la actualidad sobre el terreno, y más allá de lo ocurrido en Crimea, que ha sufrido varios ataques, durante la noche las Fuerzas Armadas ucranianas aseguran haber derribado tanto cinco drones Shahed, como nueve drones de reconocimiento.
Respecto a los combates, comenzando por el sector más septentrional del frente y siguiendo como siempre la dirección de las agujas del reloj, continúan los ataques limitados por parte rusa al oeste de Svatove. Si bien no se trata de acciones acordes al tamaño de las fuerzas supuestamente acumulado por Rusia en la zona de Lugansk, están siendo hasta cierto punto efectivos, habiendo logrado una pequeña cabeza de puente en el Zherebets a la altura de Karmazynivka. Algo más al sur, al mismo tiempo, los enfrentamientos continúan a oeste y sur de Kreminna.
En el área de Bakhmut, en donde ayer resultó herido el ex-primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, así como varios de los acompañantes con los que compartía vehículo, prosiguen los combates trinchera a trinchera. Pese a ello, no hay noticias sobre avances por ninguna de las partes.
Al oeste de la ciudad de Donetsk, las tropas rusas continúan lanzando ataques sobre Avdiívka y Mariínka, en las últimas horas sin resultados.
Respecto a la parte más meridional del frente, las únicas novedades proceden del norte de Robotyne, en donde las AFU habrían logrado avances mínimos en las pasadas horas, después de lanzar durante la noche un ataque tanto contra esta localidad como contra la cercana Verbove, situada más al este.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Empezamos la sección institucional y diplomática retomando una de las cuestiones que adelantábamos en el informe de ayer.
Los presidentes de Ucrania y Turquía, Volodímir Zelenski y Recep Tayyip Erdoğan, conversaron anoche por teléfono para abordar la situación de las exportaciones de cereal ucraniano tras la retirada de Rusia de la Iniciativa de Granos del Mar Negro. Las partes han coordinado los esfuerzos para restaurar el funcionamiento de la Iniciativa, dejando claro el presidente ucraniano que el desbloqueo del corredor marítimo es una “prioridad absoluta”.
Asimismo, los presidentes han discutido acerca de la implementación de la Fórmula de Paz, respecto de la cual el jefe de gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, la Fórmula de Paz “es la forma de acabar con la guerra”, incidiendo en que “Las garantías internacionales, las armas modernas, la fuerza de nuestro ejército y la economía constituyen la seguridad ucraniana”. De igual modo, ha reiterado que el estado agresor debe rendir cuentas por sus crímenes.
Zelenski y Erdoğan también han conversado sobre el apoyo de Turquía con respecto a al futura membresía de Ucrania en la OTAN. De igual modo, el presidente Zelenski ha solicitado la asistencia de su homólogo para lograr el retorno de los prisioneros de guerra ucranianos y, en particular, de los tártaros de Crimea.
La situación en el Mar Negro, además, junto con la integración euroatlántica de Ucrania ha sido abordada por el presidente Zelenski en su llamada telefónica con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. En particular, han intercambiado sus evaluaciones de la situación actual en el Mar Negro y los riesgos que plantea para la seguridad alimentaria mundial. Asimismo, han identificado con Stoltenberg “la prioridad y los pasos futuros necesarios para desbloquear y operar de manera sostenible el corredor de granos del Mar Negro”. Por otro lado, han discutido sobre la implementación de los acuerdos que resultaron de la Cumbre de Vilna, así como otras acciones relacionadas con la integración de Ucrania en la Alianza.
Continuando con los cereales, durante su intervención en el 14º Foro anual de Aspen Zelenski ponía de manifiesto que el Mar Negro “es el mar de todos nuestros estados y personas”, refiriéndose a que no pertenece a la Federación Rusa. Así, ha indicado que están hablando con todos aquellos países de la costa del Mar Negro como Turquía, Rumanía o Bulgaria pues “Rusia cree que el Mar Negro es puramente ruso”. De igual modo, ha recalcado que están buscando una salida y, para ello, han apelado al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, y el presidente Erdoğan. De este modo, el líder ucraniano sostiene que “Hablando de esta crisis, vemos ciertas salidas”, por lo que, si el presidente turco “tiene éxito, si la ONU es aún más fuerte, creo que lo haremos”.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, ha recordado precisamente que hoy hace un año que se firmó el Acuerdo de Estambul que daba nacimiento a la Iniciativa de Granos del Mar Negro.
Por otro lado, Varsovia ha convocado al embajador de Rusia en Polonia, Serguéi Andreyev, tras las declaraciones del presidente Vladímir Putin amenazando a Polonia y afirmando que estaba mirando hacia Ucrania y “soñando con tierras bielorrusas”, sugiriendo que estaba pensando en ocupar dichos territorios. Además, sobre esto, Putin añadió: “Los territorios occidentales de la actual Polonia son un regalo de Stalin a los polacos, ¿nuestros amigos en Varsovia se han olvidado de esto? Te lo recordaremos”. La respuesta del primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, fue contundente al expresar que “Stalin fue un criminal de guerra responsable de la muerte de cientos de miles de polacos” y que “La verdad histórica no está sujeta a discusión”.
Por su parte, Andreyev, a su salida del Ministerio de Exteriores de Polonia, ha declarado ante los medios que “La reunión ha transcurrido como se esperaba” indicando que el viceministro de Exteriores polaco Pawel Jablonski presentó “las quejas de la parte polaca sobre las cosas que dijo el presidente ruso sobre Polonia durante la reunión del Consejo de Seguridad”. Ante esto: “Naturalmente, recibió un rechazo adecuado y explicaciones sobre cómo vemos tanto la historia del siglo XX como el comportamiento de las autoridades polacas ahora con respecto al conflicto de Donbás, Novorossiya y Ucrania”. En definitiva, el embajador ruso ha zanjado el asunto de la siguiente forma: “Registramos una completa falta de comprensión mutua y enfoques completamente diferentes tanto de los temas de la política actual como de la historia. No hay nada que agregar aquí.”
Mientras tanto, el presidente de la Duma estatal rusa, Viacheslav Volodin, defiende que el presidente Zelenski está llevando a cabo un “proceso de polonización” de su país, esperando que, a cambio, sus amos [en clara referencia a Washington y Bruselas] le permitan mantenerse en el poder más tiempo”.
Moviéndonos al plano humanitario, la Oficina del Fiscal General de Ucrania ha informado que desde el comienzo de la invasión de Rusia se ha registrado la muerte de 496 menores, mientras que 1.068 han sufrido lesiones de distinta gravedad. No obstante, como se ha venido afirmando desde el inicio de la guerra también por Naciones Unidas, por ejemplo, las cifras reales pueden ser mucho más altas, ya que no se han podido inspeccionar todos los territorios que fueron ocupados o que continúan ocupados, o aquellas áreas donde se está combatiendo.
Para finalizar, la UNESCO ha condenado los recientes ataques con misiles rusos que dañaron el centro histórico de la ciudad de Odesa, calificado como patrimonio de la humanidad. Según la UNESCO, “este ataque es el segundo hasta la fecha en un área protegida por la Convención del Patrimonio Mundial en violación de la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado”, en referencia al ataque contra un edificio histórico en Leópolis el 7 de julio. Así las cosas, ha pedido nuevamente el cese de los ataques contra los bienes culturales protegidos subrayando que “la guerra representa una amenaza cada vez mayor para la cultura ucraniana”.
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