Las dudas sobre las posibilidades ucranianas en su ofensiva meridional persisten, tanto por la falta de medios, como de entrenamiento. Pese a ello, desde Kiev aseguran, lo que por otra parte es cierto, que siguen avanzando en todas las direcciones, reclamando de paso más ayuda para poder sostener las ganancias y ampliarlas. En el apartado internacional, mientras tanto, Polonia ha solicitado a la OTAN participar del «nuclear sharing» como forma de contrapesar el despliegue de armas nucleares rusas en Bielorrusia, que causa preocupación en el país. Además, se especula con el futuro papel de Wagner Group en África, mientras hay quien piensa que las PMC rusas serán sustituidas en breve por las de origen chino, que hasta ahora han mantenido un perfil mucho más bajo.
El informe de hoy no comienza en Rusia, sino en Polonia. Este país, aunque ya se había publicado al respecto, ha confirmado en boca de su Primer Ministro que habría solicitado a la OTAN participar del «nuclear sharing», algo que hace por ejemplo Alemania, de forma que se restablezca un equilibrio que creen degradado dado el despliegue de armas nucleares rusas en la vecina Bielorrusia. Todo a pesar de que desde la propia Alianza han dejado claro recientemente que esto último no supone un problema de seguridad adicional importante y que no han apreciado cambios en la postura nuclear rusa, algo que sí sería más preocupante.
Hay que tener en cuenta que la decisión de Moscú de desplegar armamento en Bielorrusia tiene mucho que ver con la guerra de Ucrania -y con las razones detrás de la misma-, siendo una de las pocas herramientas a disposición del Kremlin para seguir garantizando la disuasión estratégica, degradada al mismo ritmo que se han ido degradando a causa de la guerra sus capacidades convencionales.
En cualquier caso, la cuestión merece una explicación, ya que nos han preguntado al respecto, pensando que induce a la escalada o que la solicitud polaca es el anticipo de algo peor. Nada más lejos de la realidad. En primer lugar, porque nada se ha concretado todavía y, en segundo lugar, porque el «nuclear sharing» es algo similar a un simple préstamo de armas, que se hace (como todo préstamo) bajo una condiciones específicas, que impiden que el país receptor de las armas nucleares las emplee de cualquier manera y de forma arriesgada para la estabilidad estratégica internacional.
Sin embargo, hay una serie de ventajas tanto para los países donantes como para los receptores, en aceptar regímenes de préstamo de armas nucleares.
- En el caso hipotético de que un país receptor fuese invadido o atacado a plena escala por una gran potencia nuclear hostil (caso de Alemania o Turquía atacadas por la Unión Soviética), sería el propio país que ha recibido esas armas el que, cuando se den las circunstancias y procesos establecidos, respondiese él mismo con las armas nucleares prestadas. La ventaja de ese préstamo nuclear reside en que se refuerza la credibilidad de la disuasión nuclear de la alianza frente a la amenaza de la gran potencia hostil. Al ser el propio país receptor (por ejemplo Alemania o Turquía) el que podría disparar sus armas nucleares prestadas contra los ejércitos invasores o atacantes, hace que el empleo sea más creíble, ya que está defendiendo su propio territorio. Sin embargo, en el caso del país donante (EE. UU.), al estar más alejado de la zona de conflicto tiene menos interés en iniciar un enfrentamiento nuclear para defender población y territorios ajenos.
- Por otra parte, la ventaja país donante de armas nucleares (EE. UU.) de prestar armas nucleares reside en que, como sería el país receptor (Turquía) el que usase las armas nucleares contra el agresor (la URSS y Pacto de Varsovia), la respuesta nuclear del agresor no se haría contra el pais donante (EE. UU.), sino que lo haría probablemente contra el que le disparó (el país receptor: Turquía, Alemania, etc). De este modo, los EE.UU. lograban que los países europeos de la OTAN se defendieran a sí mismos sin que fueran los EE.UU. los que disparan esas armas contra las tropas soviéticas, evitando la escalada a una guerra nuclear total.
- Por otra parte, las dos utilidades mencionadas tienen el beneficio adicional de resolver el problema del «desacople nuclear» (nuclear decoupling). El desacople nuclear consiste en que, por ejemplo, en caso de guerra nuclear durante la Guerra Fría, los EE. UU. quizás no estarían dispuestos a sacrificar Chicago en una guerra nuclear para salvar Hamburgo de una invasión soviética. Dado que quizás los norteamericanos no estarían dispuestos a sufrir millones de muertos para salvar la soberanía de Alemania Occidental (o la de Turquía), esto induciría a un ataque soviético sin temor a recibir represalias nucleares de EE. UU..
Así las cosas, la petición polaca, en este contexto, no tiene nada fuera de lo normal. Otra cosa es que se lleve a efecto y, de hacerse -lo que parece dudoso- la forma de implementación, aunque siendo clientes del F-35 no deberían tener problemas en este aspecto de cara al futuro. Y es que no es sencillo dar el paso, pues la proliferación nuclear siempre genera dudas entre los Estados, incluso cuando está dirigida a restablecer equilibrios. No hay más que atender al caso de la península de Corea, con una Corea del Norte nuclearizada, pese a lo cual los Estados Unidos todavía permanecen reacios a llegar a un acuerdo de «nuclear sharing», buscando opciones intermedias.
El segundo aspecto interesante hoy nos lleva a África. Estos días hemos hablado en más de una ocasión sobre el papel de Wagner Group -aunque no es la única PMC que opera allí- en África. Las dudas respecto al futuro de la organización, que las declaraciones de los representantes rusos no han ayudado a despejar por completo, han llevado a más de un analista a suponer que será relevada en breve por otros actores.
El asunto aquí es que lejos de ser sustituidas por otras compañías rusas, se espera que puedan serlo por otras de origen chino, en lo que supondría un paso sin precedentes por parte de este país en cuanto a su política para África, hasta ahora basada principalmente en establecer lazos económicos, en la construcción de infraestructuras y en el establecimiento de bases o el control de determinados puertos y líneas de comunicaciones.
Además, para llevarse a efecto habría que introducir modificaciones en las propias compañías de mercenarios chinos, que hasta ahora se han especializado en prestar servicios de seguridad, pero que no han dado todavía el paso, como lo diera Wagner Group y otras tantas empresas rusas años atrás, de ofrecer servicios puramente militares.
Otra opción, por cierto, sería Turquía, un país que sí ha venido con creciente intensidad trabajando en disponer de una serie de PMCs comparables en ciertos aspectos a las rusas. Además, este Estado tiene una importante proyección en África y en ciertos países podría jugar la baza de la afinidad religiosa. No obstante, sus compañías militares privadas tienen, precisamente por esto último, algunas particularidades que conviene tener en cuenta.
El tercer aspecto importante de hoy tiene que ver con las opciones de la ofensiva ucraniana, ralentizada después del fracaso de las primeras operaciones de ruptura, que se habían saldado en unos pocos días con la pérdida de más de un centenar de blindados, carros de combate y vehículos de ingenieros, lo que no ha impedido que las AFU hayan conseguido algunos avances, atravesando en algún punto las primeras defensas rusa.
Se ha venido publicando que finalmente la ofensiva, dada la presión por parte de los aliados, se habría lanzado antes de tiempo, de forma un tanto apresurada, sin que todo el material hubiese llegado a Ucrania y sin que se hubiese completado el entrenamiento necesario para que las unidades operen a nivel de brigada.
Más allá de que desde Ucrania afirmen que se están logrando avances en todos los frentes y de que pusieran la venda antes de la herida, al asegurar que esta ofensiva no sería como la de Járkov, sino más larga y con avances mucho más graduales, lo cierto es que Ucrania todavía no ha logrado poner en verdaderos aprietos a Rusia en ningún lugar del frente, al menos al sur, lo que está provocando reacciones encontradas.
La solución, obviamente, pasa por enviar más material militar a Ucrania, mantener el apoyo durante el tiempo que haga falta y además, permitir la llegada al país de armamento que hasta el momento no le ha sido suministrado, como es el caso de los misiles tierra-tierra ATACMS o de las municiones de racimo, que serían sumamente útiles en la ofensiva, aunque su entrega sea un asunto espinoso. También, por supuesto, más material específico contra las minas, en vista de que la mayor parte de los problemas ucranianos se han debido a la acción de estos ingenios.
Sobre el terreno, hoy sí se ha registrado un nuevo ataque ruso con drones sobre territorio ucraniano. Las autoridades de este último país aseguran haber derribado una decena de drones Shaheed-136/131 de los 13 que habrían sido lanzados, mientras que no habrían podido hacer nada frente a los 4 misiles procedentes de un sistema SAM S-300, alguno de los cuales habría alcanzado Zaporiyia.
Del lado ucraniano, como puede verse en el vídeo sobre estas líneas, se ha vuelto a atacar la ciudad portuaria de Berdyansk, en donde se han registrado varias explosiones que, según algunas fuentes, coincidirían con la posición de barracones y puestos de mando rusos en la localidad, así como el área del aeropuerto, en donde se basaban varios helicópteros de ataque y transporte rusos. En el ataque se habrían empleado misiles Storm Shadow, uno de los cuales podría haber sido derribado por las defensas antiaéreas rusas.
Al norte, los únicos combates reportados tendrían como epicentro Bilohorivka y los bosques al sur de Kreminna sin que se hayan reportado cambios.
En el área de Bakhmut, los ucranianos habrían seguido atacando en las mismas zonas que ayer, afirmando el Estado Mayor de este país que habrían recuperado la iniciativa estratégica y que estarían llevando a cabo una amplia ofensiva en el área que se extiende desde las localidades al norte de Soledar como Rozdolivka, hasta Berkhivka en cuanto a la parte más septentrional de la urbe y hacia Klischiívka al sur.
Al oeste de Donetsk habrían continuado produciéndose combates e intercambios artilleros tanto en torno a Avdiívka como en la más meridional Mariínka, así como en dirección a Pobjeda y Novomikhailivka.
Respecto al frente en la parte meridional de Donest y en Zaporiyia, además de los combates conviene prestar atención a los rumores relativos a un próximo abandono ruso de la central nuclear de Zaporiyia, por ahora sin confirmar. Recordemos que Ucrania ha venido alertando sobre la colocación de cargas explosivas por parte de Rusia en la planta y que los habitantes de la región estarían haciendo simulacros. No hay novedades relevantes en ninguno de los tres ejes de ataque seguidos por las AFU al inicio de su ofensiva, salvo por algunos avances ucranianos en dirección a Robotyne.
Al sur de Jersón, siguen sin llegar demasiadas noticias tras las acciones ucranianas de días pasados. No obstante ha trascendido un vídeo en el que se aprecia la explosión de lo que sería un misil Iskander ruso, una solución lógica tras las quejas en los canales rusos de las que hablamos un par de días atrás, relativas a la imposibilidad de la Fuerza Aérea rusa de acercarse a la zona debido a la cobertura de los S-300 ucranianos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Continuando donde lo dejamos ayer, bien entrada la madrugada el Consejo Europeo publicó sus Conclusiones en lo que concierne al tema que nos ocupa: la guerra de Ucrania.
Los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE han declarado que contribuirán a los compromisos de seguridad a largo plazo con Ucrania y considerarán rápidamente enfoques para llevarlo a cabo. Según reza en el documento: “Estos compromisos se asumirán respetando plenamente la política de seguridad y defensa de ciertos Estados miembros y teniendo en cuenta los intereses de seguridad y defensa de todos los Estados miembros”.
De igual modo, la UE ha reiterado su disposición para proporcionar ayuda militar a Ucrania “durante el tiempo que sea necesario” mediante dos instrumentos principales: el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (European Peace Facility, EPF) y la Misión de Asistencia Militar de la UE (EUMAM Ukraine).
El Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, sigue defendiendo la idea de crear un fondo extrapresupuestario siguiendo el ejemplo del EPF para financiar la asistencia de defensa a Ucrania teniendo en cuenta que “el apoyo militar a Ucrania tiene que ser a largo plazo”. Así agrega que “El entrenamiento tiene que continuar, la modernización del ejército tiene que continuar. Ucrania necesita nuestro compromiso de seguir garantizando su seguridad durante la guerra y después de la guerra”.
Por otro lado, el primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, ha vuelto a pronunciarse sobre la compensación a Ucrania a través de los activos rusos congelados tratando de ejercer cierto liderazgo en este ámbito. En particular, se trataría de emplear los intereses devengados por estos activos incautados en la restauración de Ucrania. Bélgica fue el primer país europeo en dar un paso en este sentido y ahora De Croo ha indicado que la UE busca recaudar 3 millones de euros en beneficio de Ucrania gracias a los intereses devengados de los activos congelados del Banco Central de Rusia. Además De Croo ha confirmado que hay consenso político para hacerlo.
Bélgica podría ejercer un rol más activo en este ámbito ya que cuenta en su territorio con la sede de la organización internacional de depósitos Euroclear que alberga el 90 por ciento de los 200.000 millones de euros en activos del Banco central de Rusia y que han sido congelados en aplicación de las sanciones contra Moscú.
Ha sido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien en la rueda de prensa posterior al Consejo ha confirmado que propondrán “un impuesto sobre los activos fijos del Banco central ruso”, aunque hay voces que se muestran más cautas con el posible éxito de la iniciativa como es el caso del canciller alemán Olaf Scholz.
Finalizada la Cumbre, la primera ministra de Dinamarca ha anunciado un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 190 millones de dólares para proporcionar misiles de defensa aérea adicionales, municiones, proyectiles de artillería y equipos de desminado como parte de las necesidades críticas del país en el campo de batalla.
Antes de pasar a otras cuestiones es importante señalar que el fin de la Cumbre del Consejo Europeo coincide con el fin de la presidencia de Suecia del Consejo de la UE. Un rol que desde mañana 1 de julio y hasta el próximo 31 de diciembre asumirá España, y que, además, comenzará cargada de simbolismo pues el presidente del país, Pedro Sánchez, viajará a Ucrania para reunirse con el presidente Zelenski. De este modo pretende expresar el firme compromiso de la UE para con Ucrania y también el de España.
En lo concerniente a la ayuda, es interesante cuanto menos destacar que Brasil se ha negado a vender vehículos blindados de evacuación médica Guaraní 6×6 a Ucrania. De este modo, han denegado la petición que Ucrania envió al gobierno de Brasil en abril de 2023 en la que ponían de manifiesto la necesidad de contar con 450 vehículos adicionales.
En lo que se refiere a la ayuda financiera, a última hora de ayer también se publicó que Ucrania recibirá 890 millones de dólares adicionales a través del Fondo Monetario Internacional (FMI). De otro, Ucrania también recibirá 1.500 millones de dólares a través del Banco Mundial mediante un Préstamo para Políticas de Desarrollo que ha sido garantizado por el gobierno de Japón. De este modo, Ucrania dispondrá de 33 años para devolver el préstamo cuyos fondos se emplearán para brindar asistencia a los sectores más vulnerables de la población a través de la implementación de reformas que eliminen las posibles exclusiones para los desplazados internos en el programa de Subsidio de Vivienda y Servicios Públicos, así como asegurar la administración efectiva de las pensiones de los ciudadanos. Asimismo, estos fondos estarán destinados a la recuperación de la economía, así como a fortalecer el uso responsable y transparente de los recursos públicos.
Pasando a otras cuestiones, la viceprimera ministra y ministra de Ucrania para la Integración de los Territorios Temporalmente Ocupados de Ucrania, Iryna Vereshchuk, se ha pronunciado sobre Zaporiyia.
Según Vereshchuk “es obvio que el enemigo es insidioso y amenaza con crear desastres provocados por el hombre. Como fue el caso de la voladura de la represa de la Central Hidroeléctrica de Kakhovka”. De este modo, sostiene que como Rusia está viendo los éxitos de Ucrania en el campo de batalla, así como su determinación para recuperar todos sus territorios, incluso bajo la amenaza nuclear, “es por eso que Rusia está chantajeando a los países del mundo occidental”. Así pues, en consecuencia, defiende que Rusia quiere que Occidente presione al presidente Zelenski y a todos los involucrados en el proceso de toma de decisiones para sentarse en la mesa de negociación. Sin embargo, la respuesta de Ucrania a las “amenazas es inequívoca” pues continuarán liberando todos sus territorios.
En esta línea se ha pronunciado el asesor de la presidencia ucraniana, Mikhailo Podolyak, afirmando y citamos literalmente:
“Ucrania no cederá parte de su territorio para detener la guerra. Porque los tratos primitivos de «territorio por la paz» invariablemente conducen únicamente a una escalada del conflicto y las próximas etapas de la guerra. Toda concesión al agresor provoca inevitablemente en él una fuerte expansión de las acciones agresivas, el crecimiento de los apetitos agresivos y el deseo de anular descaradamente el derecho internacional. Sin embargo, ningún país maduro y soberano (especialmente de nivel global y agencia global) aceptará tales acuerdos si quiere preservar su autoestima y libertad. Y nunca ofrecerá el suicidio a otros países socios. Este es un axioma…”
El Ministerio de Exteriores, además, ha publicado este vídeo en el que insiste en que Rusia está planeando un ataque terrorista en la planta, subrayando que la única forma de garantizar la seguridad y protección de la planta es que Rusia retire sus tropas y le devuelva la central a Ucrania.
Sobre las consecuencias de la destrucción de la presa de Nova Kakhovka, el Ministerio de Protección Ambiental y Recursos Naturales de Ucrania ha confirmado que la cifra de daño estimado se sitúa en torno a 146.000 millones de grivnas. Esto además se ha trasladado por el propio ministro ucraniano Ruslan Strilets al Grupo de Trabajo Internacional sobre las Consecuencias Ambientales de la Guerra que ha realizado su primera reunión hoy en la que ha participado Andriy Yermak representando al gabinete del Presidente y entre las participantes presenciales se encontraban, entre otras, la vicepresidenta del Parlamento Europeo Heidi Hautala, y la activista medioambiental Greta Thunberg. Strilets además ha subrayado:
“La voladura de la central hidroeléctrica Kakhovka por parte de los ruso es un acto terrorista planificado. Se ajusta plenamente a la definición de ecocidio. Es importante que este término esté claramente definido en el Estatuto de Roma. No solo Ucrania lo necesita, todo el mundo civilizado lo necesita”.
Además, ha mostrado su confianza en que este Grupo desarrolle un documento integral que ayudará a evaluar el impacto ambiental de la guerra y también desarrollará recomendaciones para encontrar mecanismos que permitan la rendición de cuentas por delitos ambientales y el concepto de restauración ambiental.
Continuando con el plano humanitario, la Fiscalía de Ucrania ha acusado a un político ruso y a dos ucranianos por la supuesta deportación de 48 menores ucranianos huérfanos de entre 1 y 4 años entre septiembre y octubre de 2022 y que se encontraban en el albergue regional de Jersón. Como hemos recogido en informes anteriores, hasta la fecha las autoridades ucranianas aseveran que más de 19.000 niños han sido deportados ilegalmente a Rusia y a los territorios temporalmente ocupados.
El Defensor del Pueblo de Ucrania, Dmytro Lubinets, publicaba hoy un mensaje en el que decía que “los ciudadanos ucranianos que viajan al territorio de la Federación Rusa con la ayuda de voluntarios para recoger a sus hijos están siendo detenidos e interrogados”. De este modo, ha advertido que “es peligroso” e instan a que “no envíen a miembros de la familia al azar a Rusia para recoger a sus hijos”.
Por su parte, el jefe del gabinete del presidente Zelenski, Andriy Yermak, ha mantenido una llamada telefónica con los asesores de seguridad nacional en formato Quad, esto es, de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania. Durante su conversación Yermak ha informado a los asesores sobre la situación operativa en el frente y las necesidades actuales de las Fuerzas Armadas de Ucrania en lo referente a varios tipos de armas. También han tenido ocasión de discutir el estado de preparación de la Cumbre de la OTAN en Vilna y los resultados esperados.
En otro orden de cosas, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, comentaba hoy que desde su adhesión Finlandia “ha estado repitiendo como un loro” los puntos de vista de la política de la OTAN. De este modo, Rusia considera que ha perdido su independencia. El origen de las declaraciones se encuentra en el nuevo programa del gobierno finés se prevé que “el país se guiará por la prestación de ayuda exterior a las naciones en desarrollo por el notorio ‘orden basado en reglas’ que Occidente está dictando a toda la comunidad internacional” y tiene la intención de cortar “la ayuda financiera a los países africanos que apoyan a Rusia”.
Desde el otro lado del Atlántico, el expresidente Donald Trump en una conversación con Reuters ha manifestado que cree que “lo más importante que Estados Unidos debería estar haciendo en este momento es hacer las paces: unir a Rusia y Ucrania y hacer las paces”. Todo ello aprovechando el momento tras el motín del Grupo Wagner y del que considera que Putin se ha visto “algo debilitado”. En esta tónica, también cree que a Ucrania “tendría derecho a quedarse con gran parte de lo que han ganado” y que “Rusia también estaría de acuerdo con eso”, insistiendo en que se “necesita el mediador o negociador adecuado, y no lo tenemos en este momento”. Por otro lado, ha reiterado que quiere que la gente deje de morir “por esta ridícula guerra” como ya expresó meses atrás.
A colación, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha subrayado que “Rusia siempre ha salido más sólida, más fuerte, de todas las dificultades. (…) Este seguirá siendo el caso esta vez. Ya sentimos que este proceso ha comenzado”. A la prensa internacional que planteaba las preguntas en su comparecencia les ha agradecido que se preocupen por los intereses nacionales de Rusia, “pero no es necesario”.
Asimismo, Lavrov ha calificado las declaraciones del secretario de Estado americano, Antony Blinken como “extrañas” pues indica que se ponga fin al conflicto a través de la diplomacia y la negociación, cuando “los mismos líderes del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU. y los mismos funcionarios de la Unión Europea y la OTAN, siguen diciendo: Ucrania primero debe ganar y llevar a cabo una contraofensiva exitosa, y solo entonces decidiremos negociar”. Así califica la situación en general como “esquizofrénica” pues “dicen que todo terminará con negociaciones, pero primero tenemos que derrotar a Rusia”.
De otro lado, ha remarcado “que no ve cuáles pueden ser las razones para extender el acuerdo de granos” o también conocido como Iniciativa de Granos del Mar Negro.
Para concluir y como curiosidad, un jugador de hockey de Rusia que está compitiendo actualmente en la liga polaca ha sido detenido por cargos de espionaje. Ha sido el propio ministro de Justicia de Polonia, Zbigniew Ziobro, que se trata del 14º miembro de la red de espionaje que han descubierto. Una situación que el Ministerio de Exteriores ha aprovechado para reiterar la necesidad de que Rusia y sus deportistas queden al margen del mundo deportivo.
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