A pesar de que han pasado ya varios días desde el motín de Wagner Group, siguen produciéndose revelaciones interesantes que sirven, entre otras cosas, para constatar el alto grado de improvisación del plan de Prigozhin. En relación con esto, además, estamos viendo cómo en las últimas horas desde Estados Unidos se publican informaciones relativas por ejemplo al general Surovikin, que podrían tener un doble fondo. Más allá de esto, Suiza ha rechazado esta mañana la solicitud de Ruag S.A. para entregar 96 carros de combate Leopard 1A5 a Ucrania, mientras los combates se recrudecen al noreste del país.
En las últimas horas se han publicado en diversos medios occidentales –a partir de una noticia original de The Wall Street Journal– unas cuantas noticias interesantes relacionadas con el levantamiento de Wagner Group y los que serían -se basan generalmente en funcionarios de defensa o inteligencia- los supuestos planes originales de Prigozhin, abortados tras ser descubiertos y posteriormente modificados en la forma en que vimos, amenaza a Moscú incluida.
En concreto, se ha publicado que el plan inicial consistía en secuestrar tanto al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, como al Jefe de Estado Mayor de las FAS rusas, Valery Guerásimov. Más allá de que pueda parecer descabellado, o de que sea una práctica casi mafiosa, en realidad era un plan bastante más factible que el que finalmente implementaron los mercenarios de Wagner. Así, esperaban aprovechar una visita de los dos generales al territorio ucraniano controlado por Rusia para poner en marcha una operación de secuestro.
Al parecer, sus intenciones habrían sido descubiertas por la inteligencia rusa y, en vista de lo desesperada que era su situación y la de la empresa que lideraba, Prigozhin habría optado por un plan B, que ha tenido interesantes efectos no solo sobre la política rusa o la percepción que desde el resto del mundo se tiene ahora respecto de la figura de Putin y su nivel de control sobre el aparato del Estado, sino por las posibilidades que ha abierto a sus enemigos (mientras se da pequeños baños de multitudes).
Precisamente entre estas últimas se cuenta la de neutralizar a ciertos sujetos, muy peligrosos para Ucrania, en este caso por su competencia, como ocurre con Surovikin. En este sentido, a lo largo del día han aparecido también informaciones, en este caso en The New York Times, que hacen referencia a que el general ruso estaría al tanto de los planes de Prigozhin. Por supuesto, hay muchas posibilidades de que Surovikin no tuviese ni idea de lo que estaba a punto de ocurrir -máxime dado el grado de improvisación- o de que, a lo sumo, tuviese apenas una idea genérica de que Prigozhin tramaba algo.
Como quiera que también el Gobierno ruso y el FSB le consideran cercano a Prigozhin -aunque no pase de aliado circunstancial-, tal y como vimos en los primeros momentos del motín apareció con un aspecto muy desmejorado que hacía pensar que había sido coaccionado. En su mensaje hacía un llamamiento a los hombres de Wagner a dar la vuelta y a volver a la obediencia a los poderes constitucionales. El caso es que no se le ha visto desde entonces y, sin duda, estará bajo vigilancia.
Dado que es, con diferencia, el general ruso que mejor se ha comportado en esta guerra, no es de extrañar que se hayan «filtrado» a los medios noticias como la del New York Times que podrían simplemente buscar crear más recelos hacia él, evitando de esta forma que pueda volver a ostentar mando alguno y obligando a la inteligencia rusa a invertir recursos en investigar a su entorno. De ahí que alguno haya recordado inmediatamente la operación «FLITTER», de principios de los 50.
Una operación de engaño británica no muy conocida, que a través de emisiones de radio falsas buscaba que la Unión Soviética, en lugar de centrarse en las operaciones en el exterior se centrase en intentar desmontar diversos complots en los que estarían involucrados algunos de sus oficiales. Por supuesto, los complots eran totalmente falsos, pero la operación estaba montada de tal forma que parecía plausible e implicaba a sujetos concretos con puestos relevantes.
Es de suponer, que entre las sospechas que ya recaían sobre él y lo publicado por The New York Times, la figura de Surovikin esté como mínimo desactivada durante un tiempo. Le ha tocado perder en toda esta historia, aunque como suele ocurrir, también hay quien ha salido ganando. En este caso se señala al general Zolotov, a la sazón al mando de la Guardia Nacional, un organismo creado en 2016 que ahora se va a reforzar de forma importante, pues es una de las principales herramientas, sino la principal, con la que cuenta Putin para evitar que vuelva a ocurrir algo similar. Se trata de un tipo singular, pero que cumple -al igual que ocurre con Shoigú- con la principal característica que Putin parece buscar en aquellos de quienes se rodea: la lealtad.
Decimos esto porque si bien Putin ha sido un capaz titiritero que ha sabido manejar con maestría los equilibrios de poder en el país entre oligarcas, militares y figuras de todo tipo y condición, en algunos puestos -o quizá por ello- ha optado siempre por personajes menos capaces, pero con una lealtad a prueba de bombas. Este es el caso de Shoigú –con quien podría tener cierta amistad personal si es que eso es posible a estos niveles– o de Medvedev, a quien se mantiene en un puesto secundario, pero siempre cerca del líder, adoptando desde el inicio de la guerra una retórica muy radical y agresiva que era totalmente ajena al personaje hace unos años, y que no es sino una forma de demostrar lealtad.
Por último, para terminar con Wagner, una referencia a su futuro, ya que mientras sigue debatiéndose sobre lo que harán o dejarán de hacer en Bielorrusia, parece que desde el Kremlin se han estado moviendo para tomar el control completo de los restos de la organización, que no volverá a operar de forma independiente en lugares como Siria. Respecto a esto, incluso el viceministro de Exteriores ruso se habría dirigido a Damasco para informar a al-Assad sobre ello.
Pasando a lo ocurrido sobre el terreno, se confirma la muerte de ocho personas –tres de ellos niños– en el ataque de ayer a un restaurante de Kramatorsk, elevándose el número de heridos a sesenta. Más allá de esto, la defensa antiaérea ucraniana ha estado también hoy en alerta por el lanzamiento desde Rusia de drones Shahed-131/136 de los que afirman haber derribado media docena. Del lado contrario los medios proucranianos hablan de objetivos alcanzados en Melitópol.
Respecto a los combates, han continuado principalmente en torno a Kreminna, en donde se han seguido recrudeciendo en los últimos días. Así, las tropas rusas y los milicianos de Lugansk han atacado en dirección a Yampolivka, al oeste de Dibrova y a Bilohorivka, mientras los ucranianos tratan de contraatacar en los bosques de Serebrianka, al norte del Donets, para evitar que Bilohorivka pueda ser rodeada desde allí –aunque pocas ganas puede tener Rusia de intentar otro cruce del río-.
En el área de Bakhmut, Ucrania ha seguido retomando terreno al sur de la urbe. Después del cruce del canal de agua dulce a la altura de Kurdyumivka, se espera que puedan aprovechar este punto no solo para avanzar en los próximos días y semanas sobre esta localidad, sino especialmente para dirigirse al norte, tanto hacia Klischiívka como hacia la carretera de acceso a Bakhmut por el sur, la T0513.
Al oeste de Donetsk se han producido combates en torno a Avdiívka. Al norte, con las AFU buscando avanzar sobre Vesele. Al sur, con ataques rusos contra Severne y Permovais’ke, intentando como ayer restablecer una situación que se les había degradado en los últimos días, después de varios avances ucranianos.
Al sur, en en los tres ejes de ataque ucranianos, las novedades son las que siguen:
- Vuhledar-Volnovaja: Sin novedad.
- Saliente de Velyka-Novosilka: Las AFU continúan presionando desde Rivnopil en dirección sur, así como hacia Kermenchyk, así como desde Huliaipolé hacia Marfopil.
- Orihiv-Tokmak: Las Fuerzas Armadas ucranianas han logrado en los últimos días hacer avances en dirección a Robotyne, al norte de la cual las imágenes por satélite muestran los efectos de la artillería. Dicho esto, habrían logrado atravesar las primeras líneas defensivas rusas en la zona, aunque las defensas principales todavía aguardan más al sur. Además de esto continúan presionando a oeste y este en dirección a Kopani y Verbove respectivamente.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Hoy ha comenzado a intensificarse la actividad institucional y diplomática entre líderes, pero cara a cara, a fin de continuar los preparativos de la Cumbre de la OTAN, y sin perder de vista que mañana comenzará el Consejo Europeo en Bruselas.
Los presidentes de Polonia y Lituania, Andrezj Duda y Gitanas Nausėda, han viajado sin previo aviso a Kiev para reunirse con el presidente Zelenski. Una visita que se da en el Día de la Constitución de Ucrania que, además, según Zelenski es “otra confirmación del fuerte y oportuno apoyo a nuestro país, y especialmente en vísperas de la cumbre de la OTAN en Vilna”.
Esto último ha sido precisamente uno de los temas de conversación a nivel bilateral tanto con Duda y Nausėda, entre otras cuestiones como la asistencia militar a Ucrania. En la rueda de prensa conjunta el presidente polaco ha aseverado que harán todo lo posible para que la adhesión “suceda lo antes posible”. De un modo más preciso, ha indicado que están tratando de asegurarse de que las decisiones que se tomen en Vilna indiquen claramente la perspectiva de membresía y están discutiendo esta cuestión con sus aliados.
Asimismo, el presidente Duda ha sido recibido por el primer ministro Denys Shmyhal y el presidente de la Verkhovna Rada (Parlamento), Ruslan Stefanchuk, quienes le han agradecido su apoyo y el del pueblo polaco subrayando que “La ayuda fiable de amigos nos acerca a la victoria”.
Durante su estancia en Ucrania, el presidente lituano ha anunciado que Vilna adquirirá dos sistemas NASAMS que serán transferidos a Ucrania en un plazo de tres meses. Un acuerdo con la compañía Kongsberg valorado en 9,8 millones de euros, pero que también se verá reforzado por la ayuda de Noruega traducida en brindar equipos de apoyo para los lanzadores. Asimismo, Lituania también enviará 10 vehículos de transporte de personal M113 adicionales. Así, y teniendo en cuenta la munición que también enviará, la ayuda de Lituania a Ucrania se fija ya en más de 500 millones de euros.
El ministro de Defensa del país, Oleksii Reznikov, ha indicado que Ucrania cumple con las tres condiciones para entrar en la OTAN en una entrevista para The Guardian. En concreto, se refiere a la interoperabilidad con las fuerzas de la OTAN, un sistema de adquisiciones transparente y control civil de las fuerzas armadas. De esta forma defiende que a Ucrania se le debe ofrecer la membresía a la Alianza después de la guerra, describiéndola como “no negociable”. Por tanto, pese a todos los discursos y opiniones discordantes, el gobierno ucraniano es plenamente consciente como ha reiterado en no pocas ocasiones que la invitación de adhesión no puede llegar mientras continúe la guerra. Lo que sí esperan de la Cumbre de Vilna es una señal de que el país obtendrá garantías de seguridad, no en lugar de la OTAN, sino durante el tiempo que tarden en unirse.
Asimismo, Reznikov ha puesto de manifiesto lo siguiente:
«En Vilna, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la OTAN tendrán la oportunidad de corregir el error de Bucarest 2008 y demostrar un liderazgo responsable, a la altura de nuestras expectativas. Esto demostrará a Rusia que su influencia debe terminar en sus fronteras, y que nuevas agresiones sólo acelerarán el colapso del Estado terrorista».
Sobre este tema ha conversado el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, con su contraparte lituana, Gabrielius Landbergis, con el objetivo de “elaborar la redacción más fuerte posible sobre la perspectiva de la membresía de Ucrania”. En la misma línea que Reznikov ha subrayado que “los escépticos no deben repetir los trágicos errores cometidos por sus predecesores en 2008”.
Por otro lado, ha hablado por teléfono con su homólogo neerlandés, Wopke Hoekstra, centrándose también en los preparativos tanto del Consejo Europeo como de la Cumbre de la OTAN. Del lado de la UE, han discutido sobre lo vital que resulta que se mantenga el “avance constante” hacia la apertura de las negociaciones de adhesión hasta finales de 2023. Del lado de la OTAN, sobre la redacción sobre la perspectiva de membresía de Ucrania.
El ministro neerlandés por su parte ha señalado que también han abordado cómo mantener el esfuerzo de guerra de Ucrania, pero también que ataques horrendos como el de Kramatorsk “solo fortalecen nuestra determinación para apoyar a Ucrania y perseguir la rendición de cuentas”.
En paralelo, el secretario de la Alianza sigue preparando la Cumbre con sus aliados. Prueba de ello es la reunión de hoy con el presidente francés Emmanuel Macron en París y la primera ministra de Estonia Kaja Kallas en la sede de la OTAN en Bruselas. Asimismo, ayer Stoltenberg copatrocinó una reunión de siete aliados como son los líderes de Países Bajos, Bélgica, Lituania, Noruega, Polonia, Rumanía y también Albania. Reuniones con líderes europeos que se dan en vísperas de que comience el Consejo Europeo mañana y Ucrania vuelva a estar en el centro de la agenda de las discusiones de los jefes de Estado y de Gobierno de los 27.
Volviendo sobre al ayuda a Ucrania, la situación en Suiza ha vuelto a dar un vuelco. Cuando todo apuntaba a que se lograría que el país permitiese la exportación de armamento fabricado en su territorio ha llegado nuevamente la negativa. En esta ocasión, se trata de rechazar la solicitud de Ruag AG relativa a la exportación de 96 carros de combate Leopard 1A5 con destino Ucrania. En particular, el Consejo Federal considera que es incompatible con la legislación aplicable y “por lo tanto, ha dado prioridad a los compromisos de Suiza como país neutral y a la fiabilidad de su aplicación del Estado de derecho”. Según se indica también en el comunicado oficial, estos carros se encuentran almacenados en Italia y necesitarían ser reacondicionados en Alemania antes de ser reexportados, pero Suiza considera que tal acción contravendría la Ley de Material de Guerra y daría lugar a un cambio en la política de neutralidad del país.
Cambiando de tercio, hoy es el 27º aniversario de la Constitución de Ucrania y el presidente Zelenski se ha dirigido a la Verkhovna Rada subrayando que ya han demostrado que el coraje da libertad y demostrarán que la libertad da éxito, pero para ello es necesario transformar el país. Ha indicado que en primer lugar necesitan una Doctrina para su estado que responda a las preguntas fundamentales sobre Ucrania y su futuro, pero también para el de sus vecinos y todos en el mundo. Considera, por tanto, que necesitan un nuevo sistema, nuevas reglas y nuevas oportunidades.
Otra de las cuestiones que ha resaltado es el “desafío abrumador” de llevar de vuelta al mayor número posible de personas que han abandonado Ucrania y, para ello, también necesitarán incrementar la oferta laboral y transformar el sector económico.
Entre otras cosas, Zelenski ha presentado un proyecto de ley a la Verkhovna Rada para otorgar al inglés el estatus de idioma internacional en Ucrania. Como señala Mykhailo Fedorov, viceprimer ministro de Innovación, Desarrollo de Educación, Ciencia y Tecnologías, y ministro de Transformación Digital, en la actualidad el 49 por ciento de la población adulta en Ucrania no habla inglés, pero tienen una visión clara de cómo solucionarlo.
Por otro lado, el Ministerio de Finanzas ucraniano ha pedido a la comunidad internacional que reconozcan a Rusia como “una jurisdicción de alto riesgo” y emitir avisos de mercado relevantes para evitar contribuir a la financiación del terrorismo y el crimen organizado refiriéndose directamente al caso del Grupo Wagner. Una petición que llega tras las declaraciones de ayer del presidente Putin acerca de la financiación del Grupo con cargo al presupuesto federal y los pagos realizados por aproximadamente 1.000 millones de dólares, sin contar los seguros.
Antes de pasar a otras cuestiones, el Ministerio de Protección Ambiental y Recursos Naturales de Ucrania ha comunicado que la misión del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se encuentra en Ucrania. Durante un mes, los expertos de la ONU trabajarán en la evaluación del impacto ambiental ocasionado por la destrucción de la presa de Nova Kakhovka y elaborarán recomendaciones para la restauración de las áreas protegidas afectadas por las inundaciones.
Además, los expertos en el terreno tendrán apoyo a distancia de otros científicos de organizaciones gubernamentales internacionales y de convenciones, a saber: el Servicio Geológico de los Estados Unidos, el Ministerio de Infraestructura y Gestión del Agua de los Países Bajos, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor de Alemania, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la Agencia Sueca de Contingencias Civiles, y Expertos del Convenio de Berna, Convenio de Ramsar, Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), AEWA y Convenio del Agua.
Por otro lado, Croacia se ha sumado a la lista de países que reconocen el Holodomor de 1932-1933 como genocidio contra el pueblo ucraniano. De este modo, ya son 27 países los que se han pronunciado en este sentido dando así respuesta al reclamo ucraniano. Una decisión que ha sido bienvenida, como en casos anteriores, por las autoridades ucranianas y, en particular, por el presidente Zelenski quien afirma que el “El mundo nunca soportará los crímenes del Kremlin, ni pasados ni presentes”, así como el ministro de Exteriores Kuleba.
Del lado de Rusia, el presidente Vladímir Putin ha hablado con el rey de Baréin, Hamad bin Isa Al Khalifa sobre “varios asuntos de actualidad relacionados con el desarrollo de una cooperación mutuamente beneficiosa entre Rusia y Baréin”. Es decir, que como en el caso de llamadas anteriores se ha usado la misma formulación sobre el contenido de la llamada, pero sin precisar ninguna temática concreta.
Por su parte, el embajador de Rusia en el Reino Unido, Andrei Kelin, en una entrevista para Sky News ha aseverado: “Rusia está lista para las conversaciones. Hay muchas voces a favor de las conversaciones, incluido Occidente. Pero el propio Zelenski ha prohibido legislativamente las conversaciones con Rusia”.
Al mismo tiempo, la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zakharova:
“Exhortamos a los países responsables, que verdaderamente luchan por la paz y, además, expresan deseo y disposición de desempeñar un papel constructivo en la búsqueda de una solución política y diplomática al conflicto, a que no participen en esta empresa. Es una provocación”.
Así pedía a otros países que no participen en la Cumbre de Paz Global que Ucrania está organizando y para la cual no cesa en su búsqueda de apoyos. De igual modo, Zakharova ha indicado que “la paz depende del cese del derramamiento de sangre y, en consecuencia, del cese del suministro de armas” por lo que “En ausencia d esto, ninguna mesa redonda, conferencia o simposio logrará nada”.
Por último, el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov ha expresado que la “insurgencia fallida difícilmente afectará a las relaciones de Rusia con sus aliados”. Esta afirmación la respalda con el hecho de que considera que “las relaciones con el ‘Occidente colectivo’ fueron destruidas por ellos”. No obstante, apunta “Cuando y si vuelven en sí y presentan propuestas para restaurar las relaciones de una forma particular, entonces investigaremos lo que están pidiendo”.
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