Un día después del alzamiento de Prigozhin, la mayor parte de la actualidad relativa a Rusia y Ucrania ha girado en torno al grado de conocimiento que unos y otros tenían sobre los planes del jefe de Wagner. También a las consecuencias que su acción tiene en términos de política interna y externa rusa y a los efectos sobre la figura de Putin. Mientras tanto, el Kremlin y su maquinaria de propaganda están intentando darle la vuelta a lo ocurrido, vendiéndolo al mundo como una jugada maestra de un líder que quería evitar el derramamiento de sangre en su propio país. Desde el exterior, por el contrario, la lección es unánime: lo ocurrido refleja los límites del poder de Putin y hace dudar de su control sobre el Estado y del monopolio de este sobre la violencia.
Alrededor de 24 horas después de que el alzamiento de Prigozhin terminase en una negociación de la que conocemos algunos flecos, pero no la forma en que se implementarán los acuerdos, el hasta ahora jefe de Wagner continúa desaparecido, aunque su servicio de prensa ha publicado que «envía saludos» y que más adelante responderá a preguntas de los periodistas. Para sus hombres, dos opciones: volver a sus casas y a su vida, o firmar contratos con el Ministerio de Defensa, que parece obviar por completo que más de una docena de aviadores rusos murieron ayer, o el número de aeronaves perdidas, lavando de repente la imagen de los mercenarios.
Tampoco han vuelto a aparecer públicamente ni el todavía ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ni el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Guerásimov. De los generales que podrían haber apoyado a Prigozhin, concretamente Alekseev (GRU) y Surovikin (Fuerzas Aeroespaciales), solo el primero ha aparecido, aunque su futuro sigue siendo incierto, después de que en los vídeos de ayer apareciesen con signos de estar siendo coaccionados.
Sí se ha especulado, desde medios prorrusos, sobre quién podría ser el próximo ministro de Defensa, aunque por el momento parece mucho más frágil la figura de Guerásimov que la del propio Shoigú -independientemente de los acuerdos con Prigozhin, que una vez este ha salido de escena y su organización perdido la cohesión, Putin no tiene tantos motivos para respetar. Concretamente en las quinielas aparecían dos opciones. La primera, sorprendente, Surovikin. La segunda, más neutra, el antiguo jefe de seguridad de Putin y gobernador de la región de Tula, Aleksey Dumin.
En relación con esto Putin, que nunca ha sido un gran estratega, pero sí un hábil táctico, podría aprovechar para sacrificar a dos de sus piezas, que se han demostrado fallidas, entregándoselas no tanto a Prigozhin, como a la opinión pública, que también ha comenzado a demostrar cierto descontento con las autoridades, como demuestran algunas de las reacciones ayer al «raid» de los mercenarios de Wagner Group.
A partir de ahí, tendrá que hacer un importante esfuerzo para restablecer la vertical del poder en Rusia, pues si algo ha dejado claro es que el edificio hace aguas. Esta es, de hecho, la lección que han extraído unánimemente los analistas, así como los políticos occidentales y, por supuesto, desde Ucrania. Sin que esto suponga, algo que ya dejamos claro ayer, que pueda producirse un cambio de régimen, el hecho de que el Estado ruso no tenga el monopolio de la violencia por una parte y de que en muchos puntos las autoridades, Guardia Nacional, Policía y Fuerzas Armadas prácticamente se inhibiesen al paso de Wagner, ha de ser muy preocupante para Putin. También que los únicos que se demostraran fiables fuesen los chechenos, aunque no llegaron a tomar parte en ningún combate, quedando muy lejos de la acción. Incluso tener que recurrir a Lukashenko ha debido ser un trago amargo. Todo esto sumado sin duda incrementará su grado de paranoia respecto de sus colaboradores más cercanos, lo que augura limpias e incertidumbre (suponiendo siempre que no se produzca el golpe palaciego, algo que más de uno considera factible a corto o medio plazo).
También ha sido unánime, excepto entre los fanáticos más recalcitrantes, aunque por fortuna estos no tienen impacto más allá de las redes sociales, la preocupación sobre lo que la inestabilidad de Rusia podría implicar, especialmente en relación con el destino de su arsenal nuclear o la posibilidad de que los conflictos en su extranjero cercano se multiplicasen en un escenario de luchas internas. Quien más, quien menos, recuerda lo difícil que fue en los años 90 poner a buen resguardo el arsenal, gracias a iniciativas como Nunn-Lugar. Eso aun cuando entonces –a pesar del caos interno– el clima en Rusia era de simpatía hacia Occidente y no había una guerra abierta como ahora. Y es que no se trata de defender a Putin, quien debe pagar por todos y cada uno de sus actos, sino de puro cálculo racional: la inestabilidad de un estado nuclear o la llegada de una figura del ala dura, difícilmente serán beneficiosos ni para Ucrania en particular, ni para Occidente en general.
Mientras todo esto se aclara, la maquinaria propagandística del Kremlin lucha por instaurar un nuevo relato, aunque lo hace bastante a contrapie. Los medios oficialistas, como la agencia TASS, parecían no saber hoy cómo tratar lo ocurrido ayer. Así, a la mañana mantenían en su portada noticias totalmente opuestas al mensaje oficial, después de las negociaciones con Prigozhin, como puede verse en el siguiente enlace.
Posteriormente, subirían una noticia en la que se incluían declaraciones de Putin y en la que se hablaba sobre él como un líder que trabaja hasta altas horas de la madrugada y que está totalmente al cabo de lo que ocurre en la «Operación Militar Especial». Sin embargo, era una reacción tardía, llevada a cabo sobre la base de unas declaraciones del pasado 21 de junio, esto es, tres días antes de que Wagner comenzase su raid hacia Moscú.
Más rápidos han estado en redes sociales, en donde los ejércitos de bots rusos se han mostrado hoy particularmente activos, llenando de respuestas cada tuit o mensaje relativo a lo ocurrido ayer, con un relato basado en alabar la figura de Putin, al que caracterizan como un líder sensato y moderado que ha evitado el derramamiento de sangre en su país y que ha terminado con la amenaza que planteaba Prigozhin sin pegar un solo tiro. Un testimonio que han hecho suyo muchos, pero que no se sostiene en absoluto.
En primer lugar, porque sí que hubo enfrentamientos y sangre –se puede preguntar a los aviadores rusos o a las tripulaciones de los vehículos destruidos-. En segundo lugar, porque lo que ha trascendido no sugiere una maniobra magistral orquestada por un líder omnisciente, sino por alguien que seguramente huyese de Moscú mientras veía cómo muchas de sus principales herramientas (recordemos la función de la Guardia Nacional, directamente bajo el mando de Putin) no cumplían con lo esperado. En tercer lugar, porque al parecer tenía información previa sobre los planes de Prigozhin y, aun así, no pudo responder, por carecer de herramientas o control sobre las mismas o por incapacidad personal.
Ni siquiera hay que recurrir a teorías de lo más peregrinas -además, sin pruebas- como las que apuntan a los planes de Wagner de hacerse con el almacén de armas nucleares Voronezh-45. Al final, todo se resumen a que las fuerzas de Wagner eran totalmente insuficientes para suponer una amenaza real a la capital rusa, siendo su fortaleza el control de Rostov y lo difícil que habría sido para el Ejército ruso expulsarles de esta ciudad, así como de Voronezh en caso de haber concluido su toma (no olvidemos que ambas eran clave para la logística rusa en Ucrania, más allá de su valor intrínseco y la pérdida de imagen para el Kremlin).
Sin embargo, hay que reconocer que el procedimiento habitual, especialmente en Iberoamérica, sigue funcionando, pues cada vez que el Kremlin lanza un mensaje a través de sus portavoces, y lo replica mediante diversos medios, de sus adeptos y de miles de bots, al sembrar la duda sobre lo ocurrido (sea cual sea el hecho) y siempre favorecido por el odio de muchos (en algunos casos comprensible, algo que Rusia aprovecha) a los EEUU, termina por adoptarse. Así, aparecían en cuestión de horas cientos de mensajes especialmente en Twitter, alabando la figura de Putin como alguien capaz de negociar, o incluso haciendo alusión a que todo esto sería una treta para que los traidores saliesen a la luz. Es más, hay quienes apuntan a que todo es parte de un astuto plan para que Prigozhin ataque Ucrania desde Bielorrusia…
Sobre el terreno, Rusia ha vuelto a lanzar misiles sobre Ucrania, provocando un apagón así como al menos cinco muertos en la capital de este país, Kiev. También habrían alcanzado la ciudad de Zaporiyia.
Al norte del frente, los combates en las últimas horas se habrían dirigido contra Dibrova, así como hacia el sur de los bosques de Serebryanske, hacia Bilohorivka. Rusia sigue presionando aquí junto a los milicianos de Lugansk para aliviar de presión el frente en Bakhmut.
Precisamente allí, se han registrado enfrentamientos al norte de la urbe, con las AFU intentando progresar hacia Blahotdane y Berkhivka para cerrar así el pequeño saliente que el Ejército ruso conserva alrededor de la M03. También al sur, hacia Klischiívka, en donde los ucranianos han seguido avanzando junto al canal de agua dulce.
Al oeste de la ciudad de Donetsk, los únicos combates que han trascendido hoy –al menos según fuentes ucranianas-, habrían tenido lugar en Mariínka, aunque no se han registrado cambios de posición.
Al sur de Ucrania, tanto en Donetsk como en Zaporiyia, las novedades siguen siendo escasas.
- Vuhledar-Volnovaja: Sin novedad.
- Saliente de Velyka-Novosilka: Situación sin cambios, con las AFU todavía tratando de hacerse con Urozhaine mientras el Ejército ruso lanza contraataques hacia Starozheve y Zolota Nyva..
- Orihiv-Tokmak: Las Fuerzas Armadas ucranianas han continuado avanzando en dirección a Robotyne, como demuestra el hecho de que hayan podido fotografías algunos de los carros y blindados perdidos en las primeras acciones de la ofensiva. De hecho, es posible que parte de estos puedan ser recuperados, aunque el estado de la mayor parte de ellos parece bastante precario tras los combates.
En Jersón, se confirma lo hablado ayer sobre el paso de tropas ucranianas al sur del Dniéper, después de que haya aparecido un vídeo de la retirada de algunas unidades rusas cerca del puente de Antonovsky.
Por último, a modo de curiosidad, Rusia ha adelantado en las reparaciones del puente de Chonhar, después del ataque ucraniano con misiles Storm Shadow. Está por ver si la reconstrucción permite el tránsito de material pesado o si Ucrania vuelve a atacarlo antes de que concluyan las obras.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel institucional y diplomático la jornada de hoy ha continuado marcada por los acontecimientos que tuvieron lugar ayer en Rusia, pero lo cierto es que el nivel de actividad ha sido bastante bajo. Nivel que aumentará mañana, al menos a nivel de la UE, pues tendrá lugar la siguiente reunión del Consejo de Asuntos Exteriores dándose cita los 27 ministros del ramo.
El presidente Zelenski ha anunciado que ha iniciado una ronda de llamadas telefónicas “importantes”, siendo la primera con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Durante su conversación han hablado sobre la situación actual en el campo de batalla y ha compartido la evaluación ucraniana del intento de golpe de Estado en Rusia y el impacto de la situación en el curso de las hostilidades.
Asimismo, y como ya hiciera hace unos días apelando a la acción de la comunidad internacional, Zelenski ha llamado la atención de Trudeau sobre la situación amenazante creada por las tropas rusas en la central nuclear de Zaporiyia. De este modo, ha insistido en el siguiente mensaje:
“La insuficiente reacción del mundo ante la voladura de la presa de la central hidroeléctrica de Kakhovka y el intento de volar la presa del embalse de Kyrvyi Rih permite a los ocupantes preparar un ataque terrorista con fuga de radiación en la central nuclear de Zaporiyia”.
A colación de la presa de Nova Kakhovka, el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania ha publicado una actualización sobre las secuelas indicando que el indicador de Jersón señala que el nivel del agua está disminuyendo gradualmente y supera el nivel normal en 3 centímetros. Por otro lado, hay dos viviendas en la margen derecha del Dniéper y 17 asentamientos en el territorio temporalmente ocupado que continúan inundados.
En cuanto a las evacuaciones, desde el día 6 de junio que se destruyó la presa hasta hoy un total de 2.783 personas (incluidos 309 niños y 80 personas con movilidad reducida) y 284 animales han sido evacuados del óblast de Jersón. Además, se han establecido un total de 14 centros de evacuación.
Volviendo sobre la conversación entre Zelenski y Trudeau, el presidente ucraniano ha reiterado que los socios de Ucrania “deben demostrar una respuesta basada en principios, en particular en la Cumbre de la OTAN en Vilna”. En este sentido, y como el propio Zelenski anticipaba, cabe esperar que las próximas semanas asistamos a una maratón de preparativos de la Cumbre en forma de llamadas telefónicas de Ucrania a los Aliados para lograr el mayor apoyo posible de cara a salir reforzada de la Cumbre. Tampoco sin perder de vista que sigue tratando de recabar apoyos a nivel internacional para la implementación de la Fórmula de Paz y la preparación de la Cumbre de Paz Global que están organizando.
Por otro lado, también hemos tenido noticia que en las últimas horas de ayer se hizo público que varios ministros de Defensa se reunieron para discutir sobre la situación en Rusia. En particular, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin III, mantuvo una llamada con los líderes de Defensa de Canadá, Francia, Alemania, Polonia y el Reino Unido. Austin -al igual que realizaron otros representantes internacionales, incluido su propio compañero, el secretario de Estado Blinken- afirmó que Estados Unidos se mantendrá en estrecha coordinación con los Aliados y socios a medida que la situación continuase desarrollándose. De igual modo, Austin ha reiterado que “el apoyo de Estados Unidos a Ucrania no cambiará”.
Esta llamada ha sido la que ha precedido a la que han mantenido hoy el Secretario norteamericano y el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov. Según ha informado este último, han conversado sobre los acontecimientos recientes en Rusia y están de acuerdo en que “las autoridades rusas son débiles y que retirar las tropas rusas de Ucrania es la mejor opción para el Kremlin”. Así, sostiene que “Rusia estaría mejor servida si abordara sus propios problemas”. A colación, el asesor del ministro de Defensa, Yuriy Sak, ha comentado hoy, además, que “Lo que pasó en Rusia no tiene ningún sentido” planteando más preguntas que respuestas.
En paralelo, Reznikov y Austin han discutido sobre la contraofensiva y los próximos pasos para fortalecer a las AFU. Reznikov ha indicado que “Las cosas se están moviendo en la dirección correcta” y que Ucrania ganará.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha vuelto a pronunciarse hoy sobre la situación en Rusia durante una rueda de prensa. Ante los medios no ha dudado en afirmar que las acciones del líder del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, marcaron “un desafío directo a la autoridad de Putin”, añadiendo “Así que esto plantea preguntas profunda, muestra grietas reales”. Además, ha apuntado que la situación de ayer ha demostrado cuán profundo “fracaso” ha sido la invasión de Ucrania, y que el poder de Putin que parecía absoluto en los últimos años está “siendo desafiado desde dentro”.
Del lado de París, el presidente Emmanuel Macron, ha asegurado en una entrevista con el medio La Provence que “seguía los acontecimientos hora a hora, en conexión con los principales socios de Francia”. Al mismo tiempo, Macron se mantiene cauteloso “porque la situación aún está evolucionando”, “pero muestra las divisiones que existen dentro del campo ruso, la fragilidad tanto de sus ejércitos como de sus fuerzas auxiliares como el grupo Wagner”. Ha concluido su entrevista haciendo hincapié en que “Todo esto debe hacernos estar muy atentos y justificar plenamente el apoyo que estamos brindando a los ucranianos en su resistencia”.
Desde Polonia las novedades -pero no sorprendentes- se refieren al refuerzo de la defensa en las fronteras tanto con Rusia como con Bielorrusia. Ha sido el primer ministro Morawiecki quien ha indicado además que son conscientes de estas amenazas y reaccionan ante ellas, anticipándose a los ataques incidiendo en que “Después de todo, hemos estado lidiando con un ataque híbrido en la frontera polaca desde hace dos años”. De otro lado, ha recordado que están construyendo una frontera física con barreras que realmente determinarán la seguridad de Polonia.
Sobre lo sucedido ayer, el primer ministro polaco sí ha hecho referencia a las llamadas mantenidas con otros socios tanto a nivel de la OTAN como de la UE para seguir de cerca lo que estaba sucediendo en Rusia destacando:
“Estas negociaciones demostraron que tenemos una sincronización completa y buena. Tanto en términos de análisis de documentos entrantes, monitoreo de toda la situación, como en términos de reacción desde el lado de la comunicación y la respuesta operativa. Todo funcionó como debería haber funcionado. Polonia está en este grupo, la alianza más fuerte, la alianza militar más fuerte en la historia del mundo, ciertamente se siente cada vez más protegido. También está cada vez más protegido porque nunca hay suficiente inversión en nuestras fuerzas armadas.”
Pasando a Bielorrusia, el presidente Alexander Lukashenko ha hablado hoy con su homólogo ruso, el presidente Vladímir Putin, tras su mediación ayer para lograr un acuerdo con Wagner, así como con el ex presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev (cabe recordar que ayer Putin conversó con el actual, Kasim-Yomart Tokáev). El tema de conversación no podía ser otro que el de discutir la situación internacional, así como la de la región y las relaciones bilaterales.
China por su parte ha mostrado su apoyo a Rusia en el mantenimiento de su estabilidad nacional. Además, según reza en un comunicado oficial, el consejero de Estado y ministro de Exteriores, Qin Gang, se ha reunido con el viceministro de Exteriores de Rusia, Andrei Rudenko, en Pekín para intercambiar puntos de vista sobre las relaciones chino-rusas, así como sobre asuntos internacionales y regionales de interés común.
El Ministerio de Exteriores ruso ha indicado que “La parte china expresó su apoyo a los esfuerzos de los líderes de la Federación Rusa para estabilizar la situación en el país en relación con los eventos del 24 de junio y confirmó su interés en fortalecer la cohesión y una mayor prosperidad de Rusia”.
A lo anterior se suman las declaraciones del viceministro de Exteriores de Corea del Norte, Im Chon Il, durante su reunión con el embajador ruso en el país. El representante norcoreano ha expresado “su firme convicción de que la reciente rebelión armada en Rusia sería sofocada con éxito de conformidad con las aspiraciones y la voluntad del pueblo ruso”. De igual modo, Im ha apuntado que cree que el Ejército ruso “superaría pruebas y pruebas y saldría heroicamente victorioso en la operación militar especial contra Ucrania”.
Tampoco se ha mantenido al margen el líder de la Iglesia Ortodoxa rusa, el patriarca Cirilo, quien ha emitido un comunicado en el que realiza un llamamiento a la unidad y condenó cualquier intento de sembrar discordia en el país, considerándolo el más grave de los crímenes sin justificación.
Por último, es interesante resaltar que pese a que mañana será día festivo en Moscú el Banco central ruso ha confirmado que mañana las instituciones financieras “deben seguir desempeñando sus funciones clave” y “por la misma razón, la negociación en la Bolsa de Valores de Moscú se llevará a cabo como un día hábil normal”. Además, es igualmente remarcable que el “régimen de operaciones antiterroristas” declarado ayer en Moscú sigue vigente hoy pese a que se ha logrado un acuerdo y la retirada de Wagner.
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