La noticia de la jornada ha sido sin duda, en el apartado militar, el ataque ucraniano sobre los puentes de Chonhar, puntos críticos para las comunicaciones entre la península de Crimea y el resto de territorios ucranianos bajo ocupación rusa. La acción, llevada a cabo empleando para ello misiles de crucero Storm Shadow, pone de manifiesto las diferencias entre el uso que Rusia hace de sus armas de largo alcance y el que han venido haciendo las AFU. Además de esto, hoy la Unión Europea ha hecho un nuevo pago de 1.500 millones de euros del fondo de asistencia macrofinanciera para Ucrania, país que ha salido de la conferencia internacional sobre su reconstrucción con 60.000 millones de euros adicionales apalabrados.
El día amanecía con la noticia –para nada inesperada, por otra parte-, de un ataque ucraniano aparentemente con misiles de crucero, sobre los estratégicos puentes de Chonhar, uno de los cuales mostraba ante las cámaras un importante boquete en uno de sus largueros (ver imagen de cabecera), así como daños en uno de los pilares que los soportan.
Dado que esta localidad bajo control ruso, justo en la frontera entre las regiones de Crimea y Jersón, está a alrededor de 125 km del punto más cercano bajo poder ucraniano, las dos únicas posibilidad que se barajaban eran o bien los misiles de crucero, o bien los drones. Teniendo en cuenta la magnitud de los daños –apreciables desde el satélite– y el hecho de que el larguero ha sido atravesado, la primera opción parecía más factible, apareciendo posteriormente en la zona del impacto restos que confirmaban el uso de Storm Shadow.
A pesar de que el puente, a juzgar por las fotografías y vídeos, puede ser reparado, hay que tener en cuenta que, como hemos dicho, uno de los pilares ha sufrido daños. También que los daños son suficientes como para comprometer el paso de material pesado, seguramente lo que más interesa a Rusia en estos momentos, dada la necesidad de reforzar y enviar suministros constantemente al frente en Zaporiyia.
En relación con esto, hay que tener en cuenta que el Puente Chongar es uno de los pocos viaductos que conectan Crimea, anexada por Rusia en 2014, con el continente, siendo el punto de paso del 70% de los suministros militares y civiles rusos. La otra alternativa el paso por el istmo de Perekov, a través de la localidad de Genichesk, una estrecha franja de tierra paralela al mar por la que transitan también suministros, aunque en una proporción mucho menor.
También que de los dos puentes que cruzan el estrecho de Chongar, solo ha sido alcanzado uno –el otro, más antiguo, estaba en desuso-, registrándose un impacto junto al otro que aparentemente ha fallado, aunque se desconoce si por un problema del misil o bien debido al uso de sistemas de guerra electrónica por parte rusa. Sea como fuere, la guerra nos ha ido demostrando lo complicado que es, incluso con misiles tan potentes como los Storm Shadow (con una cabeza de guerra de 450kg de explosivo), derribar un puente. Para hacerlo con garantías, la mejor solución es conseguir desmontar los largueros o destruir los pilares, algo harto difícil.
Más allá de este ataque, del que todavía están por valorar las consecuencias -dependerán de la rapidez con que sea reparado- la acción sirve para poner de manifiesto las diferentes aproximaciones que Rusia y Ucrania han venido haciendo respecto del uso de las armas de largo alcance. Si en el primer caso hemos visto como, hasta la llegada de Surivikin y la campaña de ataques estratégicos contra la infraestructura eléctrica y energética ucraniana, el empleo era dubitativo y sin una guía clara, no ha sido así en el ucraniano.
Hay que tener en cuenta que los misiles de crucero, como algunos balísticos e incluso armas de alcance menor, como los cohetes guiados GMLRS lanzados por los M270, M142 y MARS II ofrecen al mando diferentes posibilidades de uso, adaptables a cada uno de los niveles de la guerra, en función del tipo objetivo seleccionado. Así:
- A nivel táctico, se pueden utilizar para atacar objetivos específicos en el campo de batalla, como sistemas de armas enemigas, vehículos blindados, concentraciones de tropas, búnkeres fortificados, etc. Por supuesto, hay que tener en cuenta la relación coste beneficio, lo que hace que para estos cometidos generalmente se opte por la artillería guiada, tanto de tubo como cohete, pero aun así su empleo no es imposible en determinadas situaciones.
- A nivel operacional, se pueden dirigir contra la infraestructura logística y de comunicaciones del enemigo, incluyendo puentes, carreteras, aeropuertos, centros de comando y control, y nodos de comunicación. Esto puede perturbar las operaciones del contrario, ralentizando su capacidad para mover tropas y suministros, y dificultando su capacidad para coordinar sus fuerzas. Precisamente el ataque de hoy sobre Chonhar es un ejemplo claro de esto último.
- A nivel estratégico, su empleo pasa por atacar objetivos de alto valor dentro del territorio enemigo, como centros políticos y económicos, infraestructuras críticas (redes eléctricas, plantas de tratamiento de agua, etc.) y bases militares importantes. El objetivo de estos ataques sería debilitar la capacidad del enemigo para mantener la guerra y presionar a sus líderes para que busquen una resolución, introduciendo una cuña entre el pueblo y la clase dirigente.
Hay que tener en cuenta que en ningún caso hablamos de compartimentos estancos, sino que uno de estos niveles se superpone y interactúa con los demás, y las decisiones tomadas a nivel estratégico afectarán a los niveles operacionales y tácticos, y viceversa. No en vano, en la guerra moderna y más que nunca dado el entorno multidominio, es esencial coordinar las acciones en todos los niveles y entre todos los servicios, para lograr los objetivos militares y políticos deseados.
Por resumirlo, pues siempre hay quien se acaba de incorporar a la lectura de nuestros informes diarios, dejamos la siguiente tabla, también ordenada por niveles:
Nivel | Descripción | Ejemplos |
---|---|---|
Estratégico | Objetivos que, al ser golpeados, pueden cambiar el curso de la guerra o debilitar significativamente la capacidad del enemigo para llevar a cabo operaciones militares o mantener el orden interno. | Centros de comando y control, infraestructura crítica (por ejemplo, plantas de energía, sistemas de agua), centros industriales y económicos, bases militares principales, instalaciones nucleares, centros políticos. |
Operacional | Objetivos que, al ser golpeados, pueden interrumpir las operaciones militares del enemigo y limitar su capacidad para mover tropas y suministros. | Infraestructura logística (por ejemplo, puentes, carreteras, aeropuertos), nodos de comunicación, almacenamientos de suministros y municiones, puertos y aeropuertos militares. |
Táctico | Objetivos que, al ser golpeados, pueden afectar el resultado de batallas específicas o encuentros militares a corto plazo. | Vehículos blindados, baterías de artillería, sistemas de defensa aérea, concentraciones de tropas, búnkeres fortificados, instalaciones de radar. |
Así las cosas, si bien Rusia por momentos ha atacado la red ferroviaria ucraniana, la ciudad portuaria de Odessa, algunas bases militares -especialmente aéreas- ucranianas, depósitos de municiones y otros tantos objetivos, la impresión después de casi año y medio de guerra es que no ha logrado traducir su enorme potencial en este campo en resultados tangibles. Dicho de otra forma, no ha conseguido erosionar de manera clara la capacidad militar de las AFU, ni tampoco con su campaña de ataques estratégicos ha roto la unidad ucraniana.
Del lado ucraniano, con muchos menos medios propios (hemos visto utilizar drones, o misiles balísticos Tochka-U) han aprovechado lo que tenían para dar algún golpe estratégico, con fines más propagandísticos que de otro tipo. Además, gracias a lo recibido gracias a sus aliados, lograron llevar a cabo una campaña bastante exitosa destinada a erosionar la logística rusa, así como a atacar puestos de mando y medios clave, previa a las ofensivas de Jersón y Járkov.
En los últimos tres meses, aunque o bien no ha trascendido, o bien no ha tenido la misma intensidad -recordemos lo que hemos explicado en más de una ocasión acerca de las adaptaciones logísticas rusas-, han seguido atacando en su mayor parte en el nivel operacional, buscando reducir la capacidad combativa del Ejército ruso, dejándolo en una posición de debilidad no por el número de bajas sufrido, sino por la falta de suministros.
Todo indica, como hemos visto hoy, que seguirán incidiendo en este plan, que ha visto cómo se convertían en pasto de las llamas depósitos de combustible en las regiones adyacentes, cómo son atacadas una y otra vez localidades portuarias bajo control ruso como Mariúpol, Melitópol y Berdyansk, cómo caen puestos de mando y puntos de concentración de tropas, etc.
Más allá de lo anterior, pasando ya a lo ocurrido sobre el terreno en las últimas horas, cabe comenzar con las informaciones que apuntan a un supuesto intento ruso de volar la presa de Krivói Rog utilizando para ello misiles hipersónicos Kinzhal. Hay que decir que en todos los casos son fuentes proucranianas y que no hay confirmación alguna de que realmente se dirigiesen a la presa o a otro objetivo. En cualquier caso sí se han producido explosiones en esta población. Además de esto, desde Ucrania aseguran haber derribado tres drones Shahed-131/136 durante la noche.
Respecto a los combates, tal y como se esperaba, han vuelto a intensificarse al norte del frente, en la región de Lugansk. Allí, las tropas rusas y los milicianos han atacado una vez más en dirección a Dibrova y Zarichne desde Kreminna, así como en los bosques al sur de esta localidad y en dirección a Bilohorivka.
Más al sur, en el área de Bakhmut, continúan los combates e intercambios artilleros tanto al norte, hacia Orikhovo-Vasylivka y hacia Yahidne, por donde tratan de avanzar los ucranianos, como una vez más al sur, con ataques rusos en dirección a Ivanivske. Está por ver si los intentos rusos por presionar al norte, en Lugansk, utilizando tropas regulares de primer nivel, sirven para que Ucrania retire tropas de esta zona.
Al oeste de la ciudad de Donetsk, se ha combatido tanto en las inmediaciones de Avdiívka, incluyendo Severne y Permovais’ke, como en Mariínka, en donde hay fuentes que apuntan a que Ucrania habría logrado hoy revertir la tendencia de los últimos días, anotándose escuetas ganancias al norte de esta localidad.
Al sur de Ucrania, tanto en Donetsk como en Zaporiyia, más allá de los mensajes políticos relativos a la marcha de la ofensiva ucraniana, la niebla de guerra sigue siendo la norma:
- Vuhledar-Volnovaja: Sin novedad.
- Saliente de Velyka-Novosilka: Las AFU prosiguen lanzando ataques limitados en dirección a Urozhaine y Staromaiorske, así como hacia Rivnopil, Pryiutne y Novozlatopil.
- Orihiv-Tokmak: Pese al revuelo de ayer, parece que los ucranianos siguen en poder de Zhereb’yanky. Además, habrían logrado avanzar en dirección a Robotyne, mientras siguen intentándolo hacia Novopokrovka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En el plano internacional, hoy ha continuado la Conferencia de Recuperación de Ucrania, que se celebra en Londres y en la que en total, se han conseguido ya compromisos por valor de 60.000 millones de dólares, aunque hay que decir que el grueso de los mismos corresponde al anuncio por parte de la UE de un fondo de 50.000 millones para el periodo 2024-2027. El resto de la ayuda procede de otros donantes, encabezados por Estados Unidos, que ha anunciado un total de 1.300 millones dirigidos en particular a la reconstrucción de infraestructuras.
En el marco de la conferencia, se ha producido un discurso de Andriy Yermak, jefe de la Oficina de Presidencia ucraniana, quien ha afirmado que:
Después de la victoria en la guerra con Rusia, Ucrania tiene como objetivo no solo reconstruir la infraestructura y la vivienda, sino también crear las condiciones más favorables para los inversores, que son la clave para la prosperidad no solo ucraniana, sino también de toda Europa.
Uno de los objetivos ucranianos pasa por robustecer su economía, no solo por el bienestar de su población, sino también porque necesitan aumentar su PIB para sostener un ejército que, según la ministra de Economía del país, será de medio millón de efectivos.
Siguiendo con la ayuda y con la Unión Europea, hoy desde Bruselas y tal y como ha anunciado Ursula von der Leyen, se han desembolsado un nuevo tramo del paquete de ayuda financiera de 18.000 millones de euros aprobado para este año. Como en anteriores ocasiones, la cantidad transferida al Gobierno ucraniano asciende a 1.500 millones de dólares, que servirán para que el Estado pueda mantener su actividad. Una ayuda que Denys Shmyhal -Primer Ministro de Ucrania- ha agradecido en las redes sociales, asegurando que el apoyo europeo está garantizado.
No ha sido lo único que ha hecho hoy Shmyhal, quien se ha reunido hoy con el ministro de Exteriores japonés, Yashimasa Hayashi para hablar sobre el desminado humanitario, aspecto en el que Japón se ha mostrado colaborativo, así como sobre la necesidad de seguir endureciendo las sanciones contra la industria nuclear rusa que, recordemos, quedó fuera del 11º paquete de sanciones aprobado hace unas horas por los Veintisiete.
Además de lo anterior, Shmyhal se ha visto hoy con la Directora General de Operaciones del Banco Mundial, Anna Bjerde, reunión que ha servido para firmar un acuerdo destinado a atraer financiación adicional en forma de préstamos por un monto de 500 millones de dólares bajo la garantía del Reino Unido, curiosamente todo ello al margen de la Conferencia de Recuperación de Ucrania.
En la Conferencia también ha tomado parte Rafael Mariano Grossi, director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA), para compartir cómo apoya la Agencia la infraestructura de energía nuclear del país y el personal que trabaja en estas instalaciones, así como los esfuerzos de recuperación después de la destrucción de la presa de Nova Khakovka.
Por su parte, el presidente Zelenski ha publicado un vídeo en el que manifiesta que los Servicios de Seguridad de Ucrania han informado de lo siguiente:
Rusia está considerando un escenario de un ataque terrorista en la planta de energía nuclear de Zaporiyia. Un ataque terrorista con fuga de radiación”. El dirigente ucraniano ha indicado que han compartido toda la información con todos los socios de Ucrania y las organizaciones internacionales, incluyendo también a países como China, Brasil e India. De este modo, ha incidido en que “Nunca debería haber ataques terroristas contra plantas de energía nuclear en ningún lugar” y que “esta vez no debería ser como con Kakhovka: el mundo ha sido advertido, por lo que el mundo puede y debe actuar.
Del lado de Moscú, el presidente Putin ha vuelto a hablar sobre multilateralismo, en referencia a la necesidad de colaborar para combatir las amenazas de carácter biológico. En los últimos días Rusia ha vuelto a hablar sobre supuestos laboratorios estadounidenses en Ucrania destinados al desarrollo de armas biológicas, algo que vienen repitiendo desde el inicio de la guerra, sin aportar una sola prueba creíble. Así pues, el presidente ruso ha afirmado que “en las difíciles condiciones internacionales actuales, es muy importante preservar y fortalecer los mecanismos existentes de cooperación multilateral para combatir diversas amenazas de carácter biológico”.
No ha sido la única declaración de Putin, quien también ha asegurado hoy que las «pérdidas del régimen de Kiev indican que Occidente tiene la intención de luchar contra Rusia hasta el último ucraniano», pues no tendría los recursos suficientes como para enviar cantidades infinitas de material militar, más allá del ya enviado.
Saltando a España, continúa preparando la presidencia del Consejo de la UE que asumirá el 1 de julio y, para ello, el embajador español en Ucrania, Ricardo López-Aranda, se ha reunido con la viceprimera ministra para la Integración Europea y Euroatlántica, Olga Stefanishyna. Durante su encuentro también han abordado los preparativos de la próxima Cumbre de la OTAN y el Embajador ha aprovechado la ocasión para reiterar el apoyo y solidaridad de España hacia Ucrania.
Precisamente a la Cumbre de la OTAN en Vilna (Lituania) hoy han hablado por teléfono el Secretario General de la Alianza, Jens Stoltenberg y el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, quien ha declarado:
Estamos trabajando en estrecha colaboración con el Secretario General y las capitales de la OTAN para que Vilnius sea un éxito. Nos enfocamos completamente en el posible contenido de la decisión de la OTAN con respecto a la perspectiva de membresía de Ucrania. Ucrania es un activo para la OTAN; lo haremos más fuerte.
Pasando a la ayuda militar, hoy se ha sabido que la fundación Come Back Alive ha logrado enviar tres UAS «Shark» a las Fuerzas Armadas ucranianas, según ha informado a través de las redes sociales el servicio de prensa de esta organización no gubernamental. Los aparatos, que serán utilizados para tareas de reconocimiento por una de las brigadas de artillería ucraniana, han sido adquiridos como parte de la iniciativa «Eye for the eye».
Por otra parte, Bulgaria estaría preparando un nuevo paquete de asistencia militar, según ha declarado el ministro de Defensa de este país de Europa del Este, Todo Tagarev, quien además ha afirmado que el montante será similar a la del último paquete entregado hasta el momento a su vecino, al menos en términos de volumen.
Más allá de esto, y saltando al plano cultural, hoy el presidente ucraniano ha firmado la ley que prohíbe la importación y distribución de libros procedentes de Rusia y de Bielorrusia, aprobada el pasado año por el Parlamento del país.
Por último, el obligado hablar sobre las Naciones Unidas, organismo que ha incluido a Rusia en su «lista de la vergüenza», en la que figuran aquellos países que violan los derechos de los niños. Concretamente, según ha declarado el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres:
Estoy especialmente consternado por el elevado número de ataques contra escuelas, hospitales y personal protegido, y por el gran número de muertes y mutilaciones de niños atribuidas a las fuerzas rusas y grupos armados afiliados.
La declaración, hecha ante los micrófonos de France 24, nace a colación de un informe distribuido entre los Estados miembros de la ONU en el que se confirma que durante el pasado año 477 niños ucranianos murieron asesinados. Además, se acusa a Rusia de utilizar a 91 niños ucranianos como escudos humanos.
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