Guerra de Ucrania – Día 471

Un día más, la ofensiva ucraniana continúa con una importante acumulación de pérdidas en Zaporiyia, incluyendo varios carros de combate Leopard y vehículos de combate de infantería Bradley. La mayor parte de las bajas llegan como consecuencia de los campos de minas -a pesar del empleo de medios especializados-, en combinación con la artillería, utilizada por el Ejército ruso para batir a los vehículos ucranianos detenidos. Las evaluaciones respecto de los avances ucranianos son dispares, lo mismo que ocurre en lo referente a las intenciones de su Estado Mayor, que está recurriendo a las unidades de nueva creación para estos ataques. Además de esto, hoy los Estados Unidos han anunciado un nuevo paquete de ayuda militar valorado en 2.100 millones de dólares, compuesto en su inmensa mayoría por munición de distintos tipos.

La ofensiva ucraniana continúa en dirección sur, por los ejes a los que hacíamos referencia ayer. Por el momento, los avances son escasos -en cuanto a distancia, pues otros aspectos como el grado de destrucción infligido a Rusia son más difíciles de valorar- a juzgar por la información que trasciende, mientras que las pérdidas continúan acumulándose al igual que ayer. De hecho, en las últimas horas se han sumado tres Leopard 2A6 (14,29% de los recibidos), dos Leopard 2A4, entre diez y trece vehículos de combate de infantería Bradley (9,17% / 11,93% de los recibidos), así como varios vehículos más de otros tipos, produciéndose el grueso de las pérdidas entre Mala Tokmachka y Robotyne, hacia donde la infantería mecanizada ucraniana ha tratado de avanzar.

La parte positiva, pese a las pérdidas, es que a juzgar por las imágenes las bajas humanas serían mínimas, pues hay indicios para pensar que las tripulaciones han podido abandonar los vehículos y carros. También a tenor de las imágenes, se diría que varios de ellos son recuperables –desde luego, no todos-, en tanto los destrozos afectarían a las cadenas, pero no parecen haber provocado efectos estructurales mayores y en algún caso incluso se habrían llevado a cabo ya reparaciones.

En cualquier caso, se han vivido momentos muy tensos hoy que recuerdan poderosamente a lo visto, aunque en este caso con las tropas rusas como protagonistas, en su día en Vuhledar, sin que esto signifique que los ucranianos no hayan hecho más que desperdiciar medios materiales y humanos. Al fin y al cabo, también han aparecido imágenes por ejemplo de soldados rusos en desbandada y de carros rusos destruidos, aunque siguen llegando con cuentagotas las informaciones relativas a posibles logros de las AFU, mientras sus integrantes siguen pidiendo silencio en todo lo relativo a las operaciones en marcha.

De entre las pérdidas, la mayor parte parecen ser consecuencia de la acción de las minas rusas. Aunque hoy sí se han podido ver varios vehículos ucranianos dotados con rodillos o sistemas de desminado, lo que no ha sido suficiente en todos los casos. Además, la artillería rusa ha logrado hacer fuego eficaz sobre las acumulaciones de vehículos ucranianos, una vez estos se han quedado detenidos, maximizando los efectos de lo anterior. Es importante en cualquier caso ver que los ucranianos, en lugar de ceñirse a los caminos, atacan ahora sí campo traviesa sobre las sendas abiertas por los vehículos dotados de equipos antiminas.

Esto no ha evitado que un día más los helicópteros de combate hayan seguido cobrándose bajas entre los ucranianos, sin que por el momento hayan trascendido reportes de derribos. Esto último resulta particularmente interesante, pues si bien en la ofensiva este tipo de aparatos demostraron sus limitaciones, actuando en defensiva como reservas móviles están demostrando unas capacidades mucho mayores, a la espera de que los sistemas SHORAD ucranianos puedan entrar en juego o de que llegue información en signo contrario, pues como decimos es mucho lo que no se sabe y el 90% de la información procede todavía del lado ruso.

Respecto a los avances ucranianos, hay visiones distintas –no olvidemos lo explicado ayer sobre los sesgos y que la niebla de guerra hoy no ha hecho más que multiplicarse-. Desde mensajes en canales rusos asegurando que habrían logrado romper las líneas rusas en dirección a Tokmak, a otros afirmando que las AFU habrían sido detenidas en todos los ejes. Desde Estados Unidos, pese a que ayer se hablaba de las «pérdidas significativas» que habrían sufrido los ucranianos, hoy el mensaje era un tanto diferente, hablándose de avances «razonables».

Otro aspecto interesante es que lo que estamos viendo utilizar es buena parte del material más moderno recibido por Ucrania, pero en todos los casos se trata de unidades bisoñas (21ª, 33ª y 47ª brigadas), cuyo único entrenamiento ha sido el proporcionado con cierta premura por Occidente en los últimos meses. De ahí que muchos sigan esperando que el grueso del ataque, una vez degradadas las defensas y las reservas rusas, se lleve a cabo en otra dirección por parte de las unidades más veteranas.

En relación con esto, es reseñable la disposición ucraniana a asumir pérdidas, sea lo que vemos el ataque principal o un intento de atraer reservas rusas para atacar en otra zona a posteriori. No es una cuestión baladí. Desde hace meses venimos alertando de que la ofensiva de primavera/verano sería muy distinta a lo visto anteriormente, en tanto a los problemas de falta de formación en armas combinadas de los ucranianos se unían la logística y, por supuesto, el hecho de que desde que Surovikin tomase el timón los rusos han podido prepararse a conciencia. Los mismos ucranianos habían avisado de que esta ofensiva no sería como la de Járkov y lo que vemos, por el momento, lo confirma.

El problema es que sostener ese ritmo de pérdidas, se antoja complicado, salvo que se hagan por parte de los patrocinadores de Ucrania anuncios importantes en las últimas horas, de forma que se pueda sostener el esfuerzo en los próximos meses. Hay que entender que no se trata solo de garantizar el rendimiento ucraniano en la guerra sino, incluso en el peor de los casos, la capacidad de disuasión el día después, termine congelada, en armisticio o como sea, incluido un acuerdo de paz. Claro está, el estado de los arsenales europeos es el que es, y los Estados Unidos no parecen -en razón de sus problemas de política interna- muy dispuestos a ir más allá de lo ya comprometido, al menos en cuanto a material pesado, pues acaban de anunciar un nuevo paquete de ayuda consistente en su mayor parte en munición.

La esperanza para Kiev radica en que, al parecer, en breve habrá una reunión del grupo de apoyo (formato Ramstein), pero, como sabemos, la ayuda a Ucrania está siempre ligada al rendimiento en el campo de batalla, por lo que Zelensky deberá tener argumentos militares con los que convencer a sus socios de que sigue siendo una buena inversión.

Esto nos lleva a la necesidad de gestionar las expectativas, tanto en relación con lo que sucede ahora mismo a nivel táctico -es decir, con el hecho de que se estén produciendo pérdidas abundantes, como era normal-, como con las perspectivas a niveles más altos, especialmente en el estratégico-político.

Respecto a lo primero, un nivel de un 25% de bajas podría ser más que aceptable si lo que se pretende es hacer frente a obstáculos completos como los que podemos ver en Zaporiyia. Como hemos dicho, Ucrania parece estar dispuesta a asumir estas y más pérdidas, con lo que es pronto como para que unos canten victoria y otros tiren la toalla, especialmente teniendo en cuenta que, como hemos dicho, muchas de las unidades ucranianas más fogueadas y capaces, armadas con material que manejan con mayor pericia, no han entrado en juego.

Respecto a lo segundo, pensar que Occidente va a apoyar a Ucrania al mismo nivel sin importar ni el coste ni el tiempo hasta que Rusia sea expulsada de todo su territorio, es una quimera, independientemente de que tal postura se considere un error o un acierto. Si los avances son suficientes y las perspectivas de seguir minando la posición rusa suficientes, el apoyo continuará. Si Ucrania sufre una derrota, los incentivos especialmente por parte de algunos de sus socios para forzar la negociación, aumentarán exponencialmente.

Además de todo lo anterior, y pasando ya a lo ocurrido sobre el terreno, cabe comenzar por la última oleada de misiles y drones lanzada por Rusia sobre el territorio ucraniano. Esta habría estado compuesta por seis misiles de crucero Kh-101/55, una decena de drones Shahed-131/136 y además se habrían utilizado varios drones de reconocimiento. Los ucranianos aseguran haber derribado cuatro de los primeros, el total de los segundos y cuatro de los terceros. Uno de los misiles habría alcanzado Uman, provocando la destrucción de un depósito de municiones ucraniano. Del lado ucraniano los Strom Shadow han seguido utilizándose para atacar objetivos en profundidad, en este caso en Henichesk.

En el área de Bakhmut, los combates siguen en dirección a Soledar, concretamente al norte, en Vesele, al oeste, en Orikhovo-Vasylivka y al suroeste, en Berkhivka. También al sur de Bakhmut, nuevamente en Ivanivske.

Al oeste de la ciudad de Donetsk la mayor parte de la acción sigue concentrándose en el área de Avdiívka, en donde se han registrado enfrentamientos en Opytne y Severne. También en Mariínka.

El grueso de los combates, un día más, tiene lugar en el sur de Ucrania, especialmente en el sector más occidental del frente, en tanto en Vuhledar apenas se han registrado intercambios artilleros. Así las cosas, y mientras Ucrania continúa moviendo unidades a Zaporiyia, y se espera un nuevo intento de ruptura para esta noche, tenemos que:

  • Vuhledar-Volnovaja: Intercambios artilleros y leves tanteos.
  • Saliente de Velyka-Novosilka: Las AFU continúan tratando de avanzar a ambos lados del río Mokri Yali en dirección sur, sin que esté clara la situación.
Direcciones seguidas por los ataques ucranianos, situación de las defensas rusas y punto donde se han registrado las mayores pérdidas ucranianas. Autor - Gonzalo M. Vallejo Quevedo sobre un mapa de Nathan Ruser.
Direcciones seguidas por los ataques ucranianos, situación de las defensas rusas y punto donde se han registrado las mayores pérdidas ucranianas. Autor – Gonzalo M. Vallejo Quevedo sobre un mapa de Nathan Ruser.
Movimientos ucranianos y rusos registrados en las últimas horas. Autor - Gonzalo M. Vallejo Quevedo.
Movimientos ucranianos y rusos registrados en las últimas horas. Autor – Gonzalo M. Vallejo Quevedo.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

El panorama institucional y diplomático internacional continúa hoy viernes fuertemente marcado por lo sucedido como consecuencia de la destrucción de la presa de Nova Khakhovka. Así, Ucrania continúa con sus conversaciones de alto nivel con sus socios a fin de seguir recabando apoyo y también ayuda, especialmente humanitaria en este caso, aunque sin perder de vista la militar. 

El primer ministro del país, Denys Shmyhal, ha realizado un llamamiento a nivel global para que se responda al desastre “con acciones, no con palabras”, comenzando por lo que consideran lo obvio: reconocer que “Rusia es responsable de la explosión”. Así pues, defiende que, de un lado, se debe “castigar a los terroristas por violar las leyes y costumbres de la guerra y por el ecocidio será inevitable”, y por otro, pide asistencia para minimizar las consecuencias del desastre. Según el primer ministro la intervención de organismos internacionales como las Naciones Unidas y la Cruz Roja es importante para salvar a aquellos que se encuentran en los territorios ocupados, incidiendo en que la situación en la margen izquierda del óblast de Jersón es crítica. 

Noruega, por ejemplo, ha anunciado hoy una ayuda de 12,9 millones de euros para esta región con el objetivo de llevar primeros auxilios a miles de personas afectadas. Asimismo, Oslo también ha ofrecido enviar a las autoridades ucranianas cinco contenedores de materiales para las inundaciones como equipos de control de contaminación, barreras, bombas de agua y generadores. Esta ayuda se enmarca dentro del “programa Nansen”, un plan de ayuda para la provisión de 6.450 millones de euros en ayuda civil y militar a Ucrania durante el periodo 2023-2027, y que se abonará a Naciones Unidas y a la Cruz Roja. 

El presidente Zelenski también ha mantenido varias llamadas telefónicas hoy, comenzando por la del primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte. Zelenski le ha puesto al tanto de la situación actual en las áreas afectadas por la destrucción de la presa, así como en el campo de batalla. Asimismo, han discutido sobre la continuación de la cooperación en seguridad y, en concreto, en el entrenamiento de pilotos ucranianos y el fortalecimiento de las capacidades aéreas de Ucrania. De igual modo, han coordinado las posiciones antes de la próxima reunión de Ramstein. 

A colación de Países Bajos, su Corte Suprema ha emitido una sentencia contra la que no cabe recurso en la que se dicta que La Haya debe transferir la colección de “oro escita” a Ucrania que debería volver al lugar que le corresponde, a Crimea. Sin embargo, el presidente Zelenski ha señalado que la colección no volverá allí en estos momentos por razones obvias, sería entregarla “al ocupante, al ladrón”, pero sí que lo hará cuando la bandera ucraniana ondee en Crimea. Esta decisión judicial la considera “una prueba más de que la sociedad neerlandesa y el Estado realmente saben ser líderes en la defensa del Estado de derecho y los valores de la civilización”.

De otro lado, Zelenski ha hablado por teléfono con el primer ministro de Japón, Fumio Kishida. Más allá del tema obligado esta semana esto es, las consecuencias del desastre ocasionado por la destrucción de la presa de Nova Kakhovka, los líderes han discutido los preparativos de la Cumbre de Paz Global y la implementación de la Fórmula de Paz, y la conferencia sobre reconstrucción y transformación que se celebrará en Japón a principios de 2024. De igual modo, han abordado una mayor participación del apoyo de seguridad de Tokio especialmente en el área del desminado humanitario.   

En paralelo, el fiscal general de Ucrania, Andriy Kostin, ha recibido al embajador de Japón en Kiev, Matsuda Kuninori, con quien ha discutido sobre la cooperación bilateral y en el marco del G7 teniendo en cuenta que es el país nipón quien preside ahora mismo este foro.

También contamos con novedades por parte de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA), pues su director, Rafael Mariano Grossi, ha anunciado el lanzamiento de un programa de asistencia a Ucrania en respuesta a las inundaciones tras la solicitud previa del presidente Zelenski.  

En los próximos días, además, visitará la central nuclear de Zaporiyia encabezando una nueva misión de la IAEA y le presentará el programa en persona al presidente Zelenski. Sobre este, ha adelantado que mediante el uso de técnicas nucleares determinarán los efectos sobre el agua potable, la salud humana y el suelo, y la gestión del agua, y evaluarán la integridad de las infraestructuras críticas. Además, Grossi ha insistido que Ucrania podrá contar con la Agencia tanto ahora como a largo plazo para hacer frente a las consecuencias de las inundaciones.

Sin embargo, el paquete de ayuda más significativo es el estadounidense una vez más. Bajo el instrumento “Iniciativa de Asistencia de Seguridad a Ucrania” (USAI), EE. UU. ha aprobado un nuevo envío de ayuda militar por valor de 2.100 millones de dólares que incluirá: 

  • Munición adicional para los sistemas de defensa aérea Patriot
  • Sistemas de defensa aérea y misiles HAWK
  • Disparos de artillería de 105 mm y 203 mm
  • Sistemas aéreos no tripulados Puma
  • Munición para sistemas de cohetes guiados por láser
  • Apoyo a las actividades de formación, mantenimiento y sostenimiento

En el propio comunicado oficial se pone de manifiesto que este paquete ilustra el compromiso estadounidense continuo con las capacidades críticas a corto plazo de Ucrania, pero también a largo plazo con el objetivo de que el país defienda su territorio y disuada a Rusia. 

En total, desde que comenzó la invasión el 24 de febrero de 2022, Washington ha comprometido más de 39.700 millones de dólares. Sin embargo, desde que comenzó la Administración Biden la cifra se eleva a 40.400 millones de dólares.

Un nuevo paquete que ha sido bien recibido por las autoridades ucranianas, especialmente por el presidente Zelenski y por el ministro de Defensa Reznikov. Por su parte, el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, había conversado por teléfono horas antes de su publicación con su contraparte estadounidense, el secretario de Estado Antony Blinkensobre la ayuda para mitigar las consecuencias del desastre de Nova Khakhovka, así como la militar, pero también para discutir sobre los resultados esperados de la próxima Cumbre de la OTAN en Vilna. 

Asimismo, el ministro Kuleba ha dado la bienvenida a la decisión de Rumanía de reducir significativamente la presencia diplomática rusa en su territorio. Según el Ministro: “La única reacción adecuada a la conducta de Moscú es un severo aislamiento político y económico”. Más radical si cabe ha sido la decisión de Islandia -a la que el Ministro insta a que otros países se sumen-, pues ha decidido el cierre de su embajada en Moscú y pedir a Rusia que limite su actividad en su embajada en Reikiavik. 

El Ministerio de Estonia también ha adoptado recientemente nuevas medidas, en este caso, restrictivas contra 58 individuos rusos. Entre estos, se incluyen el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, y 9 personas que persiguieron y encarcelaron al activista de derechos humanos Vladimir Kara-Murza.  

A colación de la Iglesia ortodoxa rusa, Hungría ha informado que ha recibido en su territorio a un grupo de 11 prisioneros de guerra ucranianos. Pese a que de ser verdad se trata de una buena noticia, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Oleg Nikolenko, ha aseverado que Ucrania no estaba al tanto de esta mediación. 

Continuando con las medidas restrictivas, y aunque esta noticia haya pasado desapercibida, debe destacarse en este informe diario que los ministros de Justicia de la UE reunidos en el Consejo han alcanzado un mandato de negociación para una propuesta de ley para combatir la elusión y el incumplimiento de las sanciones de la Unión. El objetivo sería el de contar con una directiva que armonice las infracciones penales y las sanciones por la infracción de las medidas restrictivas adoptadas por la UE. 

Más concretamente, las acciones que los Estados miembros tipificarán como delito penal incluyen: ayudar a las personas sujetas a las medidas restrictivas de la UE a eludir una prohibición de viaje de la UE, comercializar bienes sancionados y realizar transacciones con estados o entidades que se ven afectados por las sanciones de la UE. 

Cerramos el informe de hoy con otra decisión judicial, la de la Corte Penal Internacional (CIJ) sobre la “intervención” de socios occidentales junto a Ucrania en sus procedimientos contra Rusia. Un total de 33 países han presentado desde marzo de 2022 declaraciones para intervenir en el asunto, de las cuales 32 han sido admitidas y entre las que se cuentan las de Francia, Alemania o Reino Unido, por ejemplo. No obstante, la única solicitud de intervención que se ha rechazado por unanimidad ha sido la de Estados Unidos. 


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