Guerra de Ucrania – Día 462

Mientras los combates continúan, los debates hoy han girado en torno al papel de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una institución que desde que Rusia lanzase su invasión, ha ganado en atractivo hasta el punto de haber sumado nuevos miembros, siendo todavía más los que llaman a sus puertas, con especial fuerza en el caso de Ucrania. Más allá de esto, hoy los Estados Unidos han aprobado un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, Berlín ha cerrado cuatro de los cinco consulados rusos en Alemania y Sudáfrica ha otorgado inmunidad diplomática a Putin de cara a la cumbre del próximo mes de agosto, a pesar de la orden internacional que pesa sobre él.

La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha servido, según Macron, para despertar a la OTAN de su «muerte cerebral» con el «peor de los electroshocks», una curiosa afirmación que da cuenta del renovado atractivo de esta organización. De hecho, no deja de ser interesante que sea el Presidente francés quien haya sacado el tema, por más que no sea la primera vez que en Francia se pasa del amor al odio y viceversa, una sensación esta última tanto más fuerte cuanto más consciente ha sido la antigua Galia de sus carencias en materia de Defensa, aun siendo el país con la industria del ramo más poderosa de la UE y con las fuerzas armadas más capaces y seguramente equilibradas.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), como sabemos, se fundó en 1949 con el propósito principal de proporcionar una defensa colectiva contra la amenaza de expansión soviética durante la Guerra Fría. Dicha defensa colectiva se articula en el famoso Artículo 5 que establece que un ataque contra uno de los miembros de la OTAN se considerará un ataque contra todos. Una garantía de seguridad única para sus miembros, históricamente no ha contentado a Francia.

Nuestro vecino del norte ha tenido una relación compleja con la OTAN a lo largo de los años. En 1966, el por entonces presidente, Charles de Gaulle, retiró a Francia del mando militar integrado de la OTAN como forma de protesta frente a lo que consideraban un control excesivo por parte de Washington. De esta forma, aunque el país se mantuvo como miembro de la OTAN, estableció una política de defensa independiente.

Fue un viaje de ida y vuelta, en tanto Francia regresó al mando militar integrado en 2009, sin que por ello cesaran de producirse tensiones recurrentes y debates sobre su papel en la OTAN, el papel de la organización o el enfoque se hace de determinadas amenazas -caso de Rusia- o sobre si esto desvía la atención de otros temas de seguridad importantes, para un Estado que tiene puestos sus ojos en África y el Pacífico, pero que ya no tiene los medios necesarios para jugar el mismo tipo de papel que hace medio siglo.

Por supuesto, quien tuvo, retuvo y Francia sigue siendo un miembro clave de la OTAN, al igual que de la UE, por muchas y variadas razones, desde su posición a retaguardia en caso de una guerra a gran escala con Rusia, al poderío de su industria de Defensa o al hecho de ser una potencia nuclear que gracias a su «Force de Frappe» es capaz de ejercer una mínima «disuasión extendida» sobre el resto de los Veintisiete.

El sacar a este país a colación, y más concretamente el radical reposicionamiento de Macron desde que sentenciase en julio de 2019 a la organización por estar en «muerte cerebral», tiene que ver con el cambio vivido por esta desde el 24 de febrero de 2022 y su renovado atractivo, pero también con la permanente dificultad a la hora de fijar sus marco de actuación -y los límites a su extensión, si es que eso existe-, especialmente en términos geográficos y con los dilemas que enfrenta de cara al futuro.

En el primer caso, con la entrada de Finlandia y las negociaciones en torno a la adhesión de Suecia -que esperan cerrarse tras -o pese a- la victoria de Erdogan-, se ha logrado algo impensable, quedando en la práctica el Báltico como un «lago» de la OTAN. Además, países como, Georgia, Moldavia y Bosnia y Herzegovina pujan por entrar en la organización, al igual que Ucrania, quien está redoblando esfuerzos para lograr su ingreso.

Es este último país el que presenta más problemas, no solo por estar inmersa en una guerra –una de cuyas causas fue precisamente el bascular ucraniano hacia la UE y la OTAN-, sino porque su entrada sigue siendo vista con recelo por algunos de los miembros de la Alianza. No es para menos, dadas las implicaciones y compromisos que su adhesión supondría y que van mucho más allá de las puramente securitarias, en tanto se trata de un país caracterizado por la corrupción endémica y cuyo sistema político democrático no está plenamente asentado ni es todavía homologable a los de otros Estados miembros -que no todos-.

Dependerá pues no solo del resultado de la guerra, sino también de la velocidad y consistencia con la que Ucrania, especialmente en el terreno político -en términos amplios-, demostrando su compromiso con los principios democráticos y abordando cuestiones espinosas como la citada corrupción (que en ello están), pero también la independencia judicial o la libertad de prensa.

Por fortuna para el país, la guerra de 2014 y la que comenzó el pasado año han servido de catalizadores para otra serie de cambios, relacionados con lo militar. Así las cosas, Ucrania ha dado un salto doctrinal en los últimos años y especialmente en los últimos meses, adoptando prácticas OTAN. También el material, toda vez que el de herencia soviética, incluso el recibido desde los primeros compases de la invasión, se ha ido perdiendo por efecto de los combates, con lo que cada vez más la Ucrania que emerja de la guerra será, en este sentido, un país OTAN.

Claro está, sin que esto suponga un camino fácil de cara a su integración definitiva en la organización, pues más allá de la decisión del resto de miembros -y las decisiones son por unanimidad-, está el hecho de que la pertenencia o no, así como las garantías de seguridad a Rusia, serán uno de los temas claves en cualquier hipotética negociación. Por ahora, en cualquier caso, las perspectivas son buenas, lo que no asegura que a última hora los acuerdos adoptados hasta el momento se cumplan.

Pasando a lo ocurrido sobre el terreno, en las últimas horas se ha informado de combates al norte, en la región de Járkov, concretamente en torno a la localidad de Vesele y a la aldea de Masyutivka. Aunque no ha trascendido demasiado al respecto, parece que no han sido los únicos enfrentamientos en esta región en los últimos días, con intentos rusos por presionar sobre la línea al oeste de Svatove, aunque sin demasiado resultado.

Más al sur, en la zona entre Kuzmyne y Bilohorivka, en la región de Lugansk, Ucrania habría lanzado un pequeño contraataque recuperando parte del territorio perdido en jornadas pasadas, aunque en todos los casos hablamos de fracciones de terreno que se miden en unos pocos centenares de metros.

Además de lo anterior, y siguiendo la estela de la jornada de ayer, hoy la situación parece haber transcurrido con relativa tranquilidad en Bakhmut, de ahí que no hayan trascendido combates, a pesar de que la artillería -y el fuego de contrabatería– siguen haciendo su labor y ambos bandos mantienen a sus tropas listas pese a la frágil calma de estas últimas jornadas.

En cuanto al oeste de la Ciudad de Donetsk, los combates han afectado hoy tanto al área de Avdiívka, concretamente en Kamianka y Severne, como a la de Mariínka, sin apenas cambios en ambos casos.

Más allá de esto, en buena parte del frente los bombardeos o más bien los intercambios artilleros siguen siendo la tónica dominante, como demuestra lo ocurrido recientemente en Orihiv y Zaliznychne, o en el área inmediata al Dniéper a la altura de Jersón, sin ir más lejos. Lo mismo al norte, en Schebekyne, ya en territorio ruso, o en Gordeevka, también en Rusia y concretamente en la región de Kursk. El «tanto» más impactante en cualquier caso lo ha logrado hoy Ucrania, al lograr incendiar una refinería de crudo ruso en la región de Krasnodar, más allá del estrecho de Kerch, en uno más de los muchos ataques similares llevados a cabo en las últimas semanas contra la logística rusa.

Mapa de situación de la guerra de Ucrania actualizado a 31 de mayo de 2023. Fuente - @War_Mapper.
Mapa de situación de la guerra de Ucrania actualizado a 31 de mayo de 2023. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

A falta de un día para que comience la segunda Cumbre de la Comunidad Política Europea (EPC) en Moldavia, hoy y mañana se reúnen de manera informal los ministros de Exteriores de la OTAN en Estocolmo. 

Comenzando por esto último, la agenda de los Ministros está completamente centrada en la preparación de la Cumbre de Vilna que comenzará el 12 de julio, pero también con el desarrollo de la asociación de la OTAN con Ucrania. Sin embargo, al tratarse de una reunión informal -algo que sucede por segunda vez tras iniciar la práctica Alemania el año pasado, a diferencia de la UE- el objetivo es que en lugar de contar con un “programa preestructurado, el plan es permitir un intercambio más abierto, directo e interactivo”. De hecho, no se leerán declaraciones preparadas ni los Ministros contarán con sus asesores en la sala. 

Relacionado con la Cumbre, la declaración esperada del día -no solo en clave de la guerra de Ucrania- era la del presidente francés Emmanuel Macron en el foro GLOBSEC. Entre otras muchas cuestiones, el presidente galo ha afirmado que Occidente debería proporcionar “garantías de seguridad tangibles y creíbles a Ucrania”, elevando el nivel de ambición mantenido hasta ahora. Sobre esto añade que Ucrania “hoy protege a Europa” y “está equipada con tanto armamento” que a Occidente también le interesa “que tenga garantías de seguridad creíbles con nosotros en un marco multilateral”. Asimismo, Macron ha puesto el acento en que “un pilar europeo [de defensa] dentro de la OTAN” es “indispensable” para también contar con “nuestra propia capacidad para defendernos y administrar nuestros vecindarios”. Así, apuntilla que Rusia seguirá siendo Rusia con las mismas fronteras y necesitamos “construir un espacio [que] nos permita convivir de la forma más pacífica, sin ingenuidad ninguna, con la Rusia del mañana”. 

En vísperas de la cumbre de la EPC, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya se encuentra en Chisináu, donde hoy se ha reunido con la presidenta del país, Maia Sandu. Ha sido durante la rueda de prensa conjunta cuando Von der Leyen ha anunciado las nuevas medidas para apoyar a Moldavia a afrontar el impacto de la guerra, a saber: 

  1. Tarifas de itinerancia de datos (roaming) más bajas entre la UE y Moldavia
  2. Brindar hasta 1,6 millones de euros en apoyo económico adicional
  3. Apoyar el sector energético e invertir en energías renovables
  4. Ayudar a aumentar la seguridad y la resiliencia de Moldavia
  5. Apoyar a acelerar el progreso en su camino hacia la UE

Por otro lado, la UE ha adoptado nuevas medidas restrictivas contra 7 individuos por ser responsables de acciones destinadas a desestabilizar, socavar o amenazar la soberanía y la independencia de la República de Moldavia o Ucrania. Es decir, son dos marcos de sanciones distintos. 

Asimismo, el Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, durante su primer día en Chisináu ha inaugurado oficialmente la Misión de Asociación de la UE en Moldavia (EUPM), aprobada por el Consejo de Asuntos Exteriores el pasado 22 de mayo. En palabras de Borrell: 

“Estoy aquí para enviar un mensaje claro: Moldavia no está sola. Usted es nuestro socio estratégico. Eres un futuro miembro de la Unión Europea. Hoy, el despliegue de esta misión es otra señal política importante del apoyo de la Unión Europea en las difíciles circunstancias actuales.”  

Sin embargo, la noticia más destacable de la jornada ha llegado a última hora de la tarde cuando Estados Unidos ha anunciado -sin los habituales rumores previos- un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por importe de 300 millones de dólares. Este, que está centrado en reforzar las capacidades de defensa antiaérea de Ucrania, incluirá, entre otras cosas: munición adicional para los sistemas Patriot, misiles AIM-7, sistemas de defensa antiaérea Avenger, sistemas antiaéreos Stinger, munición adicional para los HIMARS, proyectiles de artillería de 105 y 155 mm, cohetes de aviación Zuni, sistemas contracarro AT4, munición para carros de combate, equipos y sistemas de limpieza de minas, etc. 

En total, Estados Unidos ha comprometido más de 37.600 millones de dólares en asistencia de seguridad desde el inicio de la invasión el 24 de febrero de 2022. 

Cambiando de tercio, hoy se ha celebrado la conferencia “UA: War. Unsung Lullaby” o, en español “Ucrania: nana no cantada de la guerra” con motivo del Día Internacional del Niño y en clara referencia a uno de los grandes desafíos que enfrenta el país: lograr que 19.501 menores que han sido deportados forzosamente a Rusia regresen a sus hogares en Ucrania. Lo cierto es que por el momento únicamente se ha logrado la devolución de 371 menores ucranianos.

Según el Defensor del Pueblo ucraniano, Dmytro Lubinets, cuentan con la confirmación de que los menores ucranianos, los rehenes civiles y los prisioneros de guerra fueron trasladados por la fuerza a través del territorio de Bielorrusia con la participación directa de las autoridades bielorrusas. 

El presidente ucraniano también ha participado en la inauguración del Centro para la Protección de los Derechos del Niño, así como en la presentación del plan de acción “Bring Kids Back UA”. Así, ha subrayado que el objetivo es traer de vuelta a los niños a Ucrania lo antes posible. Este plan de acción se sustenta además en otros ejes como, la reintegración de los niños retornados de Rusia, el registro de crímenes y llevar a Rusia ante la justicia, o el rescate y protección de niños ucranianos. 

Asimismo, el presidente Zelenski se ha desplazado hasta Odesa para discutir la situación actual en la región y presentar al recién nombrado jefe de la administración estatal regional del óblas, Oleh Kiper. Durante este acto el presidente le ha trasladado a Kiper que Odesa es una región prioritaria del estado independiente de Ucrania, siendo la seguridad marítima una prioridad especial por su papel para garantizar el funcionamiento del corredor marítimo que impacta directamente en la economía del país.  Zelenski también ha aprovechado su estancia en la ciudad portuaria para visitar a los militares heridos que están recibiendo tratamiento médico y rehabilitación. 

Por otro lado, Ucrania ha recibido una subvención por un total de 1.250 millones de dólares de Estados Unidos a través del Fondo Fiduciario de Donantes Múltiples del Banco Mundial. Este es el cuarto tramo financiero adicional bajo el Proyecto de Gastos Públicos para la Resistencia de la Capacidad Administrativa (PEACE) en Ucrania. En otras palabras, tiene por objetivo compensar parcialmente los gastos del presupuesto estatal, incluidos los gastos sociales y humanitarios no relacionados con el sector de seguridad y defensa. Esto es: el pago de beneficios sociales estatales a familias con niños, salarios de trabajadores en el sector de la educación, salarios de proveedores de servicios médicos, etc. 

Otro de los hitos del día para Ucrania ha sido la firma de un acuerdo con Lituania sobre reconocimiento mutuo e intercambio de permisos de conducción nacionales.

Moviéndonos a otras cuestiones, Naciones Unidas ha propuesto que Kiev, Moscú y Ankara comiencen los trabajos preparatorios que permitan el tránsito de amoníaco ruso a través de Ucrania. De este modo se trataría de cumplir con la remoción de obstáculos a las exportaciones rusas de productos agrícolas y fertilizantes como está acordado en la Iniciativa de Granos del Mar Nero. 

Por su parte, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvédev, ha respondido en su perfil de Twitter a las declaraciones del secretario de Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, en las que afirmaba que Ucrania tiene derecho a proyectar la fuerza “más allá de sus propias fronteras” como parte de su autodefensa. 

“Los bobalicones funcionarios del Reino Unido, nuestro eterno enemigo, deberían recordar que en el marco del derecho internacional universalmente aceptado que regula la guerra moderna, incluidas las Convenciones de La Haya y Ginebra con sus protocolos adicionales, su Estado también puede calificarse de estar en guerra.

En la actualidad, el Reino Unido actúa como aliado de Ucrania proporcionándole ayuda militar en forma de equipos y especialistas, es decir, de facto está dirigiendo una guerra no declarada contra Rusia. Siendo así, cualquiera de sus funcionarios públicos (ya sean militares o civiles, que faciliten la guerra) puede considerarse un objetivo militar legítimo.”

Continuando con Rusia, su representante permanente ante la OSCE, Alexander Lukashevich, ha señalado que su país no puede dejar la organización “a merced de esta pandilla occidental depredadora”, alegando que actualmente “está perdiendo el rumbo, convirtiéndose en su propia antípoda, donde domina la confrontación en lugar del diálogo”. Sobre esto, defiende lo siguiente: 

“El establecimiento de un nuevo modelo de coexistencia con los Estados europeos, que permita garantizar el desarrollo seguro, soberano y gradual de Rusia, sus aliados y socios, y asegurar una paz duradera en la parte europea de Eurasia, incluso teniendo en cuenta el potencial de los formatos multilaterales, incluida la OSCE».

Para concluir, Alemania ha decidido cerrar de cara al próximo noviembre sus consulados generales en las ciudades rusas de Ekaterimburgo, Kaliningrado y Novosibirsk, para cumplir con la decisión de Moscú de limitar el personal diplomático alemán en Rusia a no mas de 350 personas. Del otro lado, Alemania ha ordenado a Rusia a cerrar 4 de sus 5 consulados sitos en las localidades de Bonn, Frankfurt, Hamburgo, Leipzig y Múnich. Según el portavoz del Ministerio de Exteriores alemán esta medida está destinada a crear una “paridad de personal y estructuras” entre ambos países. 


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