Guerra de Ucrania – Día 415

Cuando llegamos a la jornada 415ª de guerra en Ucrania, desde este país han surgido declaraciones relativas a un posible retraso en la planeada ofensiva. Mientras tanto, en Bakhmut comienza a dejar notar la entrada de las VDV en la zona, aunque solo sea por la presencia de medios acorazados más modernos y de su artillería orgánica. Además de todo esto, en las últimas horas la Unión Europea ha incluido a la compañía militar privada Wagner Group, así como a la agencia de noticias RIA FAN, ambas encabezadas por Yevyeniy Prigozhin, en la lista de organizaciones sancionadas. También se ha anunciado que el ministro de Defensa de la República Popular de China visitará Rusia el próximo domingo, mientras desde Pekín aseguran estar listos para «seguir trabajando por la paz».

Desde Ucrania llegan rumores que apuntan a un retraso en la futura ofensiva. Se alude a problemas a la hora de generar fuerzas, en tanto las nuevas brigadas no estarían alistadas a tiempo. Las informaciones parten de una entrevista concedida por el Primer Ministro ucraniano, Denys Shmyhal, al medio The Hill, en la que afirma que uno (en referencia a Ucrania) tiene que estar preparado al 100 por cien o más, si cabe, para hacer algo como lanzar una ofensiva.

Ocurra lo que ocurra -pues Ucrania podría estar jugando al despiste, especialmente después del escándalo de las filtraciones-, siempre ha habido motivos para sospechar que la ofensiva no iba a llevarse a cabo al final de la primavera, sino ya en verano. Simplemente atendiendo a los plazos de llegada de algunos de los materiales comprometidos, esto ya quedaba más o menos claro, como hemos explicado en alguna ocasión.

Sin embargo, hay medios que van más allá y que apuntan a que los avances ucranianos no lleguen hasta 2024, basándose en los documentos filtrados. Así las cosas, las tropas ucranianas a lo más que podrían aspirar, según esta teoría, sería a lograr avances de unos 30 kilómetros al sur, dejando las líneas logísticas rusas completamente al alcance de la artillería y los ataques ucranianos (para lo que ahora dependen de los HIMARS). De esta forma, una vez erosionada completamente la logística rusa, entonces sí, se procedería a intentar asestar el golpe definitivo.

No es una apuesta fácil. En varias ocasiones hemos explicado que el apoyo que Ucrania recibe no es gratuito, sino que está sujeto a resultados. Cada vez que las cosas no salen como los aliados de Ucrania esperan, la motivación de estos para forzar una salida pactada -especialmente de algunos de ellos-, crece. En este sentido, será todo un logro si Ucrania logra mantener viva la coalición de donantes que vienen sosteniendo su esfuerzo bélico, así como a su economía.

No olvidemos que la base industrial del país está también muy tocada y que, aunque hayan pasado a una economía de guerra durante este año, su Producto Interior Bruto se desplomó el pasado año, concretamente un 29,1 por ciento. Es decir, que dependen casi por completo de sus socios para seguir las operaciones, por mucha que sea la voluntad de resistencia ucraniana.

Además, hay muchos otros problemas asociados al apoyo a Ucrania y al conflicto, más allá del coste monetario de dicho apoyo. Ya no se trata ni siquiera de la «incomodidad» de las sanciones a Rusia, pues librarse de la dependencia de su crudo, por ejemplo, aunque con efectos perjudiciales a corto plazo, puede ser una oportunidad de futuro. Es que hay Estados dentro de la UE que están viendo cómo sus mercados quedan inundados por los productos agrícolas ucranianos, lo que ha llevado a varios de estos –el más reciente Eslovaquia– a restringir las importaciones de grano ucraniano, que amenazan con ruina para sus propios campesinos.

Habrá que esperar en cualquier caso a la próxima reunión en formato Ramstein, el próximo día 21, para ver si de las declaraciones oficiales se desprende -aunque no cabe esperarla- alguna declaración que pueda apuntar a que el «cansancio de guerra» hace mella entre los socios de Ucrania o a si existe algún tipo de grieta entre los aliados.

Mientras tanto, lo único claro es que, aunque el grueso de los envíos del material militar comprometido en los últimos meses se está llevando a cabo ahora, llevamos algún tiempo sin grandes anuncios de nuevas donaciones y la cuestión de los cazabombarderos no termina de arrancar, lo que hace pensar al menos en parte que estamos en un nuevo impasse a la espera del resultado que den los movimientos ucranianos en los próximos meses.

Otro aspecto que merece la pena comentar hoy, aun brevemente, tiene que ver con las informaciones aparecidas entre los documentos filtrados recientemente, acerca del estado de las unidades Spetsnaz rusas, es decir, sus unidades de operaciones especiales, que si bien han tenido un papel muy relevante en algunas fases del conflicto, habrían quedado totalmente laminadas a raíz del mismo.

Como ocurre con otras unidades de este tipo, el diferencial de funcionamiento respecto a las unidades de infantería ligera ordinarias se debe a dos factores: 1) un entrenamiento más completo, específico y duradero, que puede medirse en años; 2) el material a su disposición, que permite que cada componente de una patrulla personalice su equipo en función de la misión a completar, por no hablar del apoyo en cuanto a otro tipo de medios, desde helicópteros especialmente preparados a vehículos especiales, inteligencia, etc.

En el caso concreto de Rusia, los ciclos de formación, hasta lograr que un recién llegado sea un elemento completamente operativo, podrían durar hasta 4 años, suponiendo una cuantiosa inversión para el Estado. El uso que se les ha dado, en muchas ocasiones empleando estas valiosas unidades como fuerzas de choque, en lugar de para sus funciones naturales (infiltración, golpes de mano, asesinatos selectivos con efectos estratégicos…), parece estar en buena parte detrás del inusitado número de bajas.

Dicho esto, los problemas relacionados con la «descapitalización» rusa en este sentido (y el término no es casual, pues el capital humano es la clave de las unidades especiales, mucho más que el material) no tienen que ver solo con no tener disponibles spetsnaz para uso inmediato en combate: por el contrario, estas tropas suelen actuar buena parte del tiempo como instructores de otras unidades, de milicias, de la propia Wagner Group (que es uno de sus destinos naturales tras la salida de las FFAA), etc. Es decir, que el efecto de las bajas entre los spetsnaz, aunque no sea catastrófico, seguramente se sienta mucho más allá de lo que podría esperarse.

https://www.revistaejercitos.com/2023/04/14/la-logistica-estupido/

Pasando al análisis de lo ocurrido sobre el terreno en las últimas horas, y comenzando como es habitual por el sector más septentrional del frente, se han registrado combates en Dibrova y en Bilohorivka, localidades ambas de la región de Lugansk. Pese a ello, no hay cambios desde ayer.

En el caso de Bakhmut, los enfrentamientos se han circunscrito a Bohdanivka, al norte de la ciudad, así como al centro de esta urbe, en donde se han podido ver carros de combate rusos y, en general, un papel más activo de las fuerzas aerotransportadas (VDV) en detrimento de Wagner Group, organización que estaría agotada tras meses de combate y a la que se ha privado de parte de sus fuentes de reclutamiento (más allá de los problemas entre Progozhin y Shoigú).

El asunto, respecto a la entrada en liza de tropas del Ejército ruso como reemplazo -o apuntalamiento- de Wagner, es que al parecer podrían haber sido retiradas de Avdiívka, lo que complicaría a Rusia seguir intentando mellar las defensas ucranianas en esta otra ciudad, donde también han sufrido enormes bajas en los últimos dos meses.

Al sur, en la zona sudoccidental de Donetsk, los combates se han extendido hoy a Severne, Avdiívka y Mariínka.

Además de todo esto, hoy se ha producido un ataque ruso contra la ciudad ucraniana de Sloviansk, que por el momento ha costado la vida a cinco personas, así como heridas a otras quince, aunque se espera que los fallecidos puedan ser más ya que esperan encontrar más personas bajo los escombros del edificio afectado.

Mapa de situación actualizado a 14 de abril de 2023. Fuente - @War_Mapper.
Mapa de situación actualizado a 14 de abril de 2023. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

En lo referente a la actualidad institucional, hoy cabe comenzar por Bruselas, pues el Consejo de la Unión Europea ha añadido a la lista de organizaciones sancionadas a dos nuevas entidades rusas, relacionadas ambas con Yevyeniy Prigozhin: Wagner Group y RIA FAN. La primera es la compañía militar privada que a estas alturas todos conocemos y que está teniendo desde el pasado verano un importante papel en el devenir de las operaciones rusas en Ucrania. La segunda es una agencia de noticias que Bruselas considera que ha participado en la difusión de desinformación. Se suma así a otros medios vetados en la Unión, como Ria Novosti o Sputnik.

Siguiendo con Ucrania, el Jefe de la Oficina del Presidente Andriy Yermak celebró una reunión destinada a coordinar el apoyo internacional para garantizar las necesidades urgentes de las fuerzas de defensa ucranianas y acelerar el fortalecimiento de las capacidades de defensa del estado. En la misma se informó a los diplomáticos ucranianos sobre el estado y las necesidades actuales de las Fuerzas Armadas, con la intención de que busquen en el exterior la forma de resolver las carencias.

Además de lo anterior, Oleksiy Danilov, secretario del Consejo de Defensa y de Seguridad Nacional ucraniano, ha afirmado hoy en su cuenta de Twitter que su país probará y utilizará cualquier arma no prohibida para liberar el territorio ucraniano bajo control ruso. En cualquier caso no ha especificado a qué tratados se refería o a qué armas específicas, siendo una declaración general que como siempre está sujeta a interpretaciones, al no aclarar si se refiere exclusivamente a los acuerdos suscritos por el país en el pasado.

En otro orden de cosas, hoy desde Rusia, Maria Zajárova ha declarado, respecto a la expulsión de diplomáticos (según Noruega oficiales de inteligencia) rusos que trabajaban en la Embajada de este país en Oslo, que «los contactos Rusia-Noruega» han sufrido un duro golpe», así como que «Noruega reafirma su condición de país hostil a Rusia» y que «estas acciones no quedarán sin una dura respuesta por nuestra parte». Cabe esperar por tanto que Rusia expulse a diplomáticos noruegos en los próximos días, como suele ser habitual en estos casos.

En el caso de los Estados Unidos, hoy se ha sabido que el secretario de Defensa de este país se reunirá con sus homólogos en Suecia y Alemania la próxima semana para discutir temas relacionados con la seguridad y de interés mutuo entre nuestras dos naciones [en referencia a Suecia]. La reunión se llevará a cabo aprovechando la próxima reunión de Ramstein, por lo que tocará también todo lo referente a la situación en Ucrania y, previsiblemente, a la entrada de Suecia en la OTAN.

Pasando a China, hoy se ha sabido que el ministro de Defensa chino, Li Shangfu, realizará una visita oficial a Rusia entre el 16 y el 19 de abril, en la que se reunirá con su homólogo ruso, Sergei Shoigu para discutir acerca de la cooperación bilateral en el campo de la defensa, así como cuestiones de seguridad global y regional, sin que por el momento hayan trascendido los temas específicos que se abordarán. Lo que está claro es que esta visita sigue a la de Xi Jinping hace unos días y sirve tanto para confirmar tanto el buen momento en la relación entre ambos estados, como para adelantar un estrechamiento en la cooperación en materia de defensa.

Mientras esta visita era anunciada, desde China aseguraban que el país sigue siendo oficialmente neutral y que está listo para «continuar trabajando por la paz y espera que todas las partes involucradas en la crisis mantengan la objetividad y la calma, y ​​hagan esfuerzos constructivos conjuntos para resolver la crisis a través de negociaciones».

No son las únicas razones por las que China está de actualidad, pues allí está estos días la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, quien instó el viernes a Beijing a pedir «al agresor ruso que detenga la guerra» en Ucrania, asegurando «que ningún otro país tiene más influencia sobre Rusia que China, y que la decisión de utilizar esta influencia afecta directamente los intereses esenciales de Europa».

Lo más polémico, sin embargo, tiene que ver con la declaración del ministro de Exteriores chino Qin Gang, durante la visita de Baerbock, asegurando que «con respecto a la exportación de artículos militares, China adoptar una actitud prudente y responsable […]. China no proporcionará armas a las partes relevantes del conflicto y controlará las exportaciones de artículos de doble uso de acuerdo con las leyes y regulaciones».

Palabras que están abiertas a la interpretación, toda vez que podrían dejar la puerta abierta por ejemplo a suministrar armas a Wagner o a las milicias o incluso a hacerlo a través de terceros a la propia Rusia. Al respecto, además, cabe recordar que entre los documentos estadounidenses subidos a Discord, había referencias a que China habría decidido entregar armas a Rusia de forma encubierta.

Más allá de lo anterior, y cambiando de tercio aunque China tiene mucho que ver en ello, cabe destacar que a pesar de las fuertes sanciones de la Unión Europea y el G7, las exportaciones rusas de petróleo alcanzaron en marzo su nivel más alto el pasado mes de marzo, a contar desde abril de 2020. Sin embargo, los ingresos que aportan a Moscú son inferiores a los del año anterior, salvo en el caso de los ingresos fiscales, debido a un cambio de normativa. Lo interesante del caso es que, a pesar de que India y China (que se llevan el 40 y el 20% de las exportaciones rusas de crudo respectivamente) adquieren el petróleo ruso con grandes descuentos, Rusia sigue teniendo problemas para colocar en el mercado la producción que antes tenía como destino la UE.

Por otra parte, y pasando una vez más al tema olímpico, Ucrania ha prohibido a sus equipos deportivos nacionales competir en eventos olímpicos, no olímpicos y paralímpicos que incluyan a competidores de Rusia y Bielorrusia, según se recoge en un decreto firmado por el viceministro de Deportes del país, Matviy Bidnyi. Una decisión que ha sido duramente criticada por parte de varios deportistas del país.

Por último, hoy desde el Ministerio de Defensa de los Países Bajos han publicado un gráfico en el que se recoge toda la ayuda militar prestada a Ucrania hasta el momento, incluyendo no solamente las armas, sistemas o plataformas donados, sino también otros aspectos como los suministros médicos, el combustible, etc.


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