Hoy el ministro de Defensa ucraniano, de visita en nuestro país, ha solicitado a España más ayuda militar, desde artillería, tanto de campaña como antiaérea, a aviones de combate, a la vez que ha alabado el papel clave jugado por España en la coalición que ha hecho posible la llegada de Leopard 2 a Ucrania. La actualidad de la jornada, sin embargo, nos devuelve a la realidad de un conflicto cruel, en el que el vídeo de un prisionero ucraniano siendo decapitado ha generado numerosas declaraciones por parte de políticos de este país, pero también entre sus aliados, mientras Rusia pide que se demuestre la autenticidad de dicho vídeo.
La última jornada de guerra en Ucrania hasta el momento nos lleva directos al campo de batalla, concretamente a los alrededores de Bakhmut, desde donde ayer llegaba un vídeo en el que un prisionero ucraniano era decapitado al parecer por elementos de Wagner Group. Como puede suponerse, la difusión del vídeo rápidamente ha generado declaraciones de todo tipo, en su mayoría condenatorias, incluyendo al mismo Zelenski, quien ha hablado de ello en su charla diaria. Mientras tanto desde Rusia pedían, como no podía ser de otra forma, que se verificase la autenticidad del vídeo.
Por supuesto, no es la primera vez que un ucraniano es ejecutado. En este caso es además una atrocidad que, además, no se ha llevado a cabo al calor del combate y bajo la influencia de la adrenalina, sino de forma premeditada y en frío. El problema aquí es que, dado que desde Ucrania también se han cometido crímenes, por más que las autoridades del país levanten la voz, buena parte de la fuerza discursiva se ahoga entre el ruido generado por Rusia.
Esto, que sucede en todos los conflictos, en este caso al ser la primera guerra que podemos ver realmente casi en directo, por mor de la tecnología (los más mayores recordarán cómo la CNN de Ted Turner nos vendió esa idea en 1991 al empotrar periodistas en las columnas estadounidenses), se agrava, pues la hemeroteca ya no está controlada por unos pocos medios de comunicación, sino que es pública y se encuentra en decenas de repositorios, desde blogs a redes sociales.
Dicho de otra forma, aunque es la enésima vez que lo repetimos en 413 días: si Ucrania no se muestra totalmente ejemplar en sus acciones (y es fácil entender lo complicado que es controlar un ejército, lo que sin embargo no puede servir de excusa) será muy difícil que, a pesar de contar con cierta ventaja en cuanto a la guerra por el relato, su imagen no se resienta o que barbaridades como las recogidas en este vídeo, puedan ser aprovechadas para su causa.
Cambiando de tercio, otra de las cuestiones que toca abordar hoy -y particularmente espinosa- tiene que ver con las posibles salidas al conflicto, al menos a la fase militar del mismo, pues los enfrentamientos seguirán durante mucho tiempo, aunque sea en otras zonas del espectro o incluso únicamente en el terreno diplomático (algo bastante dudoso). De hecho, es más que posible que incluso tras un acuerdo del tipo que sea (alto el fuego, armisticio, paz…) las hostilidades se reemprendan en el futuro, una vez Rusia se rearme y reconstruya su ejército y si la disuasión vuelve a fallar.
El caso es que, para intentar hacer una prospectiva mínimamente fiable y como alguna vez hemos explicado, hay que tener en cuenta tanto lo que ocurre sobre el terreno, como lo que ocurre dentro de Ucrania y dentro de Rusia, como el hecho de que si Ucrania continúa recibiendo apoyo por parte de sus aliados, en ningún caso se trata de un apoyo gratuito, en tanto:
- La guerra de Ucrania es una guerra por delegación, en la que están en juego los intereses no solo de Ucrania (supervivencia) sino también de sus aliados (erosionar a Rusia / blodletting).
- La diferente percepción de lo que está en juego en Ucrania y entre sus aliados hace que el nivel de compromiso y sacrificio que los últimos están dispuestos a aceptar –más allá de las declaraciones públicas– sea mucho menor que el ucraniano por razones obvias, lo que obliga a pensar que llegados a un punto (no es el momento de tratar qué punto exacto) el apoyo cesará, salvo que los éxitos sean tan abrumadores que justifiquen que el apoyo siga de forma indefinida… hasta chocar con la posible escalada.
En este sentido, cualquier salida al conflicto deberá compatibilizar los intereses de ambos, sin que esto suponga que obligatoriamente se llegue a un punto intermedio entre ambos, ya que:
- Ni los aliados de Ucrania son un bloque monolítico con una posición común e inamovible, por mucho que se coordinen a través de reuniones como las de formato «Ramstein», ni;
- Dentro de Ucrania existe una única corriente de opinión, sino que Zelenski debe lidiar con las distintas sensibilidades que conviven tanto dentro del propio Gobierno, como en la sociedad.
Abundando en esto último, merece la pena echar una ojeada a lo que plantean desde Foreign Policy, en un artículo en el que explican cómo dentro del Gobierno ucraniano están surgiendo diferencias claras acerca de una cuestión clave: si Ucrania debería hacer de la reconquista de Crimea un objetivo no negociable o no. De hecho, podría decirse -resumiendo mucho- que dentro del Ejecutivo presidido por Zelenski conviven las siguientes tendencias:
- Quienes sostienen que Ucrania debería estar preparada para renunciar a Crimea a cambio de la paz y la devolución del territorio ocupado por Rusia desde febrero pasado.
- Quienes creen que la guerra debe continuar hasta que Rusia haya abandonado por completo el territorio ucraniano, Crimea y el Donbás incluidos.
En relación con esto último, hay que tener en cuenta que Ucrania ya antes de la guerra no era, bajo ningún estándar, una democracia plena. También que se trata de un país en guerra en el que hay un relato oficial que tiene mucha más fuerza (debido al control de los medios, la necesidad de aglutinar a la sociedad en pos de un objetivo, el silenciamiento de la oposición…) que cualquier otro alternativo. Y por supuesto, que existe una necesidad de «vender» a la población que la victoria es posible (no estamos discutiendo si lo es, solo remarcando un hecho).
Dicho esto, existe el riesgo de que este «monstruo de Frankenstein», como denomina el autor en referencia a las posiciones más radicales sobre Crimea, termine por hacerse tan grande que acabe por condicionar toda la estrategia ucraniana, incluso en contra de los intereses del país. Y es que en política, como en muchos otros aspectos -pero especialmente- lo mejor suele ser enemigo de lo bueno.
Como apunte, y en relación tanto con este debate, como con el del relato con el que hemos abierto el informe de hoy, no nos resistimos a hacer una referencia a las declaraciones como las de Podolyak, que se recogen el artículo al que hemos hecho referencia y que reproducimos a continuación:
«Tenemos que cerrar por completo todo lo relacionado con el espacio cultural ruso allí. Tenemos que erradicar todo lo ruso. Debería haber solo un espacio cultural ucraniano o un espacio cultural global. No deberíamos tener un diálogo sobre si una persona tiene derecho a usar el idioma ruso o no. … No debería haber esta línea: “Tal vez esta sea nuestra gente, tal vez necesitemos hablar de algo con ellos”. Me sorprendía constantemente este concepto de reintegración en 2014-2015 y [el argumento de que] reintegremos los territorios ocupados con una sonrisa. Allí viven mafiosos, allí viven delincuentes, allí viven ejércitos de ocupación y administraciones, pero reintegrémoslos con una sonrisa. … Deben ser expulsados y algunos deben ser encarcelados».
Unas declaraciones, que más allá de que puedan o no llevar razón en el fondo -en el sentido de que una Ucrania cuasi-federal ya no es posible-, no dejan de ser el mejor combustible para alimentar la maquinaria de propaganda rusa, que busca no solo desacreditar a Ucrania ante el mundo, sino también introducir una cuña entre este país y sus aliados y, por supuesto, dar respaldo al relato interno. Un relato de buenos y malos, de «nazis» y luchadores por la libertad, pero que se está demostrando muy efectivo para consumo propio, como muestran las encuestas.
Pasando un día más a lo ocurrido sobre el terreno, comenzamos como de costumbre por el norte del frente, hoy en concreto por Bilohorivka, así como por Spirne, algo más al sur, pues en ambas localidades se han registrado enfrentamientos.
En el área de Bakhmut la situación ha seguido empeorando para Ucrania, en el sentido de que Wagner ha logrado hacerse con algunos edificios más en el centro de la urbe -a pesar de un contraataque ucraniano en la zona de la estación nº2-. Además se han visto elementos de la compañía «Honor» -perteneciente al batallón Lobos de Da Vinci- defendiendo la carretera de Khromove, y dado que son unidades ligeras, sin medios pesados orgánicos, podría significar que Ucrania empeña unidades especiales para retardar que no disputar el control de la zona con blindados, carros de combate y artillería.
Ahora bien, esta podría ser una impresión engañosa, pues como sabemos Rusia ha tenido que desplegar unidades VDV en los flancos de Bakhmut, lo que implicaría que las verdaderas luchas se están dando en estos momentos en dichas zonas, quedando los combates en el centro urbano -como es lógico por otra parte- para la infantería ligera, lo mismo que la protección de la única ruta hábil.
Más al sur, en torno a Avdiívka, ha vuelto a lucharse en esta ciudad, así como en Permovais’ke y Nevels’ke, al sur de la misma. También en Mariínka. Sin cambios.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En el apartado institucional es imposible no comenzar con la visita del ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, a España, en donde ha sido recibido por su homóloga, Margarita Robles. Durante su estadía, ha alabado el papel clave de España en la formación de la coalición que ha permitido el envío de carros de combate a Ucrania. Como hemos explicado en alguna ocasión, aunque el apoyo en términos cuantitativos que nuestro país está ofreciendo a Kiev es limitado, en otros aspectos se está moviendo mucho más de lo que trasciende, algo que tiene su explicación entre otras razones, en la composición del Gobierno de coalición.
En relación con esto, y además, se ha confirmado que la media docena de Leopard 2A4 que España ha comprometido con Ucrania llegarán a este país antes de que concluya el mes de abril. No ha sido lo único importante, pues Ucrania ha solicitado a España más apoyo, incluyendo artillería e incluso aviones de combate –que solo podrían ser modelos ya dados de baja o a punto de estarlo-. Por supuesto es difícil que esto último se lleve a efecto, dicho lo cual Ucrania está en la obligación de seguir intentando formar una coalición similar a la de los Leopard 2, Abrams y Challenger 2.
No ha sido lo único relevante del día, pues ambos ministros han tomado parte en un acto en el hospital de la Defensa (Gómez Ulla) en el que se ha agradecido al personal sanitario de este centro y del Hospital de la Defensa en Zaragoza su atención a los militares ucranianos y se han entregado un total de 39 condecoraciones.
Saltando de Madrid a Kiev, hoy Zelenski se ha reunido con una delegación de senadores procedentes de los Estados Unidos, a los que ha agradecido el apoyo prestado por su país, haciendo hincapié precisamente en que la continuación de dicho apoyo es la «clave de nuestra victoria sobre el agresor». Además, el presidente ucraniano ha señalado que su país garantiza el control sobre el uso de fondos de los contribuyentes estadounidenses.
Un Zelenski que hoy ha recibido la Orden de la República Chechena de Ichkeria «Honor de la Nación» y la Orden de Dzhokar Dudayev, a la sazón las condecoraciones más altas de este Estado autoproclamado en 1991 y no reconocido. La entrega de las condecoraciones responde a una orden firmada por el jefe de Gobierno en el exilio de esta república, Akhmed Zakayev, el pasado 27 de noviembre.
Pasando a un tema totalmente distinto, y en relación con las supuestas filtraciones de documentos secretos estadounidenses, hoy se ha pronunciado Rusia, país desde el que afirman que podría tratarse de una campaña de desinformación elaborada por los Estados Unidos con la finalidad de «engañar» a Rusia.
Precisamente entre los múltiples documentos, uno de ellos hacía referencia a la posibilidad de que los Estados Unidos adquiriesen en Corea del Sur munición de calibres OTAN para suministrársela a Ucrania. No dejaba de ser una cuestión baladí, toda vez que Estados Unidos podrían haber adquirido esa munición como reemplazo de la suministrada a Kiev, de forma que en ningún momento la producida en Corea del Sur sirviese en Ucrania. Finalmente parece que así ha sido, confirmándose la adquisición desde Washington de 500.000 proyectiles de 155mm.
Esto nos lleva a la ayuda internacional a Ucrania. Si bien hoy no han trascendido nuevas entregas de material –aunque sí la llegada de blindados M-ATV a Ucrania-, sí que han trascendido rumores sobre la hipotética intención estadounidense de enviar más vehículos de combate de infantería Bradley, así como carros de combate Abrams, aunque es una información que conviene tomar con cautela, toda vez que se basa en declaraciones del primer ministro polaco, Morawiecki.
Además de esto, el Banco Mundial ha otorgado 200 millones de dólares en ayuda a Ucrania, con el fin de que el país pueda continuar con las tareas de restauración de su red eléctrica. Una aportación que podría ir acompañada de otra más de 300 millones más adelante. En total, se calcula que la infraestructura eléctrica ucraniana ha sufrido daños por valor de 11.000 millones de dólares, según la directora de operaciones del Banco Mundial.
Respecto a las sanciones, en las últimas horas el Reino Unido ha anunciado que estas se aplicarán a los familiares de algunos oligarcas rusos, incluyendo nombres tan conocidos como Roman Abramovich y Alicher Usnmanov. El primero ha sido acusado de ocultar 760 millones de libras esterlinas antes de ser sancionado tras la invasión.
Además de esto, hoy se ha sabido también que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha impuesto sanciones contra un banco con sede en Hungría por evadir las sanciones impuestas a Ucrania tras la invasión de Rusia, lo que no hace sino aumentar la tensión entre ambos estados, solo unas horas después de que el país de Europa del Este firmase con Rusia nuevos acuerdos energéticos. Se unen así a las más de 120 personas y entidades sancionadas recientemente por su apoyo a Rusia.
Para finalizar, cabe reseñar que hoy Rusia habría probado con éxito un nuevo misil balístico internacional que ha alcanzado un objetivo simulado en el campo de pruebas de Sary-Shagan, en Kazajistán. El lanzamiento se ha producido apenas unas semanas después de que Rusia suspendiera su participación en el tratado New Start.
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