Mientras Macron pedía a Xi Jinping en China que «haga entrar en razón a Putin», medios estadounidenses publican que Ucrania estaría lista para hablar sobre Crimea si la ofensiva triunfa. En oposición, también desde los Estados Unidos, se niegan a ofrecer a Kiev una hoja de ruta clara de cara a una futura entrada en la OTAN. Mientras tanto, Rusia continúa introduciendo novedades en el campo de batalla, aunque la efectividad de algunas de ellas es dudosa, y sigue moviendo vehículos de los depósitos, como demuestran las imágenes por satélite.
Un día más, la guerra de Ucrania ha seguido su curso, con intensos combates y, pese al estancamiento, novedades por ambas partes. Las más interesantes llegan del lado ruso, que sigue moviendo vehículos de sus depósitos, en este caso en Crimea, como demuestran las imágenes por satélite obtenidas entre el 11 de febrero y el 16 de marzo. Hablamos de docenas y docenas de blindados hasta entonces en la península y ahora, muy seguramente, destinados al frente para soportar el elevado desgaste al que estamos asistiendo.
Más allá de lo material, y más interesante si cabe, está el apartado doctrinal. Rusia está introduciendo nuevos tipos de unidades que sirven para ir un paso más allá de lo que explicáramos en su día acerca de la necesidad de distribuir las operaciones, dispersar hombres y medios y evitar, en suma, cualquier concentración que pudiese ser objeto de ataque en un campo de batalla que se caracteriza por la imposibilidad de hacerse con el factor sorpresa. Al menos en grado suficiente.
Así las cosas, todo indica que el Ejército ruso está creando pequeñas compañías independientes destinadas a operar a modo de tropas de asalto. En los documentos en los que se basa esta información -y que siempre pueden ser una campaña de desinformación ucraniana, aunque hemos visto ya a Rusia operar de esta manera-, se habla de unidades independientes, conjuntas y de armas combinadas… pero de tamaño compañía.
Su estructura sería flexible, dependiendo básicamente de la misión a completar y combinando elementos de mando y control, ingenieros, apoyo de fuego, reconocimiento, drones –a pesar de los problemas que han venido sufriendo para dotar a las unidades de un número adecuado de cuadricópteros– y unidad médica en ese diminuto formato.
Respecto al entrenamiento, se habla de un periodo típico de 10 a 15 días dividido en tres etapas, la primera de ellas relacionada con el uso de armamento y los primeros auxilios, el camuflaje o las comunicaciones, así como el manejo de drones. La segunda centrada en las actuaciones que impliquen binomios, escuadras o pelotones, así como el apoyo de fuego entre estos, el combate urbano, la toma de puntos fuertes, etc. La tercera y última tendría como objetivo el aprender a funcionar a nivel de compañía, coordinándose las secciones con la vista puesta en las acciones de asalto.
Es, por decirlo de alguna forma, una «wagnerización» del Ejército ruso de interesantes consecuencias, por más que no convenga tomar la parte por el todo. Decimos esto, porque si bien poner sobre el terreno decenas o cientos de pequeñas unidades de este tipo puede tener algún tipo de impacto a nivel local, otorgando a Rusia ganancias territoriales especialmente en zonas urbanas y aledañas como Bakhmut, Avdiívka o Mariínka, en realidad es una apuesta que no tiene como objetivo ganar ninguna guerra. Más bien, en el mejor de los casos, seguir intentando agotar a Ucrania en la creencia de que si esta no logra progresos o incluso sufre pérdidas, sus aliados le obligarán a negociar, asumiendo de paso un gran número de bajas, como ha estado haciendo Wagner.
Lo que está claro es que Rusia parece haber renunciado a cualquier recurso a su propia historia y evoluciones doctrinales, olvidando a autores como Isserson, que están en la base del pensamiento operacional soviético y ruso. No hablemos ya de Ogarkov, que debe estar revolviéndose en su tumba. Las razones de esta renuncia son variadas y profundas y van desde la inadecuación de los medios materiales a la falta de entrenamiento de sus unidades, muy por debajo de lo necesario para funcionar a nivel operacional.
Este punto es importante, pues si bien esto se achaca generalmente a Ucrania, Rusia no ha demostrado unas capacidades mucho mayores en este ámbito y costará determinar hasta qué punto vienen motivadas por todos los problemas que ya explicáramos en nuestros dos primeros libros y hasta dónde corresponde la responsabilidad al cambio tecnológico. En cualquier caso, si la ofensiva rusa ya había encallado semanas atrás, este tipo de medidas son una garantía de que el Ejército ruso no podrá alcanzar objetivos como Sloviansk o Kramatorsk, salvo que implemente cambios mucho más radicales y en sentido totalmente contrario.
Lo que si cabe más curioso, la realidad sobre el terreno y la realidad de estos cambios desmienten por completo las palabras del propio Putin, quien aseguraba recientemente que el objetivo del Ejército ruso con la «Operación Militar Especial» pasaba por repeler a los ucranianos «a tal distancia que no puedan causarnos ningún daño». Con un frente estático y unas Fuerzas Armadas inhabilitadas para lanzar operaciones en profundidad lo obtenido es básicamente lo contrario, especialmente en tanto su oponente está centrada en superar todas sus carencias en este ámbito.
Más allá de esto, sobre lo que volveremos en próximos informes y sobre lo que abundaremos en el tercer libro, y antes de pasar a relatar lo ocurrido sobre el terreno en las últimas horas, creemos importante hacer referencia a un par de noticias aparecidas en medios internacionales. La primera tiene que ver con unas declaraciones hechas aparentemente por funcionarios de alto nivel ucranianos, según las cuales el país está «listo» para hablar sobre Crimea si la contraofensiva llega a tener éxito. Lo cierto es que, aunque este momento pueda llegar por distintas razones (el momento de hablar sobre un reparto territorial), por el momento no parece que Ucrania esté pensando, al menos de puertas para afuera, en renunciar a un solo metro cuadrado de lo que considera suyo. Sin embargo, la maniobra podría estar encaminada a controlar la ansiedad que una posible escalada nuclear genera entre los aliados de Ucrania un posible triunfo militar que llegase a poner en peligro el control ruso sobre Crimea.
La segunda tendría que ver con la oposición por parte de los Estados Unidos -pero no solo, pues hay países como Alemania o Hungría que mantienen una posición similar- a ofrecer a Ucrania ningún tipo de hoja de ruta de cara a su futura entrada en la OTAN. Sea como fuere, aunque queda mucho debate por delante, por el momento parece claro que lo único en lo que están de acuerdo los 31 miembros de la Alianza es en que la membresía ucraniana no es una opción a corto plazo. Y dado que hablamos de una organización que toma sus decisiones por unanimidad, todo indica que la entrada de Ucrania está muy lejos de producirse, por lo que deberán buscarse opciones intermedias, a la vez que se sigue ofreciendo soporte a largo plazo a este país.
Pasando a las novedades sobre el terreno, en las últimas horas y comenzando por el norte se han registrado enfrentamiento en dirección a Nevske y nuevamente en los bosques de Serebryanka, al sur de Kreminna. Entre lo más interesante la aparición de un vídeo que confirma que el puente sobre el río Sherebets, atacado por Rusia a finales de marzo ha sido reconstruido. Como curiosidad, pues su impacto sobre la guerra es nulo, se ha producido otra acción del «Cuerpo de Voluntarios de Rusia», cuando algunos integrantes se han infiltrado en la localidad rusa fronteriza de Sluchovsk en donde han repartido folletos y hablado con los lugareños.
En el caso de Bakhmut, los combates hoy han afectado un día más a la zona de Bohdanivka al norte, a partes del centro urbano, en donde los elementos de Wagner se hacían con algunos edificios mientras Prigozhin aseguraba que los ucranianos nada tenían que hacer allí y al área de Ivanivske al sur. Precisamente al sur, en Klishchiivka, ha sido grabado un vídeo que podría ser el primer testimonio real del uso de una bomba con kit JDAM por parte de Ucrania, en tanto la explosión no se produce en el vehículo atacado, sino a unos metros de este, aunque hay dudas sobre ello y podría ser fuego de contrabatería. Además de todo lo anterior, un nuevo vídeo sirve para mostrar cuál es la situación de la carretera de Khromove (T-0506) y las altas pérdidas sufridas por Ucrania para mantenerla abierta.
En el área al oeste de Donetsk, como ya es casi tradición, los combates han afectado a Novokalynove, Avdiívka y Mariínka. El Ministerio de Defensa ruso asegura que miembros de la 53ª Brigada Mecanizada ucraniana se habrían rendido la pasada noche en Avdiívka, tras hacer un llamamiento al mando ruso a través de un canal de radio abierto, aunque no han presentado pruebas de ello. Por último, aunque ya en Melitópol, habría seguido la campaña de ataques ucranianos en profundidad, en tanto se han vuelto a registrar explosiones en la ciudad.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Hoy ha tenido lugar la esperada reunión tripartita entre los presidentes de Francia y China, Emmanuel Macron y Xi Jinping, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Al término de la misma, Von der Leyen ha informado de que Xi Jinping “ha reiterado su voluntad de hablar” con el presidente Zelenski habiendo Macron expresado al presidente chino que sabe que puede contar con él para que “Rusia entre en razón y todos se sienten a la mesa de negociaciones”.
Sin embargo, ha precisado que “necesitamos encontrar una paz duradera, una paz que respete las fronteras internacionalmente reconocidas y evite cualquier forma de escalada”. Asimismo, el presidente galo ha afirmado que Occidente debe involucrar a China para ayudar a poner fin a la crisis y evitar tensiones “en espiral” que podrían terminar dividiendo a las potencias mundiales en bloques en guerra.
Por su parte, Xi Jinping ha precisado que “La posición de China sobre Ucrania se reduce a apoyar las conversaciones de paz” llamando “a las partes a ser tranquilas y racionales y crear conjuntamente condiciones para las conversaciones de paz”. Para el dirigente chino la “prioridad apremiante” es lograr un alto el fuego “y oponerse a acciones que agraven o compliquen aún más la situación”. Esto último estaría en línea con la propuesta de paz basada en 12 puntos presentada por China.
De otro lado, la presidenta de la Comisión ha subrayado que: “China y la UE tienen el deber de defender y promover el orden internacional basado en normas. Empezando por el fin de la invasión rusa y la retirada de sus tropas”. Más allá de la guerra de Rusia en Ucrania, otros de los temas que ha puesto sobre la mesa ha sido precisamente los desequilibrios en las relaciones económicas y analizar la cooperación en otros temas globales como el cambio climático.
El presidente Macron ha incidido en que “Europa está en proceso de construcción de una autonomía estratégica al servicio de un proyecto común, gemelo de la independencia francesa”. De este modo, le ha trasladado a Xi Jinping que “Con China, nuestro enfoque se basa sobre todo en una mayor reciprocidad, con miras a lograr un nuevo equilibrio”.
No obstante, los puntos que ha puesto el presidente galo sobre la mesa han sido los siguientes:
- Paz y estabilidad en el mundo y particularmente en Ucrania.
- Los principales temas internacionales, incluida la financiación de países vulnerables, la biodiversidad o la seguridad alimentaria.
- La reanudación de los intercambios humanos y comerciales entre China y Francia.
- Una hoja de ruta bilateral al servicio de una mayor reciprocidad en la relación.
Pasando de China a Europa, hoy el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, ha iniciado su visita oficial a Grecia donde se ha reunido con su contraparte, Nikolaos Panagiotopoulos, y otros representantes griegos. Les ha agradecido su “apoyo inquebrantable” a la soberanía e integridad territorial, pero también su asistencia humanitaria y de defensa (IFV y munición), y su continua participación en las reuniones de Ramstein.
Del lado griego, el representante de Defensa ha expresado su “firme posición contra cualquier forma de revisionismo, pero también de la observancia de las normas de Derecho Internacional”. Igualmente, ha destacado la firme voluntad de Grecia de fortalecer la cooperación bilateral en defensa con Ucrania.
Allí, en Atenas, Reznikov también ha expresado que Ucrania debería ser el 33º estado miembro de la OTAN, debiendo ser Suecia el 32º. Incide así en que “los ucranianos son los mejores en el uso de armas de estándar OTAN para destruir al ejército ruso” y que “tal experiencia es fundamental para la Alianza”.
A colación de lo anterior, según un asistente del primer ministro Viktor Orban, las relaciones entre Suecia y Hungría están en un punto bajo. De esta forma, ha instado a Estocolmo a que tome medidas para impulsar la confianza mientras busca que Budapest respalde su candidatura de adhesión a la OTAN.
También relacionado con la Alianza, el parlamento de Lituania (Seimas) ha adoptado una resolución por unanimidad en la que se subraya la necesidad de invitar a Ucrania a que se una a la OTAN. Más concretamente, y más allá de enumerar los cinco objetivos de la próxima cumbre de la OTAN que se celebrará en su capital, los parlamentarios han recogido expresamente en el texto:
“[Pedía a Lituania que] apoyara plenamente a Ucrania con medidas prácticas, incluido el apoyo político de la OTAN, reconociendo que es necesario invitar a Ucrania a convertirse en un estado miembro de la OTAN en la cumbre que se realizará en Vilna”.
Pasando a otras cuestiones, el jefe de la Presidencia de Ucrania, Andriy Yermak, ha informado de que a partir del próximo día 8 de abril Bulgaria cerrará sus puertos a los barcos certificados por el registro marítimo ruso. De este modo, el país pretende cerrar una brecha en la implementación de las sanciones impuestas por la UE a Rusia y que han venido permitiendo que los barcos rusos con banderas extranjeras accedieran a sus puertos.
Virando hacia Moscú, los presidentes de Rusia y Bielorrusia han presidido una reunión del Consejo del Estado Supremo del Estado de la Unión. El presidente Putin ha señalado durante su intervención:
«Nuestros países están unidos por nuestra amistad tradicional y valores culturales, espirituales y morales comunes”. De igual modo, ha puesto el acento en los logros que habrían conseguido en su relación bilateral – por ejemplo en las áreas de defensa, ciencia y tecnología, educación y cultura -, adelantando que aprobarán “muchas decisiones importantes destinadas a profundizar aún más los procesos de integración”.
Para concluir, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha llegado a Turquía donde se espera que se reúna con su homólogo, Mevlüt Çavuşoğlu, para discutir sobre diversos temas, entre ellos: cuestiones energéticas, la situación en Ucrania, el acuerdo de Granos del Mar Negro, el escenario en Nagorno-Karabaj, así como el diálogo entre Ankara y Damasco.
Deja una respuesta