La semana concluye con escasos movimientos sobre el terreno. En Bakhmut, las tropas rusas habrían logrado algún ligero avance a norte y sur del casco urbano. En Avdiívka también estaría logrando progresos, aprovechando que en los últimos días su fuerza aérea está pudiendo operar con mayor libertad que en fases anteriores de la guerra. En el apartado internacional, por su parte, esta última jornada ha estado protagonizada por las declaraciones y respuestas tras el anuncio ruso ayer de un futuro despliegue de armas nucleares tácticas en Bielorrusia.
La guerra de Ucrania, que se acerca a los 400 días de duración sin apenas cambios, sigue su curso demandando más y más por parte de ambos bandos. El grado de desgaste sufrido y el estancamiento -que no por ello reducción en las exigencias- han ido acelerando la transformación de ambos ejércitos en busca de herramientas susceptibles bien de resolver la situación de paralización, bien en su defecto de provocar el mayor daño posible al contrario en la esperanza de que se produzca un colapso. Todo ello, por supuesto, al margen de lo que ocurra cuando Ucrania lance su anunciada ofensiva, que podría retrasarse a tenor de las últimas declaraciones.
Una de las herramientas predilectas en los últimos meses han sido los drones de todo tipo, aunque también aquí se ha ido evolucionando. Si en un primer momento todo el protagonismo fue para los turcos Bayraktar TB-2, posteriormente desde Ucrania pedirían MQ-9 Reaper (como ya explicáramos, un sinsentido dada su vulnerabilidad). Más adelante, y según la guerra ha ido evolucionando hacia una guerra de desgaste, han sido las municiones merodeadoras y los drones COTS armados los que han copado la atención de unos y otros, con interesantes evoluciones.
Caso aparte es el de los Shaheed-131/136. Si bien en las últimas semanas estos aparatos de diseño iraní han pasado a un segundo plano, pues por diferentes motivos Rusia no ha conseguido lanzar oleadas tan contundentes como las de meses atrás, su relación coste/eficacia sigue siendo seguramente imbatible. De hecho, han seguido logrando impactos incluso a pesar de que buena parte de Ucrania está ya protegida por los sistemas antiaéreos enviados por Occidente. A 20.000 dólares por unidad, sigue siendo una alternativa mucho más racional que la de los carísimos misiles de crucero.
Otros casos, como el de los Lancet rusos, por más que el número de objetivos enemigos destruidos no haya sido tan alto como podría parecer, o el de los Switchblade 300/600 (ídem) y demás municiones merodeadoras, son notorios. También los Tu-141 han tenido y al parecer siguen teniendo su protagonismo, igual que los drones navales o drones de diseño ucraniano que han logrado recientemente atacar muy en el interior de Rusia, llevando la guerra a la población de este país, con acciones tan contadas como sonadas.
Lo más usual, no obstante, ha sido recurrir a cuadricópteros comerciales adaptados con todo tipo de armas, desde varias granadas de caída libre a, en las últimas semanas, minas tipo Claymore (todavía en pruebas). Aparatos en su mayor parte de bajísimo coste y aceptable rendimiento. Tanto que en algunos casos sumando la plataforma y el arma la inversión necesaria para poner uno de estos aparatos en el aire podría ser inferior a los 2.000 euros (la mitad de un obús de 155mm no guiado). No es pues de extrañar que se hayan convertido en una de las herramientas predilectas en este enfrentamiento y, a tenor de lo explicado en otras ocasiones, también de los futuros.
Y es que en lo que va de guerra, Ucrania habría invertido en drones más de 550 millones de euros. Una cantidad irrisoria en relación con el total gastado en estos 13 meses, pero con un impacto desproporcionado en relación al coste. No es de extrañar, de hecho, que se hable de que están entrenando hasta un millar de operadores a la vez que intentan hacer acopio de componentes en los mercados internacionales, con la intención de producir entre 50.000 y 100.000 de estos ingenios en los próximos meses. Rusia, por supuesto, intenta hacer lo propio, como es lógico.
Pueden parecer cifras abrumadoras, pero lo cierto es que ni siquiera lo son. Únicamente es el principio de lo que está por venir, toda vez que ni siquiera hablamos del uso de enjambres de drones, en el sentido estricto del término, sino de su uso como municiones y de forma individualizada. Teniendo en cuenta que Ucrania, a día de hoy, reclama 250.000 proyectiles de artillería al mes para lanzar con garantías su ofensiva (ahora mismo estaría utilizando entre 4.000 y 7.000 frente a los 20.000 rusos) y que Rusia ha llegado a consumir en algunas fases de la guerra, más que esa cantidad en una única semana, emplear 50.000, 100.000 o incluso más drones en el plazo de unos meses es todo menos descabellado…
Respecto a lo ocurrido sobre el terreno, cabe comenzar un día más por el noreste de Ucrania. Allí, en Járkov, se ha registrado un ataque ruso contra Synkivka, localidad cercana a Kupyansk, aunque no ha servido para cambiar la línea de frente. En esta zona, por cierto, las autoridades rusas aseguran haber destruido recientemente grupos de sabotaje ucranianos, pertenecientes supuestamente a las brigadas 14ª y 92ª.
Más al sur, ya en la región de Donetsk, los combates han seguido en torno a Kreminna y Bilohorivka. En el primer casi, un día más, en los bosques de Serebryanka principalmente, mientras que en el segundo se trataría de los intentos habituales desde Lysychansk para tomar esta localidad clave para el control del recodo del Donets. También hacia Vyimka y Vesele se han reportado movimientos, aunque la situación en la zona permanece estable.
En Bakhmut los efectivos de Wagner siguen logrando pequeños avances. Así, habrían completado la conquista de la fábrica AZOM, al noreste de la ciudad, y alguna ligera ganancia al sur del núcleo urbano, en donde se sigue luchando también calle a calle, con un importante papel para los francotiradores. Sin embargo, nada indica ahora mismo que pueda caer en los próximos días, después de que las Fuerzas Armadas ucranianas lograran estabilizar la situación en las pasadas semanas, cuando el colapso parecía inminente. Además, después de unas semanas en las que el ratio de bajas habría sido menos favorable a Ucrania, la relación a favor de esta parece haberse recuperado, de ahí la insistencia en aguantar en esta ciudad, sobre la que se ha vuelto a pronunciar Reznikov (salvo que estén simplemente intentando vender un relato, obviamente). Más allá de esto, hoy se han registrado combates en dirección nuevamente a Bohdanivka al norte y también hacia Konstyantinivka a través del canal y por el norte de Bila Hora.
Avdiíkva es la otra zona de Ucrania en la que se están librando los combates más intensos. En las últimas horas se ha podido ver nuevamente a la aviación rusa en acción, lo que indica que la artillería antiaérea ucraniana en esta zona ha sido destruido o, al menos, que no tiene las mismas capacidades que en otros sectores del frente. Dicho esto, hoy se ha combatido al norte de la ciudad en dirección a Keramik y Novokalynove, así como al sur entre Opytne y Avdiívka, hacia Severne y Tonen’ke y hacia Permovais’ke. Ya más al sur, se han registrado nuevos enfrentamientos en Mariínka y en Novomykhailivka.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada de hoy ha transcurrido sin grandes novedades en el plano institucional y diplomático, si bien ha estado marcada por las declaraciones en respuesta a la decisión de ayer del presidente de Rusia, Vladímir Putin, de desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia.
En primer lugar, el Ministerio de Exteriores de Ucrania ha emitido un comunicado en el que califican la decisión como “otro paso provocativo del régimen criminal de Putin, que socava los principios básicos del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares, la arquitectura del desarme nuclear y el sistema de seguridad internacional en su conjunto”.
En el texto se realiza además un llamamiento tanto a la sociedad de Bielorrusia para que impida el cumplimiento de esta decisión del Kremlin dado que “convertirá a un más a este país en un rehén del Kremlin”. De otro lado, el segundo llamamiento es al G7 y la UE para que adviertan a Minsk de las consecuencias de aceptar dicho despliegue de armas nucleares tácticas en su territorio.
Asimismo, Ucrania espera “medidas efectivas para contrarrestar el chantaje nuclear del Kremlin por parte del Reino Unido, China, Estados Unidos y Francia” como miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y exigen que se convoque de inmediato una reunión extraordinaria de este órgano. No obstante, también se dirigen a la comunidad internacional en general, dado que del resto de países esperan que adopten una postura firme y rechacen las provocaciones de Rusia, y tomen medidas para disuadir y prevenir cualquier posible uso de armas nucleares por parte de Moscú.
Por último, las autoridades ucranianas consideran que Rusia ha confirmado “una vez más su incapacidad crónica para ser un poseedor responsable de armas nucleares como medio de disuasión y prevención de la guerra, no como herramienta de amenazas e intimidación”.
Oleksiy Danilov, secretario del Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania, por su parte sostiene que la decisión del presidente Putin es “un paso hacia la desestabilización interna del país, maximiza el nivel de percepción negativa y el rechazo público de Rusia y Putin en la sociedad bielorrusa”.
Desde la OTAN han calificado la retórica nuclear rusa como “peligrosa e irresponsable”, al tiempo que han señalado que la Alianza está monitoreando de cerca la situación aunque por el momento no han detectado “ningún cambio en la postura nuclear de Rusia que nos lleve a ajustar la nuestra”. Además, desde la Organización se ha señalado que los aliados “actúan con pleno respeto de sus compromisos internacionales” mientras que “Rusia ha incumplido constantemente sus compromisos de control de armas y recientemente suspendió su participación en el nuevo Tratado START”.
En el caso de la Unión Europea, ha sido el Alto Representante y vicepresidente de la Comisión, Josep Borrell, quien ha comentado en su perfil de Twitter que el hecho de albergar armas nucleares rusas en Bielorrusia “significaría una escalada irresponsable y una amenaza para la seguridad europea”. No obstante, ha señalado que Minsk “aún puede detenerlo, es su elección” si bien la UE está lista para responder con más sanciones.
Continuando con la cuestión nuclear, pero en lo que se refiere a la seguridad, la misión de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) de 18 expertos encabezada por su director, Rafael Mariano Grossi, ya ha puesto rumbo a Ucrania. Además de evaluar la situación y continuar con sus esfuerzos para lograr que se protejan las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia, liderará la rotación de expertos de la Agencia. Según la operadora de energía nuclear rusa Rosenergoatom la visita de la misión tendrá lugar el próximo miércoles 29 de marzo cuando mantendrán una reunión.
El presidente Putin también ha realizado declaraciones hoy en las que ha calificado a los países occidentales como “iniciadores e instigadores” del conflicto en Ucrania subrayando lo siguiente:
“Un golpe armado, ahí es donde comenzó todo. Nos vimos obligados a proteger a la población de Crimea, y de una forma u otra terminamos apoyando a Donbás. Ellos fingen que no tuvieron nada que ver con eso. Ellos son los iniciadores de este conflicto y los instigadores. Y hoy están entregando millones más de municiones, hardware y demás.”
Por otro lado, el Ministerio de Energía de Ucrania ha aseverado que desde agosto de 2022 y hasta el día de hoy, el país ha recibido 22 cargamentos energéticos con un peso asociado de 183 toneladas por parte de Francia. Entre la ayuda se cuentan generadores con distintas potencias, disyuntores, seccionadores, equipos de iluminación, productos químicos y equipos de gas necesarios. Como señala el propio Ministerio durante este mes de marzo la ONG francesa Electriciens sans frontiéres ha entregado 1.389 convectores y 11 generadores.
Para concluir, el Ministerio de Infraestructura de Ucrania ha comunicado que el sexto buque del programa Grano de Ucrania ha zarpado hoy del puerto de Chornomorsk. Asimismo, en relación con el cereal es significativo que Omán haya ofrecido a Ucrania establecer un centro de cereales en su territorio para facilitar el suministro constante de grano ucraniano a los países del Cuerno de África.
Desde que comenzaron las exportaciones el 1 de agosto de 2022 gracias a la Iniciativa de Granos del Mar Negro, Ucrania ha logrado dar salida a 25,7 millones de toneladas de alimentos en 845 buques con destino a Asia, Europa y África.
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