Tras una noche en la que Rusia ha lanzado una pequeña oleada de drones contra distintos puntos de Ucrania, compuesta por 20 aparatos, Ucrania habría vuelto a atacar, aunque sin éxito, la base naval de Sebastopol, en la península de Crimea. Además de lo anterior, los combates prosiguen a todo lo largo del frente, con unidades chechenas y cosacas tratando de avanzar hacia Verkh’okam’yans’ke seguramente intentando desviar reservas que Ucrania emplea en Bakhmut hacia esta zona, algo más al norte.
En las últimas horas han aparecido diversos artículos, imágenes y vídeos que nos hablan sobre el proceso de adaptación que están llevando a cabo tanto ucranianos como rusos y que afecta tanto a la tecnología como a la doctrina, teniendo efectos claros en el campo de batalla, al menos en el caso de algunos de los avances que hemos ido viendo.
Respecto a Ucrania, Franz-Stefan Gady hablaba en The Economist sobre la «guerra cultural» que se está librando en el seno de las Fuerzas Armadas de este país. En resumidas cuentas, estarían enfrentándose dos concepciones opuestas. Por una parte, la de herencia soviética, propia de muchos de los empleos más altos de la orgánica ucraniana, pues fueron educados en un sistema anterior y tienen importantes dificultades para adaptarse a las nuevas ideas. Por otra, la importada desde Occidente, generalmente por los oficiales más jóvenes que han pasado por los cursos de formación ofrecidos por los ejércitos de la OTAN.
Es un problema mayor, ya que los primeros son partidarios de emitir órdenes operativas rígidas, generalmente desde cuarteles generales muy lejos del frente, siguiendo un modelo heredado de la Unión Soviética que tan malos resultados ha dado a Rusia, como explicamos en nuestro segundo libro. Los segundos, por el contrario, son más afines a lo que se conoce como «mando misión» o aufragstaktik, es decir, asignar directivas u objetivos en lugar de órdenes, permitiendo a los mandos sobre el terreno la mayor libertad posible para planificar cada misión eligiendo la táctica más adecuada. Por supuesto, no todo es blanco o negro y ni todo los mandos superiores están cerrados a las novedades, ni todos los mandos intermedios y bajos son defensores a ultranza de las doctrinas occidentales.
Sin embargo, cabe recordar que buena parte de los éxitos ucranianos han sido consecuencia de la innovación (y no de la rigidez) y de la búsqueda de formas alternativas de acercarse a la guerra de armas combinadas, utilizando drones, comunicaciones por satélite vía Starlink o sistemas de mando y control de factura ucraniana, como Delta. También de adoptar conceptos occidentales, como algunos de los elementos de la guerra mosaico (sin que esto suponga que la guerra mosaico es un invento moderno, pues el tema es mucho más profundo), que solo ha sido posible poner en práctica gracias a la llegada de material desde los Estados Unidos y Europa.
Otro ejemplo clave pasa por la artillería, que se ha beneficiado sobremanera de la llegada tanto de obuses autopropulsados como de lanzacohetes desde Estados Unidos y la UE, así como de munición guiada. El mayor alcance y precisión ha permitido cambiar sustancialmente no solo la relación de medios con Rusia anterior a la guerra, cuando el Ejército ruso era netamente superior en bocas de fuego y alcance, sino también la forma en la que se emplean estos sistemas. Así, ahora es Rusia la que no puede hacer frente con sus obuses el fuego de contrabatería ucraniano y la que ha tenido que adaptar su logística ante la exposición constante a los ataques de la artillería de 155mm y los cohetes GMLRS ucranianos.
Esto nos lleva a Rusia, país que también ha introducido adaptaciones técnicas y doctrinales, así como tácticas, algunas de las cuales hemos tocado en informes anteriores. A colación precisamente del fuego contrabatería, y dado que Rusia carece del alcance y precisión necesarios para hacer frente a algunos de los sistemas utilizados por Ucrania, han encontrado un interesante sustituto en los drones suicidas Lancet, mejorados a lo largo de estos meses de uso. Así las cosas, les hemos visto cobrarse un buen número de obuses remolcados M777 y D-20, pero también atacando carros de combate, obuses autopropulsados, MLRS o sistemas antiaéreos.
Del mismo modo, para la guerra en las trincheras, ya que su artillería carece de la precisión necesaria como para causar un gran impacto sobre las posiciones defensivas ucranianas, han venido aprovechándose de los drones (unos y otros, obviamente). Generalmente, y hasta ahora, el mejor empleo de estos era para tareas de reconocimiento, marcación de objetivos y evaluación de daños después de lanzar ataques con obuses o MLRS. No obstante, dado que el consumo de municiones sigue siendo alto para el daño causado, necesitan encontrar formas de batir a la infantería ucraniana protegida en pozos de tirador o en los ramales de las trincheras, para lo que se requiere una precisión casi quirúrgica.
Es por eso que están experimentando con soluciones como la que se puede ver sobre estas líneas: cuadricópteros armados con minas antipersona MON-50, el equivalente soviético de las archiconocidas Claymore. Por supuesto, la gran cantidad de sistemas antidrone suministrados a Ucrania supondrá un problema, como también el conseguir acercarse lo suficiente como para causar daños. Además, la mina debe estar perfectamente orientada para maximizar su efecto, lo que obligará a situar el drone a muy escasos metros de la infantería enemiga, perdiéndolo ocurra lo que ocurra debido a la explosión.
Hablando de «adaptaciones», hoy se han visto imágenes de vetustos carros de combate rusos T-54B y T-55 siendo extraídos de los depósitos de almacenamiento a largo plazo rusos para su posible envío a Ucrania. Aunque este tipo de cosas siempre causan cierta sorpresa y no pocas bromas, lo cierto es que a Rusia le sale más a cuenta recurrir a carros que están totalmente amortizados como artillería móvil o llegado el caso para dar apoyo a la infantería, que no emplear los comparativamente carísimos T-90M.
En cualquier caso, y como vemos, la guerra de Ucrania sigue «viva», en el sentido de que se aprecia una evolución constante -de ahí buena parte de las luchas internas en Ucrania-. Así seguirá siendo mientras se continúe combatiendo, situación que podría durar muchos años a pesar de los cantos de sirena sobre negociaciones en otoño, pues como hemos repetido hasta la saciedad lo que Rusia está luchando no es una guerra por un territorio, sino una guerra espiritual. De ahí que sus incentivos a la hora de congelar por completo el conflicto o de respetar cualquier acuerdo de alto el fuego sean mínimos. No olvidemos que la guerra del Donbáss nunca se llegó a congelar por completo y que lo que ahora vemos, desde febrero de 2022 solo es otra fase de un todo mucho mayor.
Pasando a lo ocurrido sobre el terreno, comenzamos como lo hacemos habitualmente por el noroeste de Ucrania, en donde se han reportado combates en las localidades de Dibrova, en torno a Kreminna y en Bilohorivka. Sin novedad.
En el caso de Bakhmut, hoy ha sorprendido la visita de Zelensky a Konstantinivka, no muy lejos de allí, en donde se ha reunido con sus militares, procediendo a condecorar a algunos de ellos. También ha aparecido un nuevo vídeo que demuestra que la carretera de Khromove sigue en uso por parte de los ucranianos, lo que reafirma que desde hace unos días Rusia ha sido incapaz de retomar el terreno perdido tras los últimos contraataques ucranianos. Respecto a los combates, se han extendido a Vesele, Orikhovo-Vasylivka, Hreyhorivka, Bohdanivka, el este y sur de Bakhmut e Ivanivske. También en Klishchiivka y Mayorsk, pese a que esta última localidad, al noroeste de Górlovka, llevaba sin actividad semanas. De la intensidad de los combates dan fe los testimonios de bajas que llegan desde los hospitales ucranianos, así como los datos de FIRMS.
En el caso de Donetsk, la guerra nos lleva un día más a Avdiívka, en donde rusos y milicianos siguen tratando de rodear la localidad a norte y sur. Así las cosas, se ha luchado un día más en Krasnohorivka, hacia Stepove y Berdychi, al suroeste de Avdiívka, en Severne, Vodyane y Permovais’ke. Las fuentes rusas hablaban de grandes pérdidas en Vodyane. Resulta interesante que el parte ucraniano de hoy citase la localidad de Lastochkyne como uno de los puntos en los que se ha desarrollado la acción, lo que apuntaría seguramente a ataques artilleros pues no hay indicios de presencia rusa en las cercanías. Más al sur todavía, se han registrado enfrentamientos un día más hacia Pobjeda y en el centro de Mariínka.
Además de todo lo anterior, hoy han aparecido nuevas informaciones sobre la situación en Zaporiyia, en la zona de Orejov. De hecho, parece que los ucranianos han vuelto a atacar en el mismo eje que la pasada semana, logrando algunos avances. Desde canales rusos hablan de un reconocimiento en fuerza ucraniano y esperan más combates y de mayor intensidad en los próximos días. Los combates se centran en Novodanylivka, a la espera de más datos.
Al margen de los combates, es obligado decir que en las últimas horas una oleada de ataques rusos empleando drones Shaheed-131/136 ha alcanzado puntos de la infraestructura eléctrica ucraniana en Zhytomyr, además de matar al menos a siete personas en Kiev. También, en este caso en Zaporiyia, el impacto de un misil ruso ha dejado un muerto y varios heridos al alcanzar un bloque de viviendas. También Ucrania ha estado activa, con un ataque a Sebastopol del que no han trascendido muchos detalles, pero sí dos vídeos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos la sección institucional y diplomática de la jornada 392ª destacando que ha finalizado la visita del presidente de China Xi Jinping a Rusia en lo que ha sido un “viaje de amistad, cooperación y paz, que ha suscitado respuestas positivas en la comunidad internacional”.
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin, ha reiterado que su país se mantiene neutral en el conflicto y que “no tenía motivos egoístas en el tema de Ucrania, no se ha quedado de brazos cruzados…ni ha aprovechado la oportunidad para beneficiarse”. Sobre esto ha añadido que “Lo que China ha hecho se reduce a una sola palabra, es decir, promover las conversaciones de paz”, criticando al mismo tiempo la “falta de imparcialidad” estadounidense y acusado a Washington de “avivar las llamas” del conflicto al enviar armamento a Ucrania.
A nivel de la UE, la jornada de hoy como ha venido siendo lo habitual a las que preceden a las cumbres del Consejo Europeo, ha transcurrido sin especial ajetreo. Mañana volverán a darse cita los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 en Bruselas y nuevamente uno de los temas centrales en la agenda será la guerra en Ucrania y el apoyo a ofrecer.
Sobre el apoyo, y más concretamente el militar, los zapadores de las AFU han comenzado sus cursos de formación en Lituania en el marco de la iniciativa NLETI que ayudará en la remoción de minas en Ucrania. En este programa multinacional están involucrados por el momento Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia y, por supuesto, Lituania como país anfitrión.
De otro lado, Estados Unidos ha ofrecido vender a Eslovaquia 12 helicópteros Bell AH-1Z Viper a precio rebajado tras el anuncio realizado por Bratislava de transferir sus aviones de combate MiG-29 a Ucrania. El precio total de la transacción ascendería a 1.000 millones de dólares, de los cuales 340 serían abonados por el gobierno si dan su aprobación y el resto por el programa de “Financiación Militar Extranjera de EE. UU.” El paquete además incluiría repuestos, entrenamiento y más de 500 misiles AGM-114 Hellfire II.
En cuanto a las visitas, hoy ha sido el turno de una delegación del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento de Dinamarca. Han sido recibidos por el primer ministro Denys Shmyhal y el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, para conversar sobre el aumento en la velocidad de entrega del armamento, la implementación de la Fórmula de Paz, la rendición de cuentas por los crímenes rusos y el camino de Ucrania en su adhesión a la UE.
Además, los representantes ucranianos han agradecido el apoyo integral y el establecimiento de un fondo por un total de 7.000 millones de coronas danesas. Shmyhal también ha subrayado que Dinamarca fue uno de los primeros países en apoyar la iniciativa de mecenazgo para la reconstrucción de ciudades destruidas en Ucrania y “apadrinó” a la localidad de Nicolaiev.
No obstante, no han podido reunirse con el presidente Zelenski pues se encontraba en la región de Járkov donde ha iniciado su visita a las tropas ucranianas, llegando hasta Konstiantynivka, cerca de Bakhmut. Además de mantener allí una reunión sobre la situación actual de seguridad en la región, ha visitado a los soldados heridos y ha entregado condecoraciones. Quizá la condecoración más interesante ha sido la del premio honorífico entregado al alcalde de Járkov, Ihor Terekhov, que recibe el nombre de “Ciudad Heroica de Ucrania”.
En las últimas horas Zelenski sí ha hablado por teléfono con el presidente de Chile, Gabriel Boric, para discutir sobre una mayor consolidación del apoyo de América Latina a Ucrania. Además, han elogiado la decisión de la Corte Penal Internacional sobre la emisión de las órdenes de arresto contra el presidente Putin y la Comisionada Lvova-Belova, y conversado sobre la creación de un tribunal especial y la implementación de la Fórmula de Paz.
Por otro lado, Ucrania y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han llegado a un acuerdo sobre un Acuerdo de Servicio Ampliado del Fondo por un total de 48 meses. A modo aclaratorio, este Acuerdo previa financiación a Ucrania por un importe de 15.600 millones de dólares e incluye un conjunto de políticas macroeconómicas y financieras par apoyar la recuperación económica de Ucrania. Este programa de apoyo se dividirá en dos fases que se articulan como sigue:
- Fase 1: fortalecer la estabilidad fiscal, externa, de precios y financiera impulsando la movilización de ingresos; evitar el financiamiento monetario y apuntar el financiamiento positivo neto de los mercados de deuda internos; y contribuir a la estabilidad financiera a largo plazo, incluso mediante la preparación de una evaluación más profunda de la salud del sector bancario y seguir promoviendo la independencia del banco central.
- Fase 2: reformas expansivas con miras a la recuperación y reconstrucción; medidas para apoyar los objetivos de adhesión de Ucrania a la UE; y mejorar la resiliencia financiera y un mayor crecimiento a largo plazo.
Concluimos con el plano humanitario, dado que hoy han partido 3 buques desde los puertos de la Gran Odesa cargados con 112.400 toneladas de productos agrícolas, incluyendo dos cargamentos que tienen por destino Argelia y Vietnam.
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