Durante el día de hoy, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha visitado Crimea en el noveno aniversario de la anexión de esta península ucraniana a Rusia. A la vez, con la intermediación de Turquía, se ha logrado negociar una extensión del acuerdo de granos del Mar Negro por un periodo de sesenta días, lo que permitirá seguir exportando desde Ucrania unos cereales imprescindibles para otros países, especialmente africanos. Sobre el campo de batalla se ha podido ver a tropas ucranianas lanzando contraataques al norte de Bakhmut, mientras se especula con el grado de agotamiento de Wagner Group.
Las últimas horas de guerra han estado marcadas en primer lugar, por el ataque ruso con drones lanzado ayer por la noche contra distintos puntos de la red energética ucraniana. En total, según fuentes ucranianas, 11 de 16 drones Shahed-136/131 habrían sido derribados. No obstante, los al menos cuatro que sí habrían logrado impactar dejaron imágenes de grandes explosiones en localidades como Novomoskovsk, en la región de Dnipró. También se habrían registrado impactos en Khmelnitsky, al oeste del país.
Aunque usualmente nos concentramos en la vertiente militar del conflicto, sin olvidar ascender a lo estratégico político cuando toca, hay que entender que esta guerra tiene muchas otras facetas, a las que no siempre se puede prestar la misma atención. Tal y como hemos explicado en varias ocasiones, para Ucrania es una guerra por la supervivencia como estado independiente. Esto implica que luchan por mantener viva también una cultura, una lengua, una sociedad.
En el caso ruso, la situación no es muy diferente, por más que solo una fracción -aunque amplia- de su población sufra en puridad los rigores de la guerra y, por supuesto, que su agresión sea completamente injustificada. Los discursos de Putin, las declaraciones de Medvedev, Zakhárova, Lavrov o incluso Prigozhin, por más que no sea un representante político dejan claro que Rusia cree que está en juego también su supervivencia, en tanto sin Ucrania el país -con una vocación imperial clara- quedará reducida a la irrelevancia.
Esto hace que aspectos como las deportaciones ilegales de menores ucranianos adquieran un tinte mucho más siniestro que el que pretende vender el Gobierno ruso cuando habla de que están «salvando» a esos niños. En realidad, lo que están haciendo es «desnazificar» (entiéndase la elección del término) a esos niños o, para ser exactos, minar la base de población de una futura Ucrania independiente, borrando cualquier atisbo de su lengua o cultura de esos menores, al ser educados en Rusia.
Algo parecido, salvando todas las distancias, ocurre con las luchas de religión que están teniendo lugar en el interior de Ucrania. El país, en su mayoría ortodoxo, mantuvo durante muchos años a sus religiosos subordinados al patriarcado de Moscú. A raíz de la invasión, en mayo de 2022, la Iglesia Ortodoxa de Ucrania rompió con el Patriarcado de Moscú debido a su apoyo a la «operación militar especial», que el patriarca Cirilo no ha dudado en alentar con declaraciones muchas veces sonadas.
Desde entonces, la situación en el interior de Ucrania se ha ido complicando paulatinamente para los miembros de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (OCU), nominalmente separada de la de Moscú, pero a la cual muchos en el Gobierno ucraniano y en otras organizaciones religiosas ortodoxas como la UOC-MP, dirigida por el patriarca Epifanio (independiente de Moscú desde 2018) consideran títeres de Putin y Cirilo.
La disputa entre grupos, que no ha dejado de crecer en estos años, se ha multiplicado como es lógico debido a la guerra, hasta el punto de que el Gobierno ucraniano ha ordenado a los miembros de la OCU que abandonen el monasterio sagrado de Pechersk Lavra, en Kiev, auténtico punto central de la religión ortodoxa en Ucrania. No es una cuestión menor, toda vez que la OCU es la mayor comunidad religiosa de Ucrania y cuenta con un gran número de fieles que podrían ser fuente de problemas en el futuro. Pese a ello, y como ha declarado Zelensky, desde el Gobierno ucraniano consideran la decisión como «movimiento para fortalecer nuestra independencia espiritual».
Lo ocurrido con los niños o con la religión son solo dos factores entre otros muchos, que hacen que este conflicto vaya mucho más allá de un territorio, ciertos recursos o un mero dilema securitario. El ideario ruso es totalmente opuesto a todo lo que una Ucrania cada vez más liberal, abierta y cercana a Occidente representa. Por todo esto, y en añadidura a los argumentos que hemos ofrecido en otras ocasiones, pensar que porque se llegue a un acuerdo de alto el fuego o el conflicto se congele –y en las últimas horas Zakhárova ha reiterado que su país está abierto a propuestas «serias» de Occidente y Ucrania-, Rusia va a renunciar a sus aspiraciones sobre Ucrania, es un error mayúsculo.
Lo único que puede lograr eso, además de una clara derrota militar (y siempre que la disuasión que ofrece la OTAN limite las posibilidades de escalada vertical por parte de Rusia), es dotar a Ucrania de unas Fuerzas Armadas mucho más fuertes que las actuales y, llegado el caso, de tropas de la UE/OTAN sobre el terreno. Es decir, de los medios necesarios para no repetir algunos de los errores que condujeron a este escenario.
Pasando ya a lo ocurrido sobre el terreno, hoy no se han reportado combates en la región de Járkov. Por supuesto, esto no implica que no se haya seguido luchando en la zona, sino simplemente que las acciones han sido de escasa magnitud y no han trascendido. Pese a ello, y como es habitual, sí ha habido intercambios artilleros, por ejemplo. De hecho, en la aldea de Velykyi Burluk una veintena de viviendas han resultado dañadas en las últimas horas, tras impactar cohetes rusos sobre las mismas.
Donde sí se ha registrado una importante actividad ha sido en torno a Bakhmut. Al norte, se han mostrado imágenes de lo que serían contraataques ucranianos, conducidos por elementos de la 110ª Brigada Mecanizada utilizando medios blindados (el vídeo podéis verlo sobre estas líneas). También, aunque no hay confirmación, hacia la planta AZOM. Es difícil hacer una evaluación clara de la situación, pero en las últimas horas se ha estado especulando sobre el grado de agotamiento sufrido por Wagner Group después de las últimas acciones y pérdidas, así como del Ejército ruso, que apenas podría conducir operaciones a muy pequeña escala. Por de pronto, aunque siguen logrando algunos avances al sur de Bakhmut, al norte llevan tiempo detenidos por la artillería ucraniana en Yahidne. Por otra parte, del lado ucraniano se han publicado varios vídeos que demuestran una alta moral, sea por casualidad o para intentar contrarrestar el relato derrotista que se estaba extendiendo entre las AFU y en los medios y redes sociales. En el caso de Wagner, por cierto, hoy se ha publicado que esperan reclutar hasta a 30.000 mercenarios más de aquí a mediados de mayo, según se desprende de un mensaje del propio Prigozhin, que habla de 500 a 800 nuevos contratos al día.
Por último, también se ha luchado en las inmediaciones de Donetsk, un día más en dirección a Avdiívka, desde donde ha llegado un vídeo de militares rusos quejándose entre otras cosas de que su unidad habría perdido hasta al 70% de sus integrantes en ataques contra posiciones ucranianas bien defendidas, sin el material, armamento y los apoyos necesarios. Pese a ello, las tropas rusas han continuado lanzando ataques contra Kam’yanka, Avdiívka, Severne y Permovais’ke, en esta zona, así como contra Mariínka más al sur.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
El día de hoy estaba marcado en el calendario a nivel institucional y diplomático debido a la fecha límite para que se produjese el acuerdo de prórroga de la Iniciativa de Granos del Mar Negro.
Desde Moscú han confirmado que Rusia ha acordado extender la Iniciativa por 60 días en lugar de 120 como se estipula en los términos del acuerdo. Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Exteriores, ha insistido en que únicamente han acordado una extensión por dos meses, como ya advirtieron días atrás.
Esta precisión es importante para obviar malentendidos. Los acuerdos firmados por Ucrania y Rusia con las Naciones Unidas y Turquía eran “acuerdos espejo”, es decir, dos textos independientes y firmados de manera individual por cada una de las partes en conflicto. Pese a ello, se espera que la vigencia sea acordada de manera mutua. Al respecto, el ministro de Infraestructura, Oleksandr Kubrakov, ha señalado que el acuerdo se ha renovado por 120 días – contradiciendo a Rusia- y que esto permitirá la exportación de 25 millones de toneladas de grano ucraniano a los mercados mundiales.
La Misión de Rusia ante las Naciones Unidas en Ginebra ha señalado que “cualquier rumor sobre 120 días difundido por la parte ucraniana es incompetencia o desinformación deliberada”. Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, así como Naciones Unidas -mediadores en este asunto- han comunicado que se produce la extensión del acuerdo, pero sin hacer referencia al periodo de vigencia. Sin embargo, el ministro de Exteriores del país, Mevlüt Çavuşoğlu, ha comentado:
“Rusia acordó una extensión del acuerdo de granos por solo dos meses. Haremos esfuerzos para una mayor extensión del acuerdo después de dos meses”.
Consecuentemente, cabe entender que únicamente se ha logrado la extensión por 60 días y que las negociaciones con Ucrania y Rusia continuarán para conseguir que la Iniciativa siga en marcha. Sin embargo, no hay que olvidar la postura de Moscú pues no consideran que los compromisos asumidos en el Acuerdo para con Rusia se hayan cumplido y pueda exportar sus productos agrícolas y fertilizantes sin trabas a terceros países.
La otra noticia del día ha sido la visita del presidente de Rusia, Vladímir Putin, a Crimea para conmemorar el noveno aniversario desde la anexión ilegal de la Península. Visita que se produce tan solo un día después de que la Corte Penal Internacional emitiese una orden de arresto contra el dirigente, acusado de la comisión de presuntos crímenes de guerra relacionados con la deportación y traslado ilegales de menores ucranianos a Rusia. El presidente Putin ha aprovechado la ocasión para visitar el “palacio de los niños” o, en otras palabras, el Centro Infantil Korsun que ordenó construir en mayo de 2021 y que podría alojar hasta 300 menores.
En las últimas horas Putin ha reafirmado una vez más la importancia de Crimea para Moscú:
“Obviamente, los problemas de seguridad tienen la máxima prioridad para Crimea y Sebastopol ahora. Haremos todo lo necesario para defendernos de cualquier amenaza”.
Desde Kiev, el presidente Zelenski ha reiterado que seguirán luchando por su “tierra natal” y que la liberación de todos los territorios ocupados está por delante, enfatizando que “Ucrania definitivamente lo hará”.
Por otro lado, tan solo 4 días después de que el presidente de Siria, Bashar Al-Assad, aterrizase en Moscú para reunirse con el presidente Putin, Zelenski ha adoptado nuevas sanciones. En particular, contra 300 individuos, incluidos el presidente Assad, el primer ministro y ministro de Exteriores de Siria, y 141 entidades. Las sanciones se han adoptado con una vigencia de 10 años e incluyen la congelación de activos y restricciones a las operaciones comerciales, así como la suspensión de obligaciones económicas y financieras. Cabe recordar que Ucrania rompió sus relaciones diplomáticas con Siria tras el reconocimiento por parte de este último de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk -posteriormente anexionadas ilegalmente por Rusia junto a los óblasts de Jersón y Zaporiyia.
Para concluir, la Agencia Noruega de Material de Defensa (NDMA) y la Agencia de Adquisiciones de Defensa de Ucrania (DPA) creada en julio de 2022 han firmado una carta de intenciones. En virtud del acuerdo que tiene una vigencia de 3 años, la NDPA apoyará a la parte ucraniana para que la DPA desarrolle sus procedimientos de adquisición actuando con integridad, evitando casos de corrupción y otros fraudes, e incorporando protocolos de transparencia. Según el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, la transparencia, la rendición de cuentas y la confianza mutua con los socios de Ucrania mejorará sus procedimientos de contratación.
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