Mientras los combates prosiguen en Bakhmut, hoy desde Ucrania han asegurado que si bien trabajan en la planificación de una futura ofensiva, esta no llegará hasta que las Fuerzas Armadas del país estén perfectamente entrenadas y equipadas, algo para lo que siguen reclamando la ayuda extranjera. Al mismo tiempo, desde Rusia, mientras continúan adaptando sus tácticas, reconocen las luchas intestinas dentro del Kremlin y desmienten como una «gran mentira» las acusaciones ucranianas según las cuales Moscú no está dispuesto a negociar.
Las cifras de bajas rusas publicadas por Ucrania en los dos últimos días se sitúan en cifras récord, superando el millar diarias. Por supuesto, la credibilidad de la fuente queda al juicio de cada cual, sin embargo, es indicativo de la intensidad de los enfrentamientos. Además, desde el Ministerio de Defensa ucraniano han añadido que Rusia habría perdido 532 soldados el pasado sábado y únicamente en el área de Bakhmut, cifras que de ser ciertas nos devuelven a la Primera Guerra Mundial o a algunas batallas señeras de la segunda. Desde el Reino Unido hoy ponen el acento en el desigual reparto de bajas entre las filas rusas, que estaría afectando sobremanera a las minorías étnicas, algo que es conocido desde los primeros días de la guerra.
Al mismo tiempo que se combate en todo el este de Ucrania, desde este país han hablado hoy sobre la ofensiva que preparan, asegurando que esta no se llevará a cabo hasta que sus Fuerzas Armadas estén perfectamente pertrechadas. En concreto ha sido la viceprimera ministra ucraniana, Olga Stefanichyna, quien se ha referido a este tema en una entrevista con el medio galo Le Journal du Dimanche asegurando que «no nos verán lanzando una contraofensiva mientras consideremos que nuestras armas y municiones son insuficientes para llevarla a cabo».
Más interesante si cabe ha sido su apreciación sobre Bakhmut, asegurando que la pérdida de la ciudad «no tendrá ningún impacto sobre los corredores estratégicos que aún controlamos en la región». Una afirmación que debe unirse al debate que hemos ido exponiendo en días anteriores sobre la decisión ucraniana de aguantar en esta urbe, mientras la relación de bajas propias y ajenas se degrada.
Una de las razones por las que esto sucede tiene que ver con los cambios tácticos introducidos por Rusia en los últimos meses, en especial con la creación de grupos de asalto capaces de identificar los puntos débiles de las defensas estáticas ucranianas y atacarlos con éxito creciente, a pesar de las bajas. Y es que como hemos explicado en alguna ocasión, pese a los reveses militares Rusia no ha dejado de adaptarse, tanto introduciendo nuevas armas, como probando distintas tácticas aprovechando su disposición a asumir bajas mediante la prueba y el error constantes.
Ucrania, que confía en que las nuevas armas, correctamente utilizadas, le permitan abrir brecha en las defensas rusas, también adapta sus tácticas (ver entrevista en el vídeo sobre estas líneas), aunque el resultado tardaremos en verlo. Mientras tanto, sigue reclamando la ayuda internacional, apremiando a Alemania para que acelere el envío de municiones. En el caso español, por cierto, hoy se ha publicado que la transferencia de los Leopard 2A4 podría retrasarse debido a un problema mecánico en el buque de transporte logístico «Ysabel», aunque este no es ni mucho menos un problema mayor, pues el envío lo puede realizar una empresa privada, por difícil que sea encontrar un buque preparado para estibar carros de combate.
Al mismo tiempo que preparan su ofensiva de primavera/verano, el país trata de estabilizar su economía. Como vimos en días anteriores, esta se había transformado durante 2022 en una economía de guerra, tendencia que se habría agudizado en lo que va de 2023. Uno de los problemas del aumento del gasto y la dificultad de acceder a los mercados de deuda ha sido la inflación, que sus socios están intentando ayudar a contener, movilizando ayuda financiera.
Pasando a lo ocurrido sobre el terreno, hoy ha sido un día extraño en tanto no se han notificado acciones ni en las inmediaciones de Kupyansk, en donde Ucrania continúa evacuando civiles por los cada vez más intensos bombardeos rusos, ni tampoco en las inmediaciones de Svatove o Kreminna. Ni siquiera en Bilohorivka, lo que es reseñable.
La situación en Bakhmut no ha variado en demasía desde ayer, con combates en el interior de la urbe. De lo que no hay rastro es de la «pausa táctica» que la inteligencia británica aseguraba que Wagner estaba llevando a cabo en la zona. Dejando esto de lado, Ucrania habría llevado a cabo ataques contra los salientes que dejan los avances rusos, lo que mantiene a las tropas rusas y a Wagner estancados a un par de kilómetros de la T-0506 (el conocido camino de Khromove). Dado que los ataques frontales contra Bohdanivka o en dirección a Hryhorivka y Bohdanivka no han logrado acercar a Rusia por el noroeste de Ucrania hacia Chasiv Yar completando el cerco, están intentando avanzar también en dirección a Minkivka por la E-40. Por de pronto, habrían entrado en una parte de Orikhovo-Vasylivka.
En torno a la ciudad de Donetsk, las tropas rusas y milicianas continúan presionando sobre Avdiívka desde distintas direcciones, con ataques contra Kam’yanka, Serene, Permovais’ke y Nevels’ke. Las fuentes prorrusas hablan de éxito en Krasnohorivka, aunque por el momento no hay pruebas de ello, por lo que quedamos a la espera para incluirlas en futuros informes. Del mismo modo, al sur, ha mantenido sus intentos sobre Mariínka.
Como curiosidad, hoy en diversas fuentes, por razones obvias prácticamente todas prorrusas, han venido circulando mensajes relativos a un ataque con misiles Kinzhal que habría destruido un búnker ucraniano a 80 metros de profundidad, matando a 300 militares, incluyendo 40 oficiales extranjeros de alta graduación. Nos remitimos a nuestro informe de dos días atrás y a los artículos enlazados, para que el lector entienda que es imposible. De hecho, ni siquiera con un arma específica, diseñada para la penetración, podrían alcanzarse esas profundidades, al menos no con armas convencionales. Más allá de esto, 3 personas han muerto y 11 han resultado heridas a causa de un ataque contra la localidad de Perevalsk, al este de Donetsk, en la zona controlada por Rusia.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Pese a ser domingo, los presidentes de Ucrania y República Checa, Volodímir Zelenski y Petr Pavel, han mantenido una llamada telefónica. Durante la conversación el presidente Zelenski le ha informado de la situación en el frente y le ha trasladado las necesidades de seguridad de Ucrania, incluida la petición de ayuda militar adicional. Asimismo, han discutido sobre la integración del país en la UE y han acordado seguir cooperando.
A colación, el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, en una entrevista con el periódico alemán Bild ha instado a Berlín a que acelere el suministro de municiones y comience a entrenar a pilotos ucranianos en el uso de los aviones de combate occidentales, si bien no espera aparatos a corto plazo.
Kuleba ha enfatizado que la escasez de municiones es “el problema número uno” de Ucrania, algo que, por supuesto, no es ninguna novedad. Además, ha resaltado que durante la Conferencia de Seguridad de Múnich que tuvo lugar en febrero empresas de defensa germanas le trasladaron que estaban listas para entregar munición adicional, pero que necesitaban que el Gobierno firmase los contratos correspondientes. Por tanto, el Ministro ucraniano señala “que el problema es del Gobierno” y no de la industria.
Desde Moscú, la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zakharova, ha aclarado que no se han llevado a cabo conversaciones son representantes rusos sobre la extensión de la Iniciativa de Granos del Mar Negro cuya vigencia finalizará el próximo 18 de marzo. De igual forma, ha subrayado que la postura de Rusia para normalizar las exportaciones agrícolas nacionales “es bien conocida y permanece intacta” y añade:
“Partimos del hecho de que los acuerdos suscritos en Estambul el 22 de julio de 2022 deben cumplirse en conjunto para resolver las tareas humanitarias específicas para superar la crisis alimentaria y ayudar a los países necesitados en África, Asia y América Latina. Tenemos que decir que hasta ahora solo la parte ucraniana se ha implementado de manera efectiva, las exportaciones agrícolas rusas continúan bloqueadas por sanciones unilaterales occidentales.”
Este ha sido el reclamo de Rusia desde que comenzase a implementarse la iniciativa y la razón por la cual se acordó la extensión de la Iniciativa en el mes de noviembre a escasos días de que venciese su vigencia. Desde Moscú han venido defendiendo que encuentran trabas a la hora de exportar sus productos agrícolas y fitosanitarios a terceros países debido a las sanciones y que, por ello, no se están cumpliendo con los compromisos suscritos para con Rusia.
Por último, Zakharova ha informado de que mañana, 13 de marzo, se iniciará en Ginebra otra ronda de consultas de una delegación interdepartamental rusa con la secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Rebeca Grynspan, y el jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Martin Griffiths, ambos encargados de supervisar el Memorándum Rusia-ONU y la Iniciativa de Granos.
No ha sido la única declaración de la portavoz rusa, quien ha reconocido, de forma un tanto sorprendente, que también dentro del Kremlin se producen luchas y que hay «tensiones» entre miembros de la élite, afirmación que es imposible no relacionar con los enfrentamientos entre Prigozhin y Shoigú que hemos tratado en varias ocasiones.
Además, Zakharova ha rechazado las acusaciones de su homólogo ucraniano, Dmitro Kuleva, quien asegura que Rusia es reacio a negociar una solución a la guerra con Ucrania, algo que la portavoz rusa tacha de «mentira colosal».
Cambiando de tercio, la Embajada de Ucrania en Bélgica ha confirmado que ha llegado otro lote de ayuda humanitaria por parte de Luxemburgo y, en particular, 14 ambulancias se dirigen ahora a Ucrania. Este envío ha sido posible gracias al proyecto enmarcado en la iniciativa “Ukraine is calling” apoyado por la Embajada de Ucrania en Bélgica y Luxemburgo que tiene como objetivo recaudar 10 millones de euros para la compra de ambulancias y también camiones de bomberos.
Continuando con el plano humanitario, el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania durante la jornada de hoy ha detectado y neutralizado 414 artefactos y prospectado un área de 22 hectáreas. Desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero de 2022 se han neutralizado un total de 331.674 artefactos explosivos y 2.891 kilogramos de explosivos, y se han inspeccionado 80.318 hectáreas.
Para concluir, el Cuartel General de Coordinación para el Tratamiento de los Prisioneros de Guerra ha informado que no conoce el lugar de detención de los prisioneros restantes del Regimiento Azov que fueron capturados en Mariúpol. Más detalladamente, durante la reunión llevada a cabo por la organización “Mujeres de Acero” en las que estaban presentes las familias de los militares de Azov se ha señalado que los prisioneros fueron trasladados a otros campos y aislarlos de otros prisioneros cuando tuvo lugar el ataque a la prisión de OIenivka el 29 de julio de 2022. Desde el Cuartel se ha indicado que siguen trabajando para encontrar un tercer país que pueda actuar como intermediario en el intercambio de combatientes de Azov, teniendo ciertas esperanzas puestas en Turquía y ya hay un precedente de la participación de Ankara en este ámbito.
Por otro lado, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha logrado visitar los centros de detención en Donetsk y Horlivka, mientras que ahora están intentando hacer lo mismo en el óblast de Lugansk.
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