Guerra de Ucrania – Día 369

Un día más, las Fuerzas Armadas rusas, así como los mercenarios de Wagner Group y los milicianos de las repúblicas rebeldes han continuado atacando en las regiones de Lugansk y Donetsk, sin que los avances se correspondan con la intensidad que demuestran, lo que obliga a pensar sobre si el punto de máximo esfuerzo en esta ofensiva ha sido ya superado o, al menos, alcanzado. Además de esto, los EE. UU. han prometido nueva ayuda financiera a Ucrania mientras el ministro de Exteriores lituano ha asegurado que una paz duradera “no puede basarse en mitos”, describiendo posteriormente cuáles son, en su opinión, dichos mitos.

Los primeros días de la invasión rusa fueron, además de dramáticos, apasionantes desde el punto de vista militar. Acciones como la del aeródromo de Hostómel en los compases iniciales, o el intento de tomar Járkov, marcaron para bien o para mal el devenir de la guerra de Ucrania, librada en esos momentos entre un ejército pequeño pero relativamente profesional, acompañado de las Fuerzas de Defensa del Territorio y un Ejército ruso que había reunido buena parte de las fuerzas que era capaz de generar en base a su orgánica.

El Ejército ruso, incapaz de ejecutar en tiempo y forma el golpe de decapitación inicialmente planeado, fue también incapaz de tomar las dos ciudades más importantes del país, Járkov y Kiev, así como de progresar con cierta seguridad por todos los ejes de avance establecidos por el Estado Mayor. Al cabo de escasos días, coincidiendo con distintos reveses en las afueras de Kiev, a las puertas de Nikolayev y con la dificultad a la hora de tomar algunas localidades, quedaba claro que Rusia había superado el punto de máximo esfuerzo, pasando a una estrategia de imposición de costes.

Posteriormente, y como consecuencia de no poder sostener dicho nivel de esfuerzo durante más tiempo, tuvieron que tomar la decisión de retirarse de Kiev y Sumy y concentrarse en objetivos más asequibles, a la vez que reducían tanto la longitud del frente (y este se determinaba a su vez por los larguísimos y expuestos flancos que habían dejado) como los riesgos logísticos, concentrando medios y hombres en Mariúpol y el saliente de Izium.

A pesar de las movilizaciones encubiertas o el creciente papel de Wagner (y en ese tiempo, también de los combatientes chechenos), lo cierto es que finalmente se tuvo que optar por un nuevo repliegue, pasando a marcarse como objetivos la toma de Popasna en primer lugar y de Severodonetsk y Lysychansk posteriormente. El asunto, en cualquier caso, es que a cada nuevo intento, las ambiciones rusas eran menores no por capricho, sino porque era la realidad de unas fuerzas menguantes la que determinaba las primeras.

Tras la ofensiva ucraniana, con un Ejército ruso que había quedado en cuadro debido a las pérdidas de los meses anteriores, Putin no tuvo más remedio que decretar una movilización que no solo afectaba al personal, sino que en buena parte implicaba a la industria de defensa, ya que esta debía suministrar nuevo material, desde equipación individual a vehículos o municiones.

Así las cosas, en los últimos meses han dejado que sea la empresa Wagner quien asuma el peso de los combates, esencialmente en el área de Bakhmut, mientras el Ejército ruso se reconstituía, formando personal e introduciendo material, tanto nuevo como actualizado, en servicio. De esta forma, Rusia ha generado nuevas fuerzas, que si bien en parte sirvieron para limitar los efectos de la ofensiva ucraniana, agotándola, en su mayoría han ido entrando en liza posteriormente, en especial desde los primeros días de enero, coincidiendo con la renovada ofensiva rusa desde la línea Troits’ke-Svatove-Kreminna, el apoyo a Wagner en Bakhmut, el redoblamiento de los esfuerzos en torno a Donetsk y los fatídicos ataques hacia Vuhledar.

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Después de prácticamente un mes de ofensiva rusa, las ganancias han sido realmente magras. Es cierto que Bakhmut corre un serio peligro de caer en manos rusas en los próximos días y que su pérdida no sería una sorpresa. También que han logrado poner a salvo Svatove o Kreminna, antaño muy amenazadas por las Fuerzas Armadas ucranianas, alejándolas de sus inmediaciones. Incluso han logrado algunas ganancias territoriales en zonas tan complejas como Mariinka. Ahora bien, en términos generales, seguimos hablando de un puñado de kilómetros cuadrados como beneficio de una ofensiva que se ha llevado miles de vidas y ha costado la pérdida de numerosos sistemas de armas.

A lo anterior se suma que, salvo que Rusia esté haciendo una gran acumulación de misiles y drones (y para ello, ahorrando), las oleadas de ataques son de una entidad cada vez menor, lo que ha conferido a Ucrania la posibilidad de hacer importantes reparaciones, restableciendo el suministro eléctrico en buena parte del país. Como muestra un botón: el último ataque ruso con drones Sahed-131/136 habría implicado a apenas 14 aparatos, muy por debajo de las cifras de hace solo un mes.

La cuestión pues, aunque es pronto para responderla, es si Rusia ha vuelto, después de la movilización, a superar su punto de máximo esfuerzo dadas las pérdidas acumuladas en distintos puntos del frente y, en caso contrario, durante cuánto tiempo podrá mantener este nivel de esfuerzo (y bajas).

Ciertamente la noción de «punto de máximo esfuerzo» tiene menor aplicación ahora que en la primera parte de la guerra, en tanto asistimos a una guerra de desgaste, con grandes entramados defensivos y líneas más o menos fijas que son muy difíciles de mover y los tiempos se ralentizan.

Sin embargo, la posibilidad de que los avances rusos sean cada vez más marginales -incluso tomando Bakhmut- está sobre la mesa, lo que implicaría que a pesar del esfuerzo, no lograsen expulsar a los ucranianos más allá del Oskil, ni romper las defensas en Avdiivka, Mariinka o Vuhledar, ni, en suma, infligir un desgaste suficiente a las AFU como para frustrar la futura ofensiva, algo que parecen estar intentando.

Mapa de situación en la zona de Svatove. Fuente - Elaboración propia a partir de un original de David Batashvili.
Mapa de situación en la zona de Svatove. Fuente – Elaboración propia a partir de un original de David Batashvili.

Mientras esto se termina de aclarar -aunque volveremos sobre ello en los próximos días, pues es mucho lo que hay que comentar-, hoy Rusia ha vuelto a atacar en primer lugar al norte, en las inmediaciones de Svatove, hacia Kuzemivka y Stel’makhivka, así como hacia Makiivka y Nevs’ke, en este caso entre Svatove y Kreminna.

Mapa de situación en la zona de Kreminna. Fuente – Elaboración propia a partir de un original de David Batashvili.

En el área de Kremina, aunque seguramente se hayan producido nuevos combates en Dibrova y alrededores, así como en los bosques de Serebryanka, lo que ha trascendido hoy han sido los intentos rusos sobre Bilohorivka, Spirne, Vyimka y Vesele. Las líneas, no obstante, continúan prácticamente inmutables desde hace meses.

Mapa de situación en la zona de Bakhmut. Fuente – Elaboración propia a partir de un original de David Batashvili.

Más compleja y variable es la situación en Bakhmut, en donde continúa sin haber ninguna evidencia real del supuesto contraataque ucraniano sobre Yahidne y Berkhivka. Por cierto, que tampoco hay prueba alguna de que los ucranianos hayan volado realmente la presa de Berkhivka, pues los efectos se habrían dejado ver en las imágenes por satélite. Mientras tanto en esta zona y en las últimas horas los mercenarios de Wagner han continuado tratando de avanzar precisamente desde esta última localidad sobre Subovo-Vasylivka, así como hacia el sur de Yahidne.

El problema que enfrentan en este caso es que, dada la orografía, han de cruzar terrenos completamente desarbolados, en lugar de seguir aprovechando la cobertura que ofrecían las hileras de árboles que jalonan el terreno más al norte. Sin duda esta última era mínima, pero aun así una ayuda inestimable. Por el contrario, para completar los escasos kilómetros que les restan por recorrer hasta cercar Bakhmut, han de enfrentarse a la amenaza de la artillería ucraniana en campo abierto.

Además de lo anterior, hoy al sur han retomado los ataques sobre el sur y el este de Ivanivs’ke, así como en dirección a Stuponchy, a pesar de lo cual el canal continúa presentándose como un desafío insalvable. Más al sur, también se ha registrado un intento de avance desde Ozarianivka y, después de algún tiempo de relativa tranquilidad, desde Gorlóvka en dirección a Druzhba.

Mapa de situación en la zona de Donetsk. Fuente – Elaboración propia a partir de un original de David Batashvili.

En el área de Donetsk, hoy rusos y milicianos han cargado desde Yakolivka contra el sureste de Avdiivka, así como en dirección a Vodyane y Nevels’ke. Como prácticamente cada día desde hace ya más de un año, han intentado seguid ganando terreno en Mariinka. Además de lo anterior, han lanzado un nuevo ataque desde Mykils’ke en dirección al sureste de Vuhledar, una vez más sin éxito.

Mapa de situación actualizado a 27 de febrero de 2023. Fuente - @War_Mapper.
Mapa de situación actualizado a 27 de febrero de 2023. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La semana posterior al primer aniversario de la invasión de Rusia a Ucrania ha comenzado sin grandes novedades, aunque sí con algunas iniciativas y declaraciones nada desdeñables. 

La Comisión Europea y Polonia han lanzado una iniciativa apoyada por las Naciones Unidas para encontrar a los menores ucranianos que han sido secuestrados por Rusia. El primer ministro Denys Shmyhal, en línea con lo expresado por el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, en Naciones Unidas la semana pasada, ha enfatizado que necesitan devolver a los niños a Ucrania -al menos 6.000- y castigar a Rusia por sus crímenes. Según la portavoz de la Comisión Europea, Dana Spinant, “el secuestro de niños ucranianos es un gran problema social, una tragedia y un crimen”. 

Una iniciativa que se lanza precisamente en el día en el que se cumple un año del inicio de la masacre de Bucha y en la que se estima que murieron más de 450 personas.

Asimismo, según la Oficina del Fiscal General de Ucrania un total de 461 niños han perdido la vida como consecuencia de la guerra y 927 han resultado heridos.  En total, han registrado ya un total de 71.321 crímenes de agresión y de guerra, mientras que 16.835 serían crímenes contra la seguridad nacional. 

El secretario de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, durante su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra hoy que la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania ha desencadenado “las violaciones más masivas de los derechos humanos” en el mundo de hoy. Ha precisado que la invasión de Rusia ha desencadenado “muerte, destrucción y desplazamientos generalizados”. 

Desde Lituania, el ministro de Exteriores, Gabrielius Landsbergis ha comentado hoy que “todos queremos la paz en Ucrania”, pero que una paz duradera “no puede basarse en mitos”. Así, cita los mitos que deberían descartarse antes de hablar de esta paz y ofrece su visión de la que considera que es la realidad: 

  • Ucrania no puede recuperar todo el territorio, incluida Crimea. Realidad: los ucranianos han demostrado repetidamente que pueden restaurar la integridad territorial, con las armas y el entrenamiento necesarios. Nuestro apoyo puede ser decisivo. La pelota está en nuestra cancha. Ucrania puede ganar.
  • Rusia es imbatible. Realidad: los aliados de Ucrania solo han comprometido una pequeña fracción de sus recursos. La fabricación puede acelerarse. El PIB combinado nórdico-báltico por sí solo es mayor que el de Rusia. Rusia podría y debería ser derrotada.
  • Rusia se cansará y querrá asentarse. Realidad: los objetivos de Putin no han cambiado. Todavía cree que puede lograrlos. Solo se conformará con un tiempo muerto antes de la siguiente agresión. Seguirá reavivando el conflicto. Anunció una cruzada, por lo que no puede detenerse.
  • Crimea es una línea roja para Putin. Realidad: Putin ha anunciado muchas líneas rojas. Amenazó con enormes consecuencias si los aliados de Ucrania enviaban alguna ayuda, pero sus líneas rojas siguen evaporándose. Las fronteras acordadas internacionalmente deben respetarse sin temor. Crimea es Ucrania.
  • Podemos volver a hacer negocios como siempre con Putin. Realidad: Putin está demasiado involucrado en su cruzada contra Occidente. Él no puede dar marcha atrás. Él ve nuestras ofrendas de paz como debilidad y las usa contra nosotros. Debería estar en un tribunal, no en el poder.
  • Todas las guerras terminan con negociaciones. Realidad: la Segunda Guerra Mundial no terminó con negociaciones. La paz solo puede ser sostenible si Putin es derrotado. Las negociaciones en curso con Putin solo conducirían a un conflicto recurrente. La victoria rápida y plena es la única garantía de una paz duradera.
  • Los países bálticos y Polonia solo quieren venganza. Realidad: Después de siglos de agresión rusa queremos seguridad. Sabemos que no podemos esperar seguridad sin una paz justa y duradera en Ucrania. Es simple: la paz significa respetar las fronteras.

Como cierre, Landsbergis enfatiza que obligar a Ucrania a “traicionar a parte de su ciudadanía no sería justo ni traería paz” pues dichos “acuerdos” solo sentarían las bases para un futuro conflicto. En consecuencia, realiza un llamamiento a todos los aliados de Ucrania para que se comprometan “plenamente con una victoria completa de Ucrania”, “la única opción verdadera”. 

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha visitado por sorpresa Kiev para reunirse con el presidente Zelenski y otras autoridades ucranianas como el primer ministro Denys Shmyhal. Allí ha anunciado que Estados Unidos desembolsará 1.200 millones de dólares en ayuda a Ucrania como parte de un paquete mayor que asciende a 9.900 millones. Además de la recuperación y reconstrucción del país han discutido sobre cómo Estados Unidos puede endurecer aún más sus sanciones contra Moscú. 

El presidente Zelenski ha destacado la decisión de Washington del pasado 24 de febrero de destinar esta cifra en apoyo directo a Ucrania en 2023 ya que estos fondos les permitirán cubrir la parte no financiada del presupuesto estatal y apoyar a los segmentos de la población que más lo necesitan. Durante el encuentro entre Yellen y Zelenski también ha estado sobre la mesa el estado actual de la cooperación entre Ucrania y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las perspectivas para la implementación de los programas lanzados en el marco del Fondo.

Por otro lado, La Fundación Come Back Alive ha vuelto a publicar el resultado de sus campañas de crowdfunding. En esta ocasión, podrán entregar a las AFU 38 pick-ups que, entre otras cosas, servirán para evacuar a los heridos. Ha sido gracias a la colaboración de la operadora de telefonía móvil Kyivstar que ha entregado 25.000.000 grivnas (aproximadamente 641.500 euros). No obstante, sus consumidores han reunido otras 13.016.873 grivnas (334.000 euros). 

Cambiando de tercio, desde China, el Ministerio de Exteriores defiende que siempre ha mantenido comunicación con todas las partes involucradas en el conflicto entre Rusia y Ucrania, incluida Kiev. En una pregunta de la prensa acerca de la intención de Zelenski de reunirse con el presidente chino Xi Jinping, la portavoz Mao ha respondido que “la posición de China sobre la crisis de Ucrania es consistente y muy clara”. Ha resaltado que el núcleo de su posición es “hacer un llamamiento a la paz y promover el diálogo y promover una solución política a la crisis”. 

Desde el Ministerio de Exteriores de Rusia, la portavoz Maria Zakharova ha subrayado que “Suiza ya no es un estado neutral y no puede reclamar ningún papel de mediador en la resolución de la crisis de Ucrania”. 

Para concluir, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha sido recibido por el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, en Baku. Un encuentro que se da antes de que el día 1 y 2 de marzo tenga lugar la próxima cumbre de los ministros del G20 en Bengaluru (India).


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