En las últimas horas ha vuelto a aumentar la intensidad de la ofensiva rusa en la zona de Kreminna, mientras que en Bakhmut los ucranianos han lanzado un contraataque al norte, en las localidades de Yahidne y Berkhivka. En el apartado internacional, desde los Estados Unidos han continuado lanzando advertencias a China en previsión de posibles envíos de armas a Rusia. Mientras tanto, en Ucrania se producía la visita del ministro de Exteriores saudí, país que donará 400 millones de euros en ayuda.
La 367ª jornada de guerra ha seguido la tónica de las anteriores. La propuesta de paz presentada por China y rápidamente criticada por el presidente estadounidense, Joe Biden, ha visto hoy como también el canciller alemán, Olaf Scholz, dudaba públicamente de su utilidad. El problema de fondo: el plan de 12 puntos presentado por Beijing no dice explícitamente que Rusia deba retirarse de ninguno de los territorios ocupados hasta el momento.
Esto último, más allá de que suponga (pese a las llamadas a respetar la soberanía de los Estados y su integridad territorial) una vía para que Rusia obtuviese su objetivo en cualquier negociación (siempre han hablado de la necesidad de reconocer la «realidad sobre el terreno»), lo importante es que es algo totalmente inaceptable para un Zelensky que cavaría su tumba política, pese a haberse convertido en estos meses en prácticamente un mito para los ucranianos.
Al fin y al cabo, como demuestran ejemplos como el de Churchill, la memoria de los pueblos es débil cuando se trata de sus líderes y, en estos momentos, una amplia mayoría de los ucranianos están en contra de hacer concesiones territoriales a Rusia, siendo únicamente el 9 por ciento los que consideran que sería una salida a la guerra.
Siguiendo con China, está creciendo en los últimos días el temor, al menos en los Estados Unidos, a que este país pueda suministrar armamento o apoyo militar de algún tipo (como por ejemplo recambios) a Rusia. En algunos momentos, se ha llegado a hablar del envío de algunos componentes, por ejemplo piezas para radares, pero nada indica que esto esté directamente relacionado con la guerra de Ucrania y, de haberlo estado, a buen seguro las potencias occidentales habrían puesto el grito en el cielo (lo que tiene una interesante y lógica dosis de cinismo).
Hasta donde se sabe, lo más que ha hecho por ahora el régimen comunista es limitarse a servir de flotador económico al Kremlin, aprovechando de paso para adquirir los tan necesarios hidrocarburos con un importante descuento (como también ha hecho India, entre otros). Además, también ha prestado apoyo político por ejemplo al abstenerse en la votación de algunas resoluciones en Naciones Unidas.
Por supuesto la situación podría cambiar en el futuro, ya que en la República Popular de China tienen un importante interés en que la guerra no se cierre con un fracaso ruso, en tanto ambos estados además de mantener una estrecha relación, son las dos grandes potencias revisionistas, que buscan revertir el orden internacional basado en reglas posterior a la Segunda Guerra Mundial, garantizado en última instancia por el poderío militar estadounidense (recordemos todo lo explicado acerca de la guerra de Ucrania como guerra proxy).
En relación con esto, si la propuesta de plan de paz china no prospera -y no tiene demasiados visos de hacerlo sin cambios sustanciales- y la situación en el campo de batalla se llega a complicar para las Fuerzas Armadas rusas (lo que conllevaría en cualquier posible negociación peores expectativas para el Kremlin), las probabilidades de que China termine implicándose en la guerra mediante el envío de suministros a Rusia (especialmente munición) crecerán.
Por cierto, que hablando sobre propuestas de paz (en este caso hipotéticas) y antes de pasar a lo ocurrido hoy sobre el terreno, en las últimas horas el canciller germano Scholz ha negado que de la reunión a tres bandas entre Ucrania, Francia y Alemania hace unos días saliese ningún documento de este tipo, como se ha estado especulando. Por el momento, parece que tanto en Berlín como en País siguen apoyando, al menos públicamente, el plan de paz de Zelensky (de puertas hacia dentro es difícil decirlo, aunque continúa habiendo razones para pensar que el apoyo no es tan sólido como se pretende escenificar).
Pasando a lo ocurrido en el campo de batalla, se ha registrado un nuevo ataque ruso sobre la localidad de Masyutivka, al norte de Kupyansk. Allí las tropas rusas continúan intentando reducir al máximo la cabeza de puente ucraniana en este área, habiéndolo logrado por el momento únicamente a la altura de Dvorichna. Más al sur, en Kreminna y sus alrededores, Rusia ha redoblado sus esfuerzos hoy lanzando ataques en dirección a Ploshchanka, Nevs’ke, Tors’ke, el oeste de Dibrova y hacia el sur a través de los bosques de Serebryanka. No parecen haberse producido cambios sustanciales, como tampoco en Bilohorivka o Spirne, ya al sur del río Donets y también atacadas hoy.
Por cierto, que a pesar de los avances en fechas recientes que el Ejército ruso ha logrado en el área de Kreminna, en previsión de lo que pueda pasar han seguido construyendo y perfeccionando las líneas defensivas en las que llevan meses trabajando. En este sentido, el esfuerzo es lógico pues si termina produciéndose una negociación, las defensas serán un argumento para intentar defender en las reuniones la realidad sobre el terreno. Si por el contrario Ucrania lanza una ofensiva, ayudarán a ralentizar cualquier posible avance y a desgastar a las Fuerzas Armadas ucranianas, dificultando su éxito.
En el caso de Bakhmut, tanto el Ejército ruso como Wagner han multiplicado sus ataques en la zona norte de la ciudad, en dirección a Rozdolivka, Fedorivka, Vasyukivka, Zaliznyans’ke, Dubovo-Vasylivka, Orihovo-Vasylivka, Yahidne, Berkhivka, Bohdanivka y el noreste de Bakhmut. Del lado contrario, se ha venido hablando de un contraataque ucraniano en dirección al estrecho paso por el que Wagner logró avanzar sobre Berkhivka y Yahidne, intentando así cercar a las unidades de mercenarios allí desplegadas (a través de esta zona), aunque por el momento no hay ninguna información que avale su éxito. También al sur de Bakhmut la situación es fluida, con ataques y contraataques rusos y ucranianos respectivamente, luchándose en la zona de occidental de Ivanivske y hacia Stupochny.
En Donetsk, hoy rusos y milicianos han cargado contra Krasnohorivka, Kam’yamka, Avdiivka, Vodyane y Nevels’ke al norte, así como contra Mariinka, Novomykhailivka y por supuesto Vuhledar al suroeste.
Por último, y al margen de todo lo anterior, es reseñable el hecho de que hoy se haya producido un ataque contra un avión de alerta temprana A-50 ruso estacionado en Bielorrusia. Por el momento, se desconoce cómo ha sido exactamente el suceso, posiblemente a cargo de ciudadanos bielorrusos contrarios al régimen, pero no deja de ser significativo que hayan logrado alcanzar un aparato de altísimo valor, y protegido dentro de una base militar.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada 368 coincide con el Día de la Resistencia de la ocupación de Crimea que marca precisamente el noveno aniversario desde que comenzó la ocupación de Rusia de la península de Crimea y de la ciudad de Sebastopol que Moscú se anexionó ilegalmente en 2014.
A este respecto, los participantes de la Plataforma Internacional de Crimea han emitido una declaración en la que confirman que continuarán apoyando a Ucrania durante el tiempo que sea necesario para poner fin a la ocupación de Crimea, así como sus esfuerzos para restaurar su integridad territorial dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas.
De igual modo, los participantes han señalado que nunca reconocerán los intentos de Rusia de anexionarse además de Crimea y Sebastopol, las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
Zelenski, por su parte, ha señalado que al devolver Crimea restaurarán la paz. En la misma tónica, el Ministerio de Defensa de Ucrania ha enfatizado que hoy reiteran que la resistencia en Crimea nunca ha cesado y que liberarán el territorio.
El Defensor del Pueblo de Ucrania, Dmytro Lubinets, ha informado de que en estos momentos hay 180 presos políticos, incluidos 116 tártaros de Crimea, detenidos ilegalmente en Crimea.
Desde Canadá, el primer ministro Justin Trudeau ha emitido un comunicado en el que se reafirma el compromiso inquebrantable de los canadienses con los ucranianos “y los principios por los que luchan (democracia, justicia y libertad)”. En este sentido, ha subrayado que utilizarán todas las herramientas a su disposición para seguir apoyándolos durante el tiempo que sea necesario. El comunicado termina como sigue: “Mientras los ucranianos continúan luchando por la tierra que les pertenece por derecho, hoy reiteramos que Crimea es y siempre será Ucrania”.
Pasando a otras cuestiones, la visita oficial del día en Kiev ha sido la del ministro de Exteriores de Arabia Saudi, Faisal bin Farhan, siendo la primera vez que un ministro de dicho ramo del país se desplaza a Ucrania y 32 años desde que una delegación de alto nivel realiza este viaje. El ministro Farhan se ha reunido con su homólogo, Dmytro Kuleba, el presidente Zelenski y el jefe de la presidencia de Ucrania, Andriy Yermak.
Las autoridades ucranianas coinciden en que la visita es una prueba del importante apoyo del Reino a Ucrania, justo tras cumplirse el primer aniversario de la invasión. También han tenido ocasión de agradecerle al representante saudí el apoyo a la Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre “Principios de la Carta de las Naciones Unidas que subrayan la paz integral, justa y duradera en Ucrania”. De este modo, las discusiones sobre la implementación de la Fórmula de Paz de Ucrania han tenido un lugar destacado en la agenda.
Como resultado del encuentro, Arabia Saudí destinará 400 millones de dólares a asistir a Ucrania. 100 millones se asignarán a ayuda humanitaria, mientras que los 300 millones restantes para adquirir productos petrolíferos. Asimismo, los ministros de Exteriores han acordado “optimizar de manera efectiva la participación de las pequeñas y medianas empresas de Ucrania y Arabia Saudí”.
Además del ministro de Exteriores saudí, también ha sido recibido en Kiev el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur. Con motivo del encuentro, Pevkur ha anunciado el próximo paquete de ayuda militar de Estonia a Ucrania y que en total implicará que el país ha destinado casi 400 millones de euros en este ámbito. Sin perjuicio de lo anterior, el propio Ministerio de Defensa anuncia que Estonia recibirá una compensación de 156 millones de euros por los equipos donados a través del Fondo Europeo de Ayuda a la Paz.
Sobre el nuevo paquete, este incluirá: rifles de asalto, pistolas, UAVs, cámaras termográficas, generadores y cargadores de batería, y uniformidad. A esto se suma que el ministro estonio le ha entregado a su contraparte ucraniana, Oleksii Reznikov, la llave de un tercer hospital de campaña cuyo envío ya estaba decidido, pero ya está terminado y llegará a Ucrania en las próximas semanas. Otra muestra simbólica ha sido la entrega de una mira óptica.
Por otro lado, Thales Francia entregará un radar GM 200 a Kiev en mayo y que será financiado por el fondo especial de apoyo a Ucrania establecido por el gobierno galo. Según el acuerdo firmado por los ministros de Defensa francés y ucraniano, y el representante de Thales, este será el primero de las dos unidades que se envíen.
Igualmente destacable es que Croacia ha finalizado la preparación de los helicópteros Mi-8 que serán transferidos a Ucrania, según lo comprometido por el Ministerio de Defensa del país en noviembre de 2022. Se espera que el país envíe 14 helicópteros a Ucrania en marzo, 12 Mi-8MTV-1 y dos Mi-8T que han sido retirados de las Fuerzas Armadas del país.
Berlín por su parte esta semana ha actualizado su lista de ayuda militar ya entregada a Ucrania, a saber: 6 lanzapuentes BIBER, 8 camiones Zetros, 20.000 botiquines y 10 redes de camuflaje de invierno. Del lado de la ayuda en fase de planeamiento y/o ejecución destaca la inclusión de 300.000 disparos para los sistemas Gepard.
También se ha confirmado que en Bakhmut han recibido granadas OGI-7MA de 40 mm para los RPG-7 ucranianos. En principio, habrían recibido 18 unidades y 18 cargas de CP-71.
Del lado de Rusia, el presidente Vladímir Putin ha conversado con el presidente Recep Tayyip Erdoğan, para felicitarle por su cumpleaños “destacando su gran contribución personal al desarrollo de las relaciones Rusia-Turquía”. Asimismo, han discutido sobre algunos temas de actualidad en el marco de su agenda bilateral.
Para concluir, el presidente Putin ha insistido hoy en la idea de que Occidente tiene un objetivo: “vaciar la antigua URSS y su parte principal, Rusia”. En otras palabras, el dirigente ruso sostiene que Occidente solo podría admitir a Rusia en la llamada “familia de pueblos civilizados” mediante la división del país y de cada parte por separado con el fin de ponerlas bajo su control.
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