La jornada de hoy ha transcurrido entre rumores de cortes de la red telefónica en la parte de Lugansk controlada por Ucrania y de un ataque ruso desde la región de Bélgorod. También han sido noticias las nuevas muestras de criticismo del fundador de Wagner, quien ha pedido una vez más munición para sus hombres. En Kreminna, se ha tenido noticia de un ataque ruso frustrado, que ha supuesto la pérdida de más de una docena de carros de combate, en una escena parecida a la de hace unos días en Vuhledar. Por último, en el plano internacional, además de la reunión de los nueve de Bucarest, es noticia la búsqueda de apoyos en las Naciones Unidas en preparación de la votación del proyecto de resolución sobre la paz en Ucrania.
En las últimas horas ha sido diversas fuentes las que han estado elucubrando sobre un posible ataque ruso en dirección norte-sur desde la región de Bélgorod y supuestamente hacia Limán, en una reedición de lo que en su día fuera el saliente de Izium. Algunas cuentas prorrusas hablan de avances de entre cuatro o cinco kilómetros, así como de la acción de los tiradores de élite o de los cortes de la red de telefonía en la zona de la óblast de Lugansk que controla Ucrania. A falta de más datos, por el momento no podemos confirmar que la información sea real, en tanto no ha aparecido ninguna prueba sólida todavía.
Lo que sí es real, pues hay vídeos y está perfectamente geolocalizado, es el ataque fallido de las tropas rusas a través del bosque de Kreminna, en una acción que habría supuesto la pérdida de hasta 14 carros de combate. Es inevitable aquí el recuerdo tanto de lo acaecido en Vuhledar, al sur de Ucrania, apenas hace unos días, como también lo ocurrido en su día en la localidad de Bohorodychne. Esta última población, que llegó a marcar el punto de avance máximo ruso a través del saliente de Izium hacia Sloviansk-Kramatorsk, fue testigo de grandes pérdidas rusas de carros de combate en diferentes intentos de avance frustrados por el terreno, por las minas y, especialmente por la capacidad ucranianas de detectar los movimientos rusos mediante drones.
Lo curioso del caso, es que en la práctica totalidad de las ocasiones en las que algo similar ha ocurrido, ha sido el Ejército ruso el que ha estado implicado, no así Wagner Group, ni tampoco los milicianos de Donetsk o Lugansk, ni en su momento los chechenos de Kadírov. Por supuesto, esto se explica en parte por el menor componente de carros de combate y blindados entre estos últimos, pero no es la única causa.
En el caso de Wagner, se podrá decir mucho sobre su predisposición a asumir bajas, a tratar a muchos de sus mercenarios como carne de cañón, o se podrá criticar incluso su misma existencia si se quiere. Pero no se puede negar que han sido capaces de ir adaptando sus tácticas según ha sido necesario, que han sido capaces de actuar con coherencia en pos de los objetivos marcados y sin ir más allá de sus capacidades, que la libertad con la que actúan es un plus y no un hándicap y, en definitiva, que su rendimiento ha sido más que aceptable en el plano estrictamente militar. Máxime teniendo en cuenta que, a pesar de disponer de aviación, artillería y medios blindados y acorazados, no son un ejército y dependen del Ministerio de Defensa ruso para su abastecimiento.
Respecto a los milicianos de las dos repúblicas rebeldes, los medios que han recibido en la mayor parte de los casos, son de segunda clase. Pese a ello, la experiencia acumulada tras años de combates en el Donbás les ha permitido un acervo que en muchos casos está muy por delante del de los oficiales del Ejército ruso. Sin embargo, es posible que todo ese saber hacer se diluya según vayan integrándose en el propio Ejército ruso, que aunque ya hemos explicado que también se adapta, sigue padeciendo de mandos anclados a doctrinas desfasadas.
Los chechenos de Kadírov son otro asunto. Cuentan con sus propios campos de entrenamiento y una formación nada desdeñable para el estándar ruso. Ahora bien, son despreciados tanto por el Ejército como por los milicianos y por los mercenarios de Wagner y, en cualquier caso, han sufrido también un alto número de bajas. Además de lo anterior, las luchas intestinas en Rusia han hecho que Kadírov adopte un papel mucho más discreto que también está afectando a sus hombres, cada vez menos relevantes en esta guerra.
Así las cosas, aunque no es un problema monocausal, según avanza la guerra cada vez parece más claro que el problema principal con el que se enfrenta Rusia de cara a mejorar su rendimiento militar tiene que ver más con aspectos como la cultura institucional de las Fuerzas Armadas rusas, la doctrina o la orgánica, que no con el material, por mucho que este se haya demostrado deficiente en algunos casos. Y dentro de los problemas citados, parece cobrar mayor relevancia la ausencia de un cuerpo de suboficiales, lo que impide la labor de articulación que estos últimos tienen en ejércitos como el español (o el ucraniano), del que son la auténtica columna vertebral, o el papel de liderazgo dentro de los pelotones y secciones a su cargo (cuando no hay alféreces o tenientes) en el caso de la infantería.
Por otra parte, tal y como explicamos en detalle en nuestro segundo libro, el funcionamiento del Ejército ruso sigue siendo totalmente rígido, de forma que los jefes de las pequeñas unidades rara vez toman la iniciativa, manteniéndose a la espera de órdenes en lugar de aprovechar las oportunidades. Unido a lo anterior, y por cuestiones de cultura institucional, las Fuerzas Armadas rusas son poco proclives a la transparencia y la rendición de cuentas, lo que dificulta la identificación de los problemas y la toma de medidas de cara a corregirlos, y resta por tanto capacidad de adaptación frente a una situación que no era la esperada al inicio de la guerra.
Esto que ha sido una constante, se ha venido multiplicando desde el inicio de la guerra, ascendiéndose a oficiales adeptos al régimen (o quizá a Shoigú) como el responsable de la debacle rusa en Vuhledar días atrás y relegándose a un segundo plano a aquellos que mejor rendimiento han ofrecido, como Surovikin. Incluso podría meterse en este mismo saco al propio Prigozhin, aliado del anterior y enemigo a su vez de Shoigú y Gerásimov.
Así las cosas, salvo que Rusia introduzca los necesarios cambios y mientras sus Fuerzas Armadas sigan rehenes de los juegos de poder en Moscú, que contribuyen a primar a aquellos leales por encima de aquellos capaces de exponer los problemas y especialmente por encima de aquellos que destacan en el cumplimiento de sus funciones, tiene muy difícil mejorar el rendimiento sobre el terreno. No puede ser que unidades como la 76ª VDV o las brigadas de Infantería Naval, que en otras condiciones han combatido aceptablemente, sean continuamente enviadas a misiones suicidas que terminan, días después, con la retirada a la retaguardia y largos procesos de descanso y reconstitución para recuperar su capacidad combativa.
Pasando a lo ocurrido sobre el terreno, y obviando lo comentado en la entradilla sobre un posible ataque masivo ruso desde Bélgorod del que todavía no hay pruebas, hoy se ha combatido en el área de Kreminna. Allí, además, después de varios días sin apenas información, han trascendido varios vídeos e imágenes que hablan de importantes pérdidas rusas, incluyendo una compañía de carros de combate en los bosques entre dicha localidad y Serebryanka. Pese a ello, siguen lanzando ataques e intentando alcanzar las localidades de Tors’ke y Yampil, al oeste, así como de tomar Bilohorivka.
En el área de Bakhmut, comenzando por el norte, hoy se han registrado ataques rusos sobre Fedorivka, que resiste en manos ucranianas. Lo mismo para Yahidne y Berkhivka, a pesar de que algunas de las fuentes más cercanas a Moscú dan por tomada gran parte de esta última, sin aportar por el momento documentos gráficos que respalden la afirmación. Además de lo anterior, se sigue combatiendo en buena parte del perímetro urbano de Bakhmut, con enfrentamientos al noreste, al este y al sur. Los ucranianos, tras los ataques rusos a los pasos sobre el río Bakhmutovka que corta la ciudad, están intentando mantener el mismo como línea de defensa, aunque todavía no se han retirado al oeste del mismo y conservan una fracción de tierra de alrededor de un kilómetro lineal en dirección este en algunas zonas. En la zona de Ivanivske no hay cambios, siendo el canal la línea divisoria por ahora insalvable para las tropas rusas y Wagner.
Respecto a Donetsk, hoy no han trascendido enfrentamientos ni en Avdiivka, ni en Mariinka, aunque es difícil que no se hayan producido. Sí se ha informado de un ataque ruso sobre Kurdyumivka. Además, tanto en Telegram como en Twitter se ha informado sobre ataques ucranianos con HIMARS sobre distintos puntos del frente y tras él en esta zona. Lo mismo sobre Mariúpol, ciudad que actúa como un importante centro logístico para Rusia en todo el sur de Ucrania.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Mientras continúan las muestras de apoyo a Ucrania en vísperas del primer aniversario de la invasión rusa, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha continuado hoy con su actividad institucional en Europa, reuniéndose con el grupo de los Nueve de Bucharest (B9).
Al encuentro han asistido, por tanto, los presidentes de Bulgaria, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, el primer ministro de República Checa y, además, han contado con la presencia del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. El objetivo de la reunión era precisamente el de subrayar una vez más el compromiso de Estados Unidos con la seguridad transatlántica y, además, el apoyo inquebrantable a Ucrania por parte de todos los países presentes durante el tiempo que sea necesario. Asimismo, han discutido sobre la postura defensiva fortalecida en el flanco este de la OTAN y el presidente Biden ha reiterado también el compromiso “férreo” de Washington con el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte.
Stoltenberg por su parte ha recordado una vez más que “protegeremos y defenderemos cada centímetro del territorio aliado, en base a nuestro compromiso con el Artículo 5 de defendernos unos a otros”. Ha destacado también que cuando termine la guerra “debemos asegurarnos de que la historia no se repita”, pues considera que “no podemos permitir que Rusia siga socavando la seguridad europea”. Por ende, “Debemos romper el ciclo de la agresión rusa”. De igual modo, ha reiterado la necesidad urgente de mantener e intensifica el apoyo a Ucrania y brindarles “lo que necesitan para prevalecer”.
Por otro lado, los comentarios sobre la visita del presidente Biden a Kiev han vuelto hoy desde Moscú. Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, ha comentado que el presidente Biden «no se atrevió a visitar Kiev sin advertir a Rusia y sin pedirle a la parte rusa que garantizase su seguridad”. Así pues, señala que “la visita del líder estadounidense fue escenificada con dramatismo, pero, en realidad se asemeja a una actuación fallida en un teatro de provincia”. Además, considera que si el objetivo de Estados Unidos era dar ejemplo a sus aliados sobre cómo apoyar a Ucrania “no le salió muy bien”, aludiendo en particular a las “fuertes afirmaciones de que tienen el control total de la situación y que Kiev ha resistido y está a punto de ganar”.
En vísperas de la votación de proyecto de resolución sobre la paz en Ucrania en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), Rusia ha instado a los países miembros a que voten en contra de la resolución pues la consideran “desequilibrada y antirrusa”.
En Naciones Unidas ha tenido lugar hoy un evento sobre violaciones de derechos humanos durante la invasión de Rusia en la que ha participado presencialmente el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, y la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, en modalidad online. Kuleba considera que este es un paso más que se da hacia la creación de un tribunal especial para enjuiciar el crimen de agresión en Ucrania, pero también ha aprovechado el evento para instar a la comunidad internacional a “unir fuerzas” para lograr que los menores que han sido deportados por la fuerza a Rusia vuelvan a Ucrania.
Desde India, quien ostenta la presidencia del G20, no están a favor de que los integrantes del Grupo discutan sanciones adicionales a Rusia, ni de respaldarlas. Apuntan de este modo a que las sanciones existentes contra Rusia han tenido un impacto negativo en todo el mundo. Declaraciones de funcionarios indios que llegan en vísperas de la reunión de los ministros de Finanzas del G20 que tendrá lugar mañana.
En otro orden de cosas, ha sido hoy cuando el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, se ha reunido con el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Wang ha comentado que “las relaciones chino-rusas no están dirigidas contra ningún tercer país y ciertamente no pueden estar sujetas a la presión de ningún tercer país”. Comentarios que se unen a las declaraciones de ayer en las que subrayaba que las relaciones entre China y Rusia son “sólidas como una roca”.
Cambiando de tercio, el senado de Polonia ha adoptado una resolución por el aniversario de la invasión en la que además de condenar las acciones militares de Rusia, pide la investigación de los crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional.
En esta línea, el Parlamento de Estonia también ha adoptado una resolución en la que se reitera la condena de la agresión militar de Rusia a Ucrania y en la que se pide el endurecimiento de las sanciones contra Moscú. Además, Tallin respalda tanto la implementación de la Fórmula de Paz de Zelenski, como las adhesiones de Ucrania a la UE y a la OTAN.
Sobre esto último y pese a que Ucrania aún no sea miembro de la OTAN, el presidente Zelenski estaría planeando asistir a la próxima Cumbre que tendrá lugar en Vilna en julio. No obstante, tendrán que extenderle una invitación oficial para que esto sea posible, formalidad que desde Ucrania esperan que sea atendida.
Temas sobre los que el presidente Zelenski ha hablado por teléfono hoy directamente con su homólogo estonio, Alar Karis. No obstante, esta no ha sido la única llamada del día pues el presidente ucraniano ha conversado con su homólogo pakistaní, Arif Alvi, sobre la importancia de respetar los principios de soberanía e integridad territorial de los Estados y el papel de Ucrania como garante de la seguridad alimentaria mundial. Por otro lado, ha mantenido la primera conversación en la historia de las relaciones bilaterales con el presidente de Uganda, Yoweri K. Museveni.
Para concluir, la Federación Internacional de Periodistas (IFJ) ha suspendido la membresía de la Unión Rusa de Periodistas tras la votación del Comité Ejecutivo de la Federación que avala, tras haber investigado los hechos, una “decisión provisional de expulsión” por actuar “en forma contraria a los principios u objeto” de la Federación. Sin perjuicio de lo anterior, el propio presidente de la IFJ ha señalado que es urgente que ahora encuentren formas para continuar apoyando a los periodistas independientes dentro y fuera de Rusia que están en riesgo o necesitan asistencia.
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