Guerra de Ucrania – Día 362

La visita del Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, a Kiev, justo un día antes del esperado discurso de Putin, ha marcado la última jornada de guerra en Ucrania hasta la fecha. Una muestra de apoyo que llega mientras los aliados europeos se preparan para debatir un aumento sustancial en la compra de municiones y mientras en los propios Estados Unidos se debate acerca de los errores que llevaron a la guerra. Mientras tanto, en el campo de batalla las tropas rusas atacan en dirección a Yahidne, al norte de Bakhmut.

Las últimas horas han sido particularmente intensas, en buena parte por la visita de Joe Biden a Ucrania, que ha condicionado la jornada. También por las especulaciones en torno al contenido del discurso que mañana dará Putin y que en algunos sectores (conocidos por su apoyo al Kremlin) esperan que sea histórico, habiendo quien ha hablado de movilización general o incluso quien ha llegado a plantear una posible integración en la Federación Rusa de Osetia del Sur y Abjasia o hasta de Bielorrusia. Dado que es inútil especular, esperaremos a mañana, cuando haya certezas sobre las que basar un análisis.

Respecto a la visita de Biden, las muestras de apoyo del Presidente estadounidense y la forma en la que ha apremiado a las Fuerzas Armadas ucranianas a consolidar sus ganancias y, en su caso, a lanzar en el futuro una ofensiva, se enmarcarían dentro de lo que hemos exponiendo estos días sobre la posible evolución de la guerra, los imperativos rusos y una hipotética negociación tras el verano.

Algo que, por cierto, ha explicado también hoy Javier Quiñones en la web de Global Strategy, en un artículo que merece la pena leer y que podríamos resumir en uno de sus párrafos finales:

«Moscú sabe que el cambio de régimen que pretendía el 24 de febrero de 2022 ya no es posible. Nos inclinamos a pensar que, tras un alto el fuego, los términos del eventual acuerdo adoptarán la forma de un armisticio, más que el de un tratado de paz. En esta fase del conflicto, que no será la última, el territorio será simplemente la moneda de cambio».

Así, teniendo esto en cuenta y lo que nosotros mismos hemos explicado, tenemos que Rusia difícilmente considerará cualquier salida negociada como algo definitivo. No obstante, que una paz del tipo que sea se mantenga no depende tanto de la propia Rusia, como de lo que Ucrania y sus socios hagan en el futuro. Decimos esto, porque fueron los fallos en la disuasión los que brindaron a Rusia la oportunidad de lanzar la operación de decapitación posteriormente degenerada en guerra y porque si después de las negociaciones el conflicto vuelve a degenerar en guerra será por la misma razón.

La única solución, por poco halagüeña que parezca, pasa por un rearme generalizado en el continente y por una mayor implicación de los Estados Unidos en la defensa de Europa, en el marco de la OTAN. Un asunto que tiene su intríngulis, en tanto lo que muchos (generalmente cercanos a Moscú) defienden que es un plan maquiavélico de Washington para mantener sometida a la Unión Europea (la propia guerra) es en realidad la peor carga que los estadounidenses podrían imaginar, tratando como están de retirar fuerzas de escenarios no esenciales para poder ocuparse con garantías de la situación en Info-Pacífico.

En cualquier caso, únicamente generando disuasión se podrá evitar que las hostilidades se reanuden más adelante, pues no estamos ante una guerra de gabinete como las que eran comunes en ciertos periodos de la Edad Moderna, por ejemplo, sino ante una lucha por el equilibrio de poder en Europa y buena parte del mundo y que para Rusia es una lucha espiritual y no por un territorio.

Volviendo sobre el rearme, la guerra de Ucrania ya ha demostrado a Europa cuán desnudo estaba el Rey, algo que se viene viendo especialmente en los últimos días, dadas las dificultades de abastecer de municiones a Ucrania y la incapacidad de la industria occidental para producirlas al ritmo requerido. A falta de discutir la propuesta de Estonia de destinar 4.000 millones de euros a multiplicar la producción de municiones en los próximos 6 meses, lo cierto es que la medida, aunque dejaría clara al Kremlin la voluntad de apoyar a Ucrania de forma indefinida, necesita de otras paralelas.

La más evidente, como pidió ayer el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, vaciar los polvorines para entregar a Ucrania cuanto sea necesario hasta que las fábricas puedan reponer los stocks y asumiendo el riesgo que ello implica. El problema aquí es que para ello los dirigentes de los 27 tendrían que asumir sin excepción que su seguridad se está dirimiendo ahora mismo en Ucrania, algo que no está del todo claro que hayan hecho.

Pasando a lo ocurrido sobre el terreno, comenzamos por el norte, concretamente por la zona de exclusión de Chernóbil, en donde han sido avistadas unidades tanto de las Fuerzas Armadas ucranianas como de las Fuerzas de Defensa del Territorio entrenando en dicha área.

Respecto al área de Dvorichna, las tropas rusas seguirían intentando consolidar sus posiciones en la recientemente tomada Hryanykivka, pero sin que por el momento haya indicios de un posible intento de cruce del Oskil. Como dato interesante, ha llegado la confirmación de las unidades rusas implicadas en las luchas en esta zona, a saber: 4º GTD, 18º GMRD y 47ª GTD.

En la zona de Kreminna, después de días muy intensos, hoy apenas han trascendido combates en dirección a la localidad de Bilohorivka, al menos según el Estado Mayor ucraniano. En cualquier caso no se han reportado nuevos avances rusos en dirección al Sherebets.

En el área de Bakhmut, los combates más intensos se libran al norte de la ciudad, desde Blahodatne y Krasna Hora en dirección hacia Berkhovka y Yahidne respectivamente, en ambos casos por el control de la M-03. Zelensky ha vuelto a declarar que aguantarán en Bakhmut al precio que sea necesario, aunque esta es obviamente una declaración política y si la situación continúa degradándose, una retirada podría ser inevitable.

Más allá de esto, al noroeste de la ciudad se han registrado combates que se han podido geolocalizar y que demuestran que la penetración rusa no es tan profunda como se creía. También al sur, entre Klischiivka y Stupochky se han geolocalizado vídeos de ataques artilleros ucranianos que marcan el punto por el que intentan progresar los mercenarios de Wagner. Respecto a estos últimos, parece que se va confirmando la percepción de que su papel era el de pasar a segundo plano una vez el Ejército ruso lograse reconstituirse, lo que ha llevado a Prigozhin a quejarse amargamente una vez más. Una protesta que debe enmarcarse en su lucha interna con Shoigú / Guerásimov, que hemos tratado sobradamente en informes anteriores.

En Donetsk, por último, los únicos enfrentamientos que han trascendido hoy se habrían producido en la localidad de Novobakhmutivka, al norte de Avdiivka y por donde rusos y milicianos tratan de rodear esta última población. Allí, en jornadas previas las fuerzas rusas habían logrado expulsar a los ucranianos de las trincheras en la zona occidental de la localidad, lo que prácticamente supone el dominio total de la misma por parte rusa.

Mapa de situación actualizado a 20 de febrero de 2023. Fuente - David Batashvili.
Mapa de situación actualizado a 20 de febrero de 2023. Fuente – David Batashvili.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

A nivel institucional y diplomático la jornada 362ª de la guerra de Ucrania ha estado completamente copada por la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Kiev, en vísperas del primer aniversario de la invasión. Un día, además, que coincide con el Día de los Cien Héroes Celestiales, los activistas fallecidos durante “la Revolución de la Dignidad en 2014”.

Una visita simbólica de apenas 5 horas de duración que sí cabía prever, en tanto el pasado día 10 de febrero la Casa Blanca anunció que el presidente Biden viajaría hasta Polonia para reunirse con el presidente Andrezj Duda y los aliados del Europa del Este, dejando la puerta abierta. Además, a sabiendas de que esta se produciría el día anterior al esperado discurso de Putin.

Sobre la visita, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, que ha acompañado al presidente Biden durante su viaje ha puesto de relieve el simbolismo y la importancia del encuentro con las autoridades ucranianas. Más concretamente, ha calificado la llegada de Biden como “histórica, sin precedentes en los tiempos modernos”, pues es la primera vez que un presidente de Estados Unidos se traslada hasta “la capital de un país en guerra donde el ejército de los Estados Unidos no controla la infraestructura crítica”. Por tanto, el mensaje “claro e inequívoco de apoyo duradero a Ucrania” podría considerarse como enviado, una vez más. 

El presidente Zelenski, como no podía ser de otra forma, ha agradecido el apoyo de Estados Unidos a Ucrania asegurando que discutirían sobre “qué tenemos que hacer para detener la guerra, para tener éxito en esta guerra, para que Ucrania sea aún más fuerte y cómo obtener la victoria este año”. Biden, por su parte, ha incidido precisamente en que considera “de vital importancia” dejar claro que Estados Unidos apoya a Ucrania en su guerra contra la agresión brutal”. 

Ha sido durante la rueda de prensa conjunta con el presidente Zelenski, cuando Biden ha acompañado sus palabras de “compromiso inquebrantable” con el anuncio de un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania por valor de 460 millones de dólares y que incluirá: 

En total, la ayuda militar de Estados Unidos asciende a aproximadamente 29.800 millones de dólares desde el 24 de febrero de 2022 y se traduciría en los siguientes compromisos: 

A colación de la ayuda militar a Ucrania, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, ha adelantado que la próxima reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania o más conocida como Ramstein podría tener lugar a mediados de marzo, pero en formato online.

En su encuentro con el presidente norteamericano, el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, ha insistido en las tres reformas importantes que el país debe llevar a cabo: anticorrupción, reforma judicial y reforma del gobierno corporativo. Además, le ha agradecido personalmente el apoyo de Estados Unidos para la rápida recuperación de Ucrania. 

Además, Shymhal también se ha reunido con la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y su equipo para discutir sobre los distintos mecanismos de apoyo financiero a Ucrania. Tras el encuentro, el primer ministro ha confirmado que Ucrania ha logrado implementar el programa de monitoreo del FMI con éxito y que ahora esperan lanzar un nuevo programa a largo plazo por un importe de más de 15.000 millones de dólares. 

Japón por su parte también ha anunciado ayuda financiera adicional a Ucrania por valor de 5.500 millones de dólares, además de confirmar que el día 24 de febrero con ocasión del aniversario de la guerra tendrá lugar una reunión online de los líderes del G7. 

Sobre la visita de Biden a Kiev se ha pronunciado Maria Zakharova en nombre del Ministerio de Exteriores de Rusia. Más concretamente, Zakharova ha comentado: “Mirando las imágenes de hoy de Biden con su pupilo Zelenski de Kiev, no olvide el destino de todos los proyectos estadounidenses anteriores”. Así, se ha referido al expresidente de Georgia, Mikhail Saakashvili y al del opositor venezolano Juan Guaidó incidiendo en que “esto es lo que les espera a todos aquellos que han vendidos sus almas a los estadounidenses: condenados por su propio pueblo, necesitados por nadie, obligados a gastar generosamente el dinero ganado en América de traicionar a sus países con abogados estadounidenses”.

Mientras la visita de Biden tenía lugar en Ucrania, el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, ha llegado a Moscúentre los recelos de Estados Unidos ante el posible envío de armas chinas a Rusia. Al respecto, el diplomático chino, que ayer también conversó con el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, ha enfatizado que Estados Unidos no está en condiciones de hacer demandas a China, pues “nunca aceptará que Estados Unidos señale con el dedo las relaciones chino-rusas o incluso que nos coaccione”. Sobre esto ha agregado: 

“Es Estados Unidos y no China el que envía armas sin cesar al campo de batalla. Instamos a Estados Unidos a reflexionar seriamente sobre sus propias acciones y hacer más para aliviar la situación, promover la paz y el diálogo, y dejar de culpar y difundir información falsa”.

Desde Turquía mientras tanto aclaran que no están exportando productos para su uso en el esfuerzo de guerra de Rusia, tras las advertencias que ha realizado recientemente Estados Unidos sobre los envíos de productos químicos y microchips entre otros. El propio ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavuşoğlu, ha pedido a Estados Unidos que les notifiquen si hay alguna violación en las exportaciones que han efectuado. 

Por otro lado, el representante permanente de China ante las Naciones Unidas, Zhang Jun, ha comentado que respaldará la votación del proyecto de resolución presentado por Rusia ante el Consejo de Seguridad para que se investigue “el ataque terrorista” contra el gasoducto Nord Stream. En el documento piden al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, que se cree una comisión internacional independiente de abogados para llevar a cabo la investigación.

A nivel de la Unión Europea, hoy ha tenido lugar el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE por lo que reunidos los 27 ministros de Exteriores han debatido nuevamente sobre la guerra y el papel de la Unión y sus miembros. 

A su llegada, Borrell ha hecho hincapié, al igual que ayer, que la UE debe asegurarse de que Ucrania tenga municiones para continuar su lucha contra la invasión rusa: “Es el tema más urgente. Si fallamos en eso, el resultado de la guerra está en peligro”. 

No obstante, aún no se ha adoptado el 10º paquete de sanciones contra Rusia, si bien se ha filtrado contra quienes podrían dirigirse las nuevas sanciones contra individuos y entidades. En cambio, sí se han adoptado hoy sanciones adicionales contra Irán por la violaciones de derechos humanos en el país.

Del lado de la UE también habría que destacar que sí se ha lanzado un proyecto de Transformación Digital para Ucrania (DT4UA) por un montante de 17,4 millones de euros. El objetivo sería el de ayudar a Ucrania a introducir servicios públicos eficientes, accesibles y seguros, así como a responder rápidamente a los desafíos que plantea la guerra.  

Por último, otra de las visitas del día ha sido la del Rey Carlos III a las tropas ucranianas que están siendo entrenadas en el Reino Unido. Adicionalmente y a modo de seguimiento, el Reino Unido también ha publicado hoy un comunicado de prensa en el que pone de manifiesto que junto con 30 países afines -como Estados Unidos, Francia y Alemania- brindan su apoyo a la prohibición de que los atletas rusos y bielorrusos compitan en eventos deportivos internacionales mientras continúe la guerra en Ucrania, incluidos los Juegos Olímpicos. 


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