Guerra de Ucrania – Día 360

Mientras la Conferencia de Seguridad de Múnich, en la que la Vicepresidenta de los Estados Unidos ha acusado a Rusia de cometer crímenes contra la Humanidad, sigue en marcha, en el campo de batalla continúa la ofensiva rusa, con ligeros avances al norte del frente, con la toma de Hryanyvka. Ganancias nimias que están seguramente muy lejos de cumplir con las expectativas de Putin, quien difícilmente contará en los próximos días con un gran hito que ofrecer a la población rusa coincidiendo con el primer aniversario de la guerra.

En las últimas semanas se ha debatido hasta la saciedad si la ofensiva rusa estaba ya en marcha, algo que parece claro dada la concentración de fuerzas en el área entre Kupyansk y Kreminna, el progresivo relevo de los mercenarios de Wagner Group (que podrían haber perdido hasta 9.000 hombres en lo que va de guerra según las estimaciones estadounidenses), los renovados ataques en el área de Donetsk y, especialmente, el intento hecho en la zona de Vuhledar, con trágico resultado.

Precisamente este último escenario, el de Vuhledar, en el que la 155ª y la 40ª Brigadas de Infantería Naval rusas resultaron destrozadas, perdiendo en unos pocos días más de 130 vehículos blindados y 36 carros de combate, así como un número indeterminado de uniformados, es el que hace dudar a muchos de la capacidad real del Ejército ruso para sostener su ofensiva, logrando con ello resultados importantes.

En concreto, aunque ya explicamos días atrás que al contrario de lo que se piensa, Rusia sí ha venido introduciendo numerosas adaptaciones, incluyendo en el plano táctico, se critica la falta de imaginación y la inadecuación de las tácticas rusas, basadas en la práctica en asumir un número enorme de bajas, aprovechando que esto no es un impedimento para un régimen iliberal como el ruso.

Ahora bien, la «ventaja» que le supone al Kremlin no tener que rendir cuentas ante sus ciudadanos por las pérdidas humanas o los reveses militares, queda en gran parte difuminada por el efecto que esta misma falta de transparencia y de rendición de cuentas tiene para el rendimiento del Ejército ruso. Buen ejemplo de ello es el ascenso de Rustam Usmanovich Muradov, responsable de la catástrofe de Vuhkledar, en las últimas horas.

En relación con esto, ninguna organización militar incapaz de asimilar lecciones, identificar sus propios errores, actuar con honestidad respecto a las capacidades (lo que incluye ser conscientes de las fortalezas y debilidades), que no cuente con canales de comunicación fluidos y en la que el poder político haga de la injerencia en el planeamiento militar la norma, puede esperar mejorar su rendimiento. Ese es quizá el mayor problema de Rusia hoy en día, más allá del material dado el desgaste sufrido.

https://www.revistaejercitos.com/2023/01/23/la-guerra-de-ucrania-ii-de-la-conquista-de-lugansk-a-la-contraofensiva-ucraniana/

En otro orden de cosas, hoy el Secretario de Defensa británico, Ben Wallace, ha hecho una declaración que ha pasado un tanto desapercibida, pero que es importante: Ucrania únicamente recibirá cazabombarderos Eurofighter Typhoon una vez acabada la guerra. Se ha especulado desde tiempo atrás acerca de la posibilidad de que el Reino Unido suministrase un número indeterminado de estos aparatos a la Fuerza Aérea ucraniana y ahora desde Withehall han dado una fecha y una condición.

Aunque para muchos supondrá una decepción, la decisión británica tiene lógica, en tanto para Ucrania ahora mismo sería mucho más útil recibir en primera instancia aparatos que ya conocen y que pueden operar desde carreteras en lugar de requerir aeródromos, como los MiG-29, de los que Polonia atesora todavía cierta cantidad. En caso de que esto fuese imposible, habría alternativas más lógicas que los carísimos y complejos EF-2000, como los F-16 y Gripen.

Además, lo que se desprende de las declaraciones de Wallace es que además del esfuerzo inmediato, dirigido a poner a Ucrania en una situación ventajosa de cara a una posible negociación, se está pensando también en el «día después», momento en el que los aliados y socios de Ucrania deberán hacer un gran esfuerzo por dotar al país de unas capacidades militares creíbles, susceptibles de generar una disuasión suficiente como para que el conflicto no se repita.

Algo que además deberá hacerse independientemente de que la guerra termine con un acuerdo entre las partes o transformándose de facto en un conflicto congelado, ya que en ese caso las posibilidades de que se produzcan nuevos episodios de violencia dependerá igualmente de la capacidad de disuasión de una Ucrania que podría no llegar a integrarse de pleno en organizaciones como la OTAN.

Algo perfectamente factible si se llega a una paz como la que parece desea el Presidente francés, Enmanuel Macron, quien ha afirmado desear una derrota rusa, pero sin «aplastarla». Una declaración que tiene muchas interpretaciones, pero que independientemente de la razón o no que pueda tener, reduce la credibilidad del mensaje lanzado hasta ahora por el resto de aliados de Ucrania.

Pasando a lo ocurrido hoy sobre el terreno, conviene comenzar por el ataque con misiles lanzado por Rusia sobre territorio ucraniano, aunque apenas han trascendido datos sobre impactos. En cualquier caso, como puede verse en el vídeo sobre estas líneas, se han lanzado al menos varios misiles Kalibr, de los cuales algunos han sido derribados o no han alcanzado su destino. Curiosamente en el vídeo se aprecia el lanzamiento de más misiles de los que Ucrania afirma que se han lanzado. En cualquier caso, no parece haber sido una oleada tan masiva como en otras ocasiones, ni se han registrado efectos importantes al parecer, quizá porque en lugar de estar dirigidos contra la infraestructura eléctrica, se han dirigido otra vez contra instalaciones relacionadas con las AFU.

Más allá de esto, y pasando a la línea de frente, las tropas rusas se habrían hecho finalmente con la localidad de Hryanyvka, al norte de Kupyansk, lo que supone que las AFU han sido expulsadas al oeste del río Oskil en la zona. Una situación parecida se da en el área de Kreminna, en donde la gran concentración artillera rusa está logrando que sus tropas avancen en dirección al Sherebets, aunque lentamente, acercándose poco a poco a las localidades de Nevs’ke, Terny o Zarichne. Al mismo tiempo presionan sobre Bilohorivka desde varias direcciones, aunque los ucranianos aguantan todavía allí a pesar de las bajas en zonas como los bosques al sur de Kreminna.

En torno a Siversk, se han vuelto a registrar ataques rusos en dirección a Verkh’okam’yans’ke, desde Berestove y Bilohorivka hacia Vyimka y también contra Rozdolivka y Fedorivka, aunque apenas hay cambios sobre el mapa.

En el caso de Bakhmut, tras la toma de Paraskiivka durante la jornada de ayer, la situación ha permanecido estable. La orografía, a pesar de los avances rusos, dificulta mucho la explotación de los éxitos, y obliga a intentar constantes flanqueos para ir haciéndose con el control de la M-03. En la ciudad, un contraataque ucraniano habría servido para recuperar parte del terreno perdido durante las dos últimas semanas al este de la urbe, en concreto en la zona al sur de la avenida Patrice Lumumba. Acción que se suma a los contraataques de las dos jornadas pasadas en la zona de Ivanivske, aprovechando la superioridad de las AFU en cuanto a equipos de visión nocturna, algo que ha permitido alejar a Rusia de la T0504.

En Donetsk, hoy se han registrado ataques rusos contra Novobakhmutivka, Kasnohorivka, Kam’yanka, el área norte de Mariinka, así como en dirección suroeste desde esta localidad a través de la carretera 00532, aunque los cambios de posición son mínimos. En Vuhledar han sido los ucranianos los que han logrado avanzar hacia las dachas al sur de la localidad, con lo que la situación queda prácticamente igual que un mes atrás.

Además de todo lo anterior, en los últimos días se viene registrando un aumento de la actividad en Zaporiyia, aunque no está claro de si se trata de una verdadera ofensiva rusa o si ambos bandos se están tanteando con acciones de reconocimiento.

Mapa de situación actualizado a 18 de febrero de 2023. Fuente - @War_Mapper.
Mapa de situación actualizado a 18 de febrero de 2023. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Pese a ser fin de semana la jornada 360ª de guerra en Ucrania ha sido considerablemente intensa en lo que se refiere a la actividad institucional y diplomática debido al encuentro de representantes de más de 40 países durante el segundo día de la Conferencia de Seguridad de Múnich. 

Los ministros de Exteriores del G7 han aprovechado la ocasión para reunirse al margen de la Conferencia, siendo el primer encuentro del grupo bajo la presidencia japonesa. Además, contando, como viene siendo ya costumbre, con la presencia de Josep Borrell en representación de la UE y también con el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. El objetivo no era otro que el de discutir sobre la situación en el campo de batalla y el apoyo a Ucrania, incluyendo las sanciones. 

Sobre la reunión Kuleba ha destacado que “Habrá entregas rápidas de armas y nuevas sanciones”. De hecho, en el caso de la UE la adopción del 10º paquete de sanciones contra Rusia debería darse esta semana próxima. 

No obstante, esta no ha sido la única reunión en la que ha participado el ministro de Exteriores ucraniano, pues a nivel bilateral se ha reunido con sus homólogos de Iraq, Brasil, Japón y Estados Unidos. Además, se ha reunido con una delegación de senadores estadounidenses, así como con el CEO de la empresa armamentística alemana Rheinmetall AG. 

A su homólogo iraquí, Fuad Hussein, le ha invitado a que se una a los esfuerzos para implementar la Fórmula de Paz de Ucrania al tiempo que espera profundizar en sus relaciones bilaterales y en la cooperación internacional entre ambos países. Esta invitación también se la ha extendido al ministro de Exteriores brasileño, Mauro Vieira

Al secretario de Estado americano, Antony Blinken, le ha agradecido el apoyo ofrecido a Ucrania y han coordinado el trabajo de cara a lograr más respaldo en las próximas votaciones que se lleven a cabo en Naciones Unidas. Tanto Kuleba como Blinken están “decididos a acelerar la entrega de ayuda militar” a la vez que el representante ucraniano ha reiterado su llamamiento a Estados Unidos para que comience a entrenar pilotos ucranianos en el uso de los F-16. 

Esta última cuestión también la ha puesto de relieve en su reunión con la delegación de senadores estadounidenses, insistiendo en que la capacitación debe comenzar “lo antes posible”. También han discutido sobre “los caminos para la victoria de Ucrania este año y el futuro de Rusia”.  

A colación del entrenamiento a las tropas ucranianas, el primer batallón de las AFU -635 soldados- ha completado su entrenamiento en el empleo de los IFV Bradley en Alemania. 

En el caso de la reunión con el director ejecutivo de Rheinmetall AG, Armin Papperger, el objetivo de esta estaba claro: discutir sobre formas de aumentar la producción para Ucrania y sus aliados. De igual modo, también han discutido sobre “grandes proyectos para impulsar las capacidades de carros de combate y vehículos blindados para Ucrania, tanto a corto como a largo plazo”. El ministro ucraniano ha señalado que la compañía germana está lista para aumentar el nivel de compromiso. 

Dmytro Kuleba además ha intervenido en un panel en el que le han preguntado cómo es la victoria para Ucrania, a lo que ha respondido: 

“But for us there is a short notion for victory and that is full restoration of Ukraine’s territorial integrity. And there’s a long victory which includes compensations for the damage inflicted, accountability for perpetrators of crimes and most importantly, Russia must change”. 

Otra de las intervenciones reseñables del día ha sido la de Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN. Su discurso ha puesto el acento en que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, “no está planeando la paz, sino más guerra”, por lo que “Debemos darle a Ucrania lo que necesita para ganar y prevalecer como una nación soberana e independiente en Europa”. 

Un punto importante de su discurso ha sido precisamente destacar que a algunos les preocupa que el apoyo a Ucrania pueda desencadenar una escalada, pero que “no hay opciones libres de riesgos” y que el mayor riesgo de todos sería que Putin ganase. 

En este sentido, también ha argumentado que incluso si la guerra terminase mañana nuestro entorno de seguridad ya ha cambiado a largo plazo, a lo que se une que considera que “el Kremlin quiere una Europa diferente, donde Rusia controle a los vecinos”. Ha sido en este punto cuando ha hecho una referencia a China, apuntando que “Beijing está observando de cerca para ver el precio que paga Rusia o la recompensa que recibe por su agresión”.

De igual modo ha resaltado que la guerra en Ucrania ha prueba que la seguridad es global y no regional, y que la defensa no es opcional. Así pues, ha defendido que “la lección más importante de la guerra en Ucrania es que América del Norte y Europa deben permanecer unidas”, enfatizando que “sin la OTAN, no hay seguridad en Europa”.

Por su parte, el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, ha insistido en su intervención en que hay que redoblar el apoyo militar y político a Ucrania. Ha aseverado, además, que “El Reino Unido será el primer país en proporcionar a Ucrania armas de mayor alcance”. 

Aun así, lo más importante de su intervención sería que Reino Unido ha apoyado el Pacto de Seguridad de Kiev, recomendaciones que recogen las garantías de seguridad para el país una vez finalice la guerra. 

Además, Stoltenberg y Sunak se han reunido para hablar sobre el apoyo a Ucrania subrayando que “Necesitamos hacer todo lo posible para garantizar que Ucrania pueda prevalecer como una nación soberana e independiente”. Han incidido, además, en que “Su futuro está dentro de la familia euroatlántica”. 

El secretario de Estado americano, Antony Blinken, también ha emitido un comunicado hoy en el que determina que los miembros de las fuerzas rusas y otros funcionarios rusos han cometido crímenes de lesa humanidad en Ucrania. En consecuencia, defiende que “No puede haber impunidad para estos crímenes” y que “todos los responsables deben rendir cuentas”. Así pues, “Estados Unidos buscará justicia para el pueblo de Ucrania durante el tiempo que sea necesario”.

Este postulado ha sido reforzado por la vicepresidenta del país, Kamala Harris, en su discurso en la Conferencia, enfatizando que las tropas rusas han llevado a cabo “un ataque generalizado y sistemático” contra la población civil en Ucrania”. 

Del lado ucraniano, ha sido el jefe de la Presidencia del país, Andriy Yermak, quien ha señalado durante su participación en la Conferencia que es de interés de todo el mundo y no únicamente de Ucrania el construir un mecanismo de seguridad capaz de prevenir la agresión y castigarla de manera efectiva. 

Por ofrecer la imagen completa de lo que han sido las reuniones de alto nivel hoy, Antony Blinken, también se ha reunido con sus homólogos de Francia, Alemania y Reino Unido para discutir sobre sus preocupaciones sobre la escalada nuclear de Irán, la falta de cooperación con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) y “su cooperación militar bidireccional cada vez más profunda entre Irán y Rusia”. 

A todo lo anterior se une que el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, ha vuelto a dejar claro que “Ucrania debe ganar esta guerra”, pues “Rusia está librando una guerra brutal de agresión y conquista contra Ucrania, y si Putin se sale con la suya, esto solo sería el comienzo”. Por ende, ha reiterado que Alemania y sus aliados ayudarán a Ucrania “durante el tiempo que sea necesario”. 

La ministra de Defensa de Países Bajos, Kajsa Ollongren, por su parte, ha comentado que para ella los resultados de la Conferencia sobre cómo se ve el mundo un año después de la invasión de Rusia son: 

  1. Intensificar el apoyo a Ucrania es nuestra principal prioridad.
  2. Más cooperación europea en materia de defensa. 
  3. Aumentar la presión internacional sobre Rusia.

Por otro lado, se han reunido en Kiev el ministro de Interior de Ucrania, Ihor Klymenko, y la ministra de Comercio Exterior y Cooperación para el Desarrollo neerlandesa, Liesje Schreinemacher. De su encuentro es significativo que se ha anunciado que parte de los 2.500 millones de euros en ayuda para Ucrania que Países Bajos ha comprometido para 2023 se destinarán a desminado humanitario. Recordemos que en estos momentos un 30 por ciento del territorio de Ucrania está minado.

Además, hoy se ha comunicado que Países Bajos cerrará su consulado en San Petersburgo y que limitará el número de diplomáticos rusos permitidos en la embajada de Rusia en La Haya. Desde Países Bajos señalan que “Rusia sigue tratando de introducir secretamente agentes de inteligencia en los Países Bajos al amparo de la diplomacia” y no pueden ni permitirán que suceda. Una decisión ante la cual, por supuesto, se espera una respuesta por parte del Kremlin.

Por último, también el presidente de la Verkhovna Rada (Parlamento de Ucrania), Ruslan Stefanchuk, se ha reunido con representantes estadounidenses, incluyendo a la ex portavoz del Congreso, Nancy Pelosi, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, o el recién elegido presidente de República Checa, Petr Pavel.


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