Con la situación en Bakhmut relativamente estable y sin cambios importantes por el momento ni en el área de Kreminna ni al sur de Donetsk, la guerra en Ucrania sigue siendo predominantemente estática y de desgaste, a pesar de una ofensiva rusa que da signos de agotamiento. Esto lleva a muchos, cuando estamos cerca del primer aniversario del inicio de la invasión, a interrogarse sobre la duración de la guerra, que según algunos autores podría durar todavía años, mientras que otros esperan su final para el otoño.
En los últimos días hemos hablado sobre los desafíos a los que se enfrentan ambos bandos de cara a los próximos meses, tocando temas relacionados con el factor humano, la logística, los materiales, etcétera. Con la ofensiva rusa de frente amplio ya en marcha y a la espera de que el próximo día 21 (discurso de Putin sobre el Estado de la Nación) o 24 (primer aniversario de la invasión) puedan deparar alguna sorpresa, el estancamiento seguirá siendo la norma al menos durante un tiempo, a pesar de los intentos rusos ahora y puede que también de los que hagan los ucranianos a partir de primavera.
Por supuesto, que en un determinado escenario como el ucraniano de los últimos meses el estancamiento sea la norma desde hace meses, no implica que toda guerra -ni siquiera que toda la guerra de Ucrania- deba seguir obligatoriamente el mismo guión. Es cierto que dada la afluencia de determinados sistemas de armas y tecnologías, la defensiva se ve favorecida y que ninguno de los bandos parece contar todavía con la relación de fuerzas necesaria para romper esta tendencia sobre el terreno, salvo por mero desgaste, y finalmente colapso, del contrario (esa es la apuesta rusa). Sin embargo, no lo es menos que con el armamento, adiestramiento y doctrina adecuadas, esta situación podría romperse, devolviendo el movimiento al campo de batalla (esa es la apuesta ucraniana).
En el caso ucraniano, dado que sus posibilidades de victoria (entendida como supervivencia de un estado viable e independiente y minimización de las pérdidas territoriales) dependen de la ayuda de sus socios y aliados, hay que tener en cuenta también las declaraciones y movimientos de estos, en algunos casos ciertamente contradictorias, pero en otros muy esclarecedoras. Una de estas es la que hoy ha hecho el Presidente francés, Enmanuel Macron, aprovechando su ponencia en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
En este caso, lo que Macron ha venido a decir no es algo nuevo, sino que lo ha repetido en varias ocasiones más en los meses anteriores, con escasas variaciones y podría resumirse en que: 1) hay que intensificar el apoyo a Ucrania hasta que pueda lanzar una contraofensiva y; 2) esta debe forzar a Rusia a dialogar bajo condiciones «creíbles» y «elegidas» por Kiev.
En resumen, la esperanza y la intención de los aliados de Ucrania pasa (aunque hay notables diferencias en cuanto al nivel de ambición en función del país del que hablemos) por: 1) armar a Ucrania de forma que pueda lanzar una contraofensiva con ciertas garantías; 2) demostrar un apoyo inquebrantable y a largo plazo que Rusia interprete como un coste inasumible y; 3) mejorar la posición negociadora de Kiev… pues según buena parte de los socios de Ucrania, la guerra debe terminar en la mesa de negociaciones (algo que en determinados aspectos podría ser un error, como ya comentamos en su día), en tanto una victoria militar ucraniana sería imposible por: 1) riesgo inherente de escalada y; 2) coste económico y humano.
Esto conduciría, de salir como pretenden Estados como Francia, a negociaciones posiblemente en otoño, en función de cómo evolucione la ofensiva Ucraniana, momento hasta el cual Kiev tiene (a pesar de los mensajes de apoyo a largo plazo, como el de hoy de Scholz en Múnich) asegurados los envíos de armas y la financiación (ya hemos explicado en nuestros libros cómo el apoyo nunca ha sido un cheque en blanco).
A partir de ahí, entraríamos en un escenario diferente, con más disensiones y voces discordantes entre los aliados de Ucrania, algo que Rusia sabe e intenta explotar aguantando en el conflicto y elevando su apuesta a pesar de que sus fuerzas han sido diezmadas, su industria no es capaz de cubrir las pérdidas con material moderno y su ofensiva está logrando apenas avances de metros pese al alto número de bajas, que podría incrementarse en breve.
Es decir, que se juega con la idea de generar una ventana de oportunidad, construida en base a iniciativas como el envío de carros de combate a Ucrania, vehículos de combate de infantería, armamento de mayor alcance y apoyo en forma de adiestramiento y fondos, entre otros, que se abriría a finales de verano.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que esta no duraría de forma indeterminada y de fracasar la ofensiva ucraniana y mantenerse el estancamiento, Rusia tendría muy pocos incentivos para negociar, siendo más rentable a sus intereses bien: 1) congelar el conflicto, a la espera de un cambio en la relación de fuerzas en el futuro (sea por problemas internos en Ucrania, pérdida de aliados, entrada en servicio de nuevas armas o cualquier otro factor que se quiera) o; 2) lanzar una movilización total.
Respecto a esto, conviene explicar que no es descartable que incluso una ofensiva ucraniana exitosa actuase sobre el Kremlin más como un incentivo para continuar en la guerra que para negociar, dado lo que explicamos días atrás sobre la visión rusa de Ucrania, de su propia historia, de esta guerra como un conflicto por la supervivencia de cierta idea de lo que Rusia es y debe ser, etcétera. En este escenario, incluso aunque la disuasión que la OTAN provee frente a la escalada nuclear por parte rusa siguiese funcionando como lo ha hecho hasta ahora, limitando la guerra al plano convencional, Rusia podría redoblar su apuesta una vez más.
Dicho lo anterior, pasamos a lo ocurrido sobre el terreno, que nos habla como hemos adelantado en la entradilla, sobre cierta pérdida de impulso en la ofensiva rusa, que da signos de agotamiento en los alrededores de Bakhmut, pero también al sur, en Vuhledar (entendiendo por agotamiento la reducción en el número de ataques y cierta pérdida de terreno).
Al norte, los combates en las últimas 24 horas se han producido en torno a la localidad de Hryanykivka, al norte de Kupyansk, que por el momento sigue sin caer en manos rusas. Lo mismo en dirección a Novoselivs’ke, al noroeste de Kupiansk, aunque no se han reportado cambios de posición. En la zona de Kreminna, quizá donde mejores resultados están obteniendo últimamente las fuerzas rusas, se ha combatido en Stel’makivka, Dibrova y Bilohorivka, en las direcciones habituales los últimos días. Rusia continúa acercándose al Sherebets, aunque a un ritmo muy bajo, lo que hace pensar que obstáculos naturales como el citado río podrían ser difíciles de superar.
En Bakhmut los combates han seguido al norte, en torno a Rozdolivka y Fedorivka, así como en Paraskokiivka, que habría sido tomada por efectivos de Wagner. Al sur de la ciudad, los enfrentamientos más importantes se estarían produciendo en Ivanivske, en donde los contraataques ucranianos están restableciendo en parte una situación que se había degradado en las semanas previas.
En cuanto a Donetsk, en las últimas horas se ha reportado un intento ruso en dirección a Vodyane, zona en la que los ucranianos controlan una densa red de posiciones defensivas entre dicha localidad y Sjeverne que se ha demostrado por el momento impenetrable. También se ha combatido en dirección a Mariinka, así como a Novomykhailivka y Vuhledar, en donde pese a los repetidos fracasos se esperan nuevos intentos de ataque en los próximos días.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada 359 ha estado centrada a nivel institucional y diplomática en el comienzo de la Conferencia de Seguridad de Múnich. Una nueva edición de un evento al que por primera vez en 20 años Rusia no ha sido invitada, aunque sí ha contado con la intervención del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
En su discurso, emitido a la audiencia por video, el líder ucraniano ha puesto de manifiesto que “David derrotó a Goliath no por conversación, sino por coraje y honda”, enfatizando que coraje es lo que tienen y que la honda debe volverse más fuerte para que en la próxima edición de la Conferencia la reunión sea en un contexto de posguerra.
En consecuencia, ha vuelto a pedir a los aliados y socios occidentales de Ucrania que aceleren su apoyo militar al país y advertido de que las demoras en las entregas juegan a favor de Rusia: “No hay alternativa a la velocidad, porque es la velocidad de la que depende la vida”. También ha aseverado que “no hay alternativas” a la victoria de Ucrania y la membresía del país tanto en la UE como en la OTAN.
Por último, ha destacado: “Prevaleceremos sobre Putin y los ‘putins’ en Rusia y en todo el mundo”.
Al margen de la Conferencia, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, se ha reunido con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para discutir qué más puede hacer la OTAN en un futuro cercano para fortalecer la asistencia de seguridad a Ucrania. El representante ucraniano confía en que los aliados redoblarán los esfuerzos para aumentar la producción de armas y municiones tanto para apoyar a Ucrania como para reponer sus inventarios.
Sin embargo, Stoltenberg y Kuleba volverán a reencontrarse el 21 de febrero en Bruselas, contando también con la presencia de Josep Borrell, Alto Representante de la UE y vicepresidente de la Comisión Europea. De esta forma, será la primera vez que se lleve a cabo una reunión en este formato trilateral de Ucrania-OTAN-UE.
En el caso de la UE la reunión a tres bandas llegará un día después de que tenga lugar el Consejo de Asuntos Exteriores y en cuya agenda se encuentra precisamente el debate acerca de las compras conjuntas de munición para Ucrania. Ya en la cumbre extraordinaria del Consejo Europeo la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, sugirió emplear un mecanismo similar al de la adquisición de vacunas de covid-19 y ha presentado a sus homólogos una propuesta más concreta. Defiende que deberían dotar con 4.000 millones de euros al Fondo Europeo de Ayuda a la Paz y emplear este mecanismo como plataforma de adquisición conjunta de armamento para Ucrania. En particular, se trataría de promover -por el momento- la adquisición de munición de 155 mm.
Un día que ya estaba marcado en nuestras agendas pues coincidirá con la jornada en la que el presidente Vladímir Putin se dirigirá a la Duma estatal para pronunciar su discurso sobre el Estado de la Nación. Asimismo, el día no habría sido elegido al azar pues se cumplirá el primer aniversario del reconocimiento de Donetsk y Lugansk como “repúblicas independientes” por parte de Rusia.
Retomando el hilo, esta no ha sido su única reunión, pues Kuleba se ha reunido con su homólogo pakistaní, Bilawal Bhutto Zardari, con el objetivo de fortalecer la relación entre ambos países, incluyendo la cooperación en el marco de Naciones Unidas. Kuleba ha extendido la invitación a Pakistán para que participe en la implementación de la Fórmula de Paz.
Asimismo, ha conversado con el vicecanciller alemán y ministro de Economía, Robert Habeck, a quien califica como “un gran amigo de Ucrania” y al que ha agradecido el “apoyo crucial” de Alemania para restaurar la red eléctrica ucraniana. Kuleba y Habeck están de acuerdo en que “Putin ya ha perdido una guerra por completo: su guerra energética en Europa”.
Mientras tanto en las afueras de Moscú, el presidente Vladímir Putin se ha reunido por primera vez en lo que va de año con su homólogo bielorruso, Aleksander Lukashenko, en su residencia de Novo-Ogaryovo. Está previsto que discutan sobre un mayor desarrollo de la cooperación estratégica y las relaciones bilaterales entre Rusia y Bielorrusia. El dirigente bielorruso también ha comentado que entre sus planes estaba discutir sobre temas de seguridad y defensa, así como de la implementación de instrucciones económicas por ambos países.
El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha vuelto a reunirse con las autoridades ucranianas en Kiev. El presidente Zelenski tras reunirse con Rutte ha señalado que no debe haber tabúes sobre el suministro de armas a Urania pues el país las necesita para poder defender su soberanía. Un tema que ha puesto de manifiesto en la rueda de prensa conjunta al término de la reunión y sobre el que señala que tiene un “entendimiento común” con Países Bajos.
Asimismo, Zelenski y Rutte han iniciado las conversaciones sobre la capacitación de los militares ucranianos en el manejo de los aviones de combate occidentales. No obstante, el propio Zelenski ha comentado que proporcionar aviones de combate es un tema “aún más complicado” que la creación de la llamada “coalición de carros de combate”.
A colación, Polonia considerará el envío de aviones de combate MiG-29 a Ucrania a la vez que varios congresistas estadounidenses tanto demócratas como republicanos han pedido al presidente Joe Biden que entregue F-16 a Kiev.
A la ayuda que ya ha sido anunciada por Países Bajos, siendo la más reciente el envío conjunto con Alemania de 100 carros de combate Leopard 1, se suma que enviarán sistemas antiaéreos móviles. En particular, pagarán por 100 vehículos todoterrenos a los que se les integrarán ametralladoras que se producirán en República Checa. Además, comprarán la munición asociada a las empresas checas fabricantes.
Durante su encuentro con su homólogo ucraniano, Denys Shmyhal, ha discutido sobre la necesidad de acelerar las entregas de armas y coordinar la ayuda para la recuperación de Ucrania. Además, Shmyhal ha comentado que cuentan con el liderazgo de Países Bajos para la creación del tribunal especial para el enjuiciamiento del crimen de agresión en Ucrania, pero también en avanzar en su trabajo conjunto para lograr el regreso de los menores ucranianos deportados ilegalmente a Rusia.
De igual forma, el primer ministro ucraniano ha insistido en que es “urgente detener el terrorismo nuclear” de Rusia e imponer sanciones contra Rosatom.
El Comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, ha anunciado el lanzamiento de la Iniciativa Europea Phoenix por valor de 7 millones de euros para el desarrollo ecológico de las ciudades ucranianas. Más concretamente, durante su encuentro con el ministro de Protección Ambiental y Recursos Naturales de Ucrania, Ruslan Strilets, el comisario europeo ha concretado que Phoenix se centrará en:
- La planificación de la asistencia durante la reconstrucción
- Apoyo en el desarrollo de estrategias neutrales al clima
- Intercambio de conocimientos en la gestión de ciudades verdes inteligentes
- Compartir las mejores prácticas en desarrollo sostenible y neutralidad climática
Este no habría sido el único anuncio del día en esta área, pues se ha comunicado el inicio de las consultas bilaterales entre la Comisión Europea y el Ministerio ucraniano para acelerar la adaptación de la legislación ambiental ucraniana a la legislación europea.
Continuando con la UE, el Parlamento Europeo adoptó ayer una resolución por 444 votos a favor en virtud de la cual se condena la decisión del Comité Olímpico Internacional relativa a la participación de los atletas rusos y bielorrusos bajo bandera neutral en los próximos Juegos Olímpicos. Los eurodiputados defienden que permitir su participación de este modo “va en contra del aislamiento multifacético de esos países y será utilizado por ambos regímenes con fines propagandísticos”.
En este sentido, ha instado a los Estados miembros de la UE y a la comunidad internacional para que ejerzan presión sobre el COI para que revoque su decisión, “que es una vergüenza para el mundo del deporte internacional” y adopte “una posición similar sobre cualquier otro evento deportivo, cultural o científico”.
Por último, la empresa francesa Auchan Retail (Alcampo) ha negado “categóricamente” que el grupo alimentario haya contribuido al esfuerzo de guerra ruso en respuesta a la investigación llevada a cabo por Le Monde publicada hoy. En dicha investigación se recoge que la empresa gala que continuó prestando sus servicios en territorio ruso pese a la guerra de Ucrania y las reiteradas peticiones de Ucrania de que cesase su actividad, habría entregado bienes gratis al ejército ruso. La marca defiende que estaban tratando “necesidades alimentarias esenciales” de la población civil y que optaron por no abandonar a sus empleados, a sus familias y a sus clientes.
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