Hoy ha comenzado en Bruselas la reunión del grupo de apoyo a Ucrania, unida a la que mantienen los Estados miembros de la OTAN. A la par, la inteligencia noruega ha denunciado que por primera vez en décadas, buques rusos con armamento nuclear han sido desplegados en el Báltico. Además, Moldavia ha cerrado su espacio aéreo, en medio de sospechas sobre acciones de desestabilización provenientes de Rusia. Todo mientras la guerra continúa librándose en lugares como Bakhmut, en donde las autoridades ucranianas están evacuando a los miles de ciudadanos que todavía viven en la ciudad y Rusia comienza a trasladar aviación a las fronteras de Ucrania.
Un día más, la jornada ha estado repleta de noticias, en muchos casos alarmantes, al menos si tuviésemos que dejarnos guiar por la prensa generalista o por las redes sociales. Buen ejemplo de ello es lo ocurrido hoy a propósito de una información procedente de la inteligencia de Noruega, según la cual por primera vez en tres décadas la Armada Rusa habría desplegado buques con armamento nuclear en el Báltico.
Por supuesto, es en cierto modo un hito, pero no por ello menos esperable. Rusia, que ya estaba quedándose atrás en la carrera nuclear debido a los problemas para miniaturizar y aumentar la precisión de sus ojivas y vectores respectivamente, lleva años buscando alternativas pues cada vez confía menos en ser capaz de responder ante un primer ataque contra-fuerza enemigo.
Por supuesto, este es un problema muy complejo que va más allá de las dos características que hemos citado y que también tiene relación con otros avances estadounidenses, como los relativos a la furtividad, sin ir más lejos, pero por razones de espacio y dado que hemos tocado el tema en diversas ocasiones, reducimos la explicación al mínimo.
En este sentido, desarrollos como el torpedo nuclear Poseidón, sobre el que tanto se ha especulado, son en realidad intentos por dotarse con armas de tercer ataque, que puedan sobrevivir en caso de que aquellas que deberían permitir un contraataque (caso de los submarinos lanzamisiles balísticos) fuesen destruidos antes de hacer su labor.
Volviendo sobre el tema que nos ocupa, ya hace tiempo que Rusia viene intentando compensar su debilidad en términos de capacidades convencionales, desplegando sistemas como los misiles Iskander cerca de las fronteras de la OTAN. En muchos sentidos, la invasión de Ucrania es consecuencia de esta debilidad convencional, tema que explicamos semanas antes de iniciada la guerra.
Así las cosas, dado el grado de pérdidas que está sufriendo Rusia, teniendo además que una parte sustancial de sus unidades (al principio de la guerra movilizó hasta el 80% de las unidades que podía generar según algunas fuentes) está implicado en la guerra de una u otra forma y que pese a los esfuerzos por poner a la industria del país al servicio de las Fuerzas Armadas, esta difícilmente podrá dotar a Rusia de medios suficientes como para compensar convencionalmente a sus enemigos (OTAN), lo que queda a Moscú son sus Fuerzas Estratégicas.
Dicho todo lo anterior, que buques o submarinos rusos puedan navegar por el Báltico dotados con armamento nuclear, aunque no es una buena noticia pues es el reflejo de una mayor inestabilidad estratégica, si atendemos a las causas subyacentes, no es ni tan dramático, ni el preludio de una guerra nuclear, que respondería a otras razones.
Más preocupante es, al menos a corto plazo, la acumulación de aviones, tanto de ala fija como rotatoria, que Rusia está llevando a cabo en los últimos días en las fronteras de Ucrania, a pesar de que desde los Estados Unidos no hayan detectado indicios de que esto vaya a suponer una campaña aérea masiva, al menos inmediatamente.
Ahora bien, llegado el caso, incluso después de que las oleadas de drones y misiles hayan hecho que Ucrania gaste gran cantidad de los misiles antiaéreos recibidos, está por ver con qué libertad pueden operar todas esas plataformas, algunas de ellas arcanas y con RCS enormes, en el espacio aéreo ucraniano.
Otro aspecto que hay que seguir con atención relacionado con la guerra de Ucrania tiene que ver con la posible escalada horizontal rusa en Moldavia, país del que siguen llegando noticias preocupantes, como el cierre del espacio aéreo hoy por unas horas a causa, al parecer, de un drone o las recomendaciones desde las instituciones para celebrar incluso partidos de fútbol a puerta cerrada, dada la situación de riesgo.
Como explicamos ayer, Moldavia acusa a Rusia de perseguir la caída de un Gobierno que está acercando a pasos agigantados al país a la Unión Europea. Moscú, que durante décadas ha condicionado completamente la política interna moldava debido a la cuestión de Transnistria, ve ahora cómo su influencia se esfuma y cómo corre el riesgo de perder otro de sus peones, ante lo cual podría optar, dado que en estos momentos la intervención militar está casi descartada por motivos obvios, por azuzar las divisiones internas y la subversión.
Sobre el terreno, comenzando por el norte, las tropas rusas continúan acechando Dvorichna a través de Hryanykivka, a lo que hoy se han sumado informaciones relativas a la llegada de una unidad de élite, la 2ª División «Tamán» de la Guardia a la zona, lo que anuncia una intensificación de los combates en los próximos días y semanas.
Más al sur los ataques se han dirigido hoy contra Nevs’ke, pero especialmente contra el sur de Kreminna y Bilohorivka, zona en la que Rusia está concentrando algunas de sus principales unidades y en la que también cuentan con el apoyo de unidades BARS de la milicia de Lugansk.
En torno a Siversk, las tropas rusas, el regimiento «Akhmat» checheno, el Ejército ruso y la milicia estarían atacando desde diferentes direcciones. Al norte, en Bilohorivka, a la que ya hemos hecho referencia. Al sureste, en la zona de Berestove, en donde habrían conseguido algún avance. Por el sur, hacia Rozdolivka y desde Fedorivka, donde llevan días estancados.
En la zona de Bakhmut, hoy se han registrado ataques rusos contra el oeste de Krasna Hora, el este de Bakhmut y el área entre Opytne y Klischiivka, al sur de la ciudad. No parece haber avances desde ayer y, a pesar de que la única ruta importante de abastecimiento en poder ucraniano está al alcance de la artillería rusa y que hayan comenzado a evacuar a los alrededor de 5.000 civiles que siguen en Bakhmut, su caída no parece inminente ni para el propio Prigozhin.
En los alrededores de la ciudad de Donetsk se ha retomado la acción con ataques rusos y milicianos contra Vodyane, además de en Mariinka -en donde han logrado algún pequeño avance- y Pobjeda. Además, también se han vuelto a registrar intentos rusos en dirección a Vuhledar, a pesar de las grandes pérdidas de la pasada semana, que podrían ascender a un regimiento. Pese a ello, hay un buen número de unidades en la zona, tras las concentraciones llevadas a cabo en enero.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel institucional y diplomático como habíamos venido advirtiendo la jornada de hoy, la número 356, iba a estar marcada por la novena reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania.
Un nuevo encuentro de Ramstein celebrado en el Cuartel General de la OTAN en Bruselas que ha contado con la participación de más de 50 representantes de socios y aliados de Ucrania, y con la presencia del ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov.
Los temas a tratar, recordemos, eran los siguientes:
En palabras del anfitrión de la reunión, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, esta se ha producido para asegurarse todos los socios y aliados de Ucrania de que el país tiene lo que necesita cuando lo necesita. Así pues, ha enfatizado que continuarán trabajando para dotar a Ucrania “de capacidades de combate plenas y creíbles y no solo equipamiento”.
Ha sido ya en su discurso de apertura cuando el representante americano ha comentado:
“Y juntos, este Grupo de Contacto ha dejado en claro que apoyaremos la lucha de Ucrania por la libertad a largo plazo y ayudaremos a Ucrania a resistir y avanzar durante la contraofensiva de primavera. Con unidad y urgencia, volveremos a brindar el apoyo que le hemos prometido a Ucrania. Pondremos capacidades en manos de fuerzas ucranianas entrenadas para que puedan integrarse juntas en el campo de batalla.”
Además, estas declaraciones las ha acompañado de una cifra, la de la asistencia letal comprometida por todos los socios y aliados desde la primera reunión de Ramstein en abril de 2022 que asciende ya a casi 50.000 millones de dólares. En este sentido ha afirmado que la coordinación “está marcando una diferencia real en tiempo real”.
No obstante, ha sido también Austin quien ha confirmado que “no hay nada de lo que informar” en relación con la petición ucraniana de enviar aviones de combate.
Durante el encuentro, los representantes de los distintos países también han hablado sobre la rendición de cuentas y transparencia por parte de Ucrania con el fin de asegurarse de que “las donaciones se usan de la manera intencionada evitando la proliferación de armas”. Un tema que es de especial preocupación para algunos países, empezando por Estados Unidos.
El ministro Reznikov tras su encuentro con Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, ha subrayado que “Mientras que nuestro soldados defienden la paz en Europa, Ucrania se ha unido de facto a la OTAN” y que está “haciendo todo lo posible para que esto suceda de iure”.
Stoltenberg por su parte ha enfatizado que la posibilidad de que los aliados envíen aviones de combate a Ucrania “no es el tema más urgente ahora, pero es una discusión en curso”, pues nos encontramos en una “carrera por la logística”. En este sentido, ayer ya puso el acento en que al haberse convertido la guerra en una de desgaste “y, por lo tanto, también en una batalla logística” supone un gran esfuerzo para los aliados el obtener las municiones, el combustible y las piezas de repuesto que se necesitan por las tropas ucranianas. A esto ha añadido que tanto las capacidades clave, como los combustibles y repuestos deben llegar a Ucrania antes de que Rusia pueda tomar la iniciativa en el campo de batalla”.
A colación pueden traerse las declaraciones de Mikhailo Podolyak, asesor de la presidencia ucraniana que considera que para acelerar el “final real seguro” de la guerra es necesario adoptar la siguiente postura:
- Menos burocracia e indecisión política.
- Más matemáticas: armas más específicas para esta etapa de la guerra.
- Entregas y logística más rápidas.
Sobre la logística y las entregas más rápidas de material es obligado mencionar que el Ministerio de Transformación Digital de Ucrania ha adoptado una resolución para agilizar y simplificar al máximo la importación de material. Más concretamente, el texto se refiere a la importación de UAVs y componentes al territorio de Ucrania.
Desde Berlín han anunciado que se ha firmado un acuerdo para la producción de munición para los sistemas Gepard enviados a Ucrania. Cabe recordar que ha comprometido un total de 37 y que 32 ya han sido entregados. En palabras del ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius: “Eso significa que ahora comenzaremos nuestra propia producción de municiones Gepard en Rheinmetall sin demora. Estoy muy feliz de que esto haya tenido éxito porque asegura mejor nuestra independencia y una entrega más rápida”. Asimismo, ha resaltado que las negociaciones con Suiza llevaron tiempo y que finalmente han considerado “mejor ir más rápido por nuestro camino para no depender de ellos”.
Noruega, por su parte, ha anunciado hoy que enviará ocho carros de combate Leopard 2 y hasta cuatro vehículos de apoyo a Ucrania. La nueva asistencia también incluye una donación de 250 millones de coronas noruegas al Fondo Europeo de Ayuda a la Paz para municiones y repuestos para los carros de combate. No obstante, Noruega también donará material de sus propios arsenales y de material nuevo de fábrica, y ofrecerá entrenamiento al personal militar ucraniano.
De otro lado, Finlandia estaría preparando el 13º paquete de ayuda militar, aunque el ministro de Exteriores del país, Pekka Haavisto, tras su reunión con su homóloga alemana, Annalena Baerbock, ha subrayado que por razones de seguridad no se desvelará el contenido ni el momento de entrega del material. Asimismo, ha concretado que el gobierno finlandés aún no ha tomado una decisión final sobre el suministro de carros de combate Leopard, aunque se discutirá activamente por las autoridades finlandesas. Así pues, ha remarcado: “De una u otra forma, seremos parte de esta iniciativa, por lo que mantenemos un diálogo constante con Alemania, Polonia y otros países”.
Como consecuencia del encuentro, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha comentado que “La OTAN es una organización que nos es hostil [a Rusia] y que demuestra esta hostilidad todos los días”. Un comentario al que le sigue otro que también es reiterativo: la OTAN “está haciendo todo lo posible para que su participación en el conflicto en torno a Ucrania sea lo más clara posible”.
Michael McFaul, profesor de Ciencia Política, ex embajador de Estados Unidos en Rusia e integrante del Grupo de Expertos en Sanciones contra Rusia Yermak-McFaul, ha señalado que preparar la Paz en Ucrania debe incluir lo siguiente:
- Tribunal para los crímenes de guerra
- Reconstrucción y reparaciones
- Profundizar los lazos militares entre la OTAN y Ucrania
- Helsinki 2.0 (pero no mientras Putin esté en el poder)
Es decir, medidas que están completamente en línea con la Fórmula de Paz del presidente Zelenski basada en 10 puntos.
Para concluir, el espacio aéreo de Moldavia ha sido cerrado hoy debido a la situación general de riesgo para el Estado. Mientras tanto desde Rusia niegan las acusaciones que recogimos ayer efectuadas por la presidenta moldava Maia Sandu acerca de un posible intento de derrocamiento del gobierno. En particular, desde Moscú sostienen que “tales afirmaciones están completamente injustificadas y carecen de fundamento”.
A colación, el Alto Representante de la UE y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, ha comentado a su llegada que este tema sería abordado por los representantes reunidos en la OTAN y ha recordado que Moldavia será la anfitriona de la segunda cumbre de la Comunidad Política Europea pronto.
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