Guerra de Ucrania – Día 343

Distintos medios dan por hecha la entrega de bombas planeadoras GLSDB a Ucrania como parte del próximo paquete de ayuda militar estadounidense. La pregunta que se plantea es si realmente es el medio más adecuado a las necesidades Ucranias, entendidas como ganar la guerra que libra con Rusia, si es la herramienta adecuada a los intereses de sus aliados -que no tienen por qué ser exactamente los de Kiev- o a sí es la mejor ayuda posible en el actual estado de cosas. Además de esto, España ha comenzado a preparar el primer lote de carros de combate Leopard 2A4 para Ucrania en un día en el que la situación en Bakhmut y Kreminna ha continuado complicándose para los ucranianos, mientras los rusos suspendían los ataques en Vuhledar.

En las últimas horas se ha publicado que el armamento de largo alcance al que hacíamos referencia ayer, serán finalmente las bombas planeadoras GLSDB, con un alcance de hasta 150 kilómetros y gran precisión. En principio, para los intereses ucranianos, es una gran opción, en tanto: 1) puede utilizarse desde medios ya en servicio; 2) permite atacar la logística rusa en aquellos puntos que quedaban fuera del alcance de los cohetes GMLRS; 3) su uso es inmediato, suponiendo que los ucranianos dispongan del ISR preciso, sea por medios propios o provisto por sus aliados.

Ahora bien, en Ucrania son conscientes de que el erosionar la logística rusa, minando su capacidad combativa, no permite por sí mismo ganar la guerra y que, para ello, necesita de otro tipo de capacidades. De ahí la insistencia en los carros de combate y vehículos blindados con los que formar unidades acorazadas, pero también respecto al envío de cazabombarderos, negándose a aceptar la postura en contra de la Administración Biden a la que hacíamos referencia ayer.

Alcance de las bombas planeadoras GLSDB. Fuente – @DefMon3.

Como adelantábamos en la entradilla cabe preguntarse, a propósito de las bombas GLSDB, si realmente son el medio más adecuado a las necesidades ucranianas, entendidas como ganar la guerra que libra con Rusia, algo que parece obvio que no. Dada la magnitud de las construcciones defensivas rusas y el aumento en el número de tropas desplegadas, por más que no pudiesen abastecer a sus hombres en el frente con munición para su artillería o combustible para los vehículos seguirían quedando tal cantidad de armas contracarro y de posiciones que superar que el desgaste perfectamente podría ser demasiado para los medios ucranianos. En ausencia de otros más contundentes como los citados antes, se entiende.

También si las bombas GLSDB son lo más conveniente a los intereses de los aliados de Ucrania, encabezados por los Estados Unidos y el Reino Unido, quienes están aplicando una estrategia de «bloodletting» (sangrado) a Rusia, maximizando su desgaste a un precio mínimo. Aunque desde el punto de vista por ejemplo de Washington esto puede tener todo el sentido, ya que su principal preocupación no está en el este de Europa, sino en Indo-Pacífico, dada la amenaza que supone una China, con la que algunos consideran inevitable la guerra a medio plazo.

En este caso, hablaríamos de una política medida, en la que el control de la escalada, por encima de los resultados en el campo de batalla, serían la variable a controlar, administrando el armamento a Kiev de forma que Rusia siguiese sufriendo bajas, hasta aceptar una negociación, y siempre sin superar esas «líneas rojas» (como hemos visto, volubles) que llevarían a la escalada vertical -pues la horizontal ya se está produciendo con las sucesivas movilizaciones, tanto oficiales como encubiertas-.

Una política no exenta de riesgos, al considerar a Rusia un actor racional más y la guerra de Ucrania como un conflicto limitado, obviando que las propuestas de Moscú en muchos aspectos, por más que quizá no tengan medios para imponerlas al resto del mundo, suponen un órdago a la grande a los valores e instituciones occidentales. Eso por no hablar de que su retórica es clara, considerando que se trata de un enfrentamiento no entre Rusia y Ucrania, sino entre Rusia y los aliados de esta o que no luchan por un territorio concreto, sino por una idea de lo que Rusia debe ser (en la que una Ucrania independiente y escorada hacia Occidente no tiene cabida). Por fortuna, la escalada vertical, siendo el uso táctico prácticamente inútil, tiene por ahora pocos incentivos, mientras que el estratégico, después de la demostración de unidad a ambos lados del Atlántico, tampoco es demasiado atractiva a ojos del Kremlin.

Desde España puede chocar la actitud de algunos políticos de Europa del Este e incluso de Europa Central, o de personajes como el ínclito ex-ministro británico, Boris Johnson, que piden que se envíe todo lo que no sea estrictamente necesario para defender el territorio de los estados europeos, pero tampoco es descartable que hayan entendido mejor el tipo de amenaza que plantea Rusia y que va en algunos sentidos más allá de la «simple» toma de una fracción del territorio ucraniano.

Por último, cabe plantearse si el envío de las municiones GLSDB no es otra cosa que lo máximo que se puede entregar en estos momentos, dada la heterogeneidad del grupo de estados que apoyan a Ucrania, los difíciles equilibrios políticos en el interior de algunos de ellos, pero también entre los propios socios, las distintas sensibilidades, etc. No hay más que pensar en lo ocurrido con los carros de combate, con los Estados Unidos accediendo a enviar 31 M1A2 Abrams (en algún momento del segundo semestre) y el Reino Unido donando 14 Challenger 2 únicamente para convencer a Alemania de que diese el visto bueno a la reexportación de Leopard 2, para entender que la imagen de unidad solo sirve para esconder una realidad mucho más compleja.

Si este es el caso, hará falta una amenaza de colapso por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas mucho más fuerte para forzar a algunas capitales a dar pasos contundentes. Algo que puede ser irrealizable llegado el caso, si Rusia logra éxitos importantes en las próximas semanas y meses, lo que podría dinamitar el frágil acuerdo entre socios y forzar la negociación. Lo que queda claro es que, en ningún caso, las necesidades a nivel táctico, operacional o estratégico-militar de Ucrania están logrando imponerse a las necesidades estratégico-políticas, tanto internas como externas, de sus patrocinadores, algo que va en beneficio de Rusia, por más que se trate de dar un mensaje de apoyo incondicional.

Mientras todo esto se decide, algunos de estos, como España, han comenzado a mover sus carros de combate para prepararlos de cara al futuro envío a Ucrania. En concreto, se habrían trasladado desde Casetas a Sevilla, a las instalaciones de la empresa Santa Bárbara 5 Leopard 2A4 que formarían un primer lote, aunque se espera que en el futuro se done a las AFU al menos otro similar. Carros que complementarán a los 20 blindados M113 que partirán mañana hacia Ucrania. Además, Noruega está valorando el envío de vehículos de combate de infantería CV-90 y Dinamarca ha sorprendido al publicarse que estaría estudiando la entrega de 20 Leopard 1A5, carros de combate desfasados, pero no más que algunos de los modelos de herencia soviética que vemos combatir en Ucrania.

Sobre el terreno, poco a poco se va dejando notar la movilización rusa, entrando en liza unidades reconstituidas en los últimos meses, especialmente en la zona más septentrional del frente. De hecho, en las últimas horas se ha comenzado a hablar de inminentes ataques generalizados por parte rusa en el área de Kreminna en dirección a Limán.

Hasta donde se sabe, hoy en realidad únicamente se habrían circunscrito al este de la localidad de Yampolivka, aunque no puede descartarse que la intención rusa pase por alcanzar el río Zherebets, alejando de paso a los ucranianos de alguna de las zonas clave en este conflicto.

En el área de Bakhmut, las tropas rusas siguen tratando de aislar la ciudad, tanto desde el norte como desde el suroeste. Pese a ello, como ha reconocido el propio Prigozhin, todavía no se ha completado este cerco y los ucranianos, aunque con crecientes dificultades al estar algunas de sus vías de comunicación al alcance tanto de los obuses como incluso de algunos morteros rusos, siguen abasteciendo la urbe por distintas vías.

Así las cosas, hoy se han vuelto a producir ataques en dirección, de norte a sur a: Rozdolivka, el oeste de Blahotdane, Krasna Hora, el este de Bakhmut e Ivanivske, logrando pequeñas ganancias, como la toma de. En el caso de la parte oriental de Bakhmut, un contraataque ucraniano habría logrado expulsar por ahora a los efectivos de Wagner (aunque podría tratarse de tropas del Ejército ruso, dados los uniformes) en torno a la calle Yevhena Onopriienka, una de las zonas por las que llevan semanas intentando acceder a esta ciudad. Lo mismo ligeramente más al noreste.

En Donetsk, algo poco habitual, no han trascendido combates en las últimas 24 horas. Sí multitud de bombardeos, especialmente en las localidades de Abdiívka y Mariinka, pero también en otras como Berdychi, Tonenke, Syeverne, Vodyane, Heorhiyivka y Pobjeda.

En cuanto al sur, en Vuhledar se ha registrado un ataque de escasa entidad contra la localidad, aunque la noticia sorprendente del día ha sido, en cualquier caso, el anuncio por parte de un medio prorruso como Rybar de la suspensión de las operaciones en la zona momentáneamente debido a la meteorología, algo cuanto menos dudoso. Más sencillo es pensar que el parón se debe tanto a la acumulación de bajas, como a la llegada de refuerzos ucranianos, que dificulta cualquier intento de asalto.

Mapa de situación de la guerra de Ucrania actualizado a 1 de febrero de 2023. Fuente – @War_Mapper.
Mapa de situación de la guerra de Ucrania actualizado a 1 de febrero de 2023. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La última jornada de guerra en Ucrania ha sido parca en cuanto a actividad diplomática e institucional. Desde Rusia, se han quejado de que toda la infraestructura de la OTAN está trabajando en su contra, con especial atención a los satélites de los Estados miembros. No ha sido el único reproche llegado desde Moscú, pues Maria Zakharova, se ha pronunciado en contra de lo que considera «iniciativas rusofóbicas» encaminadas a expulsar de los Juegos Olímpicos a las delegaciones rusa y bielorrusa.

Del lado ucraniano, hoy se han producido distintas visitas e intervenciones en el extranjero por parte de varios miembros del Ejecutivo y el Legislativo ucranianos. Para empezar, el presidente del parlamento ucraniano, Ruslan Stefanchuk, visitó este miércoles a los refugiados alojados en un centro de acogida en Montigny-le-Bretonneux (Yvelines), a unos treinta kilómetros al suroeste de París, en el que viven un centenar de ucranianos. Posteriormente se dirigió al Senado francés para pedir apoyo.

Siguiendo con Ucrania, hoy el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, se ha reunido con la vicepresidenta del Bundestag alemán, Göring-Eckardt, en Kiev. Durante su encuentro han discutido sobre los planes a nivel bilateral que tiene Alemania respecto de Ucrania y según señala Shmyhal: “Seguimos avanzando para cumplir con los próximos objetivos. Nuestra prioridad es crear una coalición de carros de combate y contamos con el papel protagonista de Alemania en ella”. De otro lado, han abordado la recuperación de Ucrania, así como la reconstrucción del sistema energético utilizando tecnologías ecológicas y ahorro de energía, así como programas de subvenciones para pequeñas y medianas empresas. 

Pasando al escándalo de corrupción que sacude a Ucrania, hoy el Ministerio de Economía ha comunicado que ha comenzado a crear un grupo de trabajo para desarrollar un sistema actualizado de adquisición de alimentos más transparente para el Ejército ucraniano. De este modo, como señala el Ministerio “el nuevo mecanismo de adquisición debe equilibrar el secreto y el escrutinio público al tiempo que garantiza suministros ininterrumpidos”. Además, consideran obligatorio que se publiquen los precios de los alimentos para también maximice la competencia por los proveedores.

En cualquier caso, el ministerial no ha sido el único caso de corrupción investigado en Ucrania en fechas recientes. De hecho, hace pocas horas la policía ucraniana registraba la vivienda de uno de los principales oligarcas del país -y además uno de los patrocinadores del propio Zelensky-, por un caso de apropiación indebida.

Pasando a la ayuda internacional, tanto financiera y económica como militar, en las últimas horas el Ministerio de Energía de Ucrania ha confirmado que a través del Fondo de Apoyo Energético de Ucrania han recibido 144.366 millones de euros por parte de Reino Unido, España, Austria, Dinamarca, la Comisión Europea, KfW, ERRA y REKK. Del total, 108 millones de euros se han desembolsado para comprar equipos, combustible y servicios energéticos para hacer frente a las necesidades críticas de las energéticas de las empresas energéticas ucranianas. 

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Israel ha entregado 3 ambulancias blindadas adicionales a los servicios médicos de Ucrania. Más importante es, en cualquier caso, que el propio Netanyahu ha reconocido que están estudiando el envío de ayuda militar a Ucrania, algo a lo que hasta ahora se han negado y a lo que Rusia no ha tardado en responder con una advertencia.

En el caso de la Unión Europea, se pretende formar hasta a 30.000 militares ucranianos, objetivo que se anunciará formalmente en una cumbre UE-Ucrania prevista para el viernes 3 de febrero en Kiev. Los Veintisiete establecieron un programa en noviembre destinado a capacitar a 15.000 ucranianos en varios países europeos, con un centro de misión principal ubicado en Polonia, buscando ahora la forma de doblar esa cifra.

El gobierno de Japón ha destinado 170 millones de dólares para la recuperación de Ucrania. Entre otras cosas, los fondos se emplearán para implementar proyectos de recuperación de emergencia, incluida la restauración infraestructura crítica. De hecho, esta no es la primera vez que el gobierno nipón asigna fondos para la recuperación del país, pues en enero anunció una ayuda de 95 millones que se transferiría al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Por otro lado, Ucrania está interesada en la participación de la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos para la restauración y desarrollo dela infraestructura crítica utilizando las últimas tecnologías, estándares ambientales y teniendo en cuenta los riesgos de seguridad.

Por último, en relación con la OTAN, parece que Turquía ha dado un pequeño paso al mostrarse de acuerdo en la entrada de Finlandia en la organización, pero no así, por el momento, de Suecia, algo a lo que el país se niega según ha anunciado el propio Presidente, Tayyip Erdogan. Además, en relación con la Alianza, el nuevo Presidente electo de Chequia, Petr Pavel se ha mostrado a favor de la entrada de Ucrania en la OTAN «tan pronto como la guerra termine».


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