Mientras los primeros IFV M2A2 Bradley parten desde los Estados Unidos en dirección a Europa, desde los medios de este país comienzan a hablar abiertamente sobre la decisión de enviar carros de combate Abrams como un gesto político hacia Berlín más que como una muestra de apoyo a Kiev. Más importante que los motivos tras el envío, será lo que Ucrania logre hacer con ellos una vez los reciba, pues aunque ahora mismo el frente continúa estancado, tarde o temprano ambos reanudarán la ofensiva. En este sentido, se discute si Ucrania debería adelantarse a Rusia o más bien al contrario, reforzar la defensiva para maximizar el desgaste de las tropas de Moscú.
En las últimas horas han proseguido las discusiones en torno al envío de carros de combate a Ucrania. Es un tema manido, que hemos abordado sobradamente, pero que conviene retomar siempre que aparezca una información relevante, pues será importante de cara al posterior estudio de la guerra y la extracción de lecciones, que es la razón última por la que se analizan los conflictos.
En este sentido, se ha publicado desde medios estadounidenses que desde Washington, más que proporcionar ayuda militar a Ucrania de cara a derrotar a Rusia, lo que perseguían realmente era hacer un guiño a Berlín para que este accediese al envío de Leopard 2. De esto se colige que la esperanza estadounidense es que según pase el tiempo, se envíe un número mayor de estos por parte europea, incluso aunque tengan que financiar su envío.
Es una postura lógica, en tanto permite: 1) ofrecer a Ucrania en los próximos meses un solo tipo de carro de un modelo capaz y que está disponible en grandes cantidades y, 2) sustituir en parte el parque de carros europeo por un diseño estadounidense, en vista de la capacidad productiva de los fabricantes en el continente, el escaso interés de la mayor parte de países y los escasos progresos del programa francoalemán MGCS.
Además, esta idea abunda en la que ya expusimos en su día relativa a que la única razón por la que Francia enviaba sus AMX-10RC y el Reino Unido sus Challenger 2 era añadir presión sobre el canciller alemán, Scholz, para que finalmente accediese a dar luz verde a la reexportación de los Leopard 2 e, incluso, como finalmente ha ocurrido, enviar desde Alemania sus propios carros.
Al margen de esto, hoy los primeros vehículos de combate de infantería M2A2 Bradley estadounidenses, de los que Ucrania recibirá al menos 109 unidades, han comenzado a ser enviados en dirección a Europa. Las Fuerzas Armadas de este país deberán ahora enviar personal a los campos de entrenamiento en el extranjero en los que se vaya a ofrecer formación a las tripulaciones y comenzar a familiarizarse con estos vehículos.
Lo interesante del caso pasa por saber qué uso se les va a dar. Y no nos referimos en esta ocasión a si van a ser integrados en unidades acorazadas de nuevo cuño o si por el contrario van a ser repartidos entre las que ya tienen operativas, mezclados con vehículos de otras procedencias. Hablamos más bien, en referencia a los últimos paquetes de ayuda -y no solo a los Bradley-, sobre si Ucrania «guardará fuerzas» para lanzar grandes ofensivas a finales de primavera o en verano o si, en lugar de eso, pondrá más carne en el asador en las próximas semanas en localidades como Kreminna, Bakhmut y Vuhledar.
No citamos estas poblaciones al azar. En la primera está empeñada la 76ª VDV rusa. En la segunda y los pueblos colindantes, la compañía de mercenarios Wagner Group. En la tercera, están luchando por la parte rusa la 155ª y la 40ª brigadas de Infantería Naval. En todos los casos, se trata de unidades de élite (con todas las particularidades que se quiera en el caso de Wagner), que han rendido por encima de la media en lo que llevamos de conflicto, así como de asumir un sacrificio superior a la media.
En este sentido, Ucrania podría decidir que es más rentable destinar ahora más fuerzas a tratar de diezmar estas unidades, de las más capaces con las que cuenta Rusia, para maximizar así sus posibilidades no solo de frenar la próxima ofensiva rusa, sino también de lanzar en el futuro sus propios ataques. Un difícil equilibrio, en tanto para que sean factibles también necesita acumular cantidades importantes de munición (es decir, ahorrar ahora) y personal formado (para lo que deberá salvar el núcleo más preparado de sus unidades, como ha sabido hacer por ejemplo Wagner).
Todo mientras recluta nuevos hombres y los forma para compensar la más que probable movilización rusa y hace frente a los redoblados ataques rusos, que según algunas fuentes se deben precisamente al temor al efecto que pueda causar en la guerra la llegada de nuevas armas y sistemas de armas occidentales, algunos de ellas mucho más modernas que las enviadas hasta ahora, como los propios M2A2 Bradley y, por supuesto, los carros de combate una vez estén disponibles para entrar en liza.
Por último, antes de entrar en lo ocurrido en el campo de batalla en las últimas 24 horas, conviene hablar de la guerra informativa rusa -que en España tiene importantes vectores-. Así las cosas, es interesante citar los resultados de un estudio en el que se concluye que durante los últimos ocho meses de cobertura mediática de la guerra, el público de nuestro país -así como de los países hispanohablantes- se ha visto sometido a una exposición continua a la propaganda rusa, así como a información engañosa en las redes sociales.
Pasando a lo ocurrido hoy sobre el terreno, comenzamos como es habitual por el norte de la línea de frente, es decir, por Troits’ke-Svatove-Kreminna. Sin noticias desde hace varias jornadas de lo que pueda estar ocurriendo especialmente en Svatove, los enfrentamientos en la zona continúan centrándose en Kreminna y sus zonas aledañas, buscando ambos contendientes hacerse con el control de esa zona clave que es la curva y el recodo del Donets. De esta forma, hoy se han reportado combates desde Kreminna hacia Yampolivka y Terny, al oeste, así como en Bilohorivka, aunque no hay constancia de avances por una u otra parte.
En Bakhmut, tras la pérdida ayer de Blahodatne por parte ucraniana, hoy los efectivos de Wagner Group han tratado nuevamente de alcanzar Rozdolivka, de cruzar la T1302 hacia el cruce de Vasyukivka, de romper las defensas ucranianas en Krasna Hora desde el sur y de acceder a Bakhmut por el este. Por el momento la guarnición de la ciudad parece aguantar en la parte oriental de Bakhmut sin retirarse más allá del estrecho río Bakhmutovka, pese a que la situación continúa degradándose para los ucranianos, a la par que más rutas de suministro quedan cortadas o bien bajo el alcance de la artillería rusa.
Respecto al sur de esta ciudad, hoy se han registrado intentos rusos por progresar hacia Ivanivske tanto por el norte como desde el sur de Klischiivka, mientras que también han tratado de avanzar desde Kurdyumivka y desde Ozarianivka hacia el oeste, en dirección a Dyliivka.
Al sur del país y a diferencia de otros días, casi no se han producido noticias. En Vuhledar continúan los combates, pero la infantería naval rusa tras sufrir importantes pérdidas en los intentos de ataque de las jornadas anteriores, parece haber dejado hoy el protagonismo a la artillería.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Al cumplirse 6 meses del ataque contra la prisión de Olenivka, el presidente Zelenski ha aseverado que “este será uno de los cargos en el tribunal internacional contra el agresor ruso”. Y es que desde Ucrania están trabajando para castigar a los responsables del ataque que se saldó con la muerte de más de 50 soldados ucranianos y dejó heridos a más de 70, así como para lograr que todos los ucranianos cautivos regresen a casa. El líder ucraniano se muestra convencido una vez más de que “Rusia perderá la guerra”, pues “la maldad y la mezquindad siempre pierden”.
A colación, Zelenski ha comentado hoy que cuando más apoyo de defensa reciban las tropas por parte “del mundo”, antes terminará la agresión y más fiables serán las garantías de seguridad para Ucrania y sus socios tras la guerra.
Francia y Australia han firmado hoy un acuerdo para suministrar proyectiles de 155 mm a Ucrania que serán producidos conjuntamente. Según el representante de Defensa australiano, Richard Marles, este acuerdo “es parte de los esfuerzos de apoyo que Australia y Francia están brindando a Ucrania para garantizar que sea capaz de aferrarse a este conflicto y ponerle fin en sus propios términos”. Por su parte, el ministro francés, Sébastien Lecornu, ha resaltado que “La idea es brindar una asistencia significativa y un esfuerzo continuo en el tiempo”.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, tras su reunión con el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha comentado que “por definición, nada está excluido” en relación con el hipotético envío de aviones de combate a Ucrania. No obstante, sostiene que deben mantenerse tres criterios que serán examinados caso por caso ante las solicitudes de Ucrania:
- Petición realizada por Ucrania.
- Que “no sea una escalada”, es decir, que el equipo entregado “no sea de naturaleza que toque suelo ruso, sino que ayude al esfuerzo de resistencia y protección del suelo ucraniano”.
- Que no “debilite la capacidad del ejército francés para proteger su propio suelo”.
Por su parte, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, se ha desplazado hasta Odesa para reunirse con el presidente Zelenski. Durante su encuentro han visitado un hospital en Nicolaiev y una de las empresas portuarias que ha sido bombardeada por las tropas rusas. Además, han visitado una planta de tratamiento de aguas, cuyo proyecto ha sido implementado con la ayuda de Copenhague. De otro lado, han discutido sobre la situación económica actual y las oportunidades para apoyar a las empresas de la región.
Noruega, por su parte, ha confirmado que enviará parte de los carros de combate Leopard 2 en servicio con su ejército “lo antes posible”. En total, el país nórdico cuenta con 36 Leopard 2 en su haber, pero el propio ministro de Defensa, Bjørn Arild Gram, ha subrayado que aún no han decidido cuántos serán transferidos.
Mientras algunos países aumentan o tienen planeado aumentar su ayuda militar, otros continúan descartándola. Tales son los casos de Hungría, Austria, Serbia, Colombia y Brasil. Así las cosas, el secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha iniciado su viaje por Asia y, en su primera parada en Corea del Sur, ha instado al país a que aumente el apoyo militar a Ucrania, destacando que hay una “necesidad urgente” para enviar municiones. Además, ha hecho hincapié en que esta es una decisión que Seúl debe tomar, poniendo el ejemplo de los miembros de la OTAN “que han tenido como política nunca exportar armas a países en conflicto” y ahora han decidido cambiarla.
También conviene destacar que la Fundación “Come Back Alive” ha lanzado una nueva campaña de crowdfunding, esta vez, junto a PivatBank, para la compra de uniformes y cascos ignífugos de aviación en Estados Unidos. El objetivo sería recaudar 31 millones de grivnas (más de 846.000 dólares) para cubrir el cien por cien de la necesidad de equipos especiales para los tripulantes de aviones tanto de ala fija como rotatoria de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Cambiando de tercio, la UE y el Gobierno de Ucrania han lanzado oficialmente el programa destinado a sustituir las bombillas incandescentes por lámparas LED. Como hemos comentado en alguna ocasión, el programa prevé que se reemplacen hasta 50 millones de bombillas, lo que supondría un ahorro eléctrico significativo. En particular, el Ministerio de Economía compara dicho ahorro con el de la capacidad de una unidad de una planta de energía nuclear media. Aunque pueda parecer una ayuda irrelevante, dado el grado de sobrecarga que experimenta la red eléctrica ucraniana podría ser una contribución fundamental.
Sobre las exportaciones de cereal, el Ministerio de Infraestructura de Ucrania ha confirmado que en una semana se ha logrado dar salida en 18 barcos a 664.000 toneladas de alimentos desde los puertos de la Gran Odesa. Aclaran, no obstante, que esta cifra es inferior en un tercio a la de la semana precedente. Ello se debería a los retrasos en las inspecciones de buques en el Centro de Coordinación Conjunta en Estambul.
En estos momentos sostienen que 117 barcos están esperando para ser inspeccionados, 92 en dirección a puerto para cargar el cereal y 25 ya cuentan con los alimentos a bordo. Otra de las cifras que las autoridades ucranianas aportan es la de inspecciones semanales, pues el mínimo se sitúa en 84 y únicamente se efectuaron 20 en los últimos 7 días. En consecuencia, debido a los retrasos Ucrania está viendo una disminución en las exportaciones de casi un 30 por ciento en comparación con el mes anterior, “lo que significa que el mundo no está recibiendo la cantidad adecuada de productos agrícolas”.
Por último, Irán y Rusia han decidido vincular sus sistemas de transferencia y comunicación interbancaria en lo que sería una reacción a las sanciones que ambos están enfrentando, ya que ambos han sido desconectados del sistema internacional de pagos SWIFT. Con esta cooperación tratarán de impulsar las transacciones comerciales y financieras, pues según el vicegobernador del Banco Central de Irán, Mohsen Karimi: “Los bancos iraníes ya no necesitan usar SWIFT…con los bancos rusos, que pueden abrir cartas de crédito y transferencias o garantías”.
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