La última jornada de guerra en Ucrania hasta el momento ha venido marcada por dos noticias. La primera de ellas, la futura entrega por parte de Alemania de 14 carros de combate Leopard 2A6 a Ucrania, ahora ya oficial y todo lo que implica, pues son hasta una docena los estados que tomarán medidas similares, incluyendo los Estados Unidos. La segunda, por el ataque ruso en dirección a Vuhledar, que debe entenderse en relación a los de días pasados contra localidades como Orihiv y que, por más que todavía no hayan dado resultado, demuestran la voluntad rusa de tensionar el frente y de situarse en una posición más adecuada frente a futuras ofensivas ucranianas en dirección sur.
La gran noticia del día, obviamente, es la constatación del cambio de postura en el Gobierno germano, que si bien ya se adelantó ayer, hoy se ha confirmado con un mensaje oficial en el que anunciaban el envío de 14 carros de combate Leopard 2A6 a Ucrania. Es decir, carros en servicio y no almacenados, pese a lo cual difícilmente estarán en servicio con las Fuerzas Armadas ucranianas antes de 3 o 4 meses. Además, como ya se sabía, concederán a sus socios permiso para reexportar sus propios Leopard 2.
Por cierto, que Scholz lejos de reconocer que la negativa mantenida hasta ahora ha sido un error, ha dejado claro que a su juicio ha sido un acierto, pues según su punto de vista un paso tan importante como el envío de carros de combate occidentales modernos debía ser consecuencia de una sólida y amplia coalición y no una decisión unilateral.
Curiosamente, el anuncio ha coincidido con el cumpleaños del Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien no ha dudado en agradecer el cambio de postura alemán, mientras su mano derecha, Podolyak, aseguraba que necesitaban muchos carros más de los hasta ahora comprometidos (llevando su petición hasta una horquilla de entre 250 y 400 carros de combate), así como armas de largo alcance, en referencia clara a los ATACMS.
No ha sido el único anuncio del día, por supuesto. Precisamente si el anuncio alemán ha sido posible es porque ha conseguido finalmente que Washington se sume. Así, poco después desde los Estados Unidos el Presidente, Joe Biden, comparecía ante la prensa para aclarar que finalmente enviarán 31 Abrams (no está clara la versión por ahora) a Ucrania, además de 8 vehículos de recuperación, que son tan importantes como los propios carros o más.
El Presidente estadounidense, además, quiso dejar claro que esto no constituye «una amenaza ofensiva contra Rusia», siendo parte del «compromiso de países de todo el mundo, encabezados por Estados Unidos, para ayudar a Ucrania a defender su soberanía e integridad territorial». Una noticia, por cierto, celebrada por los medios en el país.
Dicho lo anterior, todo indica que Ucrania contará hacia mediados de la próxima primavera con al menos 31 Abrams (siempre pueden producirse nuevos anuncios como parte de ulteriores paquetes de ayuda), 14 Challenger 2 y entre 80 y 100 Leopard 2 de distintas variantes, a suministrar por una docena de estados europeos, con Alemania y Polonia a la cabeza, pero también con los Países Bajos (que estaría considerando el envío de 18 unidades) o España, a la espera de que se evalúe el número de Leopard 2A4 almacenados en condiciones de ser devueltos al servicio.
Esto nos lleva al tema que nuestros colaboradores han tratado hoy en más de media docena de medios, ante periodistas ansiosos por generar titulares atractivos, pero en la mayor parte de los casos muy poco interesados por la cruda realidad: ¿qué aportan los Leopard 2 (y Abrams, y Challenger 2) a Ucrania? La respuesta sencilla (y la que quiere la prensa) es TODO. La respuesta compleja y realista es algo parecido a «por sí mismos, nada».
Lo hemos explicado ya en estas páginas en varias ocasiones, pero aun así nos vemos obligados a repetirlo: un carro de combate es un sistema de armas, el más complejo y potente de cuantos utilizan las fuerzas terrestres, el que mejor combina los tres elementos clave, es decir, la movilidad, la protección y la potencia de fuego. Además, los carros occidentales, especialmente si se envían variantes avanzadas como los Leopard 2A6 o Abrams M1A2, son seguramente mejores que cualquier cosa que puedan poner sobre el terreno el Ejército ruso (no así los Leopard 2A4, que ya hemos visto en acción en Siria, demostrando que la falta de doctrina o adiestramiento es más letal que cualquier misil enemigo).
Sin embargo, no son más que números en una ecuación mucho más compleja en la que tienen cabida desde el entrenamiento de las tripulaciones al de los mecánicos, la disponibilidad de recambios y municiones, la solidez de las líneas logísticas, el adecuado número de vehículos de apoyo (recuperación, zapadores, lanzapuentes, cisternas…), el funcionar como parte de un conjunto mayor en el que se incluyen vehículos de combate de infantería (Marder, Bradley…), la doctrina adecuada y el ser capaces de integrar todo esto en operaciones de armas combinadas, junto a la artillería, la aviación… (todo eso sin entrar en que carros de distintos países, incluso siendo similares en cuando a hardware, contarán con adaptaciones de software que afectarán por ejemplo al idioma). En resumen, demasiados factores a tener en cuenta, muchos de los cuales habrá que facilitar a Ucrania casi desde cero, como para pensar que los carros por sí mismos sean determinantes. Máxime en un ambiente recientemente multidominio y mosaico, pese a todas las lagunas y carencias.
Así pues, para que el envío de carros de combate a Ucrania pueda dar un giro a la guerra en primavera y verano, además de una formación suficiente en términos individuales, deberá ofrecerse a los ucranianos formación a nivel de compañía, de batallón, de brigada… y enviarse aviación y armas de mayor alcance que los HIMARS, susceptibles de dañar las adaptadas líneas logísticas rusas, sus puntos de concentración de unidades y sus depósitos logísticos entre otros factores, así como artillería de tubo y munición, mucha. Tarea no imposible, pero sí titánica.
Tan importante o más que los propios carros es la señal enviada a Rusia mediante la decisión de enviarlos, remarcada en la reunión mantenida hoy a distancia por Biden, Scholz, Sunak y Macron y el acuerdo de seguir proporcionando «un apoyo continuado» a Ucrania. Porque los carros pueden demostrarse útiles a las Fuerzas Armadas ucranianas o no en los próximos meses, pero sin duda a Rusia le debe estar quedando claro que los aliados de Kiev están dispuestos a mantener Ucrania en guerra cuanto sea necesario. Ese es ahora mismo el principal valor de estos carros.
Por último, antes de pasar al análisis de lo sucedido sobre el terreno, una noticia interesante: ha sido detenido un jubilado de 74 años en Miranda de Ebro, en relación con el envío de cartas bomba a distintas instancias relacionadas con la Defensa en España, así como a Presidencia del Gobierno o a la embajada de Ucrania en Madrid. Aunque se podría haber radicalizado en redes sociales, todo parece indicar que habría actuado solo. Eso aun y cuando hace escasas horas desde medios anglosajones se aseguraba, citando a supuestas fuentes de inteligencia, que la campaña había sido orquestada por grupos extremistas rusos, tal y como recogimos en el correspondiente informe. Una curiosa llamada de atención, pues si bien las acciones en la zona gris son un peligro objetivo, la falsa atribución también puede dar lugar a problemas y malentendidos.
Más allá de lo anterior, sobre el terreno la guerra sigue su curso con intensidad creciente en el sur. Comenzaremos, no obstante, por la parte septentrional del frente, en donde se ha registrado un nuevo intento ruso en dirección a Bilohorivka. Además, han aparecido pruebas de un hecho interesante: el uso para interdicción táctica de los M142 HIMARS, atacando a las tropas rusas directamente en el interior de Kreminna, algo poco habitual.
En el área de Bakhmut, de norte a sur se han registrado hoy ataques rusos desde Soledar en dirección a Rozdolivka y Krasna Hora, así como desde Prokovs’ke al noreste de la propia Bakhmut. En el caso de Soledar, los ucranianos seguirían todavía controlando algunas posiciones en la vecina Sil, a tenor de un vídeo en el que un drone ruso de observación inspeccionaba una extensa y compleja línea de trincheras. Aun así, las propias Fuerzas Armadas ucranianas han reconocido el abandono definitivo de Soledar, algo que se daba por hecho desde días atrás, como hemos venido señalando.
Por otra parte, aunque ayer los canales prorrusos aseguraban que Krasna Hora estaba bajo control de Wagner y que eso les permitiría asaltar la vecina Paraskoviivka, ya explicamos que no habíamos sido capaces de localizar el lugar en el que se había rodado el vídeo que debía corroborar el hecho. Más tarde se ha demostrado imposible de geolocalizar porque no había sido grabado en Krasna Hora, sino en la otra punta de Ucrania, en Mariúpol, tiempo atrás.
Respecto a Klishchiivka, aunque los efectivos de Wagner se han hecho con la localidad y con la posición defensiva ucraniana sobre las cotas al oeste del núcleo urbano, siguen asentados en líneas defensivas adicionales situadas en los alrededores, lo que está limitando las posibilidades rusas de explotar las anteriores ganancias mientras la artillería ucraniana continúa golpeando a los atacantes.
En el caso de Donetsk, hoy se han reportado movimientos milicianos en dirección a Novobakhmutivka, al norte, a Krasnohorivka y por supuesto, en Mariinka, todos ellos sin éxito aparente. En relación con esta última localidad, ha circulado por las redes un supuesto documento oficial en el que el jefe de la 79ª Brigada ucraniana informaría al comandante del Mando Oriental que un batallón formado por 247 militares se habría negado a cumplir con la misión asignada durante un contraataque. Documentos y noticias parecidas se han visto en varias ocasiones y en ambos bandos a lo largo del conflicto. Aun así, a falta de más pruebas hay que tener siempre en cuenta que podría tratarse de una de las acciones de desinformación que unos y otros se dirigen constantemente.
Por último, ya al sur y como adelantábamos ayer, se han registrado ataques rusos en dirección a Vuhledar, encabezados por la infantería de marina. Aunque desde algunos canales se asegura que han entrado en la primera línea de casas de esta localidad, no hay pruebas gráficas de ello. Es más probable que, en realidad, hayan alcanzado un conjunto de dachas al sur de la carretera 00532 que no la propia Vuhkledar, compuesta por edificios de una altura considerable y de hormigón, de los que costará desalojar a los ucranianos, máxime si la única táctica es el ataque frontal.
Por el momento han aparecido vídeos en los que se veía cómo las tropas rusas utilizaban armas termobáricas contra Vuhledar, indicativo de que todavía tienen que ablandar las defensas, antes de intentar nuevos ataques. A partir de ahí, sería más lógico intentar ataques desde el este y oeste que en dirección sur-norte, como han venido haciendo.
En cualquier caso, lo interesante del ataque a Vuhledar, es que no es un hecho que deba analizarse en solitario, sino como parte de las acciones que hemos visto también en días pasados destinadas a rectificar líneas, tratar de obtener mejores posiciones de partida y, a su vez, frustrar futuras ofensivas ucranianas en dirección sur, el mayor temor del Estado Mayor ruso, especialmente ahora que saben que los ucranianos contarán con más y mejores carros de combate.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La sección diplomática e institucional de hoy como puede intuirse está dedicada casi en su totalidad a las reacciones de los socios y aliados de Ucrania ante las decisiones de Alemania y Estados Unidos de finalmente enviar carros de combate a Ucrania.
Ha sido el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha confirmado que enviarán 31 carros de combate Abrams M1 a Ucrania, zanjando así el debate de los últimos días. Durante su declaración, ha enfatizado que “La expectativa por parte de Rusia es que vamos a separarnos”, “pero estamos plena, total y completamente unidos”.
Además de España, Portugal y Suecia, Países Bajos y Noruega también estarían considerando enviar estos carros. Suiza por su parte también está valorando de nuevo la posibilidad de levantar el veto a las reexportaciones y, en consecuencia, permitir que tanto municiones como otro tipo de armamento puedan enviarse a Ucrania. El Comité de Política de Seguridad suizo considera que la medida no violaría la neutralidad del país consagrada en su constitución, así como que Suiza “debe ofrecer su contribución a la seguridad europea, lo que requiere una ayuda más sustancial a Ucrania”.
Desde el Kremlin no han tardado en aseverar que si los países occidentales suministran carros de combate a Ucrania estos serán destruidos en el campo de batalla. Según el portavoz Dmitry Peskov: “Tecnológicamente, se trata de un plan fallido. Es una sobreestimación del potencial que esto añadirá al ejército ucraniano. Estos carros de combate arden como todos los demás. Simplemente son muy caros.”
El presidente Zelenski, no obstante, no ha tardado en agradecer a Alemania y Estados Unidos que se hayan decantado por el envío de carros de combate. De un lado, en el caso de Alemania Zelenski considera estas decisiones “importantes y oportunas” y así se lo ha manifestado al canciller Olaf Scholz cuando le ha confirmado el envío en su llamada telefónica.
Esta decisión, como se ha explicado en la sección anterior y en las jornadas previas, englobaría el suministro de carros de combate, ampliación adicional del apoyo a la defensa y misiones de entrenamiento, así como la autorización para que otros países puedan suministrar “armas similares”. Mientras esperamos que Berlín actualice su lista de material que ha enviado o enviará a Ucrania, sí es cierto que en los últimos días han señalado que 18 vehículos adicionales destinados a la protección de fronteras han sido entregados. De igual forma, el suministro de dos radares de vigilancia aérea estaría en fase de planificación y/o ejecución.
Además de lo anterior, Zelenski ha señalado que la decisión estadounidense “es un paso importante en el camino hacia la victoria” y que “Hoy el mundo libre está unido como nunca antes por un objetivo común: la liberación de Ucrania”.
Asimismo, el presidente de Ucrania ha hablado hoy con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sobre “una mayor consolidación de los socios para apoyar a Ucrania. En particular, en lo que concierne a la ampliación de la coalición para el envío de carros de combate, así como lo que Zelenski ha denominado “el desbloqueo de tipos de armas cualitativamente nuevos”.
El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak también ha mostrado abiertamente su conformidad con la decisión de sus socios y aliados enfatizando que los Leopard 2 junto con los Challenger 2 fortalecerán la potencia defensiva de Ucrania. En el mismo sentido se ha pronunciado el Elíseo, acogiendo “con satisfacción la decisión alemana, que extiende y amplifica el apoyo que hemos brindado [Francia] con la entrega de AMX-10 RC».
Desde Exteriores, el ministro Dmytro Kuleba a raíz de la formación de la coalición para enviar los carros de combate ha hecho un llamamiento a todos los socios que tienen Leopard 2 en servicio para que se unan a este grupo de países que ya han dado un paso al frente y envíen tantas unidades como puedan. Así pues, ha enfatizado que “Ahora son libres” en clara referencia a la campaña #FreeTheLeopards y que tanto para Ucrania como sus socios “no hay nada imposible”, mensaje dirigido a aquellos que dudaban de que esta petición fuese a salir adelante.
Asimismo, y como cabía esperar, Kuleba ha hablado con su homólogo polaco, Zbigniew Rau, y le ha agradecido que Polonia haya sido el primer país en anunciar públicamente que enviaría carros de combate Leopard 2 y contribuyendo así a la formación de la coalición.
Pese a la esperada confirmación que hemos tenido hoy del envío de los carros de combate, las autoridades ucranianas ahora se centrarán en otras cuestiones -más allá de asegurar el mantenimiento de los carros de combate- como en su petición para que les transfieran aviones de combate occidentales -como los F-16-, en el endurecimiento de las sanciones contra Rusia y en la implementación de la Fórmula de Paz. En el caso de Polonia además están discutiendo en detalle las posibles vías para extender y facilitar las conexiones ferroviarias tanto de pasajeros como de mercancías entre ambos países.
Ya de manera presencial el ministro de Exteriores ucraniano ha recibido en Kiev al embajador de Georgia en Ucrania, George Zakarashvili. Kuleba ha aprovechado la ocasión tanto para agradecerle el envío de equipos energéticos a Kiev, Leópolis, Járkov, Nicolaiev y Hostómel, y su participación en programas destinados a la recuperación médica de menores ucranianos en Georgia, como para invitarles a que cambien de opinión y Tbilisi envíe armas y equipos militares a Ucrania junto con el alineamiento de las sanciones de la UE contra Rusia. Cabe recordar que a Georgia, a diferencia de Ucrania y Moldavia, únicamente se le concedió la perspectiva europea por parte de la UE y no el estatus oficial de candidato a la adhesión.
Cambiando de tercio, Estados Unidos ha sancionado a iJet Global DMCC, una empresa con delegación en Palma de Mallorca, tras acusarla de estar facilitando el envío de drones iraníes a Rusia. Por otro lado, también desde Washington se ha determinado que hay determinadas empresas de China que están brindando asistencia no letal a Rusia: “Lo que estamos viendo es asistencia militar no letal y apoyo económico que no llega a ser una evasión total de las sanciones”.
Por último, y aunque referido al plano cultural, hay que destacar que finalmente y a petición de Ucrania, la UNESCO ha incluido el centro histórico de la ciudad portuaria de Odesa en su lista de Patrimonio Mundial, pero también lo ha calificado como Patrimonio Mundial en peligro.
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