Pese a toda la presión, la reunión del Grupo de Apoyo a Ucrania celebrada en Ramstein se ha cerrado sin el esperado anuncio sobre el envío de los Leopard 2 por parte alemana. Pese a ello, el país no ha cerrado la puerta a su envío futuro, mientras desde estados como Polonia se asegura que los carros de combate terminarán llegando a Ucrania. Todo en un día en el que Rusia ha redoblado la intensidad de sus ataques en el sur de Ucrania buscando rectificar las líneas en torno a Hulyaipole y en el que el Jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor estadounidense, Mark Milley ha declarado que ve «muy difícil» que Ucrania logre expulsar durante 2023 al Ejército ruso de su territorio.
Finalmente, a pesar del movimiento #FreeTheLeopards, de la presión internacional e incluso de la evolución de las encuestas entre la población germana, el Gobierno del país ha salido de la reunión de Ramstein sin dar el visto bueno al envío de carros de combate Leopard 2 a Ucrania. La decisión, acogida con indignación en algunas capitales e incluso entre algunos colectivos dentro del propia país, no implica que en el futuro no se envíen carros occidentales a Ucrania, pues Alemania no ha cerrado la puerta definitivamente e incluso su nuevo ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha llegado a afirmar que está seguro de que se tomará una decisión a corto plazo.
Independientemente de la decisión germana, países como Polonia parecen seguir adelante con sus planes para equipar con estos carros de combate a Ucrania, como parte de la coalición internacional de la que hemos hablado en jornadas previas. Por el contrario, en Berlín sostienen que la principal amenaza a la seguridad ucraniana en estos momentos viene por el aire, con lo que es fundamental enviar sistemas de defensa aérea, de ahí que estén centrándose en este aspecto, en detrimento del envío de carros, mucho más difícil de justificar ante los votantes. De ahí que haya intentado ligar el envío de Leopard 2 al envío de Abrams (pese a que Pistorius lo ha negado), algo que también piden a Biden, por cierto, algunos senadores.
Eso obviando otros temas como el temor alemán a que el envío de carros pueda ser escalatorio, algo que en sí mismo no es tan obvio incluso a pesar de las advertencias rusas o la falta de una estrategia clara sobre cuál debe ser su papel en Europa y el mundo, el clivaje entre atlantismo y europeísmo y varias cuestiones más. Es, en cualquier caso, un tema peliagudo y poliédrico que requerirá de un artículo ad hoc ya que excede en mucho lo que es posible en un resumen diario, por fuerza limitado en extensión.
También, además de las políticas, podría haber razones de índole militar tras la decisión germana y es que, al fin y al cabo, los carros de combate por sí solos no son la panacea ni van a estar listos para primavera, cuando se espera una contraofensiva ucraniana, como sí podrán posiblemente estarlo otros sistemas de armas como APC o IFV, cuya entrega ya ha sido aprobada. En este sentido, Alemania podría tener razón al redoblar sus esfuerzos enviando sistemas de defensa aérea y misiles para estos, de forma que Ucrania pueda hacer frente a los ataques rusos en las próximas semanas y meses.
Hay que tener en cuenta que más importante que los carros en sí, son las capacidades, entendidas en términos amplios y que en el caso de nuestras Fuerzas Armadas se recogen los elementos que componen el acrónimo MIRADO-I: material (M), infraestructura (I), recursos humanos (R), adiestramiento (A), doctrina (D), organización (O) e interoperabilidad (I).
Dicho de otra forma, por más que se envíen a Ucrania 100 o 1.000 Leopard 2, si no hay infraestructura logística para mantenerlos operativos, personal capaz, formación adecuada, una doctrina capaz de aprovechar las capacidades de dichos carros, una orgánica y unidades bien pensadas y la capacidad de que actúen de forma coordinada en pos de unos objetivos, no hay nada. Por supuesto, un buen número de Leopard 2 incluso sin el mantenimiento adecuado o personal formado, podrían causar importantes bajas a Rusia… un tiempo. Más temprano que tarde el material iría quedando en las cunetas por falta de mantenimiento y, en cualquier caso, no llegaría a exprimirse todo su potencial.
Más allá de los carros y de los problemas e indefiniciones de Alemania (tampoco se debe ser injustos con Berlín olvidando que es el segundo donante a Ucrania en términos absolutos), así como de su nefasta estrategia de comunicación, la ayuda seguirá fluyendo a Ucrania en los próximos meses. A las noticias de ayer se suman hoy el último anuncio estadounidense, que promete entregar entre otros 59 IFV Bradley, 90 APC Stryker, 350 HMMWV, SAM Avenger y una gran cantidad de munición. Desde los Países Bajos, por su parte, afirman estar dispuestos a estudiar el envío de cazabombarderos F-16 a Ucrania, potencialmente más importantes para el devenir del conflicto que los Leopard 2. Finlandia, por su parte, ha anunciado un nuevo paquete récord de 400 millones de euros en ayuda militar.
Se trata en cualquier caso, como hemos señalado en alguna ocasión, de asegurar que Ucrania pueda hacer frente a los próximos ataques rusos, demostrando voluntad de mantener al país en guerra el tiempo que sea necesario, mientras las pérdidas humanas y materiales y los problemas económicos hacen mella en Rusia, cada vez más incapaz de jugar la baza energética. Dicho de otra forma, de llevar a Rusia a la mesa de negociaciones al no existir posibilidad alguna de victoria militar, por más que según el general Mark Milley, Ucrania tenga muy complicado expulsar a Rusia de su territorio este año, algo que se mire como se mire, es cierto.
Pasando a lo ocurrido sobre el terreno, comenzamos como siempre por el sector más septentrional del frente. Allí, se ha producido un contraataque ruso en las localidades de Novoselivs’ke/Kuzemivka, aunque no ha logrado expulsar a los ucranianos de la primera, que retomaron recientemente y están limpiando de minas. Más al sur, han proseguido los intentos ucranianos por penetrar la línea rusa situada a caballo de la carretera P66, en esta ocasión hacia el norte de Chervonopopivka.
En Kreminna la situación permanece estable, con los ucranianos a escasos metros del suroeste de la ciudad o en la primera línea de construcciones, pero con las tropas rusas todavía asentadas firmemente en la localidad. Al sur de la localidad y en dirección a Bilohorivka se ha vuelto a registrar un ataque ruso, sin consecuencias, como tampoco las ha tenido el lanzado sobre Verkh’okam’yans’ke.
En el área de Bakhmut, los ataques rusos encabezados por Wagner se han dirigido contra Krasnopolivka, Krasna Hora, Blahotdane, la zona occidental de Pihorodne, la nororiental de Bakhmut y el norte y sur de Klishchiivka, una localidad en la que los ucranianos seguirían sosteniendo su posición en las alturas a poniente del centro urbano que está bajo control ruso, aunque la situación se estaría degradando progresivamente para los defensores, que corren el riesgo de ser rodeados.
En las inmediaciones de Donetsk, hoy los combates se han producido al norte en dirección a Vodyane y al sureste en Mariinka y hacia Pobjeda. No ha movimientos.
Más interesante es la situación en el sur de Ucrania, en donde cuentas prorrusas hablan de grandes avances al norte de la región de Zaporiyia, algo que no está nada claro todavía, persiguiendo seguramente Rusia tres objetivos: 1) rectificar el frente para apoyarse en obstáculos naturales; 2) generar nuevos dilemas al mando ucraniano, evitando que concentre sus fuerzas en Bakhmut y; 3) separar la línea de frente de sus líneas logísticas, amenazadas por los HIMARS.
Como apunte final, hoy se ha sabido que la dupla Shoigú/Guerásimov ha seguido introduciendo cambios entre los mandos de algunas unidades, incluyendo las VDV rusas, que han visto cómo el coronel general Mikhail Teplinsky ha sido sustituido por alguien mas afín, caso del teniente general Oleg Makarevich. Podría ser un paso más en su proceso de afianzamiento, después de la «guerra» interna librada en los primeros meses de guerra por ambos contra el FSB y, posteriormente, contra sus detractores, con Prigozhin y Kadírov (últimamente bastante desaparecido de los focos, como sus combatientes chechenos) a la cabeza.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Como explicamos en el informe de ayer, los grandes anuncios se habían hecho con carácter previo a la octava reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania que ha tenido lugar en Ramstein hoy, a diferencia de lo sucedido en anteriores encuentros. Restaba, no obstante, que Alemania se decidiese y zanjase el envío o no de los carros de combate Leopard. Pese a todo, desde Berlín no se ha tomado una decisión al respecto tal y como se ha explicado en la sección anterior.
Al respecto, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, ha comentado que hoy ha mantenido una “franca discusión” sobre los Leopard 2 con su nuevo homólogo alemán y que esta conversación “continuará”.
Pese a la ambigüedad alemana, Polonia sigue “convencida” de que los aliados occidentales lograrán crear una coalición para entregar Leopards a Ucrania. Tras reunirse de manera conjunta con otros 14 ministros de defensa al margen de la reunión principal, el ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, comentaba: “Estoy convencido de que la formación de esta coalición acabará siendo un éxito”. Resta por ver si finalmente Polonia enviará los carros de combate junto a sus posibles socios con o sin el permiso alemán.
Tras la reunión de Ramstein, el ministro de Defensa alemán ha anunciado que están preparando un paquete de primavera de asistencia de defensa a Ucrania por un importe de 1.000 millones de euros. De esta forma, su ayuda militar a Ucrania superaría los 3.300 millones de euros.
Estados Unidos por su parte ha confirmado ya el contenido total del nuevo paquete de ayuda militar por valor de 2.500 millones de dólares, que podéis encontrar a continuación.
En total, Estados Unidos ha comprometido más de 26.700 millones de dólares desde que comenzó la invasión el 24 de febrero de 2022 y que se traduciría en el siguiente material:
Con todo, Finlandia sí ha dejado para la jornada de hoy su anuncio sobre su 12º paquete de ayuda militar a Ucrania y que es, además, el más cuantioso hasta la fecha. El montante que asciende a 400 millones de euros se traducirá en el envío de artillería y municiones, aunque los detalles exactos sobre su contenido no se facilitarán hasta que la carga llegue a su destino, según ha informado el ministro de Defensa, Mikko Savola. En suma, Helsinki ha destinado 590 millones de euros para nutrir los paquetes de ayuda militar.
Además, al margen de la reunión de Ramstein los ministros de Defensa de Finlandia y Suecia han firmado una Declaración de Intenciones sobre el apoyo a Ucrania. De hecho, como se aclara en el comunicado oficial del Ministerio de Defensa finés, el nuevo paquete de ayuda es posible gracias a una cooperación bilateral más estrecha entre Finlandia y Suecia. En otras palabras, Finlandia puede suministrar material a Ucrania y Suecia apoyaría a Finlandia según sea necesario.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha dado la bienvenida a los anuncios realizados en el marco de la reunión de Ramstein afirmando que “Rusia se está preparando para nuevas ofensivas, por lo que es urgente intensificar el apoyo para permitir que Ucrania gane y retome el territorio ocupado”. Una declaración completamente en línea con la postura mantenida hasta ahora y sobre todo en los últimos días en los que ha repetido insaciablemente que hay que aumentar el apoyo a Ucrania.
En la misma línea se ha pronunciado el secretario de Defensa americano, Lloyd Austin, anfitrión de las reuniones de Ramstein:
“Damas y caballeros, este es un momento crucial. Rusia se está reagrupando, reclutando y tratando de reequipar. Este no es un momento para reducir la velocidad. Es un momento para cavar más profundo. El pueblo ucraniano nos está mirando. El Kremlin nos está mirando. Y la historia nos está mirando. Así que no vamos a darnos por vencidos. Y no flaquearemos en nuestra determinación de ayudar a Ucrania a defenderse de la agresión imperial de Rusia.”
Teniendo en cuenta el total de países que han dado un paso esta semana para seguir enviando armamento a Ucrania, esto es Dinamarca, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia, reino Unido, Finlandia, Países Bajos, Canadá y Estados Unidos, sí se echa en falta que la UE no haya aprobado con ocasión de Ramstein el séptimo tramo de ayuda a través del Fondo Europeo de Ayuda a la Paz.
Cabe recordar que el último tramo por valor de 500 millones, lo que situaba la asistencia de seguridad en 3.100 millones de euros, se aprobó a mediados de octubre coincidiendo con la creación de la Misión de Asistencia Militar a Ucrania (EUMAM Ukraine).
De igual forma, es obligado mencionar que otro de los grandes ausentes ha sido España. A diferencia de no pocos Estados miembros de la UE, desde Madrid no se ha anunciado ningún nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, si bien se reportó la nueva llegada de militares ucranianos para ser entrenados y también para ser atendidos en centros hospitalarios españoles. La ausencia, además, se ha hecho notar en que la ministra de Defensa, Margarita Robles, no ha estado presente en la reunión de Ramstein ya que se encontraba visitando a las tropas ucranianas que reciben entrenamiento en Toledo.
Según Robles, la reunión de Ramstein de hoy “Es una cita técnica, no se decide nada”. Afirmación que, cuanto menos, resulta chocante cuando el encuentro de alto nivel reúne precisamente a los ministros y principales representantes de Defensa de 50 países. Aun así, la Ministra defiende que “las decisiones políticas se tomarán en la cumbre de los ministros de la OTAN, el próximo mes de febrero” y que en Ramstein “se evalúan las peticiones de Kiev y la disponibilidad de ese material entre los aliados”.
Esto nos lleva precisamente a afirmar que el hecho de que no haya asistido a la reunión es doblemente controvertido pues: 1) España es uno de los países que sí tiene en su haber carros de combate Leopard 2A4 que podría entregar pese al estado en el que puedan encontrarse (la decisión sobre su envío en cualquier caso no debe responder únicamente a las necesidades ucranianas o a la necesaria solidaridad con un país agredido, sino también al interés nacional, por poco popular que pueda resultar esta afirmación); 2) España tomará la Presidencia rotatoria de la UE en apenas unos meses, momento en el cual deberá pedir apoyo para Ucrania sin la autoridad moral y el crédito internacional suficiente.
De hecho, una de las soluciones planteadas por Países Bajos ha sido precisamente la de afrontar el coste del suministro carros de combate Leopard 2 -de los que no dispone- para hacer posible que se envíen a Ucrania. Según la ministra de Defensa neerlandesaa, Kajsa Ollongren: “Esto es algo que definitivamente estaríamos dispuestos a hacer”. Esto no sería algo novedoso en el caso de Países Bajos pues ya acordó con Estados Unidos asumir el coste de 45 de 90 T-72 procedentes de República Checa. Así las cosas, desde Ámsterdam considera que este enfoque podría aplicarse también para los Leopard 2 de fabricación alemana.
Polonia por su parte estaría avanzando en la creación de una brigada de carros de combate para Ucrania para finales del mes de marzo.
Las noticias además no solo han girado en torno al material que se suministrará a Ucrania. En este sentido, el secretario de Exteriores británico, James Cleverly, ha anunciado que Reino Unido se unirá al grupo de países “con ideas afines para perseguir la responsabilidad penal por la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia”. Este grupo de socios internacionales de Ucrania tratará de dar forma a la propuesta, incluso valorando la viabilidad de un nuevo tribunal “híbrido”. Esto es, un tribunal especializado integrado en el sistema de justicia nacional de Ucrania con elementos internacionales. Cleverly sostiene que una investigación sobre el crimen de agresión podría servir para complementar los mecanismos ya establecidos para investigar los crímenes de guerra, quedando así también incluida la Corte Penal Internacional. Tribunal que, recordemos, carece de jurisdicción para enjuiciar a Rusia pues la Federación no es miembro de la Corte ni ha ratificado su Estatuto.
Otro de los Estados miembros que se ha mostrado a favor en las últimas horas de la creación de un tribunal especial ha sido Italia. Así lo ha trasladado el ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani, a su homólogo ucraniano, con quien también ha discutido sobre el próximo paquete de asistencia militar italiano y el endurecimiento de las sanciones.
A colación es importante destacar que Estados Unidos ha designado al Grupo Wagner como una “organización criminal transnacional” e impondrá sanciones adicionales contra el grupo y su red de apoyo en todo el mundo. Según el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, el Grupo Wagner debe ser figurar como una organización terrorista tanto por sus atrocidades en Ucrania como en África.
Otra de las medidas que se están gestando es precisamente la del mecanismo de compensación para Ucrania. Es decir, un mecanismo a través del cual los activos rusos incautados y congelados podrían transferirse a Ucrania para la reconstrucción del país. Al respecto se ha pronunciado hoy el ministro de Exteriores suizo, Ignazio Cassis, afirmando que apoyan la idea pero que ello requeriría “importantes ajustes legales”, siendo incluso posible que tuviesen que realizar un referéndum: “No podemos simplemente tomar dinero que no nos pertenece porque creemos que es moralmente correcto… Se trata de encontrar los mecanismos correctos para que no haya efectos secundarios mayores que el efecto principal previsto, casi como en la medicina”. Por el momento, las autoridades suizas han congelado un total de 8.200 millones de dólares en activos rusos, aunque en marzo la Asociación de Banqueros Suizos estimó que los ciudadanos rusos, personas físicas y entidades jurídicas cuentan con depósitos de hasta 213 millones de dólares. Una cifra que sigue siendo inferior a la estimada por la agencia que supervisa las sanciones, SECO, y que se sitúa en 46.100 millones de dólares.
Desde la Unión Europea la iniciativa para instaurar un mecanismo de compensación está siendo impulsada por Estonia que ya está preparando un plan y cuya presentación se esperaría para finales del mes de este mes de enero. Estados miembros como Finlandia y Polonia ya han respaldado esta iniciativa, y la Comisión Europea también se ha mostrado proclive a estudiar legalmente esta vía para ayudar a Ucrania.
Por último, el presidente Zelenski ha hablado con su homólogo turco, Erdoğan, sobre la situación en el campo de batalla y en el Mar Negro, pero también sobre cómo implementar la Fórmula de Paz. Entre los objetivos continúa el de extender el Acuerdo de Granos a otros puertos ucranianos, pero también de que el actual no se suspenda.
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