Mientras Putin asegura que su complejo militar-industrial, al servicio de sus Fuerzas Armadas, hace la victoria rusa «inevitable», en las últimas horas se han producido importantes anuncios y especulaciones acerca de la futura ayuda occidental a Ucrania. De un lado, Canadá enviará 200 nuevos blindados. De otro, desde los Estados Unidos se habla del próximo envío de 8×8 Stryker y bombas planeadoras GLSDB, que podría anunciarse en pocos días. Por último, en un hecho insólito, el Parlamento Europeo ha pedido a Alemania que envíe sin demora Leopard 2 a las Fuerzas Armadas ucranianas, en lo que podría ser la puntilla a la resistencia del Gabinete Scholz a autorizar la reexportación de estos carros de combate, opción que los funcionarios alemanes por el momento niegan.
Las últimas horas han sido de las más intensas en los últimos meses. Al accidente de helicóptero que ha costado la vida al ministro de Interior ucraniano y varios de sus subordinados -y que no tendría relación con la guerra- se suman todas las discusiones relativas a los Leopard 2 y las especulaciones sobre nuevos envíos de armas.
En el caso de los Leopard 2, mientras Morewiecki, el Primer Ministro polaco, asegura esperar que la coalición organizada por Polonia pueda enviar un centenar de carros de combate a Ucrania, desde Alemania altos funcionarios afirman que el país no va a permitir la reexportación. Todos están pendientes en cualquier caso de la reunión que mañana mantendrán el nuevo ministro de Defensa alemán, Pistorius y el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Austin.
Incluso el Parlamento Europeo, que hoy en un pronunciamiento sin precedentes, ha urgido a Alemania a enviar carros de combate a Ucrania, lo mismo que el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien se ha mostrado favorable «personalmente» a la entrega de Leopard 2 a este país.
Al mismo tiempo, desde los Estados Unidos se ha comenzado a especular -o quizá a adelantar- el pronto envío de bombas planeadoras GLSDB que con su alcance de 150 kilómetros podrían, como explicamos en su día, hacer que Ucrania volviese a destrozar la logística rusa, a pesar de las adaptaciones llevadas a cabo para hacer frente a la amenaza de las municiones GMLRS de los HIMARS, con un alcance del 50% de las anteriores.
Hay que tener en cuenta que desde la llegada de los HIMARS, M270 y MARS 2 y la erosión sufrida en sus GLOC, el Ejército ruso se ha adaptado a esta amenaza creando puntos de abastecimiento más pequeños y separados entre sí y descargando el grueso de los suministros en puntos más alejados del frente. De esta forma, si los nuevos cohetes llegan, podrán alcanzar dichas estaciones, lo que planteará un pequeño dilema, pues en algunos casos están en territorio ruso.
A las bombas planeadoras se unirían docena y media de blindados Stryker, que por útiles que puedan ser, no harán sino complicar un grado más la logística ucraniana, que no cuenta con más vehículos del mismo tipo. No tendrán pues más remedio que seguir «quemando» plataformas utilizándolas hasta que sea imposible su reparación y deban ser abandonados.
Lo importante de toda la ayuda comprometida recientemente y la que está por anunciar en los próximos días -recordemos las cumbres de la OTAN y Ramstein- es que muestran el compromiso de los aliados de Ucrania con este país, incluso a pesar de que Rusia no deja de redoblar su apuesta en una huída hacia adelante continua o -posiblemente- una apuesta por forzar a Ucrania a sentarse a la mesa de negociaciones y aceptar los hechos consumados. Solo así se entienden las declaraciones de Putin asegurando que su industria de defensa, que funciona 24/7 en apoyo del Ejército ruso, hace «inevitable» la victoria, o que están inmersos en una guerra pues «no tenían otra opción».
Parece olvidar que buena parte de lo que esa misma industria produce y con lo que parece equiparán al enorme número de militares que esperan contratar en los próximos meses y años hasta llegar a 1,5 millones de uniformados, es material con décadas a sus espaldas, desde T-62 a BRDM-2MS con modificaciones interesantes, sí, pero que no pueden cambiar el hecho básico de que están totalmente desfasados en términos de blindaje, movilidad o armamento. Será pues un Ejército mayor, pero cuya potencia relativa de combate respecto a los ejércitos a los que debe disuadir, será proporcionalmente menor que la que tenía antes de embarcarse en la invasión de Ucrania.
En esta tesitura, independientemente de lo que dicte el campo de batalla en las próximas semanas y meses, en buena parte de Occidente parece haber acuerdo en que la mejor garantía de que las acciones rusas no se repetirán, pasa por aceptar el envite ruso y seguir enviando material y financiación a Ucrania, entrando de lleno en la guerra de desgaste -a un precio ridículo, todo sea dicho-. De esta forma, aunque no haya una estrategia de salida clara al conflicto y siempre exista el riesgo de escalada inadvertida, al menos parece claro que buscarán el agotamiento ruso y ofrecerán una oportunidad más a Ucrania sobre el campo de batalla antes de acceder a la mesa de negociación.
Sobre el terreno, comenzando por la línea Troits’ke-Svatove-Kreminna, hoy se han producido ataques ucranianos desde Stel’makhivka, Terny y Yampil. El primero de ellos en dirección a Svatove, progresando en su control sobre Novoselivske y su zona aneja, así como sobre Kolomyichykha, mientras que los segundos buscarían romperlas defensas rusas en Kreminna, especialmente al noroeste de la localidad, en torno a la carretera P66 y la población de Chervonopopivka.
En la zona de Bakhmut, y empezando por el norte, hoy se han registrado ataques rusos en dirección a Bilohorivka, Blahotdane, Krasna Hora, el noreste de Bakhmut y Klishchiivka, en donde estarían realizando en las últimas horas los mayores esfuerzos. Se han reportado quejas de integrantes de Wagner Group, tras haberse quedado sin apoyo artillero por parte del Ejército ruso a consecuencia de las discusiones entre el jefe de la compañía de mercenarios, Prigozhin y el Ministerio de Defensa, mientras la artillería ucraniana continúa machacando sus posiciones, como atestiguan los documentos gráficos, al parecer sin contrabatería alguna.
En cuanto a las inmediaciones de la capital de Donetsk, se ha vuelto a combatir en Vodyane, hacia Nevels’ke, en Mariinka y hacia Pobjeda. No han sido los únicos ataques rusos, pues después de un tiempo de tranquilidad hoy se han producido intentos en dirección a Hulyaipole y Orikhiv, localidades ambas en la región de Zaporiyia. Ninguna de las acciones habría supuesto cambios en la línea de frente.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A menudo en la actividad institucional de la Unión Europea en lo que concierne a la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD), el Parlamento Europeo suele pasar desapercibido. Sin embargo, en el contexto de la guerra de Ucrania estamos asistiendo a una situación novedosa, en tanto trata de tener una voz en esta materia e impulsar la respuesta de la Unión. Desde la adopción de ayuda macrofinanciera al respaldo continuado al endurecimiento de sanciones o incluso el llegar a calificar a Rusia como estado patrocinador del terrorismo.
Durante la sesión plenaria de hoy, el Parlamento Europeo ha aprobado su informe anual de 2022 sobre la implementación de la PCSD por 459 votos a favor, 93 en contra y 85 abstenciones en el que los eurodiputados piden el “despliegue inmediato de armas modernas y una defensa aérea de última generación”. Además, han instado al canciller Olaf Scholz a entregar carros de combate Leopard 2 a Ucrania “sin más demora”.
Este hecho no puede ni debe pasar desapercibido pues no debemos olvidar que el Parlamento Europeo es la única institución de la Unión Europea elegida por sufragio directo por la ciudadanía europea. En otras palabras, los eurodiputados están expresando la voluntad del pueblo europeo de seguir apoyando a Ucrania con más ayuda militar, por controvertidas que puedan ser este tipo de decisiones para estados como Alemania.
También el presidente del Consejo Europeo Charles Michel ha sido claro al afirmar ante el Pleno en Estrasburgo: “Nosotros, la Unión Europea, continuaremos apoyándoles mientras sea necesario. El momento es ahora. Ucrania necesita más material militar y personalmente estoy a favor de enviar carros de combate a Ucrania”.
Continuando con la ayuda militar, en una visita no anunciada a Kiev, la ministra de Defensa de Canadá, Anita Anand, ha anunciado que Ottawa transferirá 200 vehículos blindados de transporte de personal Roshel Senator respondiendo así a una solicitud específica de Ucrania. La adquisición de los vehículos supondrá un coste de más de 90 millones de dólares que estarían incluidos dentro de la ayuda militar por valor de 500 millones de dólares que comprometió el gobierno de Justin Trudeau. Además, también esta semana Canadá anunció que enviaría un sistema de defensa aérea NASAMS.
Por su parte, y en relación con lo explicado en la sección anterior del informe, Estados Unidos estaría ultimando los detalles de su próximo paquete de asistencia militar que se anunciará el viernes con ocasión de la próxima reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania en Ramstein (Alemania). Un paquete en el que, entre otro material, incluirá vehículos de combate blindados Stryker, pero no se espera que se autorice el envío de los carros de combate Abrams M1.
A esto se suma que está previsto que Washington asigne 125 millones de dólares adicionales a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para ayudar a Ucrania en la reparación de su infraestructura energética.
Una reunión que sucederá a la que ha comenzado hoy en la OTAN por parte de los Jefes de Estado Mayor de los aliados y en el que el apoyo continuado a Ucrania será uno de los puntos centrales de la agenda. En paralelo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Davos ha vuelto a pedir que se intensifiquen las entregas de material militar “en este momento crítico”, enfatizando: “Las armas son el camino hacia la paz. Lo que sucede alrededor de la mesa de negociación depende totalmente de la fuerza en el campo de batalla. Y si queremos que Ucrania prevalezca, entonces necesita la fuerza militar”. De igual modo, ha descrito nuevamente la guerra de Ucrania como “una lucha por la democracia”, siendo importante que “el presidente Putin no gane esta guerra”.
De igual modo, otro de los debates que se resolverá en las próximas horas es el envío y/o autorización de carros de combate Leopard por parte de Alemania. Así las cosas, la primera reunión de alto nivel del nuevo ministro de Defensa alemán será con su contraparte estadounidense, el secretario Lloyd Austin, mañana.
Por el momento el canciller Scholz ha respondido hoy en el Foro Económico Mundial que Alemania ha estado entre aquellos países que más han apoyado a Ucrania (y tiene razón), y que “Nosotros queremos evitar que esto se convierta en una guerra entre Rusia y la OTAN”.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, considera que los aliados de Ucrania podrían transferir hasta 100 carros de combate Leopard: “Tenemos planeados nuestros 14 carros de combate Leopard, y ahora estamos esperando Leopards de Dinamarca, Finlandia, Alemania y carros de combate de otros países de la UE”. Morawiecki también ha puesto de manifiesto que en su reunión del pasado lunes con el canciller Olaf Schzol le animó a desbloquear cuanto antes la ayuda a Ucrania.
Mientras que aun estamos a la espera de la decisión definitiva de Alemania, quien se mantiene firme en su posición es Suiza. Una vez más ha reiterado que no se plantea cambiar su decisión y permitir la reexportación de armamento alemán y español a Ucrania. Más concretamente, estamos hablando del envío de munición para los Gepard en el caso de Alemania y de los Aspide en el caso de España. Según el presidente de Suiza, Alain Berset:
“Hemos estado en una posición estable durante mucho tiempo. Suiza es un país neutral. Este es un país de los Convenios de Ginebra involucrado en el proceso de negociación, un país del mundo que no exporta armas a zonas de conflicto.”
Por tanto, Suiza sigue aferrándose a su neutralidad en este ámbito, pero no en lo relativo a las sanciones, por ejemplo, y por cuya decisión de alineamiento con la UE hace que Rusia precisamente no les considere ya como un país neutral.
Continuando con Suiza, en el Foro Económico Mundial en Davos, el presidente Zelenski se ha dirigido a los asistentes mediante videoconferencia tras conocerse la noticia del accidente de helicóptero que ha acabado con la vida del ministro del Interior de Ucrania, Denys Monastyrsky, del viceministro, Yevhen Yenin, así como de su secretario, Yuriy Lubkovych. Sin embargo, el número de bajas no asciende únicamente a tres pues la aeronave ha impactado contra una zona residencial, incluida una guardería. Por el momento el número de fallecidos se eleva al menos a 18, contando también 25 heridos, aunque no es un dato definitivo.
A raíz de esta tragedia el presidente Zelenski ha enfatizado que “La guerra tiene muchas dimensiones, no solo en los campos de batalla”. Así pues, considera que este hecho “no fue solo un accidente” pues “todo lo que sucede es el resultado de la guerra”. Como no podía ser de otro modo, Zelenski ha insistido en la necesidad de contar con más armamento de cara a los próximos ataques de Rusia enfatizando que “La movilización del mundo debe superar la próxima movilización militar de nuestro enemigo común”.
Durante la tarde de hoy se ha designado al jefe de la Policía Nacional de Ucrania, Ihor Klymenko, como ministro del Interior.
En otro orden de cosas, el ministro de Exteriores de la Federación Rusa, Serguéi Lavrov, ha llegado a Minsk en vísperas de la reunión conjunta de los Ministerios de Exteriores de Rusia y Bielorrusia.
Por último, resulta interesante destacar el hecho de que la Comisionada de Rusia para los Derechos Humanos, Tatyana Moskalkova, ha afirmado hoy que durante el encuentro con su homólogo ucraniano en Turquía no acordaron un intercambio de prisioneros. Una postura que contradice completamente la de Ucrania que sostenía que se había adoptado un acuerdo para el intercambio de 40 prisioneros y que “en el último minuto” Rusia lo canceló, pero sin dar explicación alguna. Intercambio que estaba previsto, además, para el pasado día 14 de enero cuando se produjo el nuevo ataque masivo con misiles rusos y en el que la localidad de Dnipró resulto especialmente afectada.
Según el defensor del pueblo turco, Ucrania ha transferido a Rusia una lista de 800 personas y que, a su vez, el defensor del pueblo ruso ha enumerado a 200 personas para que sean intercambiadas.
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