El alto el fuego unilateral decretado por Putin, como era de esperar, no ha sido respetado. Los combates más intensos siguen librándose en el área operacional de Bakhmut, con especial incidencia en, en donde los ucranianos luchan por frenar los avances rusos a norte y sur de la localidad y se han retirado al área urbana y hacia la mina de sal. En el plano internacional, se sigue debatiendo acerca del envío de vehículos de combate de infantería Marder alemanes a Ucrania, mientras se espera a conocer el contenido del nuevo paquete de ayuda estadounidense, por valor de 3.075 millones de dólares y a que se concrete la fecha de la próxima reunión en formato Ramstein.
Las últimas horas han sido de normalidad absoluta en Ucrania. Entendiendo por normalidad, combates. Así pues, el alto el fuego decretado por el Gobierno ruso apenas ha servido para nada, pues los enfrentamientos han continuado desde Svatove hasta Donetsk, entre acusaciones mutuas por romper una tregua que nunca fue suscrita por las partes. Sobre las motivaciones del alto el fuego, un par de apuntes curiosos, que complementan lo que explicáramos ayer.
En primer lugar, podría tener mucho que ver con la política interna rusa. No en el sentido de que la decisión haya sido impuesta por determinados grupos dentro del Kremlin o por la Iglesia Ortodoxa, sino porque Putin estaría cada vez más elevando el tono retórico para hacer de la guerra de Ucrania un conflicto entre Rusia y Occidente en su conjunto.
En segundo lugar, esto encajaría con la ligazón cada vez más profunda que se observa entre el Estado ruso y la Iglesia Ortodoxa. Declaraciones como las de Medvedev en las últimas horas, o las recientes de Putin nos hablan sobre un Gobierno que apela la religión y a la moral ortodoxa como justificación para sus acciones. El propio Patriarca Cirilo habla en términos que recuerdan poderosamente a las cruzadas, cuando asegura que «morir en Ucrania lava los pecados».
Sin duda todo lo anterior tiene mucho que ver con la «revolución conservadora» que viene viviendo Rusia en la última década y media y que tan bien explicara Ricardo Marquina. Ahora bien, no perdamos de vista en relación con lo explicado ayer, el componente que tiene de acción preparatoria por si hubiese que recurrir a una movilización todavía mayor, sea militar, económica o de la sociedad en apoyo a la guerra.
Al fin y al cabo, aunque desde el punto de vista del ciudadano de a pie el giro conservador y la vuelta a la Iglesia Ortodoxa sea un fenómeno más o menos genuino, en el caso del Gobierno ruso es una herramienta muy útil. Hasta cierto punto podría incluso decirse que no es más que una adaptación más ajustada al ethos ruso de discursos anteriores como los utilizados por los mandatarios soviéticos.
La situación es en cualquier caso preocupante, pues no deja de ser un argumento más que nos hace pensar que Rusia -si bien está buscando una salida negociada que reconozca la situación de facto-, está dispuesta a seguir escalando e implicándose en la guerra hasta donde sea necesario. Lo mismo que del lado ucraniano, pues nada hace pensar que pese al gran número de bajas o lo difícil que se antoja repetir los éxitos de meses anteriores, Ucrania esté dispuesta a negociar concesiones importantes, como tampoco sus socios.
Dicho todo lo anterior, toca pasar a la realidad sobre el terreno, que hoy se presenta intensa pese al alto el fuego. En primer lugar, en la zona más septentrional del frente, en la línea Troits’ke-Svatove-Kreminna, se han registrado enfrentamientos al este de Stel’Makhivka, además de en dirección a Makiivka y Ploshchanka, sin cambios.
Más intensa ha sido la jornada en el área operacional de Bakhmut. Allí se han registrado combates de norte a sur en las inmediaciones de Ivano-Darivka, en Soledar, al este de Bakhmut y la zona de Kurdyumivka. Ahora bien, la enumeración de localizaciones apenas sirve para representar la situación real, cada vez más complicada para Ucrania en Soledar, localidad que es como sabemos fundamental para el control de Bakhmut.
En este caso, se han publicado imágenes de efectivos de Wagner en partes bastante céntricas de Soledar, en concreto cerca de la estación de ferrocarril (48.691506372757146, 38.07019608520519), mientras las tropas ucranianas parecen estar replegándose hasta el área de la mina de sal y el núcleo urbano al norte de esta (48.70366668221989, 38.06942101749289).
Respecto a la mina de sal, se presupone un baluarte difícil de tomar por cualquier atacante, como también podría serlo el núcleo urbano de Soledar. Ahora bien, la situación en el centro de la localidad depende más de lo que ocurra al norte y sur de la misma y el riesgo de que las tropas ucranianas sean rodeadas que de otra cosa. No parece lógico que opten aquí por una resistencia a ultranza como en su día en Azovstal (Mariúpol) o en Azot (Severodonetsk).
No hay que perder de vista que estamos hablando en todos los casos de avances mínimos que no sobrepasan los 2,5 kilómetros y que los ucranianos tienen relativamente fácil, si cayera Soledar, montar una nueva línea defensiva al este algo más equilibrada, aprovechando el curso del río, la carretera y las poblaciones, como se ve en la imagen anterior.
Respecto a Donetsk, después de unos días de parón, hoy milicianos y rusos han tratado de avanzar hacia Nevels’ke, al sur de Pisky, además de en Mariinka, en donde el frente sigue manteniéndose perfectamente estable en el centro de la localidad, hacia la avenida Druzhby.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada de hoy ha estado marcada por la aprobación de un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por parte de los Estados Unidos valorado en 3.075 millones de dólares. El paquete, uno de los mayores hasta la fecha, incluirá cuantioso material, suficiente prácticamente para organizar una nueva brigada acorazada. El contenido es el siguiente:
El general estadounidense Pat Ryder ha precisado que el entrenamiento de los soldados ucranianos para el empleo y mantenimiento de estos vehículos también se proporcionará por parte de Estados Unidos y países socios.
En total, los Estados Unidos han comprometido más de 24.200 millones de dólares desde el inicio de la invasión el 24 de febrero y más de 24.900 millones desde que la administración Biden llegase al poder. En este sentido, Estados Unidos ha comprometido el siguiente material hasta el momento:
Por otra parte, como hemos venido adelantando en días pasados, se espera que Berlín envíe un total de 40 IFV Marder. Además, se ha confirmado la transferencia de una batería Patriot durante el primer trimestre de 2023. Esto último lo ha anunciado el propio canciller Olaf Scholz al presidente Zelenski en una llamada telefónica.
Según Myjailo Podolyak, asesor de la presidencia de Ucrania, las decisiones de Estados Unidos, Francia y Alemania, respectivamente, son “poderosas”. De un lado, considera que ayudarán al fortalecimiento de la defensa y “cierre del cielo” mediante la transferencia de los sistemas Patriot. De otro, los Bradley, Marder y AMX-RC10 fortalecerán la ofensiva ucraniana. Además, señala que están esperando los carros de combate Leopard, así como que “la desmilitarización de la Federación Rusa se completará con los ATACMS y análogos”.
Sobre el alto el fuego ordenado ayer por el presidente Putin Podolyak ha comentado que hoy, día en el que debía estar en vigor esta tregua, suenas alertas aéreas por toda Ucrania por lo que “Nunca hay que tomar en serio las palabras de la Federación Rusa. Siempre es un engaño primitivo y cínico”.
A colación, pueden traerse las últimas declaraciones del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg:
“No habrá paz duradera si la opresión y la tiranía se imponen a la libertad y la democracia. Las guerras son imprevisibles. Es imposible decir cuándo, o cómo, terminará la guerra en Ucrania. Pero lo que sí sabemos es que la mayoría de las guerras terminan en la mesa de negociaciones. Lo más probable es que esta también. Lo que los ucranianos puedan conseguir en la mesa depende de su fuerza en el campo de batalla.”
Por su parte, el presidente Zelenski ha hablado por teléfono con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, para felicitarle por el inicio de la presidencia de Japón del G7 e invitarle a que forme parte de la implementación de la Fórmula de Paz. Asimismo, le ha agradecido el envío de ayuda para hacer frente a los daños en su infraestructura energética. En particular, Japón ha donado dos generadores con una capacidad de 550 kVA y 270 kVA a la localidad de Nyzhin en el óblast de Chernígov y estarán destinados a las dos salas de calderas de la ciudad que abastecen a más del 50 por ciento de las viviendas, e instalaciones médicas y sociales. Además, se espera que durante la semana que viene Ucrania reciba otro lote de generadores procedentes del país nipón.
También se ha confirmado que Georgia ha entregado un generador de alta capacidad a Ucrania durante el día de ayer y que será destinado al óblast de Járkov.
Aun así, el primer ministro Shmyhal ha advertido que deben estar listos ante los apagones de emergencia ante el previsible aumento del consumo y consecuente déficit del sistema eléctrico para hacer frente a la ola de frío que se espera que llegue en los próximos días. Asimismo, Ucrania seguiría teniendo almacenados 11.700 millones de metros cúbicos de gas y 1,2 millones de toneladas de carbón.
En lo concerniente al sector energético, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) ha emitido un comunicado en el que pone de manifiesto que la línea eléctrica que se desconectó la semana pasada de la central nuclear de Zaporiyia debido a los daños causados por los bombardeos aún no se ha restaurado. De hecho, esta red es la última que queda de las seis líneas externas de 330 kV que suministran electricidad a la planta. Consecuentemente, el director de la Agencia, Rafael Mariano Grossi, señala que esto “subraya aún más el frágil suministro de electricidad de la red a la instalación”. Cabe recordar además que los seis reactores de la central de Zaporiyia continúan apagados, aunque continúa recibiendo electricidad externa para cubrir sus funciones esenciales de seguridad y protección nuclear de la última línea de 750 kV en funcionamiento. Si se pierde la energía externa, habría 20 generadores diésel de respaldo que están listos para suministrar electricidad necesaria a las instalaciones.
Por otro lado, el presidente Zelenski ha mantenido una reunión por videoconferencia con el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, debido a que el 1 de enero el país asumió la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. En este sentido, han discutido sobre las prioridades de Suecia para su presidencia y han acordado que una de ellas debería ser una mayor integración europea de Ucrania. De hecho, como se ha venido reiterando en numerosas ocasiones, Kiev espera que bajo la presidencia sueca puedan iniciarse las negociaciones sobre la adhesión de Ucrania a la UE. A esto se une que el presidente Zelenski le ha hablado a Kristersson sobre la Fórmula de Paz pidiéndole la participación activa de la UE y de Suecia en su implementación.
Asimismo, el presidente ucraniano le ha detallado la situación en el frente de batalla y los riesgos de la escalada para poder presentarle, a su vez, las necesidades de Ucrania en estos momentos para fortalecer sus capacidades de defensa.
Continuando con la UE, el ministro de Exteriores Dmytro Kuleba ha conversado por teléfono con el Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, sobre los preparativos de la próxima cumbre Ucrania-UE que tendrá lugar el próximo 3 de febrero. Más concretamente, han esbozado sus expectativas y se han centrado “en un formato que garantizará su éxito”, aunque una vez más sin precisar detalles adicionales. Por otro lado, han hablado sobre la ayuda militar, las sanciones a Moscú y la cooperación entre Irán y Rusia.
Sobre esto último sí es importante reseñar que Estados Unidos ha decidido adoptar medidas restrictivas adicionales contra Irán. Ha sido el secretario de Estado americano, Anthony Blinken, quien lo ha anunciado en su perfil de Twitter:
“Irán está alimentando la guerra de Rusia en Ucrania con su provisión de tecnología UAV. Hoy, Estados Unidos sancionó a siete personas involucradas en los programas de misiles balísticos y vehículos aéreos no tripulados de Irán, programas que Moscú está utilizando para atacar la infraestructura crítica de Ucrania.”
Más concretamente, y según reza en el comunicado oficial, han designado a siete ejecutivos de Qods Aviation Industries (QAI), fabricante de defensa iraní responsable del diseño y producción de UAVs, y de la Organización de Industrias Aeroespaciales de Irán (AIO), la principal organización responsable de supervisar los programas de misiles balísticos de Irán. Asimismo, se subraya que “El apoyo militar del régimen iraní a Rusia no solo alimenta el conflicto en Ucrania, sino que también ha resultado en violaciones de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU a través de la provisión de vehículos aéreos no tripulados militares sin la aprobación previa caso por caso por el Consejo de Seguridad”. De igual forma, la Secretaría de Estado defiende que Irán se ha convertido en el principal patrocinador militar de Rusia y hace un llamamiento a que deje de apoyar la guerra de agresión no provocada por la Federación en Ucrania.
Al respecto, la secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen, señala que seguirán usando todas las herramientas a su disposición “para negarle a Putin las armas que está usando para librar su guerra bárbara y no provocada contra Ucrania”. Así pues, también sostiene lo siguiente:
“La dependencia del Kremlin de proveedores de último recurso como Irán muestra su desesperación frente a la valiente resistencia ucraniana y el éxito de nuestra coalición global al interrumpir las cadenas de suministro militar rusas y negarles los insumos que necesitan para reemplazar las armas perdidas en el campo de batalla”.
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