Mientras los analistas anglosajones continúan especulando con el agotamiento de la ofensiva de Wagner en Bakhmut, hoy ha aparecido un vídeo en el que varios de sus efectivos se quejaban ante el mismísimo Prigozhin de la falta de municiones y blindados. Pese a ello, lo cierto es que están intentando progresar en la zona de Yakolivka para rodear Soledar desde el norte, haciendo algunos progresos. Todo en un día en el que Rusia asegura haber destruido un par de HIMARS y causado decenas de bajas a los ucranianos en sendos ataques sobre Druzhivka, Putin ha exigido a Shoigú un informe sobre el suministro de equipación a las tropas participantes en la «Operación Militar Especial» y los Jefes de Estado Mayor ucraniano y estadounidense han mantenido una reunión telefónica para tratar sobre la ayuda militar estadounidense.
Uno de los temas recurrentes en la guerra de Ucrania es el relacionado con el apoyo foráneo a la causa de Kiev. La Federación Rusa lleva diez meses tratando de separar a los aliados de una y otra orilla del Atlántico, en la esperanza de que el eslabón más débil, es decir, las naciones europeas, presionen a Ucrania de cara a una negociación.
Por el momento los esfuerzos del Kremlin han sido baldíos y pese a que el efecto de la inflación ha generado y seguirá generando malestar (a pesar de la caída del precio del gas) y los arsenales se han resentido, las muestras de apoyo a Zelenski, a las Fuerzas Armadas y a la sociedad ucranianas siguen produciéndose día tras día, como queda claro en la segunda parte de este informe.
En los Estados Unidos también se ha hablado mucho sobre la denominada «fatiga de guerra» y no sin razón. En los últimos meses, especialmente a causa de las recientes elecciones, han sido muchas las tensiones pues no son pocos los políticos que han hecho campaña con la guerra y existen grupos de presión e ideológicos abiertamente contrarios a seguir prestando ayuda al país europeo.
Ahora bien, incluso así la ayuda ha seguido llegando y, lo que es más, se han aprobado importantes cantidades para 2023, pues el juego de Washington es el de intentar dejar claro a Moscú que en esta guerra por delegación, que está siendo inusitadamente barata para los Estados Unidos, el apoyo se va a mantener hasta que sea Rusia la que acepte al menos parte de las reclamas ucranianas.
Dicho de otra forma, no se percibe ese agotamiento que el Kremlin desearía, entre otras razones porque la política exterior rara vez ha determinado la vida política estadounidense, con una ciudadanía más preocupada siempre por la economía. Máxime cuando no llegan ataúdes, ni se percibe un riesgo para el país, incluso a pesar de la posibilidad de una escalada.
El problema aquí, como hemos explicado más de una vez, y mientras Rusia se prepara para nuevas movilizaciones a la vez que continúa aumentando el esfuerzo industrial, es que sigue sin haber una estrategia clara de salida al conflicto, o no se percibe. De hecho, todavía se debate abiertamente si se debería apoyar a Ucrania de cara a la recuperación de todos los territorios arrebatados por Rusia, incluyendo la península de Crimea. Eso incluso a pesar de las famosas «líneas rojas» rusas –que para algunos podrían ser inexistentes– o de la posibilidad de alargar la guerra más allá de lo razonable, comprometiendo el futuro de la propia ucrania, más necesitada de inversiones, desarrollo económico y adopción de estándares occidentales (transparencia, democracia…) que de algunos territorios.
Cambiando de tercio, en las últimas horas, mientras proseguía el recuento de cadáveres en Makiivka – en donde el ataque de los HIMARS ucranianos ha dejado seguramente más de un centenar de muertos – y se celebraban distintos actos en Rusia para recordar a los caídos, Rusia ha intentado compensar el golpe publicitando un ataque sobre un centro deportivo ucraniano y sobre un hotel ubicados en Druzhivka, en la región de Donetsk. Ataques en los que aseguran haber destruido entre otros dos lanzadores HIMARS, así como causado decenas de bajas.
El problema aquí, pese a que la información ha sido inmediatamente replicada por decenas de cuentas prorrusas en diversas redes sociales como Twitter e Instagram, es que las imágenes que se han publicado -a la espera de nuevas sobre lo ocurrido en el hotel- no hacen sospechar nada remotamente parecido. Lo único que se ve, además del pabellón atacado, son los restos de los tubos de ventilación y el aislante del techo caídos sobre el firme. Sin embargo, no han dudado en asegurar que se trataba de colchones y que los muertos eran abundantes.
Esto nos lleva un día más a lo ocurrido sobre el terreno. Comenzando por la zona de Troits’ke-Svatove-Kreminna, la acción parece haberse trasladado en los últimos días desde Kreminna, en donde los ucranianos habrían sido frenados en Dibrova, al norte, hacia Kupiansk -bombardeada hoy por la artillería rusa-, el noroeste de Svatove y Ploshchanka.
A la altura de Svatove los ucranianos siguen intentando progresar, mientras los rusos lanzan contraataques en Stel’makhivka. En el caso de Ploshchanka, los ucranianos están tratando de avanzar por esta zona después de que los progresos de las pasadas semanas en Dibrova se hayan estancado.
Más compleja es si cabe la situación en el área operacional de Bakhmut. Allí, pese a que posiblemente Wagner esté sufriendo un desgaste que no puede asumir ni siquiera en base a levas de presos, lo que ralentiza el ritmo de sus ataques, está sirviendo a los planes de Surovikin al provocar también severas bajas y consumo material a las Fuerzas Armadas ucranianas.
Así, a pesar de las quejas sobre la dificultad de avanzar en Bakhmut, en donde habría «una línea defensiva cada 10 metros» y de la escasez de municiones y blindados, siguen luchando con tenacidad y logrando pequeñas ganancias incrementales, en los últimos días a la altura de Yakolivka, desde donde tratan de rodear Soledar, localidad que beneficia a los defensores por su particular orografía. El asunto estriba en dilucidar si realmente Ucrania será capaz de repetir las jugadas del saliente de Izium y Severodonetsk en primavera y verano o está entrando en un intercambio de golpes que le perjudica, algo que es pronto para saber, máxime ante la ausencia de cifras fiables.
En cuanto al oeste de la ciudad de Donetsk, hoy apenas se ha combatido en la zona de Avdiika, concretamente a la altura de ruta Balka, y en en Mariínka. En esta última localidad, los ucranianos podrían haber recuperado algunos bloques en el centro de la urbe, moviendo la línea de frente ligeramente al este y contrarrestando los ligeros avances rusos de hace unas semanas. En cualquier caso, la situación se mantiene estable.
Por último, Ucrania ha proseguido atacando con cohetes guiados GMLRS distintos puntos de las regiones de Jersón y Zaporiyia, buscando dañar la logística rusa en el sur del país. Así, en las últimas horas se han registrado ataques en puntos como Tokmak, Hola Prestan o Veyki Kopani.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Abrimos la sección institucional y diplomática de la jornada 314ª de la guerra con la intervención del primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, en la sesión del Gobierno en la que ha presentado las 10 prioridades de Ucrania de cara a 2023 reiterando que será el año de la victoria del país.
- Apoyo del ejército, mantenimiento de la defensa y seguridad.
- Integración de Ucrania en la UE y la OTAN.
- El frente energético (superar el invierno, reparar los daños sufridos y garantizar el funcionamiento ininterrumpido de la infraestructura crítica).
- Restauración de Ucrania.
- Programas de estabilidad macrofinanciera y apoyo empresarial.
- Política de veteranos.
- Educación.
- Continuación de la reforma de descentralización.
- Introducción de la acumulación obligatoria de pensiones y reforma de los mercados bursátil y de capitales.
- Reforma de la gestión de la propiedad estatal y reforma de la administración pública.
Asimismo, ha enfatizado que el Gobierno destinará la mitad del presupuesto nacional para proveer todo lo que necesitan las AFU:
“Todos los impuestos que paguen los ciudadanos y las empresas se destinarán a la defensa y la seguridad. Nuestro ejército será aún más fuerte. Aceleraremos nuevos programas de producción y adquisición de armas y equipos”.
Siguiendo la estela de Shmyhal, el presidente de Lituania, Gitanas Nausèda, ha anunciado precisamente que “2023 será el año en el que Ucrania derrota a Rusia” y que Vilna seguirá proporcionando ayuda militar a Kiev.
Por su parte, el presidente Volodímir Zelenski, ha mantenido varias conversaciones telefónicas con los líderes de Noruega, Reino Unido y Países Bajos. Jonas Gahr Støre, primer ministro de Noruega, le ha asegurado a Zelenski el apoyo financiero “completo y continuo” de Oslo a Kiev, así como el apoyo a la legítima defensa del país. El líder ucraniano por su parte le ha agradecido el apoyo brindado en lo que concierne a la infraestructura energética y por financiar las entregas de gas necesarias para superar el invierno. En este punto es importante recordar que, como consecuencia de la guerra de Ucrania, Noruega ha pasado a ser, además, el proveedor principal de gas de la UE.
Respecto a la conversación con el premier británico Rishi Sunak, se ha centrado en la búsqueda de vías para lograr una mayor cooperación en defensa. Además, han acordado intensificar los esfuerzos para acercarse a la victoria. Ya habrían tomado decisiones concretas al respecto, si bien no se han hecho públicas por el momento.
Por último, en su conversación con el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha discutido sobre el riesgo de la escalada en el frente y los posibles desafíos, pero también sobre las necesidades de defensa ucranianas para ofrecer una respuesta adecuada. En este sentido, Zelenski ha enfatizado que cuentan con pasos concretos de los socios para maximizar el apoyo a Ucrania en la próxima reunión bajo el formato de Ramstein. Es obligado puntualizar que estas, junto con la llamada ayer con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han sido las primeras conversaciones del año con líderes europeos si bien destaca que del bloque de la UE haya elegido a Países Bajos antes que a Alemania o Francia.
Mientras tanto, Yuliia Svyrydenko, viceprimera ministra y ministra de Economía de Ucrania, se ha reunido con Frank-Walter Steinmeier, presidente de Alemania, en Brasilia durante la ceremonia de toma de posesión del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Durante su encuentro Steinmeier ha asegurado “un mayor apoyo incondicional” al estado, integridad territorial y soberanía de Ucrania y han discutido fundamentalmente la Fórmula de Paz propuesta por el presidente Zelenski. A modo de recordatorio, la Fórmula de Paz se asienta sobre 10 puntos específicos:
- Seguridad radiológica y nuclear. Prevé, en particular, la protección de Ucrania contra el chantaje nuclear de Rusia;
- Seguridad alimentaria. Los países del mundo deben consolidarse para superar la crisis alimentaria, los alimentos deben ser entregados a los países donde se necesitan sin obstrucciones;
- Seguridad energética. Prevé la introducción de un límite de precio para los recursos energéticos rusos;
- Liberación de todos los presos y deportados;
- Implementación de la Carta de la ONU y restauración de la integridad territorial de Ucrania y el orden mundial. Rusia debe reafirmar la integridad territorial de Ucrania en el marco de las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de la ONU;
- Retirada de las tropas rusas y cese de hostilidades. Ucrania debe recuperar el control de todos sus territorios dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas;
- Justicia. Compensación por los daños causados a Ucrania y castigo a los responsables de desencadenar la guerra;
- Restauración y protección de la naturaleza. Creación de una plataforma para evaluar el daño ambiental causado por la guerra y un conjunto de medidas de restauración;
- Prevenir la escalada en el futuro. Fijar elementos clave de la arquitectura de seguridad de la posguerra en el espacio euroatlántico, incluidas las garantías para Ucrania;
- Confirmación del fin de la guerra.
Durante su visita, la ministra de Economía también se ha reunido con el ministro de Agricultura de Brasil, Carlos Fávaro, para discutir el acceso al mercado brasileño de productos alimentarios ucranianos, la coordinación de los esfuerzos en la exportación de materias primas agrícolas y la cooperación en el mercado de fertilizantes. De hecho, Yuliia Svyrydenko ha puesto de relieve que incluso durante la guerra Ucrania ha logrado exportar 285.000 toneladas de fertilizantes nitrogenados y que podrían organizar el suministro a Brasil.
Por otro lado, se espera que los defensores del Pueblo de Ucrania y de Rusia, respectivamente, se reúnan a finales de enero para discutir un intercambio de civiles bajo investigación criminal.
A colación debe destacarse que hasta 3.392 militares y civiles ucranianos están bajo el cautiverio ruso.
En otro orden de cosas, Gazprom Rusia ha comentado que hoy enviaría 42,2 millones de metros cúbicos de gas a Europa a través de Ucrania. No obstante, este es el volumen de exportación que ha venido siendo habitual los últimos días.
Por último, merece la pena señalar que continúan las polémicas en torno a las empresas francesas por mantener sus servicios en Rusia. Hoy ha sido el turno de Bonduelle, grupo empresarial al que se acusa de haber enviado paquetes de comida a los soldados rusos, incluyendo mensajes de felicitación. No obstante, la empresa francesa deniega tales hechos. Por su parte, el grupo Gaztransport & Technigaz (GTT) ha anunciado que suspenderá sus actividades en Rusia tras entrar en vigor el último paquete de sanciones de la UE que incluyen la prohibición de servicios de ingeniería con empresas rusas. En particular, GTT mantenía un contrato con la naviera rusa Zvezda para la construcción de 15 buques gaseros rompehielos.
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