Cumplidos diez meses desde el inicio de la guerra, prosigue el estancamiento y el constante reguero de bajas por ambas partes. Un bombardeo ruso sobre el centro de la ciudad de Donetsk ha dejado al menos una decena de civiles ucranianos muertos y más de medio centenar de heridos, así como las dantescas imágenes tan tristemente habituales. En el exterior, el Congreso estadounidense ha aprobado finalmente el proyecto de ley presupuestaria que permitirá destinar hasta 45.000 millones de dólares a Ucrania, mientras en el país se sigue debatiendo cuál es la mejor forma de proporcionarla.
Como era de esperar, el Congreso estadounidense ha dado luz verde a la Ley de Presupuestos de 2023, que incluye una partida de hasta 45.000 millones de dólares destinada a seguir ayudando militar, económica y humanitariamente a Ucrania. Esta cifra, no solo permitirá enviar más material, sino también rellenar los almacenes estadounidenses, que han notado el gran volumen de armamento enviado hasta ahora a su aliado europeo, lo mismo que otros estados aquí en el Viejo Continente.
Con esa cantidad, además, seguramente se implemente el cacareado programa de formación de personal militar ucraniano, muy necesario si desde Washington pretenden que las AFU alisten unidades nuevas de cara a las campañas del próximo año. Además, las AFU deben ser capaces de reponer las pérdidas, pues la ofensiva de Jersón fue muy costosa en bajas, tanto humanas como materiales, al igual que lo está siendo la batalla de desgaste que continúa librándose en la zona de Bakhmut.
En relación con esto es interesante valorar hasta qué punto -al menos por ahora- es beneficioso convertir a las AFU en un ejército más parecido al estadounidense o a cualquiera de corte occidental y si es lo más adecuado. Michael Kofman ha hablado recientemente sobre ello y, en términos generales, consideramos que lleva razón, pues en su mayoría las AFU siguen siendo una fuerza de herencia soviética y sin los mismos apoyos y multiplicadores no se puede esperar que libren una guerra como lo haría el US Army.
Así pues, deberá encontrarse un camino intermedio, basado en la artillería de precisión, un mejor ISR y Mando y Control, la que posiblemente sea a estas alturas la mejor infantería de Europa y el aprovechamiento de los relativamente escasos medios acorazados de que disponen. No olvidemos que pese a los errores y las pérdidas, su enemigo está reorganizándose, Surovikin ha impuesto la cordura de la que Rusia ha carecido durante meses, ahora es el Ejército ruso el que se beneficia de la defensiva y por una vez están tomándose cierto tiempo para entrenar a parte de los «mobiks» y reconstituir unidades en condiciones, dentro de sus posibilidades, mientras Wagner carga con el peso de los combates.
Mientras esto se decide, la guerra sigue, sin demasiados movimientos sobre el terreno. Al norte, en la línea Troits’ke-Svatove-Kreminna no parecen haberse producido combates. Desde los medios y cuentas proucranianas se insiste en que las AFU están más cerca que nunca de Svatove e incluso en que la administración rusa ya ha huido de allí, aunque no son afirmaciones nuevas. Aun así, las AFU sí estarían logrando avances en la zona de Stel’makhivka.
Entre Lysychansk y Bakhmut, se han registrado ataques rusos desde Berestove en dirección a Vyimka, desde Yakolivka hacia Vesele y Rozdolivka y en dirección a Soledar y Bakhmutske en la zona norte. En la ciudad, los ataques rusos han tratado de progresar hacia Pidhorodne, el este de la ciudad y hacia Opytne, localidad cuyo centro parece estar bajo sólido control ucraniano y donde las AFU intentan expulsar a las tropas de Wagner que puedan quedar. Al sur, los ataques se han dirigido hacia Klishchiívka y el oeste de Ozarianivka, así como hazia Druzhba.
En Donetsk, los combates se han concentrado en los puntos habituales, como Pisky y Mariínka, sin que se hayan registrado movimientos. Los ucranianos, por su parte, han bombardeado un día más el centro de la capital regional, lo que ha dejado hoy dos nuevos civiles heridos.
Al sur, una decena de civiles han perecido y medio centenar han resultado heridos a causa de un bombardeo ruso sobre el centro de la localidad de Jersón, que ha dejado imágenes dantescas. Las explosiones no han alcanzado objetivo militar alguno, sino que se han dirigido directamente contra edificios residenciales.
Por último, y como curiosidad, miembros del regimiento extremista Azov han rendido honor a sus caídos en un acto celebrado hace unas horas que ha dejado algunas imágenes espectaculares, aunque con una iconografía y una puesta en escena que estremece, pues recuerda a otra época todavía más oscura que la actual. Pese a todo, hay que decir en honor a la verdad que todo lo relativo a este grupo, al igual que ocurre con otras unidades y fuerzas del bando ruso, está totalmente mediatizado por la propaganda del bando contrario. No hay más que leer lo que escriben desde fuentes por ejemplo israelíes para ver que no todos tienen la misma percepción sobre Azov.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En vísperas de Nochebuena, la actividad institucional y diplomática ha disminuido considerablemente en comparación con la que hemos presenciado otros días de esta semana.
Desde Ucrania destacan principalmente las declaraciones del presidente Volodímir Zelenski. De un lado, ha transmitido un mensaje de Navidad para animar y motivar a la población en estos días festivos.
De otro, tras los ataques en el centro de la ciudad de Jersón ha comentado que esto “es terror, es matar por intimidación y placer” por lo que considera que “El mundo debe ver contra qué mal absoluto estamos luchando” en referencia al contenido gráfico sensible que publicaba acompañando estas declaraciones. Por el momento, 10 civiles adultos han perdido la vida en este ataque.
En relación con dichos ataques el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, ha enfatizado que “el bombardeo bárbaro de Jersón por parte de terroristas ruso no es solo otro crimen de guerra, sino también una venganza contra sus residentes que resistieron la ocupación y demostraron al mundo entero que Jersón es Ucrania”. En este sentido considera que “Ucrania podrá evitar tales tragedias si tiene más medios de guerra de contraataque, más artillería y más municiones de largo alcance” añadiendo que “así, los asesinos rusos serán castigados y expulsados de Ucrania”.
En lo que concierne a la ayuda, el gobierno de Suiza destinará 14 millones de francos suizos para financiar y suministrar elementos de fijación de rieles para la restauración de la infraestructura ferroviaria y el buen funcionamiento del transporte ferroviario en Ucrania en 2023.
Además de lo anterior, los Emiratos Árabes Unidos enviarán hasta 2.500 generadores eléctricos a Ucrania. Por de pronto, los 1.200 primeros serán enviados hoy mismo a Varsovia, siendo el resto transferidos a Ucrania en enero de 2023. Estos envíos se financiarán como parte del paquete de 100 millones de dólares en ayuda humanitaria comprometido por los siete emiratos a Ucrania.
La empresa estatal de adquisiciones médicas de Ucrania, por su parte, ha confirmado la compra de 13 vehículos blindados para emplearse por los médicos militares ucranianos. De hecho, los 124 millones de grivnas que ha supuesto la compra se han obtenido mediante donaciones a través de la plataforma United24.
Por otro lado, las campañas de crowdfunding siguen en marcha. La Fundación Come Back Alive que ya ha lanzado otras iniciativas, ahora pone en marcha una nueva campaña de recaudación de fondos para poder suministrar sistemas de reconocimiento y ataque a 31 Brigadas de las AFU. Así pues, deben recaudar 333 millones de grivnas. Cada cojunto que planean enviar estaría compuesto, entre otros, de 6 morteros de 120 mm, 3 SUV, 14 radios, 3 cuadricópteros DJI Mavic 3, 3 terminales de Starlink y dispositivos de visión nocturna.
Por último, numerosas personas a título individual o mediante organizaciones civiles siguen pidiendo fondos para Ucrania. Por ejemplo, hoy se ha confirmado que Pink Floyd ha recaudado 600.000 dólares.
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