Guerra de Ucrania – Día 303

Llegada ya la víspera de Nochebuena -y del décimo mes desde el inicio de la invasión- la guerra de Ucrania no se detiene, incluso a pesar del estancamiento sobre el terreno. Una guerra que está sirviendo para reconfigurar el orden mundial de una forma no vista desde hace décadas. Solo así se entiende que Marruecos, un país que no ha acudido a ninguna de las votaciones relativas a la guerra, pueda haber accedido a entregar recambios para los T-72 ucranianos o a participar en la operación organizada por los EE. UU. y los Países Bajos que permitirá enviar 90 carros más a Ucrania, por más que no haya confirmación oficial.

A estas alturas, quien más quien menos, e independientemente de las inclinaciones ideológicas, tiene claro que la guerra de Ucrania es una guerra proxy o por delegación comenzada por Rusia y posteriormente aprovechada por los aliados de Ucrania para hacer «bloodletting» (sangrar) a Moscú, que sufre enormes bajas y no puede alcanzar sus objetivos, impotente ante la ayuda recibida por Kiev.

Una guerra que va mucho más allá de Ucrania, pues lo que se juega es, frente a estados revisionistas como Rusia, la supervivencia de un orden mundial basado en reglas que surgió tras la Segunda Guerra Mundial y que ha estado sostenido por los Estados Unidos desde entonces, como nación más poderosa de lo que damos en llamar Occidente (aunque incluya a otros estados como Japón, Corea del Sur o Australia). De ahí que la guerra de Ucrania sea mucho más importante y esté siendo el destino de muchísimos más recursos que otros conflictos recientes, también por delegación, como el de Siria o el de Libia.

Solo así se entiende que un estado como Marruecos, que ha intentado mantenerse totalmente al margen hasta el punto de ausentarse de las votaciones en las Naciones Unidas relativas a la guerra, haya terminado (aunque falta la confirmación oficial) participando en una operación organizada por los Estados Unidos y los Países Bajos, destinada a suministrar carros de combate T-72 y repuestos para estos, a las Fuerzas Armadas Ucranianas.

También el creciente grado de apoyo de estados como los propios Países Bajos, en principio con muy pocos intereses en Ucrania y que, sin embargo, han anunciado que el próximo año otorgarán ayudas por valor de 2.500 millones de euros, multiplicando sin ir más lejos lo aportado por España, cuya economía es bastante mayor.

No dejan pues de delinearse bloques, cada vez más monolíticos y enfrentados, estando las relaciones entre Moscú y Washington posiblemente en el punto más bajo en muchas décadas, como reconocen los propios diplomáticos rusos. Pese a ello, décadas de estudio mutuo y de competición, han creado toda una serie de reglas, algunas de ellas no escritas, que mantienen cualquier conflicto dentro de unos límites. Esto explica por qué pese al enorme volumen de ayuda aprobado por los EE. UU. para el próximo año, la «lista de deseos» ucraniana relativa al armamento no parece que vaya a ser satisfecha a corto plazo.

Un término, el de los límites, que gusta muchos a los realistas como Henry Kissinger quien pese a ser vilipendiado por muchos, es una figura siempre a tener en cuenta. De ahí que hace unos días haya hecho una propuesta que no ha gustado nada en Kiev, pues pasa por volver al 24 de febrero, es decir, ceder gran parte del Dombás y Crimea a los rusos. Eso sí, como es habitual en él, buscando siempre el «equilibrio», lo que en este caso pasa por la entrada de Ucrania en la OTAN, como forma de evitar que un líder expansionista como Putin se lleve por delante la estabilidad del continente.

Opinión, por cierto, radicalmente contraria a la de otro ilustre realista, en este caso el padre del realismo ofensivo, John Mearsheimer, quien sostiene que los Estados Unidos son los principales responsables de la actual guerra, debido a su política de los últimos años respecto a Ucrania y la entrada de esta en la OTAN y cada vez es más radical en sus postulados.

Cambiando de tercio, y dejando de lado discusiones interesantes, pero que quedan muy lejos del terreno, pasamos a relatar lo acaecido hoy en el campo de batalla. Allí, comenzando por el norte, hoy se habrían producido algunas escaramuzas entre Sumy y Járkov, concretamente en la zona de Vysoke, así como en las inmediaciones de Khatne, al este de Járkov. Ambas son localidades fronterizas con Rusia y apunta a que son maniobras de distracción rusas más que otra cosa, pues sigue habiendo sólidas razones para pensar que no habrá ofensiva rusa desde el norte.

En la línea Troits’ke-Svatove-Kreminna, se han producido ataques rusos en dirección a Stel’makhivka, Nadiya y Andriívka, mientras que los ucranianos habrían tratado de tomar Kilomiyichyka y Kuzemivka, al noroeste de Svatove. También se ha combatido en Ploshchanka, Chervonopopivka y Dibrova, al suroeste de Kreminna, que por el momento continúa en poder ruso.

Más al sur, entre Lysychansk y Bakhmut, se han registrado intentos rusos en dirección a Novoselivka, así como a Soledar, Bakhmutske, el este de Bakhmut y ya en Gorlóvka, hacia Mayorsk y Niu-York. No hay cambios.

En Donetsk, los ataques han seguido la dirección de los de estos últimos días, hacia Permovais’ke, Krasnohorivka y Mariínka, mientras colea todavía el bombardeo ucraniano de ayer que culminó con Dmitry Rogozin herido –puede que más grave de lo que se creía-. Sin cambios.

Por último, es obligado comentar algunas noticias que se han producido a lo largo del día. En primer lugar, el atentado con coche bomba en Melitópol, que ha concluido con dos operativos del FSB ruso heridos. La otra noticia relevante del día, aunque no tiene que ver con las operaciones militares, es el derribo del teatro dramático de Mariúpol, con lo que ya será prácticamente imposible investigar el bombardeo ruso que costó la vida a un enorme número de civiles el pasado 16 de marzo.

También la identificación del helicóptero destruido en la isla de las Serpientes, que desde fuentes prorrusas afirmaron en su día que era ucraniano y por tanto la demostración de un ataque fallido por parte de las AFU a la isla y que, finalmente, se ha demostrado que era ruso.

Para finalizar, os enlazamos este artículo en el que se habla sobre la efectividad de los radares y misiles aire-aire rusos en la guerra, especialmente de los Su-30M y Su-35S, frente a los que los pilotos ucranianos se encontrarían indefensos.

Mapa de situación actualizado a 23 de diciembre de 2022. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La jornada previa a que se cumplan 10 meses de guerra llega con nuevos anuncios de ayuda militar a Ucrania, destacando especialmente el caso de Marruecos. 

El país alauita ha decidido brindar ayuda militar a Ucrania que, sin ser de lo más vistosa, pues se trata de piezas de recambio para los carros de combate T-72, supone un hecho significativo. Es reseñable puesto que Marruecos se erige como el primer país africano que envía ayuda de este tipo desde que comenzase la invasión, abandonando la neutralidad que África ha mantenido hasta ahora. Un hecho que, además, en el caso de Rabat se ha podido apreciar en las propias votaciones en la Asamblea General de Naciones Unidas en las que en ninguna de las resoluciones adoptadas en relación con la guerra de Ucrania ha emitido su voto (un hecho que hemos venido criticando en numerosas ocasiones al igual que destacado aquellos países que de manera sistemática se han abstenido o votado en contra). 

Sin embargo, debemos señalar igualmente que este envío se produciría a petición de Estados Unidos, aunque por el momento no hay confirmación por parte de las autoridades marroquíes. Tampoco hay confirmación sobre los rumores que los carros de combate que se van a entregar a Ucrania y que se están reacondicionando en República Checa formaban parte de un contrato con Marruecos. Asimismo, hay que tener en cuenta que Estados Unidos y Países Bajos habían llegado a un acuerdo con República Checa para trasferir un total de 90 carros a Ucrania.  

Esta noticia llega precisamente el día en el que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski ha anunciado que Ucrania abrirá 10 nuevas embajadas en África el próximo año con el propósito de reforzar la presencia del país en el continente, así como fortalecer los lazos comerciales con los estados africanos. De hecho, como consecuencia de la crisis alimentaria ocasionada por el bloqueo de los puertos ucranianos del Mar Negro por parte de Rusia, Ucrania ha tratado de reforzar y/o comenzar sus relaciones con los países africanos y la Unión Africana. No obstante, estos países, y pese a visitas de diplomáticos como Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania, o la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas Greenfield, no han tomado por ahora partido en la guerra. 

De igual forma, durante la Conferencia de Embajadores de Ucrania Zelenski ha anunciado que Ucrania se ha propuesto crear la Agencia Ucraniana de Ayuda Internacional dado que considera que el país “debe convertirse en el actor que responda a las crisis en el mundo”. 

Volviendo sobre la ayuda, desde Países Bajos ha precisamente su primer ministro, Mark Rutte, quien anunciado hoy un nuevo paquete de ayuda militar, humanitaria y diplomática por valor de 2.500 millones de euros para 2023. Asimismo, Ámsterdam está contribuyendo – y continuará haciéndolo – tanto a la reparación y reconstrucción de infraestructuras críticas de Ucrania, así como a la investigación de los crímenes de guerra cometidos en su territorio. 

Por otro lado, en Estonia también han aprobado un nuevo paquete de ayuda militar que incluirá drones, uniformes de invierno y equipos de protección individual.  

Asimismo, el primer grupo de mecánicos militares ucranianos ha completado un curso de capacitación de dos semanas en Lituania para aprender a reparar obuses autopropulsados PzH 2000 de origen alemán.

Continuando con otro tipo de ayuda, el Ministerio de Sanidad de Ucrania y el Banco Mundial firman un acuerdo de préstamo por valor de 100 millones de euros en el marco del lanzamiento de un nuevo proyecto sobre la restauración del sistema de atención médica. En particular, el Proyecto de Mejora de la Salud y Salvamento (HEAL) en Ucrania. Además del préstamo también han firmado un acuerdo de subvención no reembolsable por un importe de 10 millones de dólares del Fondo de Financiación Global. En suma, el proyecto gracias a los fondos recaudados podrá iniciarse con 500 millones de dólares. 

El gobierno de Ucrania también espera la aprobación por parte de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos del paquete de apoyo para 2023 que ascendería a 45.000 millones de dólares y se destinarían a asistencia militar, económica y humanitaria. Esta cantidad, como ya comentamos en informes anteriores, está incluida en el presupuesto federal de EE. UU. para el próximo año. De hecho, se espera que este paquete de ayuda reciba luz verde hoy. 

La Comisión Europea también ha hecho entrega de 66 millones de euros comprometidos para la reconstrucción de las escuelas ucranianas como parte de su ayuda de 100 millones. 

De otro lado, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha señalado que el programa de asistencia de invierno ya ha cubierto a más de 1 millón de personas en Ucrania. 

También es interesante comentar que el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, ha hablado hoy con el primer ministro surcoreano Han Duck-soo sobre los desafíos que supone la guerra y la necesidad urgente de recibir equipos de energía. Asimismo, han discutido las “áreas prometedoras” de cooperación entre Ucrania y Corea del Sur, incluida la reconstrucción una vez finalice el conflicto. 

Para concluir, en paralelo, las acusaciones del gobierno de Canadá son contra el país vecino, Corea del Norte. La ministra de Exteriores canadiense, Mélanie Joly, ha condenado las entregas de armas de Corea del Norte a Rusia haciendo especial hincapié en que la transacción de Pyongyang con el grupo Wagner “viola claramente el derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”. A esto ha añadido que seguirán “trabajando con socios internacionales para abordar estos desarrollos y responder a más entregas de armas en caso de que ocurran”. Durante el día de ayer la Casa Blanca también respaldó estas afirmaciones relativas a que el grupo Wagner ha recibido armas de Corea del Norte. 

Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Corea del Norte ha negado estos hechos calificando un informe publicado al respecto como “infundado” y denunciando a EE. UU. por suministrar armamento a Ucrania:

“El informe falso de los medios japoneses de que la RPDC ofreció municiones a Rusia es la pista falsa más absurda, que no merece ningún comentario o interpretación”.


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