Los combates han seguido centrados en el este del país, en torno a Kreminna y Bakhmut, manteniéndose el alto número de bajas, pero con las líneas de frente estables. Las Fuerzas Armadas ucranianas prosiguen con sus contraataques al este de Bakhmut con la intención de volver a situar el frente en las posiciones previas a la rotación de tropas. Además de lo anterior, la campaña rusa de destrucción de la economía ucraniana podría provocar que el país necesitase hasta 2.000 millones de dólares adicionales al mes para mantenerse en guerra, mientras los EE. UU. estudian el envío de kits JDAM y aumentar sustancialmente la ayuda relativa a entrenamiento para los militares ucranianos.
En las últimas horas, además de las noticias en algunos casos rutinarias procedentes del campo de batalla, la mayor parte de la información relativa a la guerra tiene que ver con la ayuda exterior o bien con la previsible necesidad de esta por parte de Ucrania, así como con las sanciones.
El de la ayuda exterior es un tema clave que determinará el devenir del conflicto, como explicamos en el análisis prospectivo sobre la guerra de Ucrania que hemos elaborado junto a los profesores Javier Jordán y Alberto bueno y que podéis descargar en el siguiente enlace:
Con la infraestructura crítica destrozada por meses de ataques rusos, la actividad económica se ha ralentizado notablemente, lo que si bien difícilmente detendrá el esfuerzo bélico, ya que este depende más de sus aliados que de la propia Ucrania, impondrá costes. De hecho, la estrategia de Surovikin parece clara, buscando aumentar los costes de la guerra para los aliados de Kiev, intentando que el «cansancio de guerra» haga mella y de esta forma, más temprano que tarde, aumente la presión para una negociación. Todo eso sin menoscabo de reconstituir al Ejército ruso de cara a lanzar nuevos ataques más adelante, claro está.
Volviendo sobre la economía, estamos hablando de una caída del Producto Interior Bruto ucraniano que podría alcanzar incluso el 50% en 2022, lo que tendrá un impacto notable sobre las cuentas del país y su capacidad de mantener la lucha. De hecho, se habla de necesidades adicionales de hasta 2.000 millones de dólares al mes en ayuda financiera para cubrir los gastos del Estado, a sumar a los 55.000 millones de dólares en asistencia que se calcula necesitará en 2023. No es de extrañar que Zelenski y sus generales aseguren que la guerra pende de un hilo, se muestren convencidos de que Rusia planea una nueva ofensiva en enero y aseguren que la movilización rusa ha funcionado (aunque obviamente les interesa presentar una situación peor de lo que es en realidad para así recibir cuanta más ayuda, mejor).
Lo segundo, con la ayuda militar. Hoy ha saltado la noticia de que los Estados Unidos estarían planteándose el envío de kits de guiado JDAM a Ucrania. De contar con ellos, Ucrania ganaría un activo muy valioso, aunque también requeriría de un gran esfuerzo por parte de su aviación, que está ya en condiciones bastante precarias tras meses de pérdidas y desgaste. En cualquier caso, acoplados a bombas de caída libres de 2.000 libras, permitirían hacer mella en muchas de las fortificaciones y líneas defensivas que Rusia está construyendo, a diferencia de los GMLRS de los HIMARS o los Excalibur de 155mm, muy precisos, pero con una capacidad destructiva mucho menor. Además, difícilmente podría considerarse una escalada, ya que no son como los misiles, sino que su alcance depende de la capacidad de la aviación para ponerse sobre el objetivo y lo único que hacen es mejorar la precisión.
La otra noticia reseñable en relación con la ayuda exterior tiene que ver con los planes de Estados Unidos para incrementar de forma sustancial su apoyo en forma de entrenamiento a las tropas ucranianas. Hace unos días ya comentamos esta posibilidad, que ahora parece más cerca de concretarse. Lo más interesante del caso, es que no solo querrían formar a un buen número de tropas, sino que en lugar de hacerlo de forma individual, ofreciendo entrenamiento a cada soldado, buscarían formar a unidades más grandes, incluso de tamaño batallón.
Todo mientras en el país siguen discutiendo acerca de la forma en la que se envía la ayuda y especialmente sobre los planes de contingencia estadounidenses, ya que el problema no es enviar tal o cual cantidad de sistemas a Ucrania, sino que la capacidad productiva no es la adecuada y urge tomar medidas.
En lo concerniente al campo de batalla, y mientras son cada vez más los que sostienen, como hemos venido haciendo nosotros, que Rusia se prepara para lanzar nuevos ataques en los próximos meses, se continúa luchando en todo el este de Ucrania. Así, en la línea Troits’ke-Svatove-Kreminna, se ha combatido la zona de Kotlyanivka, Volodymyrivka y Kuzemivka, al noroeste de Svatove. Ya en la zona más meridional y cercana a Kreminna, se ha seguido luchando en las inmediaciones de Chervonopopivka y Dibrova, en donde los ucranianos han lanzado sendos ataques, mientras las tropas rusas hacían lo propio en Bilohorivka.
Entre Lysychansk y Bakhmut, se han registrado ataques rusos, así como de las unidades de Wagner, los chechenos y los milicianos en dirección a Verkhn’okam’yans’ke, Soledar, el este de Bakhmut y Klishchivka, ya al sur. Los ucranianos, por su parte, han contraatacado también en algunos de estos puntos, intentando restablecer las líneas anteriores a la rotación de tropas, empleando para ello alguna de las nuevas unidades, como contamos ayer, pero también a voluntarios extranjeros, como los procedentes de Georgia.
En Donetsk, se ha combatido en Krasnohorivka, Mariínka, en dirección a Pobjeda y también hacia Novomykhailivka.
A lo largo del día también se han registrado nuevos ataques en profundidad ucranianos sobre la retaguardia rusa en las regiones de Zaporoyia y Donetsk, con la intención de erosionar la logística rusa. Así, habrían resultado alcanzadas Tokmak, Berdyans’k, Polohy y a última hora habría explotado un depósito de municiones en Irmino, en este caso en la óblast de Lugansk.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Mientras se han escrito estas líneas aún no ha concluido el último Consejo Europeo de 2022 que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Bruselas. Entre la agenda de hoy, discutir los últimos acontecimientos en Ucrania y sobre cómo ayudar al país a pasar el invierno. Por tanto, el debate está girando sobre continuar brindando asistencia política, militar y humanitaria y en materia de protección civil, pero también sobre cómo ayudarles a reparar su infraestructura crítica. Por otro lado, la cuestión energética también estará sobre la mesa, al igual que mantendrán un debate estratégico sobre la vecindad meridional (Argelia, Israel, Libia, Marruecos, entre otros) y harán un balance sobre los últimos avances en Defensa.
El presidente Zelenski ha destacado durante su intervención ante los líderes de los Veintisiete que el apoyo macrofinanciero a Ucrania y el refuerzo de las sanciones de la UE contra Rusia también son armas en defensa de la libertad, además de hacer un repaso por los desafíos a los que se ha enfrentado Ucrania desde que se le concedió el estatus de candidato oficial a la adhesión a la UE. Así pues, señala que “Los próximos seis meses serán decisivos en muchos aspectos en el enfrentamiento que inició Rusia con esta agresión” y “exigirán de nosotros esfuerzos aún mayores que este tiempo pasado”. En esta línea esboza los principales puntos en los que espera recibir apoyo y ayuda de los socios de la UE:
- Derrotar el “terror energético” de Rusia en todas sus formas, incluyendo la adopción de “límites efectivos para el petróleo, los productos derivados del petróleo y el gas de Rusia” que priven definitivamente al “estado terrorista” de financiar la guerra a expensas del mercado global.
- La resiliencia invernal de Ucrania a través de ayuda para garantizar el suministro energético a los ucranianos y de apoyo en la compra del volumen de gas que están utilizando para compensar otros daños.
- Apoyo defensivo que “no debe ser menos que en los últimos seis meses”, incluyendo además más armas modernas y suministros. Además, ha pedido a los Estados miembros que decían qué pueden hacer específicamente para aumentar el suministro de sistemas de defensa antiaérea y antimisiles.
- Apoyar la Fórmula de Paz propuesta por Ucrania.
- “Una tarea basada en valores” o, en otras palabras, que los Estados miembros aceleren el proceso de evaluación de las recomendaciones implementadas por Ucrania que le permitirán proceder a la apertura de las negociaciones de adhesión a la UE.
A colación de este último punto, los dirigentes de la UE han acordado otorgar a Bosnia y Herzegovina el estatus de candidato oficial a la adhesión. En palabras del Alto Representante: “Hoy, nosotros confirmamos que el futuro de Bosnia y Herzegovina reside en la UE”. Por su parte, Kosovo ha enviado su solicitud de adhesión a la UE pese a que cinco Estados miembros no lo reconocen como estado independiente, a saber: España, Rumanía, Eslovaquia, Grecia y Chipre.
Por supuesto, Zelenski ha pedido la adopción del noveno paquete de sanciones de la UE aunque Josep Borrell no esperaba que su aprobación se produjese en el Consejo Europeo de hoy. Petición que se suma a la del ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, sobre la propia implementación de las sanciones:
“Los intentos de permitir que los oligarcas y las empresas rusas se aparten de las sanciones ya impuestas por la UE dan un golpe a todo el régimen de sanciones, socavan el apoyo a Ucrania y nuestro esfuerzo conjunto para detener la maquinaria de guerra de Putin. Nos oponemos firmemente a ellos y agradecemos a los miembros de la UE que también lo hacen.”
Desde Washington también se han adoptado hoy sanciones contra oligarcas, especialmente Potanin (ex viceprimer ministro de Rusia) y su entorno, así como su empresa Interros que está presente en casi todos los sectores de la economía rusa. Asimismo, las nuevas sanciones se dirigen contra cinco funcionarios de Russian Railways (empresa estatal rusa), miembros del gobierno de la Federación y ciertos familiares, así como una entidad asociada, pero también contra las autoridades designadas por Rusia en Ucrania.
Sobre la ayuda militar, hoy sí ha habido novedades. Alemania ha actualizado su listado semanal de ayuda enviada y/o en fase de preparación/planificación y destaca que se han enviado misiles para los sistemas antiaéreos IRIS-T sin especificar una cifra concreta, 2 vehículos de recuperación Bergepanzer 2 ARV, 30.000 disparos de 40 mm, 5.000 de 155 mm, 4 ambulancias y 18 camiones 8×8.
Por otro lado, la alemana Rheinmetall ha anunciado la construcción de una nueva fábrica para producir munición, por lo que de este modo se sortearía el veto suizo que le impide en estos momentos enviar municiones para los Gepard.
Por su parte, Noruega enviará 10 puentes a Ucrania por valor de 30 millones de coronas noruegas como ayuda humanitaria que permitirán contribuir a la restauración del tráfico en áreas gravemente dañadas por la guerra. Esta donación permitirá, entre otras cosas, garantizar la entrega de carga humanitaria, el paso de ambulancias, equipos de reparación e incluso la evacuación de la población.
El primer ministro ucraniano Denys Shmyhal tras reunirse con el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas y Coordinador de Ayuda de Emergencia, Martin Griffiths, ha confirmado que la ONU ha proporcionado 4.500 millones de dólares en apoyo humanitario este año 2022.
Asimismo, Shmyhal ha aprovechado la ocasión para pedir nuevamente a los socios de Ucrania que apoyen la expansión de la Iniciativa de Granos a los puertos de Nicolaiev y Olvia, enfatizando que durante los últimos cuatro meses y medio 554 barcos cargados con 13,9 millones de toneladas de productos agrícolas ucranianos han podido ser enviados.
Por su parte, Griffiths ha señalado que Naciones Unidas está dispuesta a ayudar al gobierno ucraniano a reiniciar la economía, recuperar el sector privado y aumentar la cantidad de empleos, pero también ha subrayado la importancia de implementar programas de desminado. Sin embargo, no contempla que a corto plazo sea posible ampliar la Iniciativa a otros productos ucranianos.
La UE por su parte ha asignado también 50 millones de euros para la rehabilitación de la infraestructura crítica de Ucrania en el marco de la acción NEFCO (the Nordic Green Bank) fundado por los gobiernos de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia.
Por último, el Parlamento Europeo durante la sesión plenaria en Estrasburgo ha aprobado la resolución en virtud de la cual se reconoce el Holodomor como genocidio del pueblo ucraniano.
Por su parte, Polonia ha designado a Rusia como estado patrocinador del terrorismo uniéndose así a Estonia, Letonia, Lituania, República Checa, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y al propio Parlamento Europeo. Además, el Parlamento polaco concluye que Rusia es “directamente responsable” del accidente aéreo de 2010 en el que falleció su presidente por aquel entonces, Lech Kaczyński, y 95 personas.
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