Guerra de Ucrania – Día 286

Un día más, un drone ucraniano ha alcanzado una base rusa. En este caso, un depósito de combustible en el aeródromo de Kursk, mucho más cercano a la línea de frente que en el caso de los ataques de ayer. Rusia ha confirmado que tomará medidas, y de hecho ha bombardeado distintos objetivos en Ucrania, aunque no con la intensidad de ayer. Mientras tanto, ha seguido reforzando a sus tropas, así como a los milicianos, hoy con la llegada de carros de combate T-90M. En la esfera internacional, la noticia del día es el bloqueo por parte de Hungría del fondo de asistencia financiera de la UE a Ucrania, por favor de 18.000 millones de dólares, que se esperaba aprobar para sostener la economía del país durante el próximo año.

Durante la mañana, y mientras todavía se intentaba esclarecer el tipo de drone implicado, así como hacer una evaluación de daños de los ataques de ayer –tanto ucranianos sobre bases rusas, como rusos sobre las infraestructuras críticas ucranianas-, llegaban las primeras imágenes de un importante incendio en lo que parecía un depósito de combustible, que se aseguraba pertenecía al aeródromo de Kursk, a unos 140 kilómetros de la frontera ucraniana. Posteriormente aparecerían imágenes en mayor detalle, aunque no servían para esclarecer en demasía el nivel de daños en las instalaciones o si había aeronaves afectadas, aunque las capturas satelitales hacían pensar que el daño era extenso, pero sin afectar a las zonas de estacionamiento.

También, aunque en este caso se desconoce la causa exacta, se ha registrado un importante incendio en una subestación eléctrica de Makiívka, territorio controlado por Rusia en la región de Donetsk y al noreste de la capital. Se desconoce si está relacionado con los bombardeos que hoy ha sufrido esta ciudad y que se han cobrado la vida de seis personas.

Lo relevante, en cualquier caso, es que a pesar de la oleada de misiles lanzada por Rusia ayer, que ha tensado más si cabe la situación de la dañada infraestructura ucraniana, desde Kiev han considerado juicioso seguir con los ataques en el interior de Rusia. Claro está, desde la óptica de Zelensky y su Estado Mayor, dado que las oleadas de misiles rusos van a continuar, tiene sentido intentar llevar la guerra a los rusos, aunque por el momento no parecen dispuestos a cruzar la barrera que supondría ir contra la infraestructura civil rusa (el caso de Donetsk es un poco diferente por razones obvias). Hacerlo sería seguramente contraproducente, no tanto por la respuesta rusa, como por la pérdida de apoyos internacionales que seguramente se derivase de ello.

Unos apoyos que Ucrania necesita más que nunca, dada la calamitosa situación de su economía, que ha perdido en lo que va de año casi el 50% de su Producto Interior Bruto y que precisará, únicamente en 2023, de al menos 38.000 millones de dólares en ayuda externa para sostener el gasto público, lo que no hará sino aumentar su deuda. Además, hoy ha recibido una pésima noticia, pues Hungría, país muy afín a Rusia, ha bloqueado la adopción de un paquete de ayuda financiera para el próximo año de 18.000 millones de dólares por parte de la UE, algo que Kiev necesita desesperadamente.

No es que la situación rusa sea mucho mejor, al menos en algunos aspectos relevantes para el conflicto, claro está. Si bien hasta el momento han conseguido sortear los efectos de las sanciones de forma envidiable, la recaudación está cayendo de forma muy abrupta en las regiones, lo que tendrá impacto sobre las cuentas públicas.

Sin embargo, lo más importante no es el panorama macroeconómico, sino la aparente incapacidad rusa para transformar su potencial económico en potencial militar debido a las carencias de su industria bélica tanto en acceso a algunas tecnologías y componentes clave, como por la falta endémica de mano de obra cualificada, que se ha agravado desde el inicio del conflicto. Así, a pesar de que llevan meses tratando de aumentar la producción de armas, sistemas y plataformas, no llegan a hacerlo al ritmo deseado, lo que tiene un impacto evidente sobre el rendimiento de las tropas, aunque esperan poder solucionarlo en parte de cara a la campaña de primavera.

Eso a pesar de que los datos del presupuesto estatal del Ministerio de Finanzas de la Federación Rusa muestran que los gastos de defensa han aumentado este año en alrededor de un 30% en comparación con 2021 hasta llegar a una cifra de 78.000 millones de dólares que se espera ascienda hasta 82.500 millones el próximo año. Cifras que hay que tomar siempre con cautela, pues son en términos absolutos, pero no representan lo que, en Paridad del Poder Adquisitivo, Rusia puede adquirir a su industria, por ejemplo.

Recordemos que ya en verano se vieron imágenes de lo que parecía un Tu-141 caído precisamente sobre Kursk.

Con todo, no es un problema únicamente ruso, ni mucho menos. Es muy complicado, a día de hoy, aumentar de forma rápida la producción de cualquier arma, sistema o plataforma. Los mismos Estados Unidos están teniendo problemas para ello, lo que les ha llevado en los últimos meses a asignar distintos contratos o intentar buscar la forma de incrementar la tasa de producción de diversos misiles como los Javelin, de cohetes guiados GMLRS o incluso de proyectiles de 155mm (entre muchas otras cosas), conscientes de que rellenar los stocks llevará meses y que en un mundo tan inestable como el actual, la próxima crisis o guerra podría estar a la vuelta de la esquina y requerirá de cantidades ingentes de armas. Al final, no es solo un problema relacionado con la capacidad de las líneas de producción de las empresas, sino que en muchos casos tiene que ver con las cadenas de suministros y la dependencia de terceros, algo difícil de solucionar a corto plazo.

Pese a ello, en el caso ruso algunos equipos modernos sí están llegando al frente, incluso a los milicianos, como carros de combate T-90M –aunque en vista del estado del cañón de la unidad que se ve en el vídeo podrían ser reparados y no nuevos-. También T-72B3 modernizados, a los que se han incorporado una gran cantidad de módulos ERA. La necesidad de cubrir las bajas nos lleva a otro tema interesante y polémico, el de las propias bajas rusas en comparación con las ucranianas.

Lo más fiable que hay a día de hoy, dado que los datos de los respectivos ministerios de Defensa están hinchados -en el caso ruso hasta haber perdido totalmente la conexión con la realidad-, son las fuentes OSINT como Oryx que hablan únicamente de pérdidas verificadas mediante fotografías. Así, incluso aunque haya razones para pensar que hay un grado de desviación, son al menos comprobables todos y cada uno de los datos.

Sin embargo, pese a que cada pérdida está documentada, hay quien no entiende que Rusia sufra muchas más bajas que Ucrania, cuando además tienen un poder de fuego mucho mayor. Sin embargo, la explicación es relativamente sencilla, y es que en un campo de batalla sensorizado, en el que Ucrania cuenta además con lo que se da en llamar «el poder igualador de la precisión», la diferencia entre unos y otros es mucho menor de lo que a priori podría parecer.

Si a esto unimos que Ucrania ha actuado la mayor parte del conflicto en defensiva y que Rusia ha atacado con un número de vehículos y plataformas mucho mayor, se explica el diferencial de bajas materiales de forma bastante convincente. Tema diferente con las humanas, sobre las que hay razones para pensar que Ucrania ha sufrido cifras parecidas a las rusas, si no superiores, pese a los datos publicados por Kiev.

Respecto a lo ocurrido en el frente a lo largo del día, los combates siguen concentrándose en Bakhmut y Donetsk. En el caso de Svatove, no obstante, se han producido numerosos bombardeos en toda el área operacional, mientras los ucranianos intentan avanzar por el norte de Kreminna, dejando como única vía de abastecimiento de la localidad la carretera que lleva a Rubizhne, pues la P-66 estaría ya cortada en diversos puntos. Las tropas rusas, por su parte, habrían atacado en dirección a Bilohorivka, tratando de contrarrestar la presión ucraniana por el sur de Kreminna. Con todo, no se han producido movimientos.

En la zona de Lysychansk-Bakhmut se ha combatido en Verkh’okam’yans’ke, hacia Yakolivka, en Soledar, al este de Bakhmut, en las afueras de Opytne, en Kurdyumivka y en dirección a Klishchivka.

En Donetsk los únicos combates se habrían producido en Staromykhailivka, al norte de Mariínka, en dirección a Krasnohorivka. Como hemos explicado anteriormente, un bombardeo habría costado la vida a seis habitantes de Donetsk, mientras que posiblemente un ataque ucraniano habría hecho arder una subestación eléctrica en Makiívka.

Mapa de situación actualizado a 6 de diciembre de 2022. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Comenzando por la Unión Europea, el Consejo ha señalado que hoy se ha logrado dar luz verde a una de las tres medidas que tenían por objetivo proporcionar una solución estructural para apoyar financieramente a Ucrania: introducir una modificación del reglamento financiero, que haga posible que la financiación de la ayuda macrofinanciera se realice dentro de la denominada estrategia de financiación diversificada. 

Como se había venido anticipando por el propio primer ministro Viktor Orban y explicamos hace unos días, Hungría ha vetado la aprobación del paquete de asistencia macrofinanciera a Ucrania por valor de 18.000 millones de euros para 2023 como represalia debido a la congelación de fondos europeos al que se encuentra sometido por parte de la Comisión. La presidencia checa del Consejo -cuyo mandato termina el 31 de diciembre de 2023- ha señalado que la UE ya está buscando otro mecanismo para empezar a asignar fondos a Ucrania. 

Sin embargo, no todo han sido malas noticias para Ucrania hoy pues recibirá una subvención de 200 millones de euros por parte de Alemania para cubrir los costes de asistencia a las personas desplazadas internamente en Ucrania. 

Asimismo, Noruega ha firmado un acuerdo con la UE en virtud del cual se confirma su participación en la Misión de Asistencia Militar a Ucrania (EUMAM Ukraine). La contribución, ya anunciada con anterioridad, se ha fijado en 150 millones de coronas noruegas (aproximadamente 14,5 millones de euros). Esto en sí mismo supone otro hito en la UE pues es la primera vez que un tercer estado realiza una contribución al Fondo Europeo de Ayuda a la Paz, en torno al cual también se financia la misión. 

Canadá por su parte ha anunciado que contribuirá con 15 millones de dólares canadienses para la adquisición de equipo que necesita Ucrania para las labores de limpieza de minas terrestres.

Desde Rusia se ha hecho hincapié hoy en que pueden estar de acuerdo con Estados Unidos sobre la necesidad de una paz duradera en Ucrania, «Pero en cuanto a las perspectivas de algún tipo de negociaciones, no las vemos en este momento, lo hemos dicho repetidamente». Esto se debe a que no contemplarían realmente las negociaciones hasta considerar alcanzados los objetivos de su “operación militar especial”. 

Sobre las negociaciones en torno a la creación de una zona de protección y seguridad alrededor de Zaporiyia, desde la Duma rusa se confirman los avances: “Seguimos en contacto con la Secretaría del OIEA y cooperamos con Rosatom y otras agencias relevantes. Creo que hay una dinámica positiva en este tema. Estamos trabajando con cierta perspectiva”. Recordemos que hace unos días Rafael Mariano Grossi, director de la IAEA, se mostraba esperanzado de lograr un acuerdo antes de que finalice 2022. 

Continuando con la energía, el primer ministro Denys Shmyhal asevera que el déficit de electricidad en Ucrania se sitúa en un 19 por ciento tras el último ataque de Rusia. El Ministerio de Salud de Ucrania por su parte ha recomendado suspender las cirugías no esenciales debido a los apagones. De este modo, se espera que la medida reduzca la carga en los hospitales ucranianos para poder brindar asistencia de emergencia durante los posibles cortes de electricidad. 

Cambiando de tercio, Letonia ha decidido cancelar la licencia de transmisión del canal ruso Dozhd o TV Rain después de que un presentador sugiriera que el canal estaba alentando las donaciones de suministros para las tropas rusas. De hecho, han calificado a la empresa como “una amenaza para la seguridad nacional”.

Durante la jornada de hoy se ha logrado llevar a cabo un nuevo intercambio de prisioneros. Concretamente, 60 prisioneros ucranianos han regresado a sus hogares, entre los que se encuentran miembros del Ejército, así como de la Guardia Nacional y de Fronteras. 

Por último, a nivel humanitario también podemos comentar que la oficina del Fiscal General de Ucrania ha confirmado que la guerra de Ucrania ha terminado con la vida de 443 niños y herido a 853 desde el 24 de febrero. Asimismo, se constata que los ataques rusos contra Ucrania dañaron 2.719 instalaciones educativas y destruyeron por completo 332.

Adicionalmente, los fiscales ucranianos han descubierto otro centro de detención ruso en el óblast de Jersón que fue supuestamente empleado para detener a más de 100 personas con opiniones pro-ucranianas. 


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *