En las últimas horas, además de en Bakhmut, la atención sobre el campo de batalla se centra también en Kreminna, localidad en cuyas afueras se combate desde hace un par de días. También ha sido interesante la polémica a propósito de una información publicada por el prestigioso ISW relativa a una cabeza de puente ucraniana al sur del Dniéper en la región de Jersón. Todo en una jornada en la que se ha vuelto a hablar sobre la red eléctrica ucraniana y en la que se ha producido una reunión de la OPEP apenas horas después de que se aprobase el tope al precio del petróleo ruso.
A pesar de que en las últimas jornadas las cuadrillas de técnicos ucranianos han estado haciendo lo posible por restituir el suministro eléctrico a la mayor parte de localidades afectadas, la cruda realidad es que más de 500 pueblos y ciudades ucranianos siguen teniendo o cortes de suministro o bien directamente negado el acceso a la electricidad a consecuencia de las últimas oleadas de ataques con misiles rusos. Así pues, la situación de muchos civiles sigue siendo cuanto menos, muy difícil, pese a la ayuda internacional.
El problema aquí es que, dada la arquitectura del sistema energético y eléctrico ucraniano, unos días de corte de luz en las plantas de calefacción urbana podrían suponer el congelamiento completo de la red de tubos de suministro de agua caliente a los hogares, lo que haría imposible su reparación antes de la primavera, cuando volviesen a descongelarse. En este sentido, los más de 300 «centros de invencibilidad» son un alivio para muchos ucranianos, pero no una solución.
Al respecto, hoy se ha sabido que el gigante Siemens ha ofrecido centrales eléctricas flotantes que podrían instalarse en los puertos de Odesa o Nikolayev y que al ser modulares podrían suministrar cantidades importantes de energía, aunque seguramente no a corto plazo. Más allá de que Rusia los consideraría objetivos legítimos -recordemos que se esté discutiendo si la campaña de ataques a la infraestructura eléctrica ucraniana constituye en sí misma un crimen de guerra- disponer nuevas plantas de generación no sirve para compensar los daños en buena parte de las 100 subestaciones que transforman electricidad de alto voltaje a otro más bajo, adecuado para el consumo en hogares y demás. Además, dado el limitado consumo actual, Ucrania dispone o parece disponer de capacidad de generación suficiente para cubrir sus necesidades, con lo que esto solo sería una solución para más adelante, pensando más en la reconstrucción que en superar el invierno. Es decir, que hay problemas más urgentes que solucionar.
Cambiando de tercio, aunque desde los Estados Unidos se habla sobre una ralentización en las operaciones militares de consideración durante los próximos meses, lo cierto es que a día de hoy en el campo de batalla se sigue combatiendo de forma feroz. Buena prueba de ello son los enfrentamientos en la línea Troist’ke,-Svatove-Kreminna. Hoy se han registrado ataques rusos en dirección a Ploshchanka y también en la zona de Bilohorivka, mientras que fuentes prorrusas como Wargonzo llegaban de avances ucranianos Kreminna sin especificar, antes de anunciar una contraofensiva en marcha por parte rusa.
Dado que casi cada vez que esta cuenta anuncia una reacción rusa en determinada localidad -y se puede consultar el histórico del conflicto- a los pocos días esta termina cayendo, la presencia de Wargonzo (Semen Pegov) allí obliga a pensar que la situación de Kreminna es mucho más grave de lo que se da a entender. En cualquier caso, los rusos no trabajan pensando en mantener allí su línea sino momentáneamente y ya están tomando medidas por si tanto esta localidad como Svatove caen, para lo cual trabajan en la construcción de nuevas líneas defensivas más al este.
En el área operacional entre Lysychansk y Bakhmut, hoy se ha luchado en hasta una decena de localidades. Desde Berestove al norte, pasando por Bilohorivka, Yakolivka, Soledar, Bakhmuts’ke, Bakhmut, Opytne, Klishchivka y Andriívka hasta Kurdyumivka, los enfrentamientos han sido generalizados. No se han reportado cambios de posición significativos, siendo quizá lo más importante para el devenir de la guerra en esta zona el restablecimiento de las líneas ucranianas en Opytne, después de días en los que se habían venido cuestionando. Por otra parte, hoy se ha confirmado el derribo del Su-24M ruso RF-93798 (Blue 42), pues han aparecido imágenes de los restos, aunque no está claro que sea una pérdida reciente.
En Donetsk, la imagen más impactante del día la ha dejado el derribo de un helicóptero de combate Ka-52 ruso por parte de un misil sin determinar pero que, a tenor de la magnitud de la explosión no parece un simple MANPAD. Por lo demás, se ha seguido luchando en Opytne, Permovais’ke, Mariínka y Novomykhailivka. No hay cambios de posición.
Respecto al sur, aunque ya lo hemos comentado en alguna ocasión, la idea de que los ucranianos han cruzado el Dniéper, vendida no como una pequeña operación SOF o incluso de propaganda, sino como el preludio de algo mayor no deja de ser, ahora mismo, una tontería. Es así por más que se estén multiplicando los mensajes en este sentido gracias al error del ISW en uno de sus últimos análisis.
No hay absolutamente nada que indique que Ucrania tiene la voluntad de traspasar el Dniéper para avanzar a través del río sobre el sur de Jersón y, lo más importante, todavía menos que demuestre que las AFU están en posesión de este tipo de capacidades, de ahí que choque tanto el uso del término «cabeza de puente» para hablar de lo visto allí.
No es que sea imposible que bajo la cobertura de los HIMARS, especialmente si en el futuro llegan GLSDB, no puedan mantenerse de forma testimonial sobre una franja de unos pocos kilómetros en la orilla meridional del gran río. Lo que es imposible para Ucrania es abastecer una gran fuerza, como la que sería necesaria para avanzar en la zona a través del Dniéper o para ejercer un dominio efectivo de las localidades ahora vacías.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Durante la jornada de hoy pese a no haberse dado grandes novedades en el plano institucional y diplomático, han continuado las declaraciones por parte de Rusia en relación con la imposición de un tope al precio de su petróleo. Decisión del G7, los estados miembros de la UE y Australia que entrará en vigor mañana día 5 de diciembre de 2022.
El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, al respecto comentaba que Rusia no operará bajo un tope en el precio del petróleo, incluso si ello implica tener que reducir la producción. Además, como señalábamos en nuestro informe de ayer, el Kremlin ha sido claro al afirmar que no exportaría petróleo a aquellos países que implementen el tope. No obstante, hay que esperar a la respuesta oficial de Moscú que, por el momento, no ha llegado, aunque cabría esperar que lo hiciese a principios de la semana entrante.
Recordemos que el límite al precio del petróleo se ha fijado en 60 dólares por barril si bien se revisará a mediados de enero y que actualmente el precio del barril de Brent está en unos 85 dólares.
Por otro lado, los países de la OPEP+ han decidido mantener el plan actual de producción de petróleo que implica reducir la producción a 2 millones de barriles por día desde noviembre. Medida que ya en su día ocasionó fuertes tensiones en particular con Estados Unidos:
“Los países participantes reiteraron su disposición a reunirse en cualquier momento y tomar medidas adicionales inmediatas para abordar la evolución del mercado y apoyar el equilibrio del mercado petrolero y su estabilidad si es necesario”.
Está previsto que el comité de seguimiento de la OPEP+ que comprende 8 de los 23 países participantes en el acuerdo, esto es, Rusia, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Iraq, Kuwait, Argelia, Venezuela y Kazajstán se reúna de nuevo el 1 de febrero de 2023.
En lo que concierne a la ayuda suministrada a Ucrania, el Servicio Estatal de Emergencias ha confirmado la recepción de equipo especial de desminado en la región de Rivne por parte de socios de Estados Unidos. Entre otras cosas, la entrega incluye: 1 robot EOD, 50 cascos de Kevlar, 30 chalecos Nivel IV y 10 trajes para desactivación de explosivos. Podemos recordar, además, que a finales de octubre los especialistas de Rivne recibieron un vehículo de remoción de minas Armtac 400 a través de la plataforma gubernamental ucraniana United24.
Mientras tanto, en Reino Unido los soldados ucranianos que están siendo entrenados en el marco de la Operación multinacional Interflex han recibido además del kit habitual, uniformidad para clima invernal.
En paralelo, el Ejército de Canadá ha completado la última tanda de ejercicios de entrenamiento para las AFU como parte de la Operación UNIFIER en 2022 que se estaba llevando a cabo en Reino Unido. Conviene especificar que esta operación se lanzó en 2015 a petición del gobierno ucraniano y que a principios de 2022 se decidió su prórroga hasta 2025. Por tanto, se ha completado otra ronda de entrenamiento, pero se reanudará la próxima en 2023.
Sobre la situación energética, el gobernador del óblast de Jersón ha confirmado que como consecuencia de los cinco bombardeos sucedidos hoy en la región algunas casas y un gasoducto han resultado dañados, pero sin víctimas. Pese a los ataques, se ha logrado restablecer el acceso a la electricidad para el 85 por ciento de los consumidores.
Por último, a nivel humanitario es remarcable que el primer barco fletado en el marco del programa Grano de Ucrania ha llegado al puerto etíope de Doraleh cargado con 25.000 toneladas de trigo ucraniano. Según el Ministerio de Economía de Ucrania esta cantidad permitirá alimentar a casi 100.000 personas durante un año.
El segundo barco está siendo cargando en estos momentos en el puerto de Chornomorsk y partirá hacia Djibuti esta semana próxima con 30.000 toneladas de trigo, mientras que el tercero que se cargará en el puerto de Odesa transportará 25.000 toneladas de trigo a Somalia.
Como hemos venido comentando en informes anteriores, a través de “Grano de Ucrania” se pretende el envío de 60 buques a Etiopía, Sudán, Sudán del Sur, Somalia, Congo, Kenia, Yemen y otros países. Además, por el momento ha sido apoyado por los siguientes socios de Ucrania: Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Croacia, República Checa, Estonia, la UE, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Qatar, Rumania, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos, así como la OTAN, la ONU y otras organizaciones internacionales. En consecuencia, se han captado más de 180 millones de dólares para la implementación del programa.
A colación, según la Kyiv School of Economics, Rusia habría destruido o robado aproximadamente 1.870 millones de dólares en productos agrícolas ucranianos como resultado de la invasión. Concretamente, se han perdido 2,8 millones de toneladas de cereales y 1,2 millones de toneladas de semillas oleaginosas debido al aumento en los precios mundiales del aceite de trigo y girasol.
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