Guerra de Ucrania – Día 283

La Policía Nacional ha logrado determinar Valladolid como punto de envío de las cartas incendiarias llegadas a la embajada ucraniana, Moncloa, el Ministerio de Defensa o la empresa zaragozana Instalaza. S.A. La investigación, no obstante, sigue su curso y será difícil identificar a la persona o grupo responsable. En el campo de batalla, la guerra sigue su curso sin apenas movimientos pese a los rumores de ruptura en Kreminna, mientras Rusia se prepara en las inmediaciones de Vuhledar y Ucrania forma en el extranjero nuevas tropas que le permitan dar un nuevo impulso a la guerra.

Un día más, al menos en España, la atención relativa a la guerra de Ucrania tiene un componente interno debido a la investigación sobre el envío de misivas incendiarias a diversas instituciones. Lo último que se sabe es que la Policía Nacional ha determinado el origen de todas las cartas en la ciudad de Valladolid, siendo posible que se trate de un único autor sin excesivos recursos.

Más allá de esto, la investigación «dista de estar encauzada» en torno a una hipótesis concreta, con lo que todas las opciones están sobre la mesa. En relación con esto, poco más se sabe de las otras cartas llegadas a embajadas ucranianas en el extranjero, con restos de animales, desconociéndose por el momento si guardan relación con lo acaecido en España o no.

Mientras las investigaciones siguen su curso en paralelo a la guerra, en esta los cambios sobre el terreno son relativamente pocos. Más interesantes que los combates diarios, de los que hablaremos luego, son las noticias o informaciones que apuntan a lo que pueda ocurrir en los próximos meses. Como sabemos, Rusia no parece tener ninguna intención real de negociar, pese a las continuas ofertas en este sentido. Su imposición de que se reconozcan sus «conquistas territoriales» antes de entablar negociaciones las hacen imposibles, pues sabe que con la situación actual sobre el campo de batalla, ni Ucrania ni sus aliados van a aceptar una condición de este tipo.

Sin embargo, mientras el Kremlin habla sobre negociaciones, continúa acumulando tropas en las inmediaciones de Vuhledar y atacando con fuerza día tras día Bahmut, ya más con la intención de ganar una localidad que se ha convertido en simbólica, que porque tenga ninguna influencia real sobre el devenir del conflicto. Lo está haciendo aceptando para ello un número exagerado de bajas que, en muchos casos no son más que carne de cañón extraída de las capas más bajas de su sociedad y cuya vida no parece importar demasiado siempre que consigan desgastar a Ucrania –aunque como en todo, hay clases-.

Es una tendencia que responde a causas estructurales y que no parece que pueda ser revertida ni siquiera aunque comiencen a entrenarse «mobiks» rusos en Bielorrusia, como ha dejado caer Lukashenko, quien hoy se ha reunido con el ministro de Defensa ruso, Shoigú.

Sin embargo, Ucrania parece continuar a lo suyo, tratando de hacer en Bakhmut lo mismo que en su día vimos en Severodonetsk, a la espera de que las nuevas armas y la llegada de miles de soldados entrenados en el extranjero durante los próximos meses le permitan dar un nuevo impulso a sus ofensivas. Además, está dando pasos para solucionar algunas de las carencias más importantes, como la de algunos tipos de munición de calibres soviéticos y espera recibir nuevos sistemas y plataformas en cantidades importantes. Lo mismo en relación con la guerra invernal, en la que una mejor equipación marca la diferencia, aspecto que juega a favor de Kiev.

Respecto a lo ocurrido sobre el terreno, en la zona septentrional del frente, en el área operacional de Svatove, hoy los combates se han concentrado en torno a Kreminna, en donde muchas fuentes proucranianas afirman -sin pruebas por ahora- que las líneas rusas se estarían rompiendo. Así las cosas, hoy se ha luchado en Chernovopopivka y Zhytlivka.

En torno a Bakhmut, hoy se ha combatido un día más en Soledar y en Opytne. No se han registrado avances. Son preocupantes las informaciones que llegan sobre soldados rusos alcoholizados, usados como cebo en el caso de Wagner para detectar a las fuerzas ucranianas y poder así batirlas. Por supuesto, desde el punto de vista ruso pueden ser tácticas perfectamente válidas, siempre que con ello se consigan los objetivos marcados, pero es bastante factible que todo este desgaste degenere -salvo que haya una nueva movilización- en un escenario parecido al previo a la ofensiva ucraniana en Járkov.

En Donetsk, hoy se ha luchado en Nevels’ke. También se ha producido un ataque ruso fallido en Parmovais’ke -aunque podría ser de días anteriores-, una localidad que lleva meses resistiéndose a los intentos rusos por avanzar, pese a haber sido prácticamente borrada del mapa. Además, se ha luchado un día más en Mariínka, sin que se hayan registrado cambios.

Respecto al sur del país, apenas hay novedades. Lo más reseñable en las últimas horas tiene que ver con el llamamiento ucraniano a los ciudadanos de Jersón que viven en las zonas al sur del Dniéper bajo poder ruso, para que crucen a la zona occidental, mientras advertían sobre la posible intensificación de los combates en la región. Sin dejar Jersón, allí hoy se han producido nuevos apagones tras nuevos bombardeos rusos, siendo la situación de la ciudad precaria en este aspecto.

Mapa de situación actualizado a 3 de diciembre de 2022. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Abrimos la sección institucional y diplomática de hoy con la reunión del ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, y el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. Son las declaraciones de este último las que destacan especialmente pues ha enfatizado que los opositores de Rusia no tienen prisa por entablar conversaciones: “Si quieren luchar hasta el último ucraniano, o el último polaco y otros mercenarios, esa es su elección”.

En consecuencia, considera que creen que “están pensando [Ucrania y socios] en formas de continuar con la guerra” por lo que “si es así, la operación especial no terminará”. No obstante, Lukashenko ha reiterado que ni Rusia ni Bielorrusia han querido nunca la guerra. 

Por su parte, Shoigu ha destacado que “Bielorrusia ha sido y sigue siendo nuestro [de Rusia] socio fiable” incidiendo en que esto “es particularmente importante hoy, en medio de una presión sin precedentes del Occidente colectivo y una guerra no declarada contra nuestros países”.  De igual forma, ha elogiado la determinación de Bielorrusia para “oponerse a la política hostil de los EE. UU. y sus aliados, y la disposición a trabajar juntos para garantizar la seguridad militar del Estado de la Unión”. 

Desde Europa, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha comentado que Occidente debería considerar también garantías de seguridad para Rusia en la futura arquitectura de seguridad si el presidente Vladímir Putin acepta las negociaciones para poner fin a la guerra. En palabras de Macron: 

“Debemos pensar en la arquitectura de seguridad, en la que viviremos mañana. Me refiero, en particular, a las palabras del presidente ruso, Vladimir Putin, de que la OTAN se acerca a las fronteras de Rusia y despliega armas que podrían amenazarla. (…) Este tema será parte de las discusiones de paz, y debemos prepararnos para lo que vendrá después [del conflicto de Ucrania], y pensar cómo podemos proteger a nuestros aliados y, al mismo tiempo, brindarle a Rusia garantías de su propia seguridad. , una vez que las partes regresen a la mesa de negociación.”

Desde Moscú, Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, ha subrayado que Rusia “no aceptará” un tope al precio al petróleo y que tras analizar el acuerdo ofrecerán una respuesta. Rusia sí ha repetido en varias ocasiones que no suministrará petróleo a los países que implementen esta medida, por lo que cabría esperar que actuase en este sentido contra los que se han unido a la “Price Cap Coalition”. Esto es, el G7 -a excepción de Japón-, los 27 Estados miembros de la UE y Australia. 

Debemos recordar que esta medida entrará en vigor el 5 de diciembre de 2022 para el crudo y el 5 de febrero para los productos refinados del petróleo. En lo que respecta a esto último, la Comisión ya comentó que el tope de precio de los productos refinados “se realizará a su debido tiempo”. 

Según el presidente Zelenski el límite finalmente establecido -y en torno al doble de la petición ucraniana- “es bastante cómodo para el presupuesto de un estado terrorista”. 

Tampoco debemos olvidar que en la UE hay otras negociaciones en marcha en estos momentos; las relativas a la ayuda macrofinanciera para Ucrania en 2023 por valor de 18.000 millones de euros. El primer ministro de Hungría Viktor Orban ha reiterado que continuará oponiéndose a la propuesta dejando claro: “no lo consentiremos, sin nosotros no se materializará”. El argumento que ofrece sería que no apoya el endeudamiento conjunto para financiar el paquete “no estamos a favor de esto porque no queremos que la Unión Europea se convierta en una comunidad de estados endeudados en lugar de una comunidad de estados miembros cooperantes”. Anteriormente Orban había señalado que Hungría estaría dispuesta proporcionar a Ucrania entre 60 y 70 mil millones de florines (entre 152 y 178 millones de dólares) de su propio presupuesto a nivel bilateral sin dañar los intereses nacionales de su país. 

Sin embargo, nadie debe pasar por alto las tensiones existentes en estos momentos entre la Comisión Europea y el gobierno húngaro por la recomendar que los fondos europeos continúen congelados bajo la condicionalidad del estado de derecho por no haber progresado lo suficiente en las medidas que debía adoptar.

Sobre la ayuda militar a Ucrania, Lituania ha entregado dos PZH 2000 adicionales reparados a Ucrania, según ha informado el propio ministro de Defensa, Arvydas Anušauskas.

A esto se suma que los activistas de República Checa que lanzaron una campaña para adquirir sistemas antiaéreos Viktor para las AFU ya han recaudado fondos para 4 unidades. El objetivo de la campaña como comentamos en su día era el de lograr 3,85 millones de dólares para 15 sistemas. 

Por otro lado, Canadá ha decidido ampliar sus sanciones contra cuatro personas y cinco entidades de Irán que ayudan en el desarrollo de los drones Shahed-136 empleados por Rusia en Ucrania. Entre las empresas sancionadas se encuentran Baharestan Kish involucrada en la fabricación de los drones, así como Safiran Airlines por coordinar los vuelos de aviones militares rusos que entregaron los drones. 

Por último, Rusia por su parte ha recibido nuevos cazabombarderos Su-35S, si bien el número exacto se desconoce. Además, recientemente Moscú habría transferido 15 sistemas de defensa antiaérea adicionales a Bielorrusia. 


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