Jornada de cierta resaca por las consecuencias del anuncio ruso hecho ayer sobre la retirada de Jersón. Durante el día han seguido apareciendo indicios de que la retirada efectivamente es real, sin que estén todavía demasiado claras las implicaciones. Desde los Estados Unidos aseguran que Rusia ha traspasado la barrera de las 100.000 bajas, incluyendo muertos y heridos, desde el comienzo del conflicto, a la vez que se niegan a enviar drones Grey Eagle a Ucrania, al considerarlo una escalada innecesaria. Mientras tanto, siguen los combates en Lugansk y Donetsk y Ucrania ha entrado, a la hora de redactar este informe, en al menos una quincena de localidades antes bajo poder ruso en Jersón y Nicolaiev.
En las últimas horas se han seguido confirmando tanto avances ucranianos en Jersón y la pequeña fracción de Nicolaiev hasta ahora bajo control ruso, así como, lógicamente, la retirada rusa que los hace posibles sin lucha. En el lapso de unas horas las Fuerzas Armadas ucranianas han recuperado más de una quincena de localidades, acercándose a la ciudad de Jersón desde distintas direcciones. Aun así, es un avance relativamente lento, por más que no haya combates.
Pensemos que las distancias son de decenas de kilómetros y podrían ser salvadas en vehículo en menos de una hora, pero Ucrania está eligiendo, como hiciese en Járkov, ir con algo más de tiento. Así, en primer lugar se envían unidades SOF a realizar una inspección preliminar y posteriormente las unidades regulares entran en los poblados, lo que ha dado lugar durante el día a numerosos vídeos en los que se ve el recibimiento de la población a las Fuerzas Armadas ucranianas.
Es consecuencia en parte de la cautela y en parte de que no hay necesidad de provocar enfrentamientos y bajas innecesarias cuando Rusia parece ya claro que se retira al sur del río. A enemigo que huye, puente de plata, aunque una bolsa y la aniquilación podrían haber sido opciones más apetecibles para Ucrania hasta no hace tanto tiempo.
Hay que reconocer, eso sí, el mérito ruso, que entre desinformación a propósito de una «bomba sucia» y desinformación a propósito de una voladura de la presa de «Nova Kakhovka», han sabido camuflar el repliegue de forma más que aceptable, evitando con ello la bolsa en Jersón y una serie de pérdidas que no podían permitirse mientras dejaban apenas una pequeña fuerza de pantalla. Nosotros al menos no hemos sido capaces de encontrar los indicios que anunciaban el repliegue, aunque hemos ido compartiendo argumentos a favor y en contra tanto de fuentes oficiales como OSINT. Choca además que los ucranianos no se hayan percatado de ello, ya que tienen acceso a imágenes por satélite y disfrutan de la información que les hacen llegar sus aliados… salvo que opiniones como las de ayer de Podolyak sean también un teatro.
Otro de los aspectos más interesantes de la retirada rusa de Jersón, como de la situación en Lugansk, en donde también se combate, es que ambos territorios son, al menos con la ley rusa en la mano, territorio de la Federación Rusa. Lo que ha demostrado una vez más la guerra es que Rusia, una vez el intento de decapitar el Gobierno de Zelensky y mantener la política exterior ucraniana prisionera para evitar su acercamiento a Occidente, es que su única preocupación real es el pasillo terrestre a Crimea.
Esto confirma una vez más que el gran dilema ruso era y es de seguridad y que tiene muy poco que ver con temas como «desnazificación», «desatanización», la protección de los ucranianos afines a Rusia, la conservación de la lengua rusa o cualquier otro aspecto que no sea ese. De hecho, no le han dolido prendas a Putin a la hora de abandonar Járkov, que siempre había sido tradicionalmente prorrusa, ni tampoco de salir ahora del norte de Jersón, pese a la teatralidad con la que el 30 de septiembre se representó la anexión del sudeste de Ucrania a Rusia.
Otro tema interesante, que en última instancia está detrás de la debacle rusa en esta guerra, es el de las bajas. Hoy, desde el Pentágono hablaban de más de 100.000 bajas rusas en lo que va de guerra, incluyendo muertos y heridos, y de un número comparable en el caso ucraniano. La diferencia es que en el segundo caso, pese a que antes de la guerra se negasen a tomar en serio la posibilidad de invasión, entre las primeras medidas cuando ya era una realidad, se contó la movilización.
De esta forma, gracias a contar con una masa humana muy superior, a la que se sumaba el papel -por momentos muy relevantes- de los voluntarios internacionales, Ucrania pudo atraer a Rusia a batallas de desgaste como la que se libró por Severodonetsk. Todo a sabiendas de que el verdadero punto flaco de Rusia en esta guerra, era la carencia crónica de personal, que ha intentado paliar por todas las vías posibles y que, en última instancia, ha llevado a la movilización parcial, pese a lo cual Rusia sigue cediendo e intentando congelar el conflicto.
Sobre el terreno, el día ha sido agitado. Comenzando por Jersón, se han reportado combates en dirección a Makiívka y Novoselivs’ke. Otras fuentes, no obstante, hablan de avances ucranianos de un par de kilómetros en las últimas jornadas en dirección a Svatove. Obviamente, ahora mismo lo que ocurra en Lugansk depende en gran medida de lo que decida hacer Ucrania con las unidades innecesarias en Jersón. Se habla siempre de la ofensiva en Zaporiyia sobre Melitópol para dividir el despliegue ruso al sur en dos, pero hasta cierto punto parece más lógico intentar romper las defensas rusas -en gran parte sostenidas por Wagner- en Lugansk e intentar avanzar hasta Starobilsk y de ahí al sur.
En las últimas horas también se han producido intensos combates en la zona de Bakhmut. Entre otras localidades, las tropas rusas, Wagner, la milicia y los chechenos se han lanzado sobre Bilohorivka, en dirección a Vesele, Yakolivka, Soledar y también, ya al sur de la ciudad, contra Opytne y Odradivka. Como en tantas otras ocasiones, los canales prorrusos hablan de la entrada en Bakhmut de lo que una vez no hay pruebas, más allá de las continuas pérdidas y tomas de posiciones como el famoso vertedero.
En Donetsk, la milicia ha reanudado los ataques sobre Nevels’ke y Permovais’ke sin resultado. Más al sur, continúan los ataques sobre Novomykhailivka y especialmente en la zona de Pavlivka, que canales de Telegram afines a Rusia dan por tomada en base a la imagen de una bandera rusa en una zona que en realidad está al sureste de la localidad, en las afueras de la misma.
En Jersón los avances ucranianos, como hemos venido contando, si bien son rápidos en en el canal Grey Zone (afín a Wagner Group) dan por hecha la llegada de unidades SOF ucranianas a las afueras de la ciudad de Jersón, se están produciendo con cierta precaución. Hasta el momento, las fuerzas ucranianas habrían retomado las localidades de Borozenske, Mylove, Oleksandrivka, Myrolyubivka, Kucherske, Pyatykhatky, Yevgenivka, Novokairy, Kachkarkivka, Starytsia, Chkalove, Bobrovyi Kut, Kalynivske, Pavlivka, Tomaryne, Stanislav y Kyselivka.
Además, se reportan tiroteos en el centro de Jersón, hay informaciones sin confirmar relativas a cómo los partisanos habrían estado «limpiando» edificios administrativos en la ciudad y se reportan ataques sobre el puente de Antonovsky, que podrían proceder del lado sur del río, con lo cual serían obra ruso. En este caso resulta difícil de creer, toda vez que podrían haber dinamitados los puentes al completar la evacuación y, además, se viene hablando de esta posibilidad desde meses atrás.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Ante nosotros una nueva jornada intensa a nivel institucional ya que, pese a que los anuncios llegan con cuentagotas, no dejan de ser significativos, sobre todo los relacionados con la ayuda militar a Ucrania. Anuncios y conversaciones entre dirigentes que se han sucedido mientras se trabaja en los preparativos de la cumbre del G20 en Bali (Indonesia) de los próximos días 15 y 16 de noviembre.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha anunciado el vigésimo quinto retiro presidencial para ayuda militar a Ucrania por valor de 400 millones de dólares, justo tras elecciones de medio mandato (midterms). El contenido de este paquete incluye:
En total, Washington ha comprometido más de 18.600 millones de dólares desde que comenzó la invasión el 24 de febrero de 2022 lo que se traduce en:
Por su parte, el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, durante su conversación con el presidente Zelenski, ha anunciado el envío de 1.000 misiles tierra-aire a Ucrania, aunque no ha especificado el modelo. Este anuncio se suma al de ayer relativo al envío de 25.000 kits para clima extremo para las tropas.
Asimismo, han conversado sobre la cumbre del G20 que tendrá lugar la semana próxima en Indonesia y, en particular, sobre la importancia de brindar apoyo internacional coordinado y continuo a Ucrania. De igual forma, los líderes británico y ucraniano han acordado que Rusia debe rendir cuentas por sus acciones y evitar que bloquee los suministros vitales de cereal y fertilizantes ucranianos.
Debe ponerse igualmente de manifiesto que el gobierno británico ha confirmado la congelación de activos rusos por valor de más de 18.000 millones de libras (25.000 millones de dólares) de oligarcas rusos, así como de otras personas y empresas sancionadas.
Por otro lado, el presidente ucraniano ha hablado con su homólogo canadiense, el primer ministro Justin Trudeau,sobre las posibilidades de ampliar la ayuda militar a Ucrania y están de acuerdo en la importancia de continuar con la Iniciativa de Granos. Así pues, Zelenski confirma que cuenta con el apoyo de Canadá en las iniciativas que presente en el G20 y en Naciones Unidas.
Respecto de la Iniciativa de Granos, restará ver qué ocurre en estos días previos a la cumbre y a los posteriores, pues hasta el día 19 el actual acuerdo seguirá en vigor.
Sobre la cumbre sí es importante señalar que finalmente el presidente Vladímir Putin no encabezará la delegación rusa que viaje hasta Bali, sino que lo hará Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores. Tras semanas en las que el Kremlin no había confirmado los planes de Putin respecto de asistir presencialmente a la cumbre, muchos asocian esta decisión a que debido a la situación en el frente de batalla el Presidente no podría hablar desde una posición de fuerza.
En cuanto a las acciones en la cumbre, se espera que Rusia presente iniciativas relacionadas con la cooperación de gas con Turquía y las exportaciones de cereal y fertilizantes.
Por otro lado, Rusia asevera que está lista para dar acceso a las instalaciones nucleares en Sebastopol como parte de la implementación de las garantías de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA). No obstante, Alexander Shevchenko, miembro de la delegación de Rusia ante Naciones Unidas puntualiza que “estas instalaciones no tienen nada que ver con la implementación de garantías en Ucrania”.
En relación con las discusiones sobre el noveno paquete de sanciones de la UE contra Rusia, el ministro de Asuntos Exteriores y Relaciones Económicas Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, ha dejado claro la postura del país:
“El gobierno húngaro seguirá protegiendo sus intereses nacionales cuando se discuta el noveno paquete de sanciones, que ya se está preparando en Bruselas, y no permitirá que los húngaros sufran injustamente por la guerra [en Ucrania].»
Esta postura está respaldada por el argumento recurrente de Hungría de que las sanciones impuestas a Rusia no han contribuido a poner fin al conflicto y que solo empeoran la situación económica en Europa: “están llevando la economía del continente a la recesión”.
Con esto en mente, Szijjarto ha sido tajante al explicar que para Hungría es una “línea roja” la inclusión de las empresas de energía nuclear rusas en el próximo paquete de sanciones, debido a que su planta nuclear sita en Paks funciona con combustible nuclear suministrado por Moscú.
Cambiando de tercio, los primeros ministros de Ucrania y Rumanía, Denys Shmyhal y Nicolae Ciucă, respectivamente, han inaugurado un nuevo puesto de control en la frontera entre ambos países. Smyhal señalaba durante el acto que precisamente “el desarrollo de la infraestructura transfronteriza nos permite aumentar las exportaciones a la UE, impulsar el apoyo y la intensidad de la cooperación económica con socios”. Como curiosidad histórica, el puesto de Krasnoilsk – Vicovu de Sus es el primero construido desde cero desde 1998.
Además de esto, han acordado establecer un grupo de trabajo bilateral sobre el desarrollo de la infraestructura de transporte en la frontera común en el que la Misión consultiva de la UE en Ucrania se sumará en esta tarea (esperan que facilite la atracción de fondos de la UE). Igualmente, intensificarán los trabajos en el área de la reconstrucción de la infraestructura energética.
Por otro lado, las autoridades ucranianas siguen impulsando la inversión en el país y el Banco Mundial ha comunicado que está listo para apoyarlas. Desde que entró en vigor la ley marcial en Ucrania, el Banco Mundial ha aprobado tres préstamos por un total de 1.850 millones de euros y 91,16 millones de dólares. A esto se suma que Ucrania está implementando un proyecto conjunto con el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF) “Gastos públicos para la resistencia de la capacidad administrativa” (PEACE) por un monto total de 7.300 millones de dólares.
Por último, y también relacionado con la vecindad, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha anunciado un nuevo paquete financiero para Moldavia por un montante total de 250 millones de euros con el fin de ayudarles a hacer frente a la crisis energética actual. 200 millones estaría destinados a la seguridad energética y los 50 millones restantes en apoyo presupuestario.
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