Guerra de Ucrania – Día 254

A falta de novedades relativas a la situación sobre el terreno, la última jornada de guerra en Ucrania hasta el momento ha dejado apuntes interesantes relativos a la «guerra mosaico», tema que hemos tratado en estas páginas en varias ocasiones. Más allá de los drones «Shaheed-136», que en los últimos días han perdido cierto protagonismo, Rusia se está beneficiando de la disponibilidad de municiones merodeadoras «Lancet», estas sí de diseño y fabricación nacional. Ucrania, por su parte, recibirá en las próximas semanas hasta 1.100 «Phoenix Ghost» como contrapartida, abundando así en la transformación de la Guerra de Ucrania en una «competición de salvas».

Las últimas horas han dejado escasas novedades sobre el terreno. No obstante, esta guerra por más que todavía sea un proceso en ciernes del que no veremos todas sus posibilidades hasta dentro de años, está siendo interesante por muchos otros motivos. Uno de ellos, cardinal, es la entrada en liza de algunos de los elementos que definen la «guerra mosaico» y que nuestro redactor Guillermo Pulido resumiera de la siguiente forma:

  • Municiones de precisión muy abundantes y baratas;
  • La proliferación masiva de sensores (como drones con cámaras) y;
  • La fusión de los datos en una red que coordine la masa dispersa de vehículos sensores y tiradores (municiones de precisión).

Para los legos en la material, la «guerra mosaico» consiste básicamente en aprovechar la superioridad que otorga el operar un gran número de pequeñas plataformas mucho más sencillas y abundantes, con la función de ser sensores y tiradores, dejando desfasado el estilo de guerra mecanizada del siglo XX basado en grandes máquinas, complejas y monolíticas.

En ningún caso se plantea que estas últimas desaparezcan, ya que pueden ser útiles de muchas formas -y además, adaptadas a las nuevas circunstancias- y constituyen todavía el grueso de los ejércitos. Además, como hemos dicho al principio, en la Guerra de Ucrania no estamos más que asistiendo a los inicios de un proceso del que no se conoce con certeza cuál será el desarrollo.

Sin embargo, las tendencias son claras y cada vez son más las imágenes de carros de combate, obuses tanto remolcados como autopropulsados, radares, sistemas antiaéreos e incluso embarcaciones -aunque en este último caso hay elementos que hacen sospechar que es falso– destruidos por municiones merodeadoras que en todos los casos resultan muy baratas en relación con el objetivo.

Si hasta ahora Ucrania se beneficiaba del poder igualador que le confería la precisión de las municiones GMLRS de los M142 HIMARS, o de obuses como los M982 Excalibur y análogos disparados por los M777, M109 o PzH 2000, ahora todo está volviendo a cambiar. La llegada de drones iraníes, sumada a la de otros rusos como los «Lancet», que se han ido perfeccionando en estos meses, está compensando la situación.

Además, se espera que en breve entren en servicio también misiles balísticos procedentes de Irán -mucho más baratos que los Iskander o que los misiles de crucero que emplean las Fuerzas Armadas rusas-, lo que contribuirá también a dar cierta ventaja al país, mientras coadyuvan a la hora de convertir la Guerra de Ucrania en una «competición de salvas», tema del que también hemos hablado largo y tendido.

Lo anterior obligará a los aliados de Ucrania, si quieren mantener su apoyo a Kiev, a enviar material que ayude a compensar nuevamente la situación. Hoy mismo se ha anunciado el envío de 1.100 municiones merodeadoras (loiterings) «Phoenix Ghost» como parte de un nuevo paquete de ayuda estadounidense, pero no serán suficientes. Ucrania necesitará de municiones de mayor alcance y a ser posible en altas cantidades, lo que obligará a que sean económicas, algo que no ocurre por ejemplo con los misiles ATACMS -sin entrar en temas de gestión de la escalada- y que los GMLRS no pueden ofrecer, ni siquiera en las variantes de alcance extendido (ER-GMLRS).

https://www.revistaejercitos.com/2022/08/28/la-guerra-de-ucrania-y-la-guerra-mosaico/

En resumen, aunque ya en los primeros compases de la Guerra de Ucrania se pudieron ver algunos elementos que hacían pensar en un escenario nuevo, lo que viene ocurriendo desde junio –llegada de los M142 HIMARS– y especialmente desde hace un mes, con la respuesta rusa en base a la ayuda iraní, nos hablan de un nuevo tipo de guerra, una «guerra de salvas» que es además una guerra de desgaste y que puede favorecer los planes rusos por congelar el conflicto de los que hemos hablado ya tantas veces.

Porque -y esto es importante-, a pesar de la euforia de algunos por los avances ucranianos en septiembre, sigue sin haber una salida al conflicto a corto plazo. Los dirigentes rusos demuestran día a día el grado de radicalización al que han llegado, lo que es una traba a unas negociaciones en las que siguen planteando propuestas inaceptables para una Ucrania que se ve capaz de derrotar a Rusia.

Los dirigentes ucranianos, por su parte, no parecen dispuestos a hacer concesiones de ningún tipo -y es perfectamente lógico, dado que son la parte agredida- y han dejado claro que no van a negociar mientras Putin ocupe el Kremlin. Sin embargo, no explican cómo van a expulsar a Rusia del pasillo terrestre evitando a la vez una escalada vertical por parte rusa ni cómo podrían reintegrar en el país Lugansk y especialmente Donetsk después de un conflicto que dura ya ocho años y en el que buena parte de la población no quiere saber nada de Kiev -y eso por no hablar de Crimea-.

En estas condiciones, serán el desgaste y la capacidad de encaje los que dicten sentencia, un escenario en el que la «guerra de salvas» podría ganar un protagonismo creciente, por más que la maniobra no esté muerta.

Ataque ruso con munición incendiaria sobre una posición ucraniana en las inmediaciones de Bakhmut.

Mientras esto se resuelve, sobre el terreno la jornada no ha dejado grandes novedades. Se han producido combates un día más en Járkov y Lugansk, ataques ucranianos en dirección a Kyslivka y hacia Kreminna y Dribrova, mientras las tropas rusas hacían lo propio hacia Nevs’ke y Makiivka. En ningún caso se han registrado o han trascendido cambios de posición. Ligeramente más al sur, en la zona de Siversk, la situación es similar a la de ayer, con combates en las inmediaciones de Verkh’okam’yanka y de Spirne, pero sin que la situación general haya cambiado.

A diferencia de días anteriores, hoy no se han registrado combates en la zona de Bakhmut, lo que indica que Rusia estaría centrándose en la preparación artillera antes de lanzar nuevos intentos. Además, podría estar acumulando tropas en las cercanías para hacerlo posible.

En Donetsk los enfrentamientos se han centrado en el norte de Pisky, en la zona en dirección a Vodiane, así como en Mariínka, pero sin cambios. Además, se ha registrado una fuerte explosión en Pokrovsk, zona a retaguardia de las líneas ucranianas, en lo que podría ser un depósito de municiones alcanzado, aunque no hemos podido corroborarlo por el momento.

En la zona de Pavlivka continúa la ofensiva rusa, sin que se hayan registrado avances reseñables. Los ataques se habrían localizado en las últimas horas y un día más en Prechystivka, Pavlivka, hacia Vodiane, y Novomykhailivka.

En Jersón la situación es idéntica a la de ayer. Prosiguen los rumores sobre la hipotética retirada rusa de la ribera occidental del Dniéper, pero a falta de pruebas, seguimos manteniendo el análisis hecho ayer. Por lo demás, se ha producido un gran incendio en Chornobaivka, al noroeste de la capital y los rusos habrían volado un puente peatonal en Snihurivka, al norte de la región.

Mapa de situación actualizado a 4 de noviembre de 2022. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

Durante la jornada 254ª del conflicto a nivel institucional el hito más destacable es el anuncio por parte de Estados Unidos de un nuevo paquete de ayuda militar. 

Concretamente, se trata de un nuevo envío de armamento por  valor de 400 millones de dólares en el marco de la Iniciativa de Asistencia de Seguridad de Ucrania (USAI), lo que eleva la ayuda total estadounidense a más de 18.200 millones de dólares.

Según reza el comunicado, esta sería otra prueba del compromiso de Washington de su compromiso continuo para apoyar a Kiev satisfaciendo sus necesidades más urgentes, al tiempo que desarrolla la capacidad de las Fuerzas Armadas ucranianas para defender su soberanía a largo plazo. El nuevo paquete incluirá:

Cabe puntualizar que los carros de combate T-72B reacondicionados que se incluyen en este nuevo paquete forman parte de un “esfuerzo trilateral” coordinado con los Países Bajos y la República Checa. En particular, junto con Estados Unidos, Países Bajos entregará 90 unidades adicionales con el apoyo del Ministerio de Defensa checo y en cooperación con la industria checa. De este modo, Países Bajos suministrará material por valor de 120 millones de euros, incluidos los 45 millones que se destinará al envío de los mencionados carros. Se espera que el primer lote se entregue a Ucrania en diciembre.

En paralelo, Países Bajos también se ha comprometido en las últimas horas a entregar tres hospitales de campaña para la Guardia Nacional de Ucrania. 

Anuncios que, por supuesto, han sido bien recibido por el presidente Zelenski y respaldados por el asesor de seguridad nacional americano, Jake Sullivan, durante su visita a Kiev. De hecho, ha reafirmado que el apoyo de EE. UU. a Ucrania seguirá siendo “firme e inquebrantable” tras las elecciones de mitad de mandato que tendrán lugar el próximo día 8 de noviembre:

“Tenemos toda la intención de asegurarnos de que los recursos estén allí según sea necesario y obtendremos votos de ambos lados de la isla para que eso suceda”. 

Por su parte, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, ha expresado su agradecimiento a todos los que han trabajado en la aprobación del presupuesto estatal de Ucrania para 2023 y ha subrayado que el país destinará el 43 por ciento de todos los gastos al ejército y la seguridad:

“Esto es más de 1 billón de UAH. El presupuesto de 2023 será un presupuesto para la victoria de Ucrania en la lucha contra el agresor”. 

De otro lado, tras finalizar la reunión de los representantes de Exteriores del G7 en Münster (Alemania) hoy se ha emitido la declaración conjunta en la que confirman que establecerán un “mecanismo de coordinación para ayudar a Ucrania a reparar, restaurar y defender sus infraestructuras críticas de energía y agua”. Por ende, Kiev verá satisfecha otra de sus peticiones. 

Entre otras cuestiones en la declaración también subrayan que “la irresponsable retórica nuclear de Rusia es inaceptable”, rechazando también las “falsas afirmaciones de Rusia de que Ucrania está preparando una bomba sucia radiológica” tras la evaluación de la Agencia Internacional de la Energía Atómica. 

Asimismo, aseveran que continuarán imponiendo costos económicos a Rusia y otros países, individuos o entidades que brinden apoyo militar a Moscú. De igual modo, reiteran su llamamiento a las autoridades de Bielorrusia para que dejen de permitir la guerra de agresión de Rusia, así como su compromiso inquebrantable con Ucrania a nivel financiero, humanitario, de defensa, político y legal.

Desde Moscú, el presidente Putin ha declarado que los civiles que se encuentran en la región de Jersón deberían ser evacuados de la zona de conflicto:

“Ahora, por supuesto, aquellos que viven en Jersón deben ser retirados de la zona de las acciones más peligrosas, porque la población civil no debe sufrir”. 

Según las últimas cifras de la misión de Naciones Unidas para el monitoreo de los derechos humanos en Ucrania, el número de víctimas civiles registrado asciende ya a 16.295: 6.430 han perdido la vida mientras que 9.865 han resultado heridas. Sin embargo, como hemos venido insistiendo de manera continua, las cifras son muchos más altas.


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