Los rumores sobre la situación entre Svatove y Kreminna no dejan de crecer, hablándose de avances ucranianos y del corte de la carretera P-66. Los ataques rusos con drones y misiles han continuado y como consecuencia, Kiev sufrirá restricciones de electricidad «sin precedentes» a fin de evitar un apagón completo. En Jersón, se habría completado la evacuación de civiles hacia el sur del Dniéper, mientras Putin bromea sobre la amenaza de las bombas atómicas, los Estados Unidos publican su nueva revisión de la postura nuclear y Shoigú da por finalizada la movilización de reservistas.
Las últimas 24 horas han estado plagadas de novedades, por mas que prácticamente ninguna de ellas suponga un cambio importante de situación sobre el terreno. Para empezar, el Ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ha anunciado al Presidente Vladímir Putin que la movilización parcial decretada semanas atrás ha concluido. Se habría llamado a filas, tal y como se anunció, a 300.000 reservistas, de los cuales 82.000 ya habrían sido enviados a Ucrania y 218.000 estarían siendo entrenados en Rusia.
Por supuesto, existen dudas importantes sobre la realidad de la movilización, en vista de las múltiples pruebas relativas a la mala equipación, al mínimo entrenamiento y al estado de algunos de los reservistas movilizados, que hemos ido compartiendo. Ahora bien, sin duda la masa humana permitirá a Rusia completar algunas unidades que habían quedado diezmadas y también dar nuevos bríos a sus cadenas logísticas, permitiendo que los militares con mayor experiencia sean desplegados en primera línea, mientras los reservistas cargan en muchos casos con el resto de tareas.
Putin, en relación con la movilización, ha insistido en que únicamente los reservistas bien entrenados deberían ser enviados al frente, algo que hasta el momento no se ha cumplido, siendo numerosos los testimonios de «mobiks» capturados o abatidos a las pocas horas de ser enviados a primera línea. Lo que es más importante, parece muy probable que en pocos meses Rusia deba acometer una nueva movilización, ya que tampoco es demasiado probable que la cifra oficial de 300.000 hombres sea real.
Además de esto, hoy el día ha estado marcado por nuevas informaciones relativas tanto a las armas nucleares, como a las nuevas acusaciones que Rusia ha vertido contra Ucrania, en este caso en las Naciones Unidas. Respecto a lo primero, Putin ha bromeado respecto a un posible uso de armas nucleares, mientras Biden ha declarado no fiarse de las intenciones del ruso. Más allá de que sean sucesos anecdóticos, lo que demuestran es que la cuestión sigue en el aire.
Los Estados Unidos, mientras tanto, han publicado la versión desclasificada de su nueva Revisión de la Postura Nuclear, que establece las líneas maestras para el desarrollo de las fuerzas estratégicas, el rol que tienen en la estrategia estadounidense y, en su caso, el marco y formas de empleo. El documento, establece, entre otras cosas la necesidad de contar con una disuasión nuclear fuerte y creíble en la región Euro-Atlántica, tema del que hablamos días atrás a propósito de la llegada a Europa de las nuevas ojivas B-61-12 y de las peticiones de Polonia para que los EEUU situasen armas nucleares en su territorio.
Respecto a las acusaciones por parte rusa a Ucrania, si en las últimas semanas y meses hemos venido viendo cómo sucesivamente la primera acusaba a la segunda de: 1) desarrollar armas biológicas; 2) planear destruir la presa de Nova Kakhovka y; 3) pretender detonar una «bomba sucia», hoy ha sido el turno del representante ruso ante las Naciones Unidas. Allí, ni corto ni perezoso, ha afirmado que Ucrania estaría trabajando en sus biolaboratorios en el desarrollo de «mosquitos de combate» capaces de transmitir enfermedades mortales. Se olvida el diplomático de que un arma de este tipo sería totalmente contraproducente al ser imposible de controlar, como lo son de hecho la mayoría de armas biológicas.
Por otra parte, antes de entrar en las novedades sobre el terreno, merece también comentar que en las últimas horas el Ministro de Defensa ucraniano, Reznikov, se ha quejado de que los vehículos a ruedas no son los más adecuados para el invierno, debido a los problemas de movilidad táctica. Claro está, su queja esconde el deseo de que sus socios suministren más vehículos pesados a Ucrania.
Sin embargo, es a nuestro juicio una petición errónea, aunque entendible desde su posición, ya que por el mismo montante la apuesta por vehículos ligeros como los HMMWV, los drones y las armas contracarro ofrece muchos mejores resultados. Eso por no hablar de que los vehículos pesados, además de las enormes servidumbres logísticas -que seguramente Ucrania no pueda satisfacer-, tampoco son la panacea. Así lo entienden también los EEUU, que en su último paquete de ayuda han vuelto a incluir vehículos 4×4…
Pasando a lo ocurrido sobre el terreno, comenzaremos con los nuevos ataques con drones y misiles a Ucrania. En primer lugar, hay que comentar que Rusia habría empleado ya, en lo que va de guerra, más de 4.500 misiles, a los que habría que sumar un número indeterminado de drones. En las últimas horas, estos últimos han sido lanzados de nuevo contra Kiev, agravando los problemas de abastecimiento energético de la capital y la región en la que se sitúa. Lo han hecho hasta el punto de que se han anunciado cortes de luz sin precedentes, para evitar un apagón total. Según ha declarado el alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko, el suministro solo podrá ser restablecido por completo en 2-3 semanas -y siempre que más ataques no causen nuevos daños, añadimos-.
Además de lo anterior, en las últimas horas, Rusia habría lanzado ataques sobre Andriivka y Bilohorivka que habrían sido rechazados. Sin embargo, la situación es mucho más confusa. Se habla día tras día de avances ucranianos sobre la P-66 de los que no hay confirmación gráfica. Incluso alguno de nuestros colaboradores tiene claro cuál sería el diseño de la operación, que compartimos a continuación. En cualquier caso, insistimos, por el momento no hay ningún documento gráfico que permita confirmar que efectivamente Ucrania opera en alguna de las áreas sobre las que hay rumores, ni que haya cortado las comunicaciones entre Svatove y Kreminna como afirman las cuentas pro-ucranianas.
En dirección a Bakhmut, los ataques hoy habrían seguido dirección a Yakolivka, a Soledar, a Bakhmuts’ke, a Bakhmut y a Kurdyumivka, sin que se hayan reportado avances.
Desde Donetsk, los intentos rusos habrían sido sobre Oleksandropil, Permovais’ke, Nevels’ke y Mariínka, con el resultado nulo habitual.
Al sur, en Jersón, se habrían reportado ataques sobre una comisaría empleada por las fuerzas rusas -en lo que podría ser una acción partisana-, como sobre Nova Kakhovka. Además, se ha reportado un ataque ruso sobre Velyka Novosilka, sin resultado.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En su discurso diario a la nación el presidente Zelenski, pero también el primer ministro Denys Shmyhal, ha conmemorado el aniversario de la liberación de Ucrania de la Alemania nazi en 1945 y ha subrayado que la única táctica de Rusia se ha convertido en el terror, ante el que no tienen miedo.
“El segundo ejército del mundo se hará cada vez más pequeño. Las pérdidas del enemigo serán cada vez más grandes. Estoy seguro de que la propaganda enemiga no funciona, las provocaciones no funcionan, las amenazas no asustan. Cualquier invierno duro tampoco nos asustará.”
Un lugar especial en su discurso lo han ocupado los drones iraníes Shahed-136 afirmando que en los dos últimos días se lanzaron 30 drones y 23 habrían sido derribados. Sin embargo, pone el acento en agradecer a las 665.000 personas de 70 países que a través de la plataforma United24 han participado en la recaudación de fondos para, como los denomina Zelenski, los “cazadores” de dichos drones.
A continuación, se muestran los fondos recaudados a través de United24 y lo que ha permitido a Ucrania adquirir en cada una de las categorías: defensa y desminado, ayuda humanitaria y médica y reconstrucción.
De hecho, volviendo sobre los drones iraníes, Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania, ha recibido una llamada de su homólogo Hossein Amir Abdollahian, a quien le ha pedido que Irán detenga de inmediato el suministro de armas a Rusia que están empleándose para atacar a civiles y destruir la infraestructura crítica ucraniana.
Desde Estados Unidos Antony Blinken, secretario de Estado, ha anunciado el nuevo paquete de asistencia militar a Ucrania por valor de 275 millones de dólares, que incluirá:
En el propio comunicado se reitera que las capacidades de defensa aérea han sido y seguirán siendo una prioridad de Estados Unidos para Ucrania y que los dos NASAMS iniciales comprometidos estarán listos para su envío el próximo mes de noviembre. Igualmente, Washington está trabajando con los aliados para transferir sus propios sistemas de defensa aérea a Ucrania.
Desde el 24 de febrero de 2022, Estados Unidos ha comprometido aproximadamente 17.900 millones de dólares en asistencia de seguridad para Ucrania. Ayuda que se traduce en el envío del siguiente armamento y material:
Asimismo, Estados Unidos ha donado 2,3 millones de vacunas Pfizer-BioNTech a Ucrania a través del programa global COVAX y han sido entregadas a través de Unicef.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha anunciado nuevas sanciones contra 35 altos funcionarios rusos como el viceprimer ministro Denis Manturov, y seis entidades energéticas, incluida Gazprom y sus subsidiarias.
Del mismo modo, ha anunciado que Canadá tiene la intención de imponer nuevas sanciones a los miembros de los sectores de seguridad y justicia rusos, incluidos políticas, investigadores, fiscales, jueces y funcionarios de prisiones involucrados en violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos contra los líderes de la oposición rusa. Hasta el momento, Ottawa ha adoptado medidas restrictivas contra más de 1.400 personas y entidades.
En cuanto a la ayuda militar si bien no ha anunciado nuevos envíos de armamento sí ha confirmado que los 39 ACSV cuyo envío a Ucrania anunciaron en junio ya han comenzado a llegar a Europa, donde se están entrenando a las tropas ucranianas, y la última unidad se entregará a finales de noviembre. En total, desde febrero de 2022 Canadá ha comprometido más de 600 millones de dólares en asistencia militar a Ucrania y continuarán ayudando al país “a cumplir con sus necesidades urgentes de equipo militar y de defensa”.
Contrariamente, sí ha anunciado novedades en lo que concierne a la ayuda financiera de 2.000 millones de dólares comprometidos para este año. El gobierno de Canadá emitirá Bonos de Soberanía de Ucrania a cinco años que ayudarán a recaudar fondos para que el gobierno pueda continuar sus operaciones, incluida la prestación de servicios esenciales a la población (pago de pensiones, por ejemplo) y la compra de combustible antes de que llegue el invierno. Estos bonos se canalizarán a través de la cuenta administrada por el Fondo Monetario Internacional.
Trudeau reitera que seguirá apoyando a Ucrania a través de asistencia humanitaria de cara al invierno y también continuarán avanzando en la entrega de los 15 millones presupuestados para apoyo a tareas de desminado.
Mientras tanto el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol asevera que Seúl no ha suministrado armas letales a Ucrania en respuesta a las declaraciones del presidente Putin en las que afirmaba que de tomar esa decisión se destruirían las relaciones bilaterales entre ambos países. En particular, Suk-yeol comentaba a la prensa:
“Hemos sido solidarios con la comunidad internacional por la ayuda pacífica y humanitaria a Ucrania y no hemos proporcionado armas letales, pero eso es en cualquier sentido una cuestión de nuestra soberanía”
A colación, para el próximo año 2023 el déficit mensual que Ucrania prevé es de aproximadamente 3.500 millones de dólares. Así pues, la captación de fondos es una de sus grandes prioridades. De otro, lado, Serhiy Marchenko, ministro de Finanzas, ha confirmado que Ucrania ha incautado 1.210 millones de dólares en activos de Rusia y Bielorrusia que podrían usarse para la reconstrucción del país.
Cambiando de tercio, el representante de Rusia ante Naciones Unidas afirma que en los laboratorios ucranianos se están desarrollando “mosquitos de combate” capaces de transmitir enfermedades letales. Afirmaciones sobre actividades prohibidas con armas biológicas emprendidas por Ucrania con el apoyo de Estados Unidos que, como no podía ser de otro modo, han sido desmentidas por Washington y sus aliados.
Por último, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha comentado hoy que el suministro regular de electricidad a la capital probablemente se reestablezca en dos o tres semanas. Por supuesto, siempre y cuando la infraestructura crítica ucraniana no resulte aún más dañada.
Energoatom por su parte ha comunicado que aproximadamente 100 empleados de la planta nuclear de Zaporiyia han firmado contratos con Rusia. De otro lado, 6.700 empleados se habrían negado a colaborar con Rusia.
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