Arrecian los rumores sobre posibles acciones contra la presa de Nova Kakhovka, a la vez que los relativos a una futura participación de Bielorrusia en el conflicto, en un día en el que desde el Ministerio de Exteriores ruso han afirmado que los Estados que proporcionan armas a Ucrania son «patrocinadores del terrorismo» y que los suministros de armas y entrenamiento a Kiev convierten a la UE en «parte del conflicto». Todo ello mientras el Kremlin intenta bloquear en la ONU la investigación sobre el uso de drones iraníes contra Ucrania, ligando este tema a la renovación del acuerdo que permite la salida del grano ucraniano por el Mar Negro. Sobre el terreno, por el contrario, las novedades han sido mínimas.
Desde hace ya meses, esto es, desde que la capacidad rusa de avanzar se agotase en Severodonetsk y Lysychansk, venimos explicando a nuestros lectores que Rusia ha estado intentando congelar el conflicto ante la imposibilidad de lograr una victoria suficiente como para forzar a Ucrania a aceptar sus términos en una hipotética negociación.
Posteriormente, cuando se conoció la movilización, nuestro análisis pasó a concluir que trataban de forzar una negociación antes del invierno, más que de retomar el territorio perdido. Es decir, que buscaban estabilizar el frente, frenando la ofensiva ucraniana, mientras intentaban sembrar la discordia entre Ucrania y sus socios, o bien entre los propios aliados entre sí. Además, el incremento de las amenazas nucleares o incluso la más reciente campaña de ataques con misiles –posteriormente abortada y sustituida por drones con la ayuda de Irán-, apuntarían en esta dirección. La alternativa, de fracasar en su esfuerzo, pasaba por hacer de la guerra una guerra de desgaste, en la que quizá tras una reducción parcial de las operaciones durante la época más fría, los combates se retomasen en primavera con mayor intensidad.
Precisamente hoy, Velina Tchakarova planteaba tres posibles escenarios para el futuro del conflicto, del que las posibilidades que hemos marcado en las líneas anteriores, constituirían la segunda y la tercera y son, posiblemente, las que más visos de realidad tienen de cara a las próximas semanas y meses, pues no parece haber a corto plazo posibilidad de que Ucrania logre tampoco una victoria militar suficiente -lo que incluiría avanzar sobre Melitópol y Crimea- como para forzar una retirada rusa -todo ello obviando la probabilidad, nada descartable, de que Rusia escale verticalmente para tratar de evitarlo-.
Por el momento, seguimos inclinándonos por el escenario número dos, es decir, una guerra de desgaste, en tanto no hay voluntad de negociación por ninguna de las partes, la amenaza que plantea el despliegue de fuerzas rusas en Bielorrusia -que sigue creciendo para el Estado Mayor ucraniano-, la movilización o incluso los drones no parecen estar quebrando la voluntad de lucha ucraniana o el apoyo de sus socios y por supuesto Rusia no puede renunciar a los territorios tomados y poner fin a la guerra después de decenas de miles de bajas y de las pérdidas materiales sufridas, arriesgándose de paso a que la supervivencia del régimen de Putin pudiese quedar comprometida.
Seguimos pensando también que, a medida que la guerra se alargue y previa a una hipotética escalada nuclear -que no tiene por qué llegar a producirse- veremos cómo las acciones en lo que denominamos Zona Gris contra algunos estados de la UE se incrementarán -y ya hay indicios de por dónde pueden ir– pues del apoyo de los socios europeos depende que Ucrania sea capaz de librar esa guerra de desgaste y son el eslabón más débil de la cadena, dadas las divergencias internas, las distintas sensibilidades y la vulnerabilidad ante el tipo de acciones del que hemos hablado. Además, tal y como está haciendo al ligar las posibles investigaciones en la ONU sobre el uso de drones iraníes -del que por otra parte hacen falta pocas pruebas más– con el de las exportaciones de grano, buscará formas de erosionar la imagen exterior de Occidente presionando con una posible crisis alimentaria. Es decir, que podría volver a bloquear las exportaciones de grano ucraniano si con ello resta apoyos a Occidente en general y la UE en particular y a la vez se evita nuevas sanciones tanto para la propia Rusia como para Irán.
Eso llevaría, pasado el tiempo, al escenario número 3, en el que la guerra pasaría a ser un conflicto congelado, se entablaría algún tipo de negociaciones y se reconocerían de facto -que no de iure seguramente- algunas de las conquistas territoriales rusas, equipándose a Ucrania de forma que cualquier agresión rusa ulterior fuese impensable y anclando la parte del territorio que controla Kiev a Occidente de forma sólida.
Por supuesto, que otorguemos mayores posibilidades a los escenarios 2 y 3 no quiere decir que el 1 sea imposible. De hecho, no es imposible infligir una derrota militar a Rusia, ni siquiera en el peor de los casos, esto es, en un escenario nuclear. Tema diferente es que todos los aliados de Ucrania estén dispuestos a pagar el precio o que sea razonable permitir que el conflicto degenere hasta esos extremos, aunque Kiev cuenta con algunos aliados que sí parecen decididos a seguir adelante el tiempo que haga falta. También que buena parte de la estrategia rusa se dirija a intentar convencer a cuantos pueda, dentro y fuera del país, de que su derrota sea un imposible recurriendo al chantaje nuclear, al ataque a las infraestructuras ucranianas, al chantaje energético, la desinformación, etcétera y en algunos casos funcione.
Sin embargo, que la derrota militar y la expulsión de Rusia del territorio ucraniano o de gran parte de él no sea imposible, no quiere decir que eso automáticamente termine la guerra, lo que podría mantenernos una vez más en los escenarios 2 y 3, salvo que la caída de Putin se consumase, lo que abriría un escenario y posibilidades totalmente diferentes.
Mientras la situación continúa evolucionando, y aunque el día no ha sido abundante en cuanto a novedades sobre el terreno, sí que han ocurrido algunas cosas que merece la pena comentar. En primer lugar, que Rusia ha seguido adelante con la campaña de lanzamiento de drones sobre distintas ciudades ucranianas, como Nikolayev. Del lado contrario, Ucrania habría atacado con HIMARS una vez más la zona de Nova Kakhovka y habría vuelto a sobrevolar con drones Bélgorod, en donde las defensas antiaéreas han vuelto a activarse. Por otra parte, siguen los indicios sobre posibles acciones de falsa bandera rusas tanto en la presa de esta última localidad, como en otros puntos.
Más allá de esto, hoy no se han producido -o no han trascendido- novedades en Járkov, en donde la situación sería similar a la de los últimos días.
En la zona de Bakhmut han proseguido los ataques rusos, así como de los milicianos, chechenos y operativos de Wagner. A lo largo de las últimas horas se habrían concentrado en la zona de Bilohorivka, así como hacia Bakhmuts’ke, el este de Bakhmut y la zona entre Opytne y Odradivka. Sigue sin entenderse cuál es exactamente la intención rusa y el por qué de semejante desgaste para un objetivo que es cada vez menos relevante en el conjunto de la guerra.
Desde Donetsk los ataques se habrían dirigido a Opytne, Nevevs’ke, Krasnohorivka, Mariínka y Novomykhailivka, un día más, manteniéndose en términos generales la situación de las semanas previas.
Respecto al sur, sigue sin saberse absolutamente nada en firme. No hay nuevos testimonios, más allá de vídeos ocasionales que recogen pérdidas de uno y otro bando -y que podrían ser de tiempo atrás-.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Debemos comenzar la sección institucional y diplomática centrándonos en las últimas declaraciones en Moscú. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha declarado que los suministros de armas de la Unión Europea a Kiev la convierten en “parte del conflicto” en Ucrania y que los países que proporcionan armas a Ucrania son “patrocinadores del terrorismo”.
Calificación nada al azar pues llegaría en un momento en el que el Parlamento Europeo, por ejemplo, quiere designar a Rusia como estado patrocinador del terrorismo y que se rige por un sistema terrorista. Y no solo el parlamento, pues EEMM como Estonia también han dado un paso al frente para designar al Estado ruso como tal.
Además de lo anterior, durante la jornada de hoy y la de mañana las miradas estarán nuevamente puestas en la UE, pues los jefes de Estado y de Gobierno de los EEMM están reunidos en el Consejo Europeo -esta vez formal- en Bruselas. En la agenda estarán presentes algunas cuestiones bien conocidas por todos desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania:
- Debate sobre los últimos acontecimientos en Ucrania, incluidas sus consecuencias en Ucrania y otros lugares.
- La cuestión energética, respecto de la cual los dirigentes de la UE evaluarán los precios de la energía y la seguridad del suministro, incluidas las medidas de optimización del mercado y los avances en la reducción de la demanda. Téngase en cuenta que la Comisión Europea ya ha presentado todo el paquete de medidas relacionadas con la energía -por ejemplo, la compra conjunta de gas- y ahora los EEMM deben evaluarlo.
- Evaluación sobre la situación económica en vista de la actual crisis energética agravada por la guerra.
Además, en el ámbito de las relaciones exteriores está previsto que aborden las relaciones UE-Asia y mantengan un debate estratégico sobre China, preparen la próxima cumbre UE-ASEAN, así como la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Sobre la crisis energética se ha vuelto a pronunciar el canciller alemán Olaf Scholz sosteniendo que el presidente Vladímir Putin emplea la energía y el hambre como armas, aunque no ha logrado romper la unidad de Occidente y no logrará sus objetivos de guerra “con tácticas de tierra quemada”.
Aun así, ha advertido que la medida de la UE basada en imponer un tope al precio del gas corre el riesgo de fracasar. De esta forma, hoy en el Consejo Europeo están divididos en cuanto al apoyo a la imposición de un tope al precio del gas o a un fondo energético de la UE.
De igual modo, pese a las tensiones recientes en el eje franco-alemán por sacar adelante el proyecto del gasoducto del MidCat a iniciativa de España y Portugal, finalmente el presidente de España, Pedro Sánchez, ha anunciado que sustituirán este proyecto por otro que recibirá el nombre de “Corredor de Energía Verde”. Este corredor unirá la Península Ibérica con Francia y, por tanto, permitirá conectar el mercado energético europeo.
De otro lado, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha hablado con su homólogo alemán, el presidente Frank-Walter Steinmeier, a quien le ha agradecido la entrega del primer IRIS-T e insistido en la necesidad de “desplegar un escudo aéreo sobre Ucrania lo antes posible”. Asimismo, Zelenski ha señalado que Alemania ayudará a superar las consecuencias del “terrorismo ruso con misiles” y que están preparando la visita de Steinmeier a Ucrania.
Sobre España sí podemos comentar también que el gobierno ha decidido enviar material para paliar los posibles problemas ocasiones en la red eléctrica ucraniana debido a los ataques rusos con drones iraníes y misiles durante los últimos días.
De igual forma, durante la jornada de hoy se ha conocido que España enviará hasta 8 aviones de combate a Bulgaria que llegarán el próximo 1 de noviembre y hasta el 23 de diciembre para desempeñar funciones de protección del espacio aéreo junto con la Fuerza Aérea búlgara.
En otro orden de cosas, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se ha reunido hoy con el recién nombrado primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, para discutir la adhesión de su país y de Suecia a la Alianza. Además de señalar que este proceso de adhesión ha sido el más rápido en la historia moderna de la OTAN y que casi todos los aliados ya han completado sus procedimientos nacionales (faltarían Turquía y Hungría) ha afirmado lo siguiente:
«Como invitados, ahora se están integrando en las estructuras políticas y militares de la OTAN. Y es inconcebible que los aliados no actúen, si Suecia y Finlandia se ven bajo alguna forma de presión. Muchos aliados han dado garantías de seguridad a ambos países. La OTAN ha aumentado su presencia en la región del Mar Báltico. Y hemos estado haciendo ejercicio y trabajando juntos más que nunca».
Por tanto, pese a que aun Turquía no haya aprobado los Protocolos de Adhesión de ambos candidatos, estos realmente estarían protegidos por el paraguas de la OTAN llegado el caso. Cabe recordar que Turquía, Finlandia y Suecia firmaron un memorando para fortalecer la cooperación en la lucha contra el terrorismo y evitar así el bloqueo de Ankara de todo el proceso de adhesión.
Volviendo sobre el controvertido tema de los drones iraníes, el embajador de Rusia ante Naciones Unidas, Dmitry Polyanskiy, le ha trasladado al secretario general Antonio Guterres que Rusia se “abstengan de participar en cualquier investigación ilegítima”. De lo contrario “tendremos [Rusia] que reevaluar nuestra colaboración con ellos, lo que difícilmente interesa a nadie” incidiendo en que no quieren hacerlo, “pero no habrá otra opción”.
Esta advertencia llega además en un momento en el que se está negociando la continuación del Acuerdo de Estambul relativo a las exportaciones de productos agrícolas ucranianos que, recordemos, se consiguió gracias a la mediación del propio Antonio Guterres y del presidente de Turquía. De hecho, Polyanskiy ha señalado que no es “optimista” sobre la renovación del acuerdo debido, a que “las cosas que nos prometieron no se están implementando”. Así pues, comenta:
“Hay efectos indirectos de las sanciones. Hay un cumplimiento excesivo por parte de las empresas occidentales, y existe un claro desinterés de los países occidentales por rectificar esta situación”.
No obstante, estas declaraciones no han frenado a la Unión Europea a la hora de adoptar sanciones contra Irán. Concretamente, la UE ha decidido sancionar a tres personas y una entidad debido a su “papel en el desarrollo y entrega de vehículos aéreos no tripulados (UAV) utilizados por Rusia en su guerra contra Ucrania”. Estarán sujetos a congelación de activos y los ciudadanos y empresas de la UE tienen prohibido poner fondos a su disposición, y las personas físicas también están sujetas a una prohibición de entrada y tránsito por los territorios de la UE.
Concretamente, los sancionados son:
Una decisión que ha sido bienvenida por el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, señalando “la pronta acción de la UE” en tan solo tres días y adoptando medidas que entrarán hoy mismo en vigor.
Por supuesto, Irán continúa negando el envío de drones y misiles a Rusia. Además, el ministro de Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, ha comentado en su perfil de Twitter que ha hablado sobre este asunto con el Alto Representante de la UE, Josep Borrell. En dicha conversación le ha recordado que “nuestra política [de Irán] clara es oponernos a la guerra y su escalada en Ucrania” enfatizando que afirmar que Irán está enviando misiles y drones a Rusia para usarlos contra Ucrania es una “afirmación sin fundamento”.
Cerramos este informe haciendo mención a otro asunto relacionado con Naciones Unidas, Croacia ha registrado su declaración de intervención ante el Tribunal Internacional de Justicia en el caso de Alegaciones de Genocidio bajo la Convención sobre la Prevención y Castigo del Delito de Genocidio.
A esto se suma que el Parlamento de Países Bajos ha votado a favor de la creación de un tribunal especial en La Haya para enjuiciar a los responsables de los crímenes cometidos en Ucrania. Por tanto, la petición ucraniana cada vez recibe más apoyo.
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