Las Fuerzas Armadas ucranianas han pedido silencio acerca de la ofensiva que llevan a cabo en el sur, por lo que no hay nuevos datos por el momento. La actualidad de la jornada ha venido marcada más que por las operaciones sobre el terreno, por todo lo relativo a la fuerza conjunta formada por Rusia y Bielorrusia y todos los indicios relacionados con una futura escalada en el conflicto, con la entrada en liza de dicha fuerza. También por la previsible llegada de misiles balísticos iraníes a Rusia, algo que ayudará a compensar el déficit en armas de precisión de largo alcance.
En las últimas horas, independientemente de lo ocurrido en el campo de batalla -donde ha sido poco lo reseñable-, la atención ucraniana e internacional ha seguido fijada en Bielorrusia. Hacia allí ha seguido afluyendo el equipo ruso, posicionándose en distintas partes del país, varias de ellas muy cercanas a la frontera ucraniana. Además, se han observado plataformas con marcas características en forma de triángulo equilátero con un «2» en su interior.
Todo mientras algunos estados aliados o afines a Rusia –con la República Popular de China como caso más significativo– han pedido a sus naturales que abandonen Ucrania, lo que ha despertado todo tipo de especulaciones sobre una posible escalada, incluso vertical. Además, a la vez se ha publicado que la Fuerza Aérea rusa estaría sacando cazabombarderos MiG-29 de los depósitos de almacenamiento, para trasladarlos a las bases aéreas de Kursk y Millerovo. Además, los rumores acerca de supuestas acciones terroristas abortadas en Bielorrusia por las fuerzas del orden, presagiarían sobre el papel -si se consideran como acciones de falsa bandera-, la entrada del país en la guerra como parte de la «Operación Militar Especial» organizada con Rusia.
Pese a todo ello, en conjunto sigue sin parecer más que un intento de fijar tropas ucranianas en el norte del país, junto a la frontera de Bielorrusia, así como de apuntalar al régimen de Lukashenko en el poder. En primer lugar, porque por el momento no han sido ni 9.000 los militares rusos trasladados a Bielorrusia. En segundo lugar, porque los materiales que se han visto, son en su mayor parte muy antiguos. En tercer lugar porque un ataque en estas fechas, sin un número suficiente de efectivos -además sin la formación y los materiales correctos- podría degenerar rápidamente en una situación análoga a la de marzo, con largos convoyes parados, flancos expuestos y una auténtica hecatombe.
Mientras esto se aclara, Rusia está tratando por todos los medios de hacerse con misiles balísticos de diseño y factura iraníes como los Zolfaghar y los Fateh-110. Todo como forma de economizar sus propias armas de largo alcance. Los diseños iraníes, además de baratos y con una cabeza de guerra potente, han demostrado en los últimos años una importante precisión (ver enlace). Serían pues el complemento perfecto a los drones Shaheed-136 y demás modelos por llegar y además estarían disponibles en gran número, dado el desarrollo de la industria militar iraní.
Del análisis de la movilización, las fechas, los gestos del Kremlin, etcétera, todavía parece deducirse que lo que realmente pretende Rusia es forzar una negociación, de ahí el signalling nuclear, la abortada campaña de bombardeo estratégico, ahora el envío de tropas a Bielorrusia, etc. Dado que desde Occidente se han mostrado bastante claros respecto a la posibilidad de ceder al chantaje nuclear y que Ucrania se niega a negociar mientras Putin esté en el poder, el plan B pasaría por estabilizar el frente con los «mobiks», incrementar la presión sobre los aliados de Ucrania en la zona gris, ir transformando el conflicto en una guerra de salvas y quizá retomar las operaciones ofensivas en primavera -sin que esto suponga renunciar a algún pequeño éxito intermedio, como podría ser la toma de Bakhmut-. Pese a todo, la situación es volátil, se desconoce hasta qué punto las peleas internas en el Kremlin podrían dar un vuelco a la situación o si nuevos éxitos ucranianos podrían forzar a Moscú a tomar medidas más drásticas.
Respecto a lo ocurrido en el campo de batalla, en las últimas horas las Fuerzas Armadas ucranianas habrían entrado entre otros en Novovodyane y Karmazynivka, dos aldeas al suroeste de Svatove, a unos 10 kilómetros en reducida. No obstante, las luchas continúan, con las tropas rusas tratando de llegar a Zarichne y a Terny una vez más desde Kreminna. También se han registrado nuevos ataques rusos sobre Starobilsk y, una día más, sobre Bélgorod, ciudad de la que hoy han atacado el aeropuerto.
En la zona de Bakhmut la situación es pareja a la de días anteriores. Las tropas rusas, milicianas, Wagner y los voluntarios chechenos han intentado un día más avanzar por el norte hacia Zvanivka y Pereizne, hacia el interior de Soledar, hacia Bakhmut y hacia Opytne. No se han registrado cambios de posición, pero sí combates, una jornada más, como se puede ver en el siguiente vídeo.
En Donetsk tampoco hay excesivas novedades. Un ataque lanzado por los HIMARS ucranianos ha destruido un edificio administrativo en la ciudad, denunciándolo los rusos como un intento por causar bajas civiles. Además de eso, las tropas milicianas y rusas han intentado avanzar por enésima jornada por el sur de Pisky hacia Nevels’ke, así como en dirección a Mariínka con el resultado habitual.
Al sur, como hemos explicado en la entradilla, las Fuerzas Armadas ucranianas han solicitado silencio informativo, por lo que el apagón es prácticamente total y no hay elementos de juicio suficiente como para afirmar si han conseguido avanzar desde Nova Kam’yanka y Kachkarivka hacia más allá de la línea Mylove-Borozens’ke.
Por último, antes de pasar al análisis de la situación internacional, las sanciones y el ámbito diplomático, es obligado hacer una referencia a los problemas rusos con la movilización. No en el sentido de que el número de «mobiks» no sea el esperado o de que el entrenamiento o el material sean inadecuados, sino a su comportamiento y los sonados incidentes a los que está dando lugar. Si en los primeros días era relativamente habitual encontrarse con reclutas completamente beodos, en los dos últimos días han sido varias las muestras de violencia. Por ejemplo, se ha publicado un vídeo de kazajos golpeando a un eslavo. Caso aparte es el misterioso incidente en el que supuestamente dos ciudadanos tayikos habrían terminado con entre 11 y 22 militares rusos y que permanece todavía sin aclarar.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada dominical ha transcurrido sin ajetreo a nivel institucional y diplomático, si bien hay noticias destacables, comenzando por las relativas a Bielorrusia.
En particular, el Ministerio de Defensa bielorruso ha afirmado que menos de 9.000 soldados rusos estarían destinados en Bielorrusia como parte de la fuerza regional conjunta anunciada el 10 de octubre. De hecho, ya estarían llegando los primeros trenes con las tropas rusas.
Además, el ministro de Situaciones de Emergencias de Bielorrusia, Vadim Sinyavsky, ha comunicado a medios estatales que parte de sus empleados están preparados para proteger a la población del país, al igual que el ejército. De este modo, han cumplido con la orden del presidente Lukashenko al recibir las armas planeadas y están repartiéndolas en los distintos almacenamientos en regiones de Bielorrusia.
Por su parte, Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, ha enfatizado que pese a que “la OTAN se ha involucrado en el conflicto de Ucrania” esto no estría “afectando de ninguna manera a nuestros objetivos [de Rusia]”. Así pues, ha sido tajante al afirmar que “la operación [militar] continuará y la llevaremos a cabo”.
Al respecto puede comentarse que estaría previsto que el presidente Vladímir Putin convocase otra reunión del Consejo de Seguridad en las próximas horas. De ser así, sería la segunda reunión convocada en una semana tras el ataque al puente de Kerch en Crimea.
Moviéndonos a la ayuda a Ucrania, aunque no se hayan hecho nuevos anuncios durante la jornada de hoy la embajadora de Ucrania en EE. UU., Oksana Markarova, sí ha insistido en que los sistemas de defensa aérea son una prioridad para el país, pero al mismo tiempo son conscientes de que “son difíciles de producir y que no están listos en las estanterías” como si pudiese estarlo otro tipo de armamento.
Continúan llegando los detalles sobre la ayuda militar francesa. Además de la promesa de enviar sistemas de defensa aérea, el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, en una entrevista con Le Parisien ha confirmado que hasta 2.000 soldados ucranianos se integrarán en unidades militares en Francia, rotando durante varias semanas de entrenamiento de combate, entrenamiento más especializado en logística y también estaría previsto que se formen en equipos que el Elíseo ha suministrado a Ucrania. Asimismo, el Lecornu ha enfatizado que Francia cuenta con 12 sistemas de defensa aérea Crotale y que el envío de unidades a Ucrania -no especifica cuántas- “será significativo para permitirles defender sus cielos”. A esto ha añadido el Ministro que Francia está reemplazando los sistemas Crotale por un sistema más moderno, el Mamba.
Pese a lo que comentábamos en el informe de ayer, Irán estaría planeando el envío de misiles y drones a Rusia. Concretamente, se trataría del suministro de misiles Fateh-110 y Zolfaghar.
De otro lado, China y Egipto han pedido a sus ciudadanos que abandonen inmediatamente Ucrania. Asimismo, la Embajada de Serbia en Kiev ha anunciado que cierra temporalmente para garantizar la seguridad del personal que continuará trabajando desde Belgrado. No obstante, Serbia emitió su recomendación para que los ciudadanos abandonasen Ucrania el pasado 13 de febrero.
Por último, a nivel energético, el operador de oleoductos polaco PERN ha confirmado que se ha reestablecido el suministro de petróleo a través del oleoducto Druzhba tras la reparación de la fuga hallada el martes pasado. No obstante lo anterior, PERN señaló que no había señales de que el daño fuese ocasionado por interferencia de terceros, aunque se están investigando las causas que provocaron la fuga.
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