Guerra de Ucrania – Día 219

Tal y como estaba previsto, Vladímir Putin, en una ceremonia oficiada en el Kremlin, ha formalizado la adhesión de los territorios conquistados en Ucrania, a la Federación de Rusia. La respuesta de Kiev ha sido solicitar la entrada en la OTAN a la mayor brevedad, a sabiendas de que las decisiones en el seno de la alianza se toman por unanimidad y podría enfrentarse al veto de algunos Estados miembros. Estados Unidos y el Reino Unido han anunciado por su parte nuevas sanciones a Rusia, mientras en el campo de batalla Limán ha quedado prácticamente aislada, entre rumores de la llegada de elementos del 58º Ejército ruso en ayuda de los sitiados.

Hoy ha sido un día intenso, tanto en el plano político como en el militar. Según lo previsto, el Presidente ruso, Vladímir Putin ha firmado la adhesión a Rusia de los territorios conquistados, en una ceremonia en la que los representantes de las zonas ocupadas han tomado parte. En su discurso, Putin ha hecho referencia a todos los enemigos tradicionales, sin salirse un ápice del guión habitual desde tiempos soviéticos (capitalismo, liberalismo, colonialismo, OTAN, decadencia moral y espiritual de Occidente, Estados Unidos, etc).

Lo cierto es que no se esperaba otra cosa, pues el actual Gobierno ruso lleva años amalgamando a la sociedad rusa en torno al nacionalismo extremo, la religión ortodoxa, el militarismo y, en general, el odio al liberalismo, la democracia y todo aquello que pueda poner en cuestión los cimientos de un régimen iliberal como el que encabeza Putin. No en vano, como cualquier gobierno populista, vuelca siempre sobre terceros la culpa de sus problemas, obviando por el camino los errores propios, algo que queda patente en las referencias a un colonialismo en el que Rusia participó tanto como el resto de potencias europeas de la época, como a un capitalismo salvaje del que en su momento fue el máximo defensor.

Un discurso pues dirigido al público interno, pero también a los países latinoamericanos y africanos que constituyen su audiencia habitual, así como a los sectores de la población que en Europa y Estados Unidos atienden a sus palabras, buscando sembrar la discordia tanto entre los Estados occidentales entre sí (intentando minar la unidad entre las dos orillas del Atlántico), como dentro de sus sociedades.

Más allá de lo irracional que resulta vender una invasión de otro Estado soberano como una «liberación», lo más preocupante del discurso de Putin no tiene que ver con Occidente -dejando a un lado posibles escaladas, obviamente-, sino con sus propios aliados, como Bielorrusia o Kazajistán, ya que en sus referencias iniciales a la ruptura de la Unión Soviética deja claro que su revisionismo es completo y que no entiende de fronteras.

Sea como fuere, el acto celebrado en Moscú ha visto la primera reacción por parte de Ucrania, en la solicitud formal de adhesión a la OTAN y por procedimiento exprés. Dado que todas las decisiones en el seno de la Alianza se toman por unanimidad, es previsible que su entrada se demore debido al veto de algunos Estados miembros como podrían ser Hungría o Turquía, salvo que el resto de socios ejerzan tal presión que ambos cedan. No obstante, no encontramos motivos para ello, pues sería ilógico conceder la membresía a un estado que está en guerra y que una vez dentro podría invocar el Art. 5 de la Carta Atlántica, arrastrando al resto de la organización al conflicto.

En cualquier caso, la OTAN ya se ha pronunciado en boca de su Secretario General, Jens Stoltenberg, quien ha denunciado la decisión rusa como «el mayor intento de anexión de territorio europeo desde la Segunda Guerra Mundial», ha dejado claro que los aliados de la OTAN «no reconocen ni reconocerán nada de este territorio como parte de Rusia«, así como que la «OTAN no es parte en el conflicto», ha hablado sobre la «escalada más grave desde el comienzo de la guerra» y ha reafirmado el apoyo «inquebrantable a la independencia, soberanía y la integridad territorial de Ucrania», para concluir que seguirán apoyando al país el tiempo que sea necesario, sin ceder al chantaje nuclear.

Emisiones de metano procedentes de los escapes del gasoducto Nord Stream. Fuente – ICOS.

Tema relacionado, y que sigue dando que hablar, es el relativo a los gasoductos atacados en el Báltico. El Presidente Biden ha llegado a referirse indirectamente a ellos al afirmar que los Estados Unidos, junto con sus socios, están preparados para defender cada centímetro del territorio OTAN. Reafirma así la declaración hecha ayer por los embajadores ante la OTAN que, en su comunicado, aseguraron que «cualquier ataque deliberado contra la infraestructura crítica de los aliados se encontraría con una respuesta unida y decidida«.

Es un tema de la máxima preocupación por las razones que aportamos ayer, y es que el ataque contra el Nord Stream ya ha impactado en los precios del gas, algo que además beneficia a Rusia, al ser exportadora. Además, atacar gasoductos no es más que una de las múltiples opciones que Rusia tiene para actuar en la Zona Gris, como ya hemos explicado, lo que obliga a la Alianza a buscar formas de retener el control de la escalada, de forma que Rusia no pueda actuar con libertad en dicha región del espectro de los conflictos.

Para ello, deberán ser capaces de patrullar de forma efectiva el Báltico y el Mar del Norte, localizando cada posible submarino ruso en una región muy extensa y teniendo en cuenta que algunos de ellos son de pequeño tamaño, lo que complica su detección incluso a pesar de los importantes medios que algunos de los Estados ribereños poseen. También, y aquí reside la complejidad, a atacar en su caso de forma no atribuible o lanzar represalias que cumplan con esta misma condición pero sirvan para demostrar la determinación. Además, tendrán que tener en cuenta no solo el dominio marítimo, sino cualquier otra posibilidad que Rusia pueda explotar en la Zona Gris.

Mapa de situación en la zona de Limán publicada por Rybar. Son los canales y medios más favorables a Rusia una vez más los que se muestran más pesimistas respecto a la situación en la ciudad.

Pasando al análisis de la parte militar, el punto de atención en estos momentos sigue siendo Limán, ciudad que incluso los medios prorrusos consideran aislada en la práctica. Además, según algunas fuentes podría haber más defensores de que que calculábamos ayer, aunque hay que poner estas informaciones en cuarentena, ya que parte de las unidades presentes habían sido laminadas y estarían bajo mínimos en cuanto a personal (se supone la presencia de las BARS 13 y 16, del 208º Regimiento Motorizado de la milicia de Lugansk, así como del 119ª Regimiento y también del 752º GMRR ruso). Además, pese a la amenaza que supone la artillería ucraniana desplegada en los alrededores, estarían intentando salir a través de Zarichne y Tors’ke en dirección este.

Hablando de artillería, uno de los aspectos más inexplicables del avance ucraniano no ya en Járkov, sino especialmente en esta segunda fase de la ofensiva en torno a Limán es la práctica ausencia de artillería rusa. Apenas han llegado testimonios de fuego de contrabatería, ni de bajas ucranianas provocadas por los obuses o lanzacohetes rusos. Esto podría explicarse por la retirada previa de las bocas de fuego para salvarlas de la artillería ucraniana, dotada de menos material pero más moderno y preciso o por la falta de municiones. De una forma u otra, no han podido infligir a los ucranianos el castigo necesario como para frenar sus avances.

En relación con esto, se está hablando de una operación de rescate rusa, con unidades del 58º Ejército próximas a llegar a Limán para tratar de romper el cerco. Por el momento no hay datos contrastables, más allá de canales de Telegram o cuentas de Twitter. El problema para Rusia en este caso es que algunas de las unidades que componen esta gran unidad proceden de Zaporiyia, lo que podría provocar problemas allí. Sigue pues el Ejército ruso, a la espera de la llegada del grueso de los hombres movilizados, intentando repartir sus unidades como mejor puede y manteniéndose a la defensiva.

Mientras la llegada del 58º Ejército se materializa -o no-, han llegado también pruebas de la presencia ucraniana en Drovysheve y Yampil, así como de ligeros avances en los alrededores de Kupiansk, en donde también han sido avistados efectivos de la 27ª Brigada Motorizada independiente de la Guardia rusa, que forma parte a su vez del 1º Ejército. Habrían perdido al menos 2 carros de combate T-90A en algunos de los enfrentamientos que se están dando en la zona pero, lo más interesante, es la distancia de Kupiansk a la que se han producido los combates, concretamente en Kurylivka, lo que permite inferir que la presencia ucraniana ha ido aumentando en la orilla este del Oskil, aunque todavía no controlen una gran extensión de terreno. Tengamos en cuenta que son imágenes posiblemente de hace dos días y que se trataba de un intento ruso por retomar la localidad, lo que indica que la presencia ucraniana es sólida.

Más allá de las pruebas gráficas sobre la presencia de tropas ucranianas en diversos pueblos de la zona alrededor de Limán, la imagen que hoy nos ofrecía FIRMS sobre incendios en la región, es bastante sugerente, teniendo en cuenta que el tiempo metereológico no favorece que los satélites ofrezcan una imagen clara.

En la zona de Bakhmut, prosiguen los intentos de la milicia y de los efectivos de Wagner, chechenos y el Ejército ruso por lograr avances que permitan cortar algunas de las rutas a través de las cuales llegan suministros a la ciudad y a sus defensores. Hoy, concretamente, los ataques se han producido de norte a sur en dirección a Bakhmuts’ke y Soledar, hacia Vesela Dolyna, Odradivka, Zaitseve, Shumy y Niu-York. No hay noticia de cambios significativos.

Desde Donetsk, la situación es similar a la de ayer, aunque en la última jornada los ataques rusos y milicianos se han centrado en Nevels’ke, en la dirección de Permovais’ke.

Respecto al sur de ucrania, la situación sigue estática. Hoy los ucranianos han informado de un ataque ruso sobre Bezimenne, cerca de Sukhiy Stavok, aunque no se tiene constancia de avances. Eso sí, los combates siguen siendo intensos y las imágenes de vehículos ucranianos destruidos en días pasados así lo demuestran. Sí conviene señalar que se han vuelto a detectar movimiento de vehículos rusos a través de Kerch en dirección a Crimea, contándose entre otros más de una docena de carros T-80.

De hecho, se puede afirmar sin miedo a equivocarse que en las últimas semanas la cifra de bajas por ambos bandos ha sido alta, en concordancia con la intensidad de los combates y con el hecho de que estaba en marcha una ofensiva por parte de Ucrania. Más allá de que las cifras ucranianas y rusas sobre el enemigo estén infladas, las variaciones en los datos diarios que ofrecen suelen corresponderse con los recolectados por medios OSINT mediante confirmación visual. En resumen, vivimos uno de los periodos más sangrientos en los más de siete meses de guerra hasta el momento, y podría ser únicamente el preludio de lo que está por venir, dada la movilización parcial rusa, que sigue su curso.

Mapa de situación actualizado a 30 de septiembre de 2022. Fuente – @War_Mapper.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La jornada de hoy supone un día histórico a nivel institucional y diplomático pues Ucrania ha firmado su solicitud de adhesión a la OTAN en respuesta a la decisión del presidente Vladímir Putin de anexionar los territorios de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia a Rusia. 

Ante el discurso del presidente Putin, en el que ha señalado que protegerá estos territorios empleando “todos los medios posibles”, el presidente ucraniano ha solicitado la adhesión a la OTAN bajo el procedimiento acelerando no sin señalar que considera que “de facto, nosotros [Ucrania] ya nos hemos convertido en un aliado de la OTAN”. 

Asimismo, en su discurso el líder ucraniano ha declarado que Ucrania ha ofrecido “acordar una coexistencia en condiciones equitativas, honestas, dignas y justas” con Rusia y que está lista para mantener conversaciones con Rusia, pero con otro presidente que no sea Vladímir Putin. 

En este sentido, y en resumen, el presidente Zelenski ha señalado los tres puntos esenciales fruto de la reunión mantenida con el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania: 

  1. Restaurar la paz en Ucrania y expulsar a los ocupantes de su territorio. 
  2. Predisposición para negociar, pero no con el presidente Putin. 
  3. Registrar de iure todo lo que han logrado de facto en referencia a la OTAN y subrayando que “es en Ucrania donde se decide el destino de la democracia en el enfrentamiento con la tiranía”. 
  4. Imposición de sanciones a las personas físicas y jurídicas importantes de Rusia “que no tuvieron el coraje de hablar en defensa de la humanidad y el derecho internacional, o quede una u otra forma están involucradas en pasos agresivos contra Ucrania”. 

Sin embargo, al igual que advertimos con la concesión del estatus de candidato de adhesión a la Unión Europea, no debemos dar las cosas por sentado pues se necesita la unanimidad, como hemos explicado al inicio del informe. Cuestión que se acentúa aún más en el caso de la OTAN donde esta petición colisiona directamente con los intereses nacionales de varios Estados, empezando por los de Turquía. 

La respuesta de la OTAN ha venido de manos del secretario general, Jens Soltenberg, quien ha señalado que es el mayor intento de anexión de territorio europeo -un 15 por ciento del territorio total ucraniano- por la fuerza desde la Segunda Guerra Mundial empleando como paralelismo el tamaño de Portugal. Stoltenberg se muestra firme al subrayar que este hecho “no cambia la naturaleza del conflicto” ni cambia el compromiso de los Aliados de apoyar a Ucrania cerrando así su declaración:

“Si Rusia deja de luchar, habrá paz. Si Ucrania deja de luchar, dejará de existir como nación soberana independiente en Europa. La OTAN reafirma nuestro compromiso inquebrantable a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania. Seguimos decididos a brindar apoyo a Ucrania mientras continúa defendiéndose de la agresión de Rusia. Por el tiempo que sea necesario”.  

Por otro lado, las reacciones de Estados Unidos y Reino Unido, entre otros, no se han hecho esperar y han dado un paso al frente imponiendo nuevas sanciones a Rusia. De un lado, debemos comentar la declaración del presidente Joe Biden en la que se ha dirigido expresamente a su homólogo ruso: 

“Estados Unidos está totalmente preparado con nuestros aliados de la OTAN para defender cada centímetro del territorio de la OTAN, cada centímetro. Señor Putin, no malinterprete lo que estoy diciendo. Cada centímetro”.

Washington ha decidido imponer restricciones en la obtención de visados a 910 personas, incluidos miembros del Ejército de la Federación Rusa, oficiales militares bielorrusos y representantes de Rusia por violar la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de Ucrania. Asimismo, han designado al ciudadano Ochur-Suge Mongush -y los miembros de su familia- por su participación en una grave violación de los derechos humanos perpetrada contra un prisionero de guerra ucraniano. 

Del mismo modo, el secretario de Estado, Antony Blinken, señala en el comunicado oficial que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro está designando, entre otros, a 109 miembros adicionales de la Duma Estatal, 169 miembros del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de la Federación Rusa y más miembros del gobierno de Rusia, incluida Elvira Sakhipzadovna Nabiullina (gobernadora del Banco Central de la Federación Rusa (CBR) y exasesora de Putin); Olga Nikolaevna Skorobogatova (vicegobernadora de la CBR); y Aleksandr Valentinovich Novak (viceprimer ministro). De manera adicional serán incluidos en la “lista negra” algunos miembros de la familia de los integrantes del Consejo de Seguridad Nacional como del primer ministro ruso Mikhail Vladimirovich Mishustin, del ministro de Defensa Sergei Kuzhugetovich Shoigu, y del jefe de la Guardia Nacional, Viktor Vasilievich Zolotov. 

En lo que respecta a las entidades, se agregarán un total de 57 -incluidas algunas de China y Armenia- de modo que la lista ascenderá a 392 sancionadas. 

En palabras del secretario de Estado, Antony Blinken, Estados Unidos “continuará imponiendo costos a cualquiera que brinde apoyo político o económico para esta farsa”. 

De otro, Reino Unido ha optado por introducir nuevas prohibiciones de exportación de bienes y servicios dirigidas contra sectores vulnerables de la economía rusa. En particular, Downing Street ha destacado que Rusia importa el 67 por ciento de sus servicios de países sancionadores y que impedirán el acceso a servicios de consultoría, arquitectura, ingeniería, publicitarios, de asesoría legal transaccional y de auditoría. Además, al igual que Estados Unidos, Londres ha sancionado a la gobernadora del Banco Central de la Federación Rusa por considerar que su papel “ha sido fundamental en la conducción de la economía rusa a través de la guerra ilegal del régimen ruso contra Ucrania”. 

Los líderes del G7 por su parte también han condenado la proclamación de anexión de las cuatro regiones ucranianas incidiendo en que impondrán “más costos económicos a Rusia, y a individuos y entidades, dentro y fuera de Rusia, que brinden apoyo político o económico a estas violaciones del derecho internacional”. 

Por parte de la UE, se espera que el próximo paquete de sanciones -el octavo- se adopte de manera formal con ocasión del Consejo Europeo del 6 y 7 de octubre. Por supuesto, también han reiterado desde las Instituciones que “La UE no reconoce y nunca reconocerá esta anexión ilegal” y que seguirán brindando un fuerte apoyo a Ucrania, mientras sea necesario. A nivel individual, Estados miembros como Bélgica ya han convocado al embajador ruso en su territorio.

Pese a que se estén tomando medidas por parte del bloque, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba,ha puntualizado que “los elementos sugeridos del próximo paquete de sanciones de la UE contra Rusia no se corresponden con la escalada de Putin y la amenaza que representa para Europa y el mundo entero”. En consecuencia, pide más dureza al considerar que estamos en un momento crucial. 

En paralelo, hoy ha tenido lugar la reunión extraordinaria de los ministros de Energía de la UE en la que han dado luz verde al acuerdo político sobre las medidas que mitigarán los altos precios de la electricidad: 1) reducción obligatoria de la demanda de electricidad; 2) limitar los ingresos de los productores de electricidad; y 3) contribución solidaria de los productores de combustibles fósiles. 

Por último, en relación con la situación en el gasoducto Nord Stream y teniendo en cuenta la declaración del presidente Joe Biden, podemos comentar que la US Navy ya ha expresado que está lista para brindar apoyo y asistencia en estrecha coordinación con sus aliados y socios si es necesario. 

No obstante, y más allá de que se estén calificando los sucesos como producto de un “sabotaje”, Suecia y Dinamarca en una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas insisten en la necesidad de que se investiguen los hechos, si bien ya han comenzado a tomar medidas para esclarecer qué ha ocurrido y por qué. 


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