La ofensiva ucraniana prosigue su curso en Járkov, pero con la vista puesta en el territorio de Lugansk. Los avances por el sur del frente, hacia el cerco de Limán, continúan adelante. No obstante, es posible que el esfuerzo definitivo se realice al norte, lo que tendría mucho más sentido operacional y estratégico, al buscar caer sobre la línea Svatove-Starobilsk. Más allá del campo de batalla, hoy la Unión Europea ha anunciado una nueva propuesta de sanciones a Rusia, mientras este país y Occidente intercambian acusaciones a propósito del posible sabotaje del gasoducto Nord Stream.
En las últimas horas, las Fuerzas Armadas ucranianas han seguido ganando terreno a Rusia en dirección a la P66 y en los alrededores de Limán. La última localidad recuperada hasta el momento, es Novoselivka, al norte de Drovysheve. Además lo están haciendo relativamente rápido, basándose una vez más en unidades muy ligeras, con el apoyo de artillería de precisión. Si bien no logran embolsar grandes unidades rusas, sí que consiguen muchas pequeñas victorias tácticas que en conjunto son significativas.
En términos generales, la situación es cada vez más difícil para los defensores rusos de Limán y los milicianos del 2º AC. La única ruta de escape, por Zarichne, está ahora mismo a tiro de la artillería ucraniana, incluso de la de menor alcance. Posiblemente varios puntos del camino estén también al alcance de algunas patrullas SOF ucranianas. No obstante, Limán en sí mismo, pese a que su toma supondría una inyección de moral, no significa demasiado. Lo importante es dilucidar cuáles son las intenciones reales tanto del Estado Mayor ucraniano, como de Rusia para hacerles frente.
En alguna ocasión hemos hablado de la necesidad de avanzar desde Kupiansk, entre otras cosas para proteger las ganancias logradas más al sur de un posible ataque ruso en perpendicular al eje de avance ucraniano. Hay que tener en cuenta que es al este de Oskil en donde están logrando mayor progresión. Otra posibilidad, sin embargo, es la de una vez frenado el contraataque ruso hacia Kupiansk y ampliada la cabeza de puente como han hecho con la recuperación de Kisharivka, concentrar más medios en el norte, buscando un ataque en profundidad hacia Svatove y Starobilsk que de triunfar descoyuntaría todo el dispositivo ruso al norte de Lugansk.
Sea o no posible –aunque hay rumores de acumulación de recursos en preparación de esto último-, pues no hay certeza sobre la cantidad de medios en poder de Ucrania como para acometer una acción semejante, el movimiento tendría toda la lógica y efectos estratégicos. No hay que olvidar que, por una parte, Ucrania estaba pensando en abrir un tercer frente hacia Zaporiyia que por el momento no se ha abierto. Es decir, que podrían destinar parte de los medios que estaban concentrando allí, al norte, si consideran que hay más posibilidades de éxito. Por otra, que la región entre Kupiansk y Svatove es más propicia para el avance que la que ocupan Limán-Zarichne-Kreminna-Mezhove, con una orografía más compleja y gran cantidad de bosques. Y por otra, que en el momento en el que tomen Limán, si lo consiguen, podrán liberar unidades para dirigirse contra Svatove y Starobilsk.
La otra visión del asunto es la rusa, claro está. En los últimos días hemos hablado sobre las posibles líneas defensivas que el Ejército Ruso podría montar. Se sigue dando por hecho que se establecerá desde Troits’ke a Kreminna. Sin embargo, resulta muy difícil cubrir una línea de más de cien kilómetros y en una posición geográfica que no ayuda a la defensa. Efectivamente, la carretera que va de norte a sur de esta ruta transita por el fondo de un valle, lo que obligaría a adelantar la línea unos kilómetros o bien a prescindir de ella.
Por otra parte, las reservas están afluyendo a algunas zonas del frente, pero en vista de la calidad de muchas de ellas, aunque es muy triste tener que hablar en estos términos, resulta difícil que puedan servir para algo más que de carne de cañón para sostener algunas posiciones, pero no para maniobras o llevar a cabo cualquier acción que no sea muy básica. Un poco al modo en el que en otros momentos del conflicto ha empleado Ucrania a sus Unidades de Defensa del Territorio, que han pagado un alto precio en vidas, sin duda.
Cambiando de tercio, pasamos a comentar las novedades sobre el terreno a lo largo del día. Para empezar, hoy se han reportado bombardeos rusos sobre al menos media decena de localidades en la óblast de Járkov. Los ucranianos, por su parte, habrían atacado un depósito de municiones ruso en Valuyki, en territorio ruso, dejando al menos una quincena de heridos. La toma por parte ucraniana de Khisarivka y Kiselivka permite ampliar la cabeza de puente en Kupiansk y también proseguir con el cerco de Limán. Por otra parte, en dirección a Siversk siguen produciéndose combates, sin que por el momento haya cambios de importancia sobre el mapa.
En dirección a Bakhmut, y un día más, la mayor parte de ataques rusos se han llevado a cabo por el sur de la localidad, en concreto hacia Odradivka, hacia Mykolaivka Druha, hacia Zaitseve, hacia Druzhba y hacia Zalizne. Como en jornadas anteriores, no ha cambiado de manos ninguna localidad, si bien las tropas rusas podrían haber conseguido alguna pequeña mejora táctica.
En el caso de Donetsk, los milicianos han intentado avanzar hacia Permovais’ke, hacia Novomikhailivka y hacia Pavlivka, con ayuda del Ejército ruso. Sin novedad.
Tampoco hay novedades en Jersón o Zaporiyia, más allá de ataques ucranianos con misiles sobre Jersón, ataques rusos sobre Krivói Rog y Dnipró y los intercambios habituales entre la artillería de uno y otro bando.
Por último, un par de apuntes sobre el sabotaje al gasoducto Nord Stream. Por supuesto, la atribución es harto complicado y el cruce de acusaciones es la norma. El discurso ruso intenta hacer ver que el único beneficiario de este incidente es Estados Unidos, al hacer a Europa más dependiente de sus hidrocarburos. El discurso occidental habla sobre una acción rusa encaminada a minar la economía europea y la posibilidad de completar las reservas de cara al invierno.
Con todo, quien nos lee sabrá que ya hace unos días advertimos que Rusia iniciaría una campaña en la Zona Gris, cada vez más intensa. Este tipo de acciones encajan perfectamente en el supuesto. Además, es el país que tiene los medios más adecuados para ejecutar esta acción, la doctrina y los motivos más evidentes, al intentar que el apoyo europeo a Ucrania disminuya antes del invierno y al lanzar un mensaje claro a Europa.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
A nivel institucional conviene destacar en primer lugar que la UE ha presentado la propuesta de las medidas que se incluirán en el octavo paquete de sanciones.
En una rueda de prensa conjunta, el Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, han anunciado que estas nuevas sanciones “mordaces” privarán a Rusia de recibir ingresos adicionales por valor de 7.000 millones de euros.
Este paquete se dividirá en tres bloques:
- Ampliación de personas y entidades contenidas en la “lista negra” que asciende ya a 1.300 sancionados. En esta ocasión proponen adoptar medidas restrictivas respecto de aquellas personas que estén apoyando, facilitando o beneficiándose de la invasión de Ucrania y, en particular:
- Personas involucradas en la ocupación y anexión ilegal de áreas de Ucrania por parte de Rusia. Así, proponen designar a las autoridades rusas designadas en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, y a otras personas que organizaron y facilitaron los falsos referéndums.
- Funcionarios de alto rango del Ministerio de Defensa ruso: “Quienes apoyan a las fuerzas armadas rusas proporcionando equipos y armas para el ejército, incluidos misiles y aviones de combate, y participan en el reclutamiento de estos 300.000 soldados.”
- Actores que difunden desinformación sobre la guerra.
- Operadores económicos clave que no necesariamente han de ser rusos, sino que incluirán a personas que participen en la elusión de las sanciones.
- Ampliación del ámbito geográfico de las restricciones que se aplican a Crimea, Donetsk y Lugansk que se aprobaron a principios de 2022. Por tanto, quedarán cubiertas todas las áreas no controladas por Ucrania, incluidas también las óblasts de Zaporiyia y Jersón. En términos generales, se trataría de imponer restricciones a las relaciones económicas. Esta última medida podría lugar a controversia teniendo en cuenta que en función de la implementación las zonas que en estos momentos están bajo control de las tropas rusas podrían quedar aún más aisladas y ello sin entrar en el impacto que podría tener en la población.
- Propuesta de prohibiciones adicionales a la prestación de servicios de la UE a Rusia y ampliar la lista de productos que no pueden exportarse a Rusia (por ejemplo, artículos de aviación adicionales, componentes electrónicos o sustancias químicas específicas), así como la prohibición de que los ciudadanos de la UE formen parte de los órganos de gobierno de las empresas estatales rusas.
Según la Presidenta: “Rusia no debería beneficiarse del conocimiento y la experiencia europeas”.
- Sientan las bases legales para el establecimiento de un precio tope al petróleo como acordaron en el marco del G7. Cabe recordar que el transporte marítimo de petróleo crudo ruso quedará prohibido a partir del 5 de diciembre.
- Creación de una lista de personas en las que enumerarán a aquellos que eluden las sanciones. Por ejemplo, está prevista para aquellos casos en los que se compran bienes en la UE, los llevan a terceros países y posteriormente a Rusia. Von der Leyen defiende que cree que esta medida tendrá un gran efecto disuasorio.
Este paquete aun debe tener el visto bueno de los Estados miembros y adoptarse de manera formal. No obstante, y pese a que algunos líderes lo califiquen como la respuesta a los falsos referéndums en los territorios ocupados por Rusia, lo cierto es que antes de esto sucediese ya se preveía que la UE adoptase más sanciones toda vez que el séptimo paquete se aprobó el 21 de julio. Sin embargo, más allá de introducir nuevas sanciones adicionales lo verdaderamente importante reside en la implementación y ejecución de las ya aprobadas en los paquetes anteriores.
Sobre los referéndums también se ha pronunciado el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, alineándose con sus socios al afirmar que “Canadá no reconoce y nunca reconocerá los resultados de estos falsos referéndums o el intento de anexión ilegal de territorios ucranianos por parte de Rusia”.
Por otro lado, volviendo sobre la UE, por el momento no se ha anunciado la ayuda militar adicional que proporcionará la UE a través del Fondo Europeo de Ayuda a la Paz (EPF).
Desde el otro lado del Atlántico, sí cabe esperar que Washington anuncie pronto un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 1.100 millones de dólares que incluirá, entre otros, HIMARS y municiones, varios tipos de sistemas de radar y contra drones, así como repuestos, capacitación y soporte técnico.
Por otro lado la Casa Blanca ha solicitado que se incluyan 35 millones de dólares en el proyecto de ley de financiación en el que se prevé la ayuda a Ucrania -como indicábamos en días anteriores se habrían incluido ya 12.400 millones que además han sido aprobados en las últimas horas- con el fin de contribuir a garantizar la seguridad nuclear en el país. Más concretamente, debido a las condiciones “precarias” que siguen observando alrededor de la planta nuclear en Energodar.
En relación con los daños en el gasoducto Nord Stream, Josep Borrell ha declarado que la UE está profundamente preocupada por estas fugas en las aguas internacionales del Mar Báltico. Subraya que “estos incidentes no son una coincidencia y nos afectan a todos”, señalando además que toda la información disponible “indica que esas filtraciones son el resultado de un acto deliberado”. Por último, en la escueta declaración se enfatiza que “cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética europea es absolutamente inaceptable y se encontrará con una respuesta sólida y unida”.
En las últimas horas no solo se han pronunciado los estados con salida al Báltico, sino también desde Washington. El secretario de Estado americano, Antony Blinken, ha hablado con el ministro de Exteriores de Dinamarca, Jeppe Kofod, tras calificar los incidentes como “aparente sabotaje” para trasladarle que EE. UU. sigue comprometido “con la promoción de la seguridad energética europea”. A su vez, el representante danés también ha hablado con su homóloga alemana, Annalena Baerbock, para tratar de aunar esfuerzos para abordar la situación.
De igual modo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha calificado los actos como “sabotaje” durante su encuentro con el ministro de Defensa danés, Morten Bødskov, en el que se han encargado de abordar “la protección de la infraestructura crítica en los países de la OTAN”.
Además, Noruega ha decidido que desplegará militares para proteger sus instalaciones de petróleo y gas contra posibles actos de sabotaje. Cabe recordar que en estos momentos Noruega es el mayor proveedor de gas de Europa y que desde la propia Comisión Europea bajo la estrategia RePowerEU se ha tratado de fortalecer la relación con este tercer estado.
Desde Rusia, el Servicio de Seguridad (FSB) estaría investigando los daños sufridos en los gasoductos como un caso de “terrorismo internacional” según informa Interfax.
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