La ofensiva ucraniana sigue su curso por el momento sin que las tropas de Kiev hayan perdido el impulso. Los combates en poblaciones como Kostromka, al sur de Davydiv Brid y Sukhyi Stavok así lo demuestran. Además, Ucrania sabe que el apoyo occidental, al menos por parte estadounidense, continuará durante los próximos meses, pues la Casa Blanca trabaja en un fondo adicional de 11.700 millones de dólares a sumar al paquete de 40.000 millones aprobado en mayo y que todavía no se ha consumido completamente. Todo en un día en el que Moscú ha anunciado que no reanudará el flujo de gas a Europa hasta que Occidente no levante las sanciones implementadas tras el inicio de la invasión, lo que tiene una interesante lectura.
La última jornada de guerra ha dejado nuevos avances ucranianos en distintas partes de Jersón, a tenor de los vídeos aparecidos en los que se veían combates en aldeas como Kostromka, indicativos de que las tropas han ido más allá de Sukhyi Stavok en dirección a la T2207 o en Ol’hyne, al suroeste de Vysokopillia. Lo interesante es que en realidad Ucrania ni siquiera tiene que llegar directamente a Nova Kakhovka, pues si el avance en este eje continúa, complicará sobremanera las posibilidades de replegarse de las tropas rusas al este de la línea.
Precisamente al este es en donde las cosas son más opacas. Los ucranianos sostienen que sus tropas han sufrido bombardeos en Novovoskresens’ke, dentro del territorio que se creía controlado por Rusia. Puede no ser cierto, por supuesto, ya que no hay pruebas gráficas. Sin embargo, las informaciones contradictorias como ésta o como las relativas a la ampliación del territorio controlado por Rusia al norte de Jersón hacen pensar que a diferencia de otras ocasiones, habría un desfase bastante claro entre lo que está ocurriendo en el campo de batalla y la información que desde allí llega. Dicho de otra forma, la guerra de Ucrania está en una fase más impredecible.
Por otra parte, hay indicios indirectos de que la situación sobre el terreno podría ser peor para los rusos de lo que se supone, a tenor de su posición sobre el mapa, como que estén considerando -información que hay que tomar con cautela- reabrir las negociaciones con Ucrania, muestra evidente de debilidad. Además, y casi al mismo tiempo, desde Moscú han anunciado el corte indefinido del suministro de gas a Europa salvo que se levanten las sanciones al país -algo evidentemente imposible-, la mejor herramienta del Kremlin para incitar a las principales capitales de la UE a forzar a Ucrania a sentarse en la mesa de negociaciones.
Más allá de esto, en las últimas horas se ha sabido que los Estados Unidos están trabajando en un nuevo fondo adicional de asistencia a Ucrania de 11.700 millones de dólares, de los que 7.200 serían gestionados directamente por el Departamento de Defensa estadounidense e incluirán por supuesto el suministro de nuevas armas y equipos. Lo que llama la atención del caso es que del primer gran fondo, dotado con 40.000 millones de dólares y aprobado en mayo, todavía no se han consumido más que tres cuartas partes, cuando se preveía que la duración del mismo fuese hasta septiembre. Es decir, que desde Washington han estado enviando la ayuda con mucha moderación, ya que podrían haber suministrado a los ucranianos a estas alturas hasta 10.000 millones de dólares más de los enviados -aunque habría que ver la capacidad ucraniana de asimilar tal volumen de recursos, tema que ya ha dado lugar a controversias-.
En cualquier caso, lo importante del anuncio es que de aprobarse -y hay pocas dudas al respecto-, Ucrania tendrá asegurada la ayuda norteamericana hasta que finalice el primer trimestre de 2023. Si a esto le sumamos que la ayuda de otros Estados importantes como Alemania se hará en muchos casos efectiva en el año entrante, lo mismo que con los programas de formación, lo que tenemos es una situación que evoluciona negativamente para Moscú, pues el diferencial de equipamiento y formación de unos y otros podría aumentar de forma significativa.
Dicho lo anterior, es importante remarcar que el control de la escalada ha sido ejemplar -el de una escalada inadvertida era uno de los grandes temores en las primeras fases del conflicto-. Todo mientras todavía continúa en la recámara la posibilidad de enviar armamento más contundente, como los misiles ATACMS. De hecho, desde el inicio de la guerra, momento en el que los auténticos protagonistas fueron los drones y misiles como los NLAW o Javelin, hasta la entrada en servicio de los HIMARS con municiones GMLRS, de los proyectiles guiados para los obuses M777, M109, PzH 2000, etcétera y más recientemente de los misiles HARM, hemos visto cómo los aliados de Ucrania aumentaban una y otra vez la apuesta, sin respuesta rusa aparente.
Más allá de esto, ha sido un día extraño, en el que Rusia ha multiplicado los ataques en el Este de Ucrania, especialmente desde Donetsk y hacia Bakhmut. Comenzando como cada día por el norte, se ha registrado un bombardeo ruso en el poblado de Volfyne, en la óblast de Sumy, en el que ha sido alcanzada una vivienda. En la región de Járkov han sido atacadas tanto la capital regional como la localidad de Zolochiv, en donde han fallecido dos personas. No se han reportado movimientos.
En la zona de Izium no se han reportado combates o bombardeos, mientras que en las cercanías de Limán, pese a los anuncios ucranianos de ayer sobre Ozerne, no se ha reportado nueva actividad. Tampoco desde Lysychansk a Sloviansk.
Es en Bakhmut en donde se han concentrado buena parte de los intentos rusos por romper las líneas ucranianas, en una jornada en la que habrían tratado de hacer esto hasta desde siete direcciones distintas, tanto al noreste como al sureste de la localidad. Comenzando por el noreste, se han reportado movimientos desde Velodymyrivka hacia Soledar y Bakhmuts’ke, mientras que desde Pokrosv’ke habrían tratado de alcanzar las afueras de Bakhmut, en todos los casos sin ganancias territoriales. Al sureste, por su parte, milicianos y rusos -en realidad el liderazgo corre a cargo de las tropas de Kadyrov y de los operativos de Wagner ya que Rusia parece haber retirado buena parte de sus efectivos de la región- han atacado en dirección a Vesela Dolyna, Zaitseve y Kodema. En términos generales, la situación parece ser la misma de los últimos días, manteniéndose las líneas prácticamente estáticas desde hace semanas. Una situación que podría cambiar debido a la llegada de tropas ucranianas frescas -y formadas en el extranjero- a favor de Ucrania o, por el contrario, a favor de Rusia si parte del 3º Cuerpo de Ejército termina recalando en la zona.
El otro sector del frente activo, ha sido el este de Donetsk, en donde los rusos y los milicianos han tratado de avanzar en dirección a Spartak, al sur de Avdiivka, así como hacia Permovais’ke y Nevels’ke, por el momento sin resultados.
Respecto al sur, las dudas giran en torno a la profundidad y extensión de los avances ucranianos no tanto hacia la ciudad de Jersón -en donde además de acercarse están intentando expandir el entrante para no exponer los flancos-, como en la zona de Daydiv Brid y especialmente al este, en donde ayer se confirmó la toma de Vysokopillia, pero se combate en varias localidades de los alrededores. Las visiones más conservadoras apenas conceden terreno a los ucranianos, mientras que otras fuentes hablan de importantes penetraciones. Sea como fuere, el «apagón informativo» ordenado por Kiev sigue en marcha, hasta el punto de que buena parte de la información -muy difícil de contrastar- sale de los canales prorrusos todavía hoy, con lo que cualquier afirmación respecto de lo que ocurre en la región de Jersón, debe ser tomada con todas las precauciones.
Para finalizar con la parte militar, los cambios de posiciones confirmados en las últimas horas serían los siguientes:
- Óblast de Járkov: Sin movimientos.
- Óblast de Lugansk: Sin movimientos.
- Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
- Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
- Óblast de Jersón: Sin movimientos.
- Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
En la sección institucional y diplomática lo más relevante de la jornada de hoy ha sido la octava reunión del Consejo de Asociación UE-Ucrania. No obstante, es el primer encuentro desde que se le concedió la perspectiva europea y el estatus de candidato oficial a la adhesión el pasado 23 de junio.
La prioridad del gobierno ucraniano en estos momentos sería la de cumplir con las recomendaciones realizadas por la Comisión Europea antes de finales de año para posteriormente poder pasar a la siguiente fase: el proceso de negociación.
Además, el nuevo estatus del país posibilita que se profundice en determinados sectores como, por ejemplo, en el bancario ya que se está cooperando activamente entre el Banco Nacional de Ucrania y el Consejo Europeo de Pagos para unirse a la “Zona Única de Pagos en Euros” (SEPA).
Del mismo modo, la UE ha reiterado el compromiso para seguir reforzando sus relaciones con Ucrania también mediante la explotación del Acuerdo de Asociación, incluyendo la Zona de Libre Comercio de alcance Amplio y Profundo (ZLCAP).
Entre otras de las cuestiones comentadas, la ayuda financiera, militar y humanitaria de la UE y sus Estados miembros a Kiev, o las asignaciones de fondos de préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Más importante si cabe es que como resultado de la reunión, se han firmado cinco acuerdos entre Ucrania y la Unión Europea en presencia del primer ministro ucraniano Denys Shmyhal.
- Acuerdo sobre la participación de Ucrania en el Programa Europa Digital de la UE (2021-2027).
- Acuerdo sobre la participación de Ucrania en el programa de la UE para la cooperación en el sector aduanero.
- Acuerdo sobre la participación de Ucrania en el Programa Fiscalis de la UE sobre cooperación en el ámbito fiscal.
- Acuerdo para proporcionar a Ucrania un apoyo presupuestario por valor de 500 millones de euros.
- Acuerdo adicional sobre la redistribución de fondos para la financiación de subvenciones en el marco del apoyo a Ucrania en el estado de emergencia.
El Alto Representante y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, en la rueda de prensa ha reiterado que la UE seguirá apoyando a Ucrania a nivel político, económico y militar todo el tiempo que sea necesario y tanto como sea necesario. Es decir, también en la fase de reconstrucción del país. Además, la UE seguirá apoyando el trabajo de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional como del Fiscal General de Ucrania para perseguir a los responsables de las violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra perpetrados en suelo ucraniano.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha pronunciado nuevamente sobre el empleo de Putin de la energía como un arma mediante el cese de los suministros y la manipulación de los mercados de energía europeos. Así pues, ha sido tajante al afirmar que “Él caerá [Putin]” y “Europa prevalecerá”.
La Comisión Europea sigue trabajando de cara a la próxima reunión de los ministros de Energía en medidas para mitigar los efectos de la crisis energética y afrontar los altos precios. De hecho, mientras se redactaban estas líneas Von der Leyen estaba recibiendo al primer ministro Denys Shmyhal.
Cambiando de tercio, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha hablado por teléfono con su contraparte francesa, Emmanuel Macron, sobre la situación en el frente de batalla y han coordinado más apoyo militar de Francia a Ucrania. Asimismo, han intercambiado evaluaciones sobre los resultados de la misión de la Agencia Internacional de la Energía Atómica en Zaporiyia.
Sobre Zaporiyia y la crisis energética, Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania, ha destacado que su país puede ayudar a aliviar la situación a través de sus exportaciones de electricidad. De ahí que Rusia “intente secuestrar la central nuclear de Zaporiyia y obstaculizarlo”. Ha enfatizado: “Ucrania y la UE están en el mismo barco: debemos permanecer unidos y derrotar a Putin antes de que nos traiga a todos aún más problemas”.
Cabe destacar además que durante el día de hoy el único reactor en funcionamiento en la central nuclear ha vuelto a desconectarse de la red eléctrica ucraniana.
De otro lado, Zelenski ha hablado por última vez con Boris Johnson en su cargo de primer ministro del Reino Unido dado que hoy ya se ha conocido que Liz Truss, actual secretaria de Estado, ocupará su puesto. Le ha agradecido “su valentía personal, sus principios y su gran contribución para contrarrestar la agresión de la Federación Rusa”.
Siguiendo con Reino Unido, el gobierno ampliará el programa de formación y capacitación de las Fuerzas Armadas ucranianas. Hasta ahora el curso tenía una duración de tres semanas que próximamente se extenderá a cinco y cuenta con la participación de instructores procedentes de Canadá, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega, Lituania y Nueva Zelanda.
Por último, como se ha comentado en la sección anterior, la Casa Blanca pedirá al Congreso que proporcione ayuda adicional financiera y militar para Ucrania por un montante de 11.700 millones de dólares en el primer trimestre del año fiscal 2023. Además, solicitará 2.000 millones de dólares con el objetivo de impedir que los costes de la energía doméstica aumenten al tiempo que Moscú decide reducir el suministro energético.
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