Guerra de Ucrania – Día 176

Un día más, la guerra de Ucrania nos deja abundante destrucción y escasos cambios sobre el terreno. La jornada ha estado marcada por la reunión entre Zelensky, Guterres y Erdogan, en busca de una salida política a la guerra, además de una solución para cuestiones como la de la central nuclear de Zaporiyia o la crisis alimentaria. También por los ataques ucranianos a larga distancia sobre Bélgorod y Amvrosivka, entre otros puntos tras la línea de frente.

La última jornada de guerra ha transcurrido sin cambios de posición. Lo más reseñable desde el punto de vista militar han sido los ataques sobre sendos depósitos de municiones rusos en Donetsk, concretamente en la localidad de Amvrosiivka y en Bélgorod, ya en territorio ruso. Este último, si se confirma la ubicación, podría ser un depósito de gran entidad, clave durante la acumulación de fuerzas previa al inicio de la guerra. Además a última hora se ha hablado de un fuego en el aeropuerto de Staryi Oskol, utilizado como helipuerto militar y situado entre Bélgorod y Voronezh, a unos 160 kilómetros de las líneas ucranianas, aunque no está claro todavía que en este caso haya sido un ataque.

Vídeo del incendio posterior al ataque ucraniano sobre un depósito de municiones ruso en Bélgorod. Fuente – Telegram.

Además, se ha llegado a informar de un nuevo ataque con HIMARS sobre el puente que cruza la presa de Nova Kakhovka, mientras se habla de que Rusia seguiría construyendo pontones para cruzar el Dniéper en Jersón. También en la región de Donetsk habría sufrido un nuevo ataque el tendido ferroviario a la altura de Krynychna.

Sobre el terreno, han sido atacadas Pavlivka en Sumy, además de Vovkivka, Yastrubyne y Popivka, entre otras. En el caso de Járkov los ataques de la artillería rusa habrían afectado a Karasivka, Petrivka, Bazaliivka, Rtyshivka, Duvanka, Ivanivka, Mospanove, Lisne, Velyki Prohody, Pytomnyk, Husarivka y Chepil, además de a la capital regional, en donde habrían alcanzado incluso un parque infantil. Hoy no se ha hablado de combates, quedando en el aire la situación de la localidad de Udy, disputada estos días pasados.

En la zona de Izium la situación permanece estática y hoy no se han reportado combates. Sí ataques artilleros, como es habitual, en el caso de Velyka Komyshuvakha, Virnopillia, Adamivka y Dovhenke.

En el eje Lysychansk-Sloviansk, las tropas rusas han intentado avanzar en dirección a Vyimka desde Mikolaivka, sin resultados. Mientras tanto, su artillería ha castigado las localidades de Velyka Komyshuvakha, Virnopillia, Adamivka y Dovhenke, mientras que la aviación habría bombardeado Vesele.

En dirección a Bakhmut, los ataques rusos habrían seguido dos ejes en esta jornada. El primero de ellos, desde Pokrosvke y el segundo desde Klynove. Además, habrían continuado los ataques sobre Soledar, por el momento estancados unos cientos de metros al oeste de la planta Knauf. En la misma zona, al sur, habrían atacado tanto Kodema como Zaitseve desde Semyhirja y Hol’mivskyi respectivamente. Los ucranianos, por su parte, habrían atacado Stakhanov.

Donetsk es la otra zona donde se concentran los combates más intensos, especialmente desde Pisky y Lozove en dirección a Permovaiske, en Kam’yanka y en los alrededores de Avdiivka. En el caso de Pisky, hay fuentes que sostienen que pese a los vídeos de los últimos días, los ucranianos continuarían estando en posesión de una pequeña parte de esta localidad. Sea como sea, los ataques rusos son constantes, por lo que es lógico pues que los ucranianos se afanen en destruir la logística rusa a retaguardia, habiendo alcanzado hoy Amvrosivka, al sureste de Donetsk, como hemos comentado al inicio del informe.

Al sur, en Zaporiyia y Jersón, la única novedad se habría producido en Blahodatne. Esta localidad ha vuelto a ser reclamada como disputada por fuentes ucranianas, algo que no es la primera vez que sucede en lo que llevamos de guerra y que por el momento no se ha podido confirmar gráficamente, por lo que conviene tomarlo con la precaución habitual. Por lo demás, continúan las polémicas en torno a la central nuclear de Zaporiyia, que Rusia utiliza para resguardar vehículos militares de distintos tipos, cosa que los rusos niegan, pese a las evidencias. Además, sobre la central, la inteligencia militar ucraniana ha afirmado que Rusia habría pedido a sus trabajadores que no fuesen mañana a trabajar, por razones que se desconocen. Mientras esto ocurría, desde el Ministerio de Defensa ruso han asegurado que la central podría cerrarse si los ucranianos continúan con sus ataques sobre la misma, ataques que estos niegan estar llevando a cabo. Es decir, que la situación no deja de enredarse, con el consiguiente peligro.

Ya a última hora, como hemos adelantado en la entradilla, se habrían registrado una o varias explosiones en Kerch, el extremo oriental de la península de Crimea y la localidad de la que parte el puente que une ésta con la región de Krasnodar. Lo único que se sabe, pues hay un vídeo que lo demuestra, es que Rusia habría lanzado al menos un misil antiaéreo. Puede deberse a un error humano, o a otras razones, como la presencia de algún tipo de drone, sin ir más lejos, tal y como ha publicado la agencia rusa TASS. A falta de pruebas no conviene aventurar ninguna tesis ni sobre este incidente, ni sobre el incendio al otro extremo de Crimea, en Mizhvodne, del que hay imágenes, pero se desconocen las causas exactas, aunque en este caso, por la distancia, sí sería más fácil que se tratase de un ataque ucraniano.

Para finalizar con la parte militar, los cambios de posiciones confirmados en las últimas horas serían los siguientes:

  • Óblast de Járkov: Sin movimientos.
  • Óblast de Lugansk: Sin movimientos.
  • Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
  • Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
  • Óblast de Jersón: Sin movimientos.
  • Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Captura de FIRMS correspondiente a los incendios detectados en los últimos 7 días. Fuente – NASA.

Contexto internacional, diplomacia y sanciones

La jornada de hoy a nivel institucional ha estado marcada por el acontecimiento que comentábamos ayer como adelanto: la reunión del presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdoğan y el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres en Leópolis.

El orden del día ha estado marcado por tres puntos esenciales: la crisis alimentaria global, las amenazas a la central nuclear de Zaporiyia y encontrar una solución política a la guerra. Lo cierto es que no han trascendido resultados concretos de la reunión tripartita.

Sin embargo, en paralelo a la reunión principal, el líder ucraniano se ha reunido con sus dos invitados de manera separada al igual que sus ministros de Defensa y Exteriores con sus homólogos turcos. De un lado, las autoridades ucranianas y turcas han firmado un memorando de entendimiento sobre la participación de Turquía en la reconstrucción de la infraestructura de Ucrania. En particular, de los puentes de Zaporiyia, Kremenchuk y Romanivka (cuidad que conecta Bucha e Irpin con la capital ucraniana) comenzando su colaboración con este último.

Del mismo modo, durante su conversación a solas con su homólogo turco, Zelenski le ha agradecido a Erdoğan el apoyo constante de Turquía a la soberanía e integridad territorial de Ucrania y ambos líderes tras discutir sus relaciones bilaterales han acordado que “una mayor expansión de la cooperación entre los estados fortalecería a ambas partes”. Además, ha valorado positivamente la iniciativa de exportación de cereal mediante el Acuerdo de Estambul logrado gracias a la mediación tanto de Turquía como de Naciones Unidas.

De otro, en su encuentro con el Secretario General, Zelenski ha destacado el papel de Naciones Unidas y del propio Guterres en el proceso de desbloqueo de los puertos ucranianos para reanudar las exportaciones alimentarias. Del mismo modo, también le ha trasladado que “Ucrania está lista para seguir siendo garante de la seguridad alimentaria mundial”, como ya ha venido transmitiendo en las últimas semanas a los líderes de los distintos países africanos con los que ha hablado por teléfono.

Mañana se espera que Antonio Guterres se desplace hasta el puerto de Odesa para observar cómo se lleva a cabo el proceso de carga de cereal y el sábado llegará a Estambul para visitar el Centro de Coordinación Conjunto que monitorea el sistema de exportación y lleva a cabo las inspecciones de los barcos. Desde que se reanudaron las exportaciones el pasado 1 de agosto un total de 24 buques han zarpado de los puertos ucranianos de Odesa, Chornomorsk y Pivdenny.

No obstante, han conversado sobre otro tema también relevante: la deportación ilegal y forzosa de ciudadanos ucranianos a Rusia y la protección de los ucranianos detenidos ilegalmente en Rusia. En este sentido, el presidente Zelenski se ha dirigido al Secretario General pidiéndole personalmente que ayude a los representantes de Naciones Unidas “a tener acceso permanente y sin trabas a los ucranianos deportados”.

Por supuesto, también por separado han comentado la situación en Zaporiyia sobre la que Zelenski ha incidido en que Naciones Unidas “debe garantizar la seguridad de este objetivo estratégico, su desmilitarización y la liberación completa de las tropas rusas”. Ambos han acordado también los parámetros de una posible misión de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) a la central nuclear. Asimismo, el director de la IAEA, Rafael Mariano Grossi, le ha trasladado al ministro de Exteriores de Ucrania que están listos para enviar una delegación a Zaporiyia. 

Moscú hoy se ha pronunciado sobre esta cuestión rechazando la iniciativa y calificándola de “inaceptable” procedente de Naciones Unidas y apoyada por otros países – por ejemplo, 42 países, incluidos los de la Unión Europea firmaron el fin de semana pasado una declaración en la que también pedían la adopción de esta medida. Esta no ha sido la única declaración al respecto pues el Kremlin ha afirmado que existe el riesgo de que suceda un desastre en la central nuclear y ha acusado a Kiev y Occidente de “planear una provocación” en el área.

Por otro lado, también el presidente ucraniano le ha trasladado al Secretario General la predisposición del país para participar en la que será la 77ª sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas a finales de septiembre. Entre otras medidas, Ucrania viene desde hace meses tratando de sumar apoyos para la creación de un Tribunal Especial para enjuiciar los crímenes de agresión cometidos en Ucrania y lograr que Rusia rinda cuentas.

En lo que concierne al número de víctimas civiles conviene subrayar que la publicación del cómputo llevado a cabo por misión de Naciones Unidas para el monitoreo de los derechos humanos en Ucrania ha caído de manera estrepitosa, siendo las últimas cifras actualizadas del pasado 25 de julio.

En el caso de Bucha las fuentes ucranianas sí se están haciendo eco del número de víctimas que siguen enterrándose con asiduidad. Ayer, por ejemplo, se enterraron 21 cuerpos, pero sin identificar. Igualmente, el ataque en contra un edificio residencial en Járkov ayer ya ha dejado doce víctimas civiles y veinte heridos.

Moviéndonos a la ayuda militar, en las últimas horas el gobierno de Estonia ha decidido incrementar su asistencia a Ucrania. El Ministerio de Defensa confirma que incluirá ayuda letal adicional como morteros y armas contracarro pero por el momento no se han ofrecido más detalles. Asimismo, Estonia está planeando unirse al programa de entrenamiento y capacitación de tropas ucranianas liderado por el Reino Unido, y además donará un segundo hospital de campaña a Ucrania en colaboración con Alemania. En total el pequeño país báltico ha proporcionado ayuda militar a Ucrania por valor de 250 millones de euros.

Sobre el total de ayuda militar enviada a Ucrania conviene subrayar que hoy el grupo del Instituto Kiel encargado de rastrear los envíos ha publicado su sexto informe arrojando como resultado que los nuevos compromisos con Ucrania casi se resumieron a cero en el mes de julio -con la salvedad de 1.500 millones de euros de los cuales 1.000 millones procedían de Noruega. Además, como también hemos venido insistiendo, en las últimas semanas hay un silencio compartido por la amplia mayoría de los Estados de la UE y no se están realizando nuevos anuncios ni confirmando que se estén realizando todas las entregas de lo ya prometido.

Por último, y como viene siendo ya habitual en nuestros informes, la cuestión energética es de obligada mención. De un lado, Canadá ha desembolsado 450 millones de dólares canadienses en préstamos para apoyar la compra de combustible de calefacción necesario para que puedan hacer frente al próximo invierno. Por el momento, todos los préstamos que Ottawa ha comprometido han sido desembolsados.

De otro, si el lunes el canciller alemán Olaf Scholz anunció el impuesto sobre el gas natural para los consumidores, hoy ha tenido que dar un paso atrás tras las protestas hostiles que se han dado en un evento en las afueras de Berlín. En particular, Scholz ha afirmado que reducirá temporalmente los impuestos al gas natural. Asimismo, el jefe del regulador de energía Bundesnetzagentur, Klaus Muller, no se muestra esperanzando con que Alemania logre los objetivos establecidos en las siguientes fases de su plan de emergencia en tres etapas para reducir la dependencia del gas ruso. Si bien es cierto que ya han logrado almacenar el 75 por ciento antes de la fecha prevista -el 1 de septiembre- Muller señala que alcanzar el 85 por ciento para el próximo 1 de octubre “no es imposible, pero es muy ambicioso” sobre todo si ya se ha empezado a usar la calefacción y no espera que logren los objetivos de almacenamiento tan rápidamente como el primero. El tercer objetivo sería lograr el 95 por ciento de las reservas de cara al 1 de noviembre.


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