En un nuevo día sin cambios sobre el terreno, la actualidad de la guerra de Ucrania ha venido marcada por un rumor, según el cual los ucranianos habrían hecho hasta 2.000 prisioneros rusos tras cercar Vysokopillya. La información, tan espectacular como imposible de demostrar, terminó siendo al igual que ocurrió en el pasado con noticias similares procedentes del lado ruso, un mero bluff. Lo que sí es real es el acuerdo firmado por Rusia y Ucrania para dar salida al grano ucraniano a través del Mar Negro, noticia positiva que sin embargo no augura acercamientos en otras áreas, al menos a corto plazo.
Una jornada más, los movimientos sobre el terreno brillan por su ausencia. Las tropas rusas y aliadas han seguido presionando las líneas ucranianas a lo largo de todo el frente, con el mismo resultado cosechado desde hace semanas. Multitud de pequeños ataques que en ningún caso son suficientes para desestabilizar a los ucranianos, lo que no evita que el conteo de bajas continúe aumentando para ambos bandos, cosas de la guerra de desgaste.
Pasando al análisis por sectores del frente y comenzando por la parte más septentrional de Ucrania, hoy se han reportado bombardeos sobre Kamyanska Sloboda y Mykolaivka en Chernígov, así como Volfyne y Pavlivka en Sumy. Alrededor de Járkov han sufrido ataques Mospanove, Ruski Tyshky, Dementiivka, Zolochiv, Stara Hnylytsa, Ridne, Rtyshyvka, Pushkarne, Velyka Babka, Petrivka, Slatyne y Lebyazhe.
En el eje Izium- Sloviansk se han reportado ataques sobre distintas poblaciones, como Dolyna, Dibrovne, Borohodychne o Nortsivka. Los ucranianos hablan de reconocimiento aéreo mediante un drone ruso sobre Velyka Komyshuvakha, en el extremo más occidental de esta zona del frente. No obstante, hace ya días que no hay movimientos aparentes y los ataques rusos han disminuido mucho en intensidad incluso en el caso de los bombardeos, después del fiasco de Borohodychne días atrás. En los próximos días convendrá seguir la actividad en los bosques al oeste de Izium, por cierto…
En el eje Lysychansk-Sloviansk, la situación continúa estancada. Las tropas rusas prosiguen tratando de avanzar desde Verkh’okam’yanka y Zolotarivka hacia el oeste, en dirección a Siversk, pero no han logrado ganar un kilómetro de terreno en los últimos días. Hoy incluso los ucranianos habrían atacado la refinería de Lysychansk, aunque a juzgar por las imágenes que han llegado, resulta difícil afirmar qué objetivo concreto perseguían, pues parece ser algo puntual.
Lo mismo sucede desde Popasna y Svitlodarsk hacia Bakhmut. Continúan dándose pequeños combates, como el intento de hoy de acceder a Prokovske, pero en la práctica no hay cambios de posición de ningún tipo, resistiendo los ucranianos en Soledar y en Vulhedar mientras sigue en disputa buena parte del tramo de la M03 entre Vuhlehirske y Bakhmut. La única vía de acceso de suministros para los ucranianos, así como de evacuación de heridos, sería desde hace semanas la carretera secundaria entre la central energética y la carretera que conduce de Odradivka y Mykolaivka Druha hacia Bahmut, así como las pistas agropecuarias que sirven para acceder a los campos de cultivo de la zona.
Más al sur, en las inmediaciones de Donetsk, los ucranianos han atacado entre otros puntos, Gorlóvka, en donde se ha registrado una explosión en el centro urbano. Los rusos habrían golpeado los puntos habituales desde Pisky, Avdiivka y Marinka hasta Kamyanske y Poltavka, totalizando decena y media de localizaciones en la última jornada.
Por último, en las regiones de Jersón y Zaporiyia, tampoco se han producido movimientos, aunque sí intensos ataques artilleros, desde Nikolayev a Jersón y de ahí en dirección noreste hasta el extremo del frente, en Arkanhels´ke. Lo que sí ha habido es una interesante polémica que ha surgido a raíz de las publicaciones, en varias cuentas proucranianas, de mensajes en los que se hablaba de hasta 2.000 militares rusos cercados en el villorio de Vysokopillya, al sur de Krivói Rog. El problema es que no hay ningún dato que permita avalar dichas afirmaciones. Es cierto que la localidad forma un saliente, pero ni es razonable que tal cantidad de tropas lo defiendan, ni hay vídeos que demuestren que los ucranianos hayan logrado cercarlo por completo, ni tampoco el volumen de fuego detectado por FIRMS permite pensar en combates de alta intensidad. Las últimas informaciones sobre el tema procedían de Oleksiy Arestovich, quien hablaba de un millar de rusos cerca de estar rodeados, rebajando así las expectativas.
Una vez más, al igual que en el pasado con Zolote, Hirske, Severodonetsk o Lysychansk en el pasado, conviene ser muy escéptico con este tipo de aseveraciones, procedan del bando que procedan, pues aunque puedan tener cierta base real, suelen ser apenas rumores que se hinchan una vez entran en la dinámica de las redes sociales. La guerra de Ucrania está siendo una guerra con muy pocos prisioneros en realidad, pues al fracasar las operaciones iniciales rusas y transformarse en una guerra con un frente amplio y estático, los envolvimientos son casi imposibles y cuando se producen, son tan lentos que permiten al rival eludir la captura. El único punto en el que se han capturado una cantidad sustancial de prisioneros ha sido en Mariúpol y las condiciones eran excepcionales.
Respecto a los puntos a comentar en la jornada, el primero es el nuevo paquete de ayuda militar estadounidense, que llega con una novedad interesante: la ausencia de drones Switchblade. Al parecer, estos han ofrecido un rendimiento menor del esperado, aunque es difícil de evaluar ante la falta de información y los numerosos mitos en torno a ellos. En su lugar, se enviarán 580 Phoenix Ghost, drones de los que tampoco se sabe mucho, a decir verdad.
El segundo, tendría que ver con el manido tema de la disponibilidad rusa de armas de precisión de largo alcance. Con los típicos altibajos, pero sí parece cierto que en las últimas semanas el número de ataques está siendo menor que en los meses previos. Además, se está constatando un aumento en el recurso a armas cuya función primaria no era la de ataque a tierra. Es el caso, ya comentado, de los S-300, sistemas antiaéreos que han sido empleados contra edificios por ejemplo en Nikolayev. También de los misiles antibuque Kh-22 y Kh-32, utilizados de forma creciente contra objetivos en tierra desde los bombarderos Tu-22M3 Backfire C rusos. Sea cierto o no que Rusia tiene problemas de disponibilidad, la realidad es que no le hemos visto completar una sola campaña de forma sistemática. Si durante una etapa del conflicto parecieron decididos a descoyuntar el entramado ferroviario ucraniano de forma que no pudiesen enviar refuerzos al frente del Donbáss, no han perseverado en el intento, algo para lo que haría falta un número de municiones mucho más alto del que se ha manejado. A día de hoy, los ucranianos mueven material pesado con aparente tranquilidad, algo que carece de lógica si se tienen los medios suficientes para evitarlo y que va contra los intereses rusos.
El tercero tendría que ver con los datos proporcionados por FIRMS en las últimas jornadas. a nuestro juicio no dejan lugar a la duda, ni siquiera aceptando que es una herramienta imperfecto y que la imagen que ofrece puede estar distorsionada por los incendios estivales y otros factores. El caso es que los fuegos detectados en el sur del país cada vez son más, en detrimento del este, algo que podría indicar la escasa voluntad rusa de intentar ataques a gran escala en los próximos días, ya que no se está haciendo la preparación artillera necesaria para ello. En el sur, por el contrario, los ataques están aumentando, mientras Rusia se mantiene a la defensiva, tratando de aguantar al norte del río Dniéper. Desgraciadamente, aunque FIRMS permite intuir un aumento en la frecuencia de los ataques ucranianos, lo es tan útil para darles un sentido, ni hay testimonios complementarios que ayuden a explicar el origen de algunos incendios o si hay una estrategia detrás.
El cuarto y último, con la proporción de fuerza rusa implicada en las operaciones en Ucrania. Según fuentes del Pentágono, esta habría alcanzado el 85% de la fuerza de combate rusa, una cifra que sin embargo hay que matizar, a falta de más datos. Cuando se dice que el 85% de la fuerza de combate ha tomado parte de una u otra forma en las operaciones, no quiere decir que hayamos visto de una sola vez un porcentaje tan alto del total de la fuerza rusa, sino que debido a las rotaciones, cobertura de bajas, reposición de materiales, etc, una parte más que sustancial ha jugado un papel. Eso sí, también hay que entender que estamos hablando en todo momento de la fuerza que Rusia puede reunir sin decretar una movilización, supuesto en el que las cifras serían mucho mayores, pudiendo debatirse si lo sería también el potencial de combate, dado que mucho del material sería más antiguo y buena parte del personal carecería de un entrenamiento adecuado. Además, hablamos en todo momento de fuerzas convencionales, no lo olvidemos. Precisamente una de las preocupaciones derivadas de la guerra es que al quedar en entredicho el poder convencional ruso y haber resultado erosionado, hasta que puedan restituirlo no van a tener más remedio que confiar de forma creciente para su defensa en las Fuerzas Nucleares.
Para finalizar con la parte militar, los cambios de posiciones confirmados en las últimas horas serían los siguientes:
- Óblast de Járkov: Sin movimientos.
- Óblast de Lugansk: Sin movimientos.
- Óblast de Donetsk: Sin movimientos.
- Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
- Óblast de Jersón: Sin movimientos.
- Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
La jornada del viernes a nivel institucional ha estado marcada por una noticia esperada. Hoy, se ha adoptado el acuerdo de Estambul para comenzar a desbloquear los puertos ucranianos del Mar Negro y reanudar las exportaciones de grano.
De esta forma, Rusia y Ucrania han firmado en Estambul acuerdos por separados con Turquía, país mediador junto con Naciones Unidas en tanto que organización internacional. De hecho, el asesor de la Presidencia ucraniana, Mikhailo Podolyak, ha dejado claro que “Ucrania no firma ningún documento con Rusia”, de modo que se está firmando un “acuerdo espejo” por separado. En particular, el acuerdo prevé el uso de tres puertos concretos; el de Odesa, Chornomorsk y Yuhzne.
A esto añade otras dos puntualizaciones. De un lado, incide en que las exportaciones deberán realizarse sin escolta de transporte por barcos rusos y sin presencia de autoridades rusas en los puertos ucranianos de modo que si hay provocaciones la respuesta militar sería inmediata. De otro, si fuera necesario, todas las inspecciones de los buques de transporte serán realizadas por los grupos mixtos en aguas de Turquía.
Este logro permitirá que Ucrania pueda comenzar a exportar las más de 20 millones de toneladas de cereales bloqueadas lo que, a su vez, ayudará a aliviar la crisis alimentaria a nivel global en ciernes. Un acuerdo que también ha sido recibido con buenos ojos por la Unión Europea que sigue reafirmando su compromiso para ayudar en las exportaciones. Al mismo tiempo, ya habría aseguradoras interesadas en proporcionar cobertura para los envíos de grano.
Por su parte, Estados Unidos ya ha manifestado que responsabilizaráv a Rusia por la implementación del acuerdo e insta a China a que almacene grano que, llegado el caso, podrían usarse para cubrir necesidades humanitarias mundiales.
Sobre el tema energético, la oposición al plan de emergencia propuesto por la Comisión Europea “Ahorrar gas para un invierno seguro” ha empezado a aflorar entre algunos Estados miembros. Está previsto que el próximo martes 26 de julio los representantes de los 27 se reúnan para abordar esta cuestión, pero los funcionarios de los países del sur como Grecia, España, Portugal e Italia junto con otros ya han expresado su oposición. Otros como Chipre y Países Bajos también han expresado su preocupación tanto del porcentaje de reducción, así como del propio “mecanismo de alerta” en tanto en cuanto debería clarificarse si el resto de los estados miembros podrían opinar sobre este asunto de darse la situación. En particular, el plan exigiría reducir el consumo de gas en un 15% durante ocho meses a partir de agosto y según algunos funcionarios estatales este recorte tan drástico podría generar problemas sociales y económicos. Sobre todo, apuntan que esta situación se acentuaría si se raciona la energía.
A esto se sumaría que al parecer las empresas estatales rusas Rosneft y Gazprom podrían enviar petróleo a terceros países gracias a un ajuste en las sanciones con el objetivo de limitar los riesgos para la seguridad energética global. Según recoge Reuters, las principales casas comerciales como Vitol, Glencore y Trafigura, pero también las petroleras Shell y Total han dejado de comercializar petróleo ruso para terceros, incluidas las restricciones en los seguros, en aplicación de las sanciones de la UE.
De otro lado, se han hecho públicas las fotos del representante húngaro y del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov al reunirse para firmar un acuerdo en virtud del cual Hungría recibirá 700 millones de metros cúbicos de gas adicionales por parte de Rusia. Unas imágenes no exentas ni de polémica ni burla, dado que, además, dichas conversaciones han sido auspiciadas bajo el lema “Seguridad energética en Hungría, paz en Europa”.
Mientras tanto, en Bélgica, el primer ministro, Alexander De Croo, ha anunciado que han llegado a un acuerdo para prolongar la vida de dos de sus siete centrales nucleares como consecuencia de las circunstancias actuales y así cumplir con su responsabilidad de controlar el suministro energético.
También han trascendido las declaraciones de la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, en relación con las entregas del suministro de gas:
“Si no conseguimos la turbina de gas [del Nord Stream 1 que debía ser reparada por Canadá], entonces no obtendremos gas, y después no podríamos brindar ningún apoyo a Ucrania en absoluto, porque entonces estaremos ocupados con levantamientos populares”.
Inmediatamente dio un paso atrás afirmando que había “exagerado” y destacó el elevado nivel de apoyo público en Alemania para enviar armas a Ucrania. Igualmente, debe subrayarse que si las declaraciones aun sacadas de contexto han sido objeto de polémica esto está directamente relacionado con la actitud alemana a la hora de decidir si enviar asistencia militar letal a Ucrania y qué tipo de armamento en particular.
Siguiendo con Alemania, en las últimas horas, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha hablado por teléfono con su homóloga, Christine Lambrecht sobre la situación en Ucrania. Austin ha agradecido especialmente a Lambrecht el compromiso continuo de Alemania para proporcionar capacidades críticas a Ucrania, incluida la provisión de sistemas MLRS MARS II.
Al otro lado del Atlántico, la Casa Blanca ha anunciado el nuevo paquete de asistencia militar a Ucrania. Tras la reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania bajo el formato de Ramstein y la visita de la primera dama de Ucrania a Washington, han hecho público que el montante de este nuevo paquete ascenderá a 270 millones de dólares. Además, de los 4 HIMARS adicionales que afirmaron durante la reunión que enviarían, el paquete incluirá 36 000 disparos de artillería, munición para los HIMARS. Asimismo, incluirá hasta 580 drones Phoenix Ghost con una financiación asociada de 100 millones de dólares. Sin embargo, según The Wall Street Journal, la administración Biden habría rechazado la petición ucraniana de que se les envíen drones MQ-1C Gray Eagle por temor a que pudiesen terminar en manos de las tropas rusas. Estos drones pueden transportar hasta cuatro misiles Hellfire y tienen un alcance de más de 320 km.
Con este nuevo tramo de ayuda, el total de asistencia de seguridad comprometida de Estados Unidos a Ucrania asciende a 8200 millones de dólares estadounidense.
Rusia, por otro lado, ha ampliado su lista de países “hostiles” incluyendo a cinco Estados miembros de la Unión Europea: Grecia, Dinamarca, Eslovenia, Croacia y Eslovaquia. Del mismo modo, ha ampliado su “lista de bloqueo” de personas incluyendo a 39 representantes de los servicios de seguridad australianos y compañías de defensa. Esta decisión, adoptada en represalia por las sanciones adoptadas por Canberra, les impediría entrar en territorio de Rusia.
Por su parte, el presidente Zelenski ha declarado en una entrevista con The Wall Street Journal que un alto al fuego con Rusia, pero sin recuperar los territorios ucranianos que han sido ocupados solo prolongaría la guerra. Así pues, considera que:
“Congelar el conflicto con la Federación Rusa significa una pausa que le da a la Federación Rusa un respiro para descansar. (…) La sociedad cree que todos los territorios deben ser liberados primero, y luego podemos negociar qué hacer y cómo podríamos vivir en los siglos venideros”.
El presidente Zelenski ha hablado por primera vez con el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves a quien le ha agradecido su apoyo a Ucrania en organizaciones internacionales como la ONU. Además, ha destacado que desde Kiev aprecian la adopción de sanciones contra Rusia.
No obstante, puede subrayarse que, debido a las visiones internas en América Latina – especialmente la de Brasil y Argentina – al líder ucraniano no se le permitirá intervenir en la próxima Cumbre de Mercosur.
Cambiando de tercio, el Ministerio de Cultura y Política de Información de Ucrania ha comunicado que hasta el día de hoy han registrado 434 crímenes de guerra rusos sobre el patrimonio cultural ucraniano. De un lado, 129 objetos del patrimonio cultural fueron destruidos y dañados como resultado de los bombardeos. De otro, los bienes culturales que han sido destruidos o dañados por las tropas rusas han sido los siguientes: 149 edificios religiosos, – 50 de ellos registrados como monumentos valiosos por su historia o arquitectura, por ejemplo-, 46 monumentos conmemorativos en honor de personas y eventos históricos del siglo XIX y principios del siglo XXI, 33 museos, 41 bibliotecas, y 65 centros culturales, teatros, cines y otras instituciones relacionadas con la cultura.
Los delitos que se han registrado contra el patrimonio ucraniano afectan a 15 regiones del país, aunque las más afectadas han sido Járkov (99 delitos), Donetsk (97 delitos) y Kiev (79 delitos). A estas le siguen, entre otras, Lugansk (44 delitos), Chernígov (38 delitos), Sumy (28 delitos) y Zaporhizhia (16 delitos).
Asimismo, al igual que cuentan con el “Libro de los Torturadores” de Ucrania para registrar a aquellas personas directamente implicadas en la comisión de crímenes contra el país, disponen de una plataforma para denunciar y registrar los crímenes contra el patrimonio nacional ucraniano.
No obstante, persisten las reticencias para calificar a Rusia como “Estado patrocinador del terrorismo”. Por ejemplo, ante el aumento de la presión sobre la administración de Biden en Estados Unidos para que se adopte tal decisión, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, le habría trasladado al secretario de Estado, Antony Blinken, que si no ejerce el poder que le ha delegado el Congreso para hacer dicha designación, serán los propios legisladores los que la hagan. Del mismo modo, hay otra cuestión que sigue sobre la mesa pendiente de respuesta, la de crear un tribunal especial para juzgar los crímenes cometidos en Ucrania.
En este sentido, puede señalarse que Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía han firmado una carta conjunta en la que ponen de manifiesto que “necesitamos una evaluación honesta del pasado, incluidos los crímenes comunistas, para prevenir futuros crímenes o investigar los actuales en Ucrania”.
Por último, un tema del que tampoco suele hablarse además del cultural es del educativo. En concreto, el Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania ha anunciado que Estonia ha desembolsado 5100 millones de euros para apoyar a instituciones educativas para apoyar la educación de los niños ucranianos desplazados. Hasta el momento, Estonia ha acogido a más de 13 000 niños ucranianos menores de 19 años y más de 4800 niños y jóvenes ya están registrados en el sistema educativo del país.
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